17 de marzo de 2021

MÁS QUE TRÁNSFUGAS.


    Artículo escrito por RAFA FUENTES, Socialista y ExConcejal del Ayuntamiento de Málaga,  para su columna de colaboración de la revista EL OBSERVADOR, sobre el transfuguismo de C's. 


Son tan tránsfugas los cargos públicos de Ciudadanos, que se están cambiando de partido, como la dirección del Partido Popular que los acoge y les ofrece “sillones” para poder seguir gobernando.

Lo que estamos viviendo en los últimos días no es un pacto, donde dos partidos acuerdan un programa y se integran en un gobierno común, eso es legítimo y democrático. Lo que estamos viviendo es una compra-venta de voluntades, para seguir los unos en el gobierno (PP) y los otros en puestos públicos (C`s).

Algunos/as de Ciudadanos están viendo que se hunden y están corriendo para otro sitio, acordaros de aquello de que cuando el barco se hunde… ya sabes quienes son las primeras en huir. Pero igual de deleznable es el papel de quien los acoge, solo con el objetivo de seguir en el poder, comprando lealtades y rompiendo la palabra que le han dado a sus votantes y a toda la sociedad española.

Estamos atónitos observando cómo, sin rubor y sin pudor, el PP viola tres normas básicas para seguir en el poder: sus estatutos, su reglamento regional y el pacto anti transfuguismo.

El PP recoge en sus estatutos como infracción muy grave “utilizar o valerse de tránsfugas para constituir o cambiar mayorías de gobierno en las instituciones públicas". La misma mención se hace en el reglamento de organización política de dicha formación a nivel regional. Además, en el acuerdo en relación con el transfuguismo, consensuada también por Ciudadanos y Partido Popular, se señala que “se entiende por tránsfugas a los y las representantes locales, autonómicos y estatales que, traicionando a partidos políticos, que los presentó a las correspondientes elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes”.

Y eso es justamente lo que están haciendo muchos parlamentarios y cargos políticos de Ciudadanos, pactar con el Partido Popular, en contra del criterio de la dirección de su organización, para seguir en puestos públicos, incumpliendo, insisto, esas tres normas básicas de anti transfuguismo.

Además, en plan siciliano, estamos leyendo que dicen que tienen coacciones, otros/as dicen que es a cambio de puestos en gobiernos, otros/as dicen que es a cambio de futuras integraciones en listas electorales, otros/as dicen que es a cambio de puestos de asesores en la dirección del Partido Popular.

Un ejemplo es el exsecretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, que deja su partido y se va a un sillón pagado por el Partido Popular. A propósito, ese tal Sr. Hervías es el que escribía hace poco en tuiter que “las cloacas del PP siguen oliendo y mucho. Hay que ganarles para tener un gobierno con las manos limpias, regenerador y sensato”. Este es el que también decía que “cambian de opinión o se cambian de chaqueta por unas cuantas sillas”. Con dos cojones, escribe de las cloacas del PP y se mete en ellas, a cambio de un puestecillo a largo plazo.

"Les hacían falta tres, y han comprado a tres", resumía un dirigente de Ciudadanos que no quiso dar su nombre, "y si hubieran hecho falta cuatro, habrían sido cuatro". Un segundo, con más arte, afirmaba que “quizás quieren vender la sede del Partido Popular para pagar nuevos puestos de confianza y seguir manteniendo determinados gobiernos”. Y un tercero, el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, añadió que el Partido Popular “ha abierto la caja B y está dispuesto a pagar lo que haga falta para comprar a miembros de Ciudadanos”.

Y en medio de estas guarrerías, Ciudadanos y el Partido Popular siguen muy juntitos en otros gobiernos locales y regionales, como es en Andalucía.

Pero lo más extraño de todo, es que no pasa nada, unos días de ajetreo en los medios de comunicación y a otra cosa, piensan los de la dirección del Partido Popular y los tránsfugas de Ciudadanos.

Después preguntémonos, con cara de incredulidad, la razón por la que la ciudadanía se está alejando a pasos agigantados de la política. Ojalá pronto despierte y con su voto manifieste claramente que está harta de todos esos negocietes y los manden a la lista del paro.


Fuente: https://revistaelobservador.com/opinion/87-observando/16380-mas-que-transfugas

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