La “DIADA DE CATALUNYA 11-9-19” se celebró ayer, pero con información
contradictoria recogida en los medios de comunicación. Unos dicen que hubo más
de 600.000 manifestantes y otros menos.
De un espléndido fracaso y pinchazo lo catalogan los medios de Madrid y
lo contrario opinan desde Barcelona, lo cual indica que la vía de solución no
se ha iniciado y se podría complicar, dependiendo de si la Sentencia de los
Presos sea más o menos dura.
Provocaciones como emitir a
todo volumen el himno español irrumpiendo en plena ofrenda floral del Govern no
mejoran en absoluto el clima de la situación, sino más bien la complican y
radiczalizan, siendo esa la posición de la mayoría de los partidarios del
“Trifachito” que siguen hostigando, como hizo ayer el mamarracho de Rivera en el
Parlamento planteándole a Pedro Sánchez la aplicación inmediata del 155 que
demuestra qué ocurriría si hubiese próximas elecciones y ganasen las Derechas.
La situación en realidad es
similar a las del año pasado, como explicábamos en este mismo blog, cuando
hacíamos un análisis con el dilema “O
VOTOS O BOTAS”, que sigue vigente y de rabiosa actualidad, del que pasamos a mencionar algunos extractos
emitidos en dicho artículo:
“”Cientos de miles de personas se movilizan
para asistir a la manifestación de la DIADA
este 11/9 (…) Muchos dirigentes políticos que desconocen o reniegan del
método del materialismo dialéctico para el análisis de la realidad, no pueden
entender que aplicando esa ideología al cálculo de probabilidades de las
perspectivas políticas, a corto, medio y
largo plazo, se comprende mejor la situación si se llega a la conclusión que todo está en movimiento, “todo fluye, todo
cambia, nada permanece” como sentenció
el filósofo Heráclito mucho antes que
Marx lo concretara y el conflicto
en Cataluña también tendrá que tener un desenlace aunque no a corto plazo.
Desde un análisis marxista aplicado al conflicto catalán,
vemos cómo se han venido agudizando las contradicciones. Algunos pronosticaron
hace tiempo que al final nos encontraríamos con un dilema: Intentar una salida
por métodos democráticos y pacíficos, o
sea por el “Voto”, o surgiría la violencia,
la represión y el enfrentamiento, o sea la “Bota”
militar.
Cualquier
persona decente que se considere demócrata podría pensar que es preciso
intentar negociar una salida, porque vimos cómo la política inmovilista
aplicada por Rajoy y su pandilla de
asesores ineptos, fracasó cuando esperaban que el suflé bajase…
Esa frase de “votos
o botas” se entendió claramente desde el principio por una parte de las
direcciones de izquierdas y la ciudadanía más democrática, así como siempre
ocurre en el pueblo llano tanto en Cataluña
como en otros lugares. La gente llega a la conclusión de expresar la necesidad
del cambio, exigiendo y luchando por una consulta con la expresión “volem votar” en Catalunya, “Bozkatu nahi dugu” en Euskadi, “queremos votar en Galicia y resto del Estado”, “we want to vote en Escocia”, “Nous voulons voter en Quebec”, es
decir, todos los pueblos tienen el deseo y el derecho a decidir
democráticamente su propio destino.
Allí donde los pueblos no pueden votar en completa
libertad es porque las leyes no están hechas con relación a facilitar al
pueblo ese derecho. Algunas democracias liberales, están concebidas con la
mentalidad vertical capitalista de
arriba hacia abajo y no a la inversa, de forma horizontal, como sería un modelo
de democracia más evolucionada, o sea,
una democracia social y no burguesa.
Aquellos
otros del PP (y C´s y Vox, hora en el
frente del 155) que dicen ser demócratas pero tienen el cerebro obnubilado
por una mentalidad que viene del pasado franquista, en vez de aplicar un método democrático del diálogo y la reflexión
a una cuestión eminentemente política, tomaron el camino equivocado de su “judicialización”, empezando por
impugnar el “Estatut Catalá”, que
democráticamente había sido votado mayoritariamente por la ciudadanía catalana.
Cuando el pueblo retó al Estado Central y preparó una consulta popular el 1/0/17,
aquel PP del desgobierno, una
vez más aplicó el camino de las “botas”,
en vez del de los “votos”, pues al intentar evitar la consulta a través
de las fuerzas represivas del Estado Central, el pueblo catalán se sintió
agraviado y apaleado. La mentalidad retrógrada
y reaccionaria de un Gobierno del PP
demostró ser incapaz de articular ninguna otra salida no traumática, echaron
manos de la “porra” y los “guardias”,
método aprendido de sus ancestros.
También
habrían podido optar por otros métodos, como por ejemplo, declarar, antes de recurrir a la amenazante movilización
de los “piolines” y sus hazañas posteriores, algo así como emitir
una Declaración en esta línea: “El Gobierno no concede validez alguna a ese
simulacro de Referéndum porque lo considera ilegal. Así pues da por entendido que
el “”Govern de Catalunya””, al igual que el “”Gobierno Central””, consideraremos
el resultado solo como una consulta democrática con carácter NO vinculante”.
Pero con la mentalidad represiva que caracteriza a los
Gobiernos de Derechas durante toda la historia, Rajoy ya había optado por la movilización general de las fuerzas de
forma exagerada. El desplazamiento amenazante de miles de agentes de seguridad
armados hasta los dientes significaba que apostaban por el camino de las “botas”, negando el de los ”votos”, cuyos ramalazos de violencia que se produjeron
en aquellas fechas se adjudicaban unos a otros, polarizando la situación y
aumentando el número de ciudadanos de Cataluña
que optaban por la República al
sentirse humillados y ultrajados.
Aquellos errores y
rasgos represivos del Gobierno del PP,
junto al pestilente estado de corrupción que lo cercaba, que demostraban los
desajustes de las cloacas del Estado,
además del comportamiento duro del
aparato judicial, la nefasta política antisocial aplicada contra los intereses
del mundo del trabajo favorable a los banqueros
y corruptores, con la guinda final del desprestigio de la Corona del Emérito y su Corinna, fueron
las gotas que colmaron el vaso de la paciencia de amplios sectores de la
población que se enfrentaron en ese lamentable espectáculo de la “Guerra de las Banderas”, alimentadas
por la burguesía nacionalista españolista y la burguesía nacionalista
catalanista.
La calle era una ebullición que se reflejó hasta en la
representación parlamentaria, tras el estallido de corrupción de la sentencia
del Caso Gürtel que condenaba al PP a
título lucrativo. Se abrió un momento propicio para que prosperara una Moción de Censura presentada por PSOE,
que consiguió aglutinar una mayoría amplia para desalojar al PP del Gobierno, siendo elegido Pedro Sánchez (PSOE) como nuevo jefe
del Gabinete, que representaba un estilo diferente y dialogante.
Damos un salto en los acontecimientos, obviando el tan
conocido episodio de los acontecimientos de septiembre, octubre y
posteriores(..) pasando directamente a estos días en que Pedro Sánchez, en
nombre del nuevo Gobierno Central
ofrece diálogo y Torra en nombre del
Govern Catalá también ofrece diálogo. Las posiciones, aunque siguen
enfrentadas, parecen encontrarse a un distinto nivel ante las dos perspectivas de
“Votos o Botas”, porque se aprecia
una leve distensión, que posiblemente se refleje o se agudice tras la DIADA del
11/9 y la efemérides del 1-0.
Tras la rentrée en el
nuevo curso político, Pedro Sánchez lanzó el 3/9 una propuesta de un “Referéndum por el autogobierno”. Torra
respondió el 4/9 planteando un “Referéndum
de Autodeterminación”, pero parece que existe una voluntad clara de iniciar
el diálogo, acometiendo los debates con propuestas documentadas encima de la
mesa por ambas partes. Siguen en alto las espadas: ¿Votos o Botas? Es el permanente dilema en esta actual “guerra fría de los lazos”, exigiendo “Llibertad
presos politics” que es una continuación de aquella anterior de las “Banderas”.
Joan Tarda de ERC manifestó en unas declaraciones el 5/9:
“Si hay algún independentista ingenuo o
estúpido que quiera imponer la independencia sin tener en cuenta al 50 % que no
es independentista es evidente que está absolutamente equivocado”.
Esas palabras
podrían representar un giro en la situación hacia la distención que merezcan un
esfuerzo por ambas partes para poder sentarse en una mesa de negociaciones, e
indagar en la posibilidad de una solución posible si ambas partes mantienen la
voluntad política y se abre un debate sincero, sin líneas rojas, como anuncian,
sobre la cuestión fundamental de la República.
Nadie en su sano juicio podrá pensar que en un par de
reuniones, o en un par de meses van a solucionarse esos difíciles problemas,
porque los procesos electorales que se avecinan podrían agravar la situación,
cuando entren en combate las fuerzas de
las derechas coaligadas del PP/C’s ( Y un año después reforzadas por el
neofascismo de Vox) que irán a saco contra Cataluña, contra Pedro Sánchez y
Unidos Podemos, por lo que la posición más viable del compromiso al que se
podría llegar entre Sánchez y Torra en el corto plazo es “acordar una Tregua”, para continuar negociando, más adelante, con tiempo suficiente y el compromiso claro de
acordar una salida por el “Voto”,
que solamente un Gobierno de las
Izquierdas podría consolidar.
El
pirómano de Albert Rivera, el 7/9 en
plan de agitar la bronca, “acusa a TVE
de mentir y ser un aparato de propaganda independentista””. El PP por boca de Casado dice el 8/9 que
“se empiezan a dar las circunstancias para aplicar el 155 de nuevo en Cataluña”. (Que este año recoge su escudero
Rivera). Esas políticas represivas son por las que abogan los cuadros
dirigentes del tándem Casado/Rivera.( Ahora el Trifachito). Solo saben echar leña al fuego de la
crispación y amenazar constantemente con medidas duras, sabiendo que detrás de
eso podrían llegar otros artículos como Estado
de Alarma, de Excepción y de Sitio.
Esa
escalada represiva representaría volver a situaciones similares típicas de la Dictadura, que fueron diseñadas por
aquellos “Padres de la Patria”, entre los que se encontraban representantes de
las izquierdas, del PSOE, PCE y
otros que sucumbieron a los chantajes de
las constantes amenazas de Golpismo como se reflejó en el Tejerazo del 23F81, cuyo Jefe Supremo llamado “El Elefante Blanco”, nunca apareció. Posiblemente algún periodista avispado
tendría que preguntarle a “un embajador español que acompañó a Corinna
en un encargo oficial del Rey Emérito en Arabia Saudí”, si alguno de los dos lo vieron en Botsuana en aquella nefasta y aciaga
cacería.
Muchos
socialistas que somos republicanos debemos insistir en una salida democrática a
medio y largo plazo, evitando el camino peligroso de las “Botas”. Vamos a tener que defendernos no sólo frente a los fascismos rampantes, también combatir
las políticas de desigualdad que nos ha dejado el PP como herencia, con los abusos de la patronal, las políticas que
han producido el empobrecimiento, la miseria y la desesperación, que fomentaron
la radicalización y la represión. Ese es el único método que sabe aplicar la
clase dominante como propuesta a la salida de los conflictos sociales y
territoriales.
La
burguesía está histérica (…) “El cambio es permanente y todo sistema para ser
válido de forma regular debe transformarse y avanzar con la historia, con el
tiempo y con las dinámicas sociales, físicas y naturales”, como decía Engels, por lo que debemos seguir
atentos a los acontecimientos que vamos a vivir en este “Otoño Caliente” que se anuncia.
La
clase trabajadora, sobre todo los que nos reclamamos del socialismo y nos
sentimos republicanos, debemos reconstruir la capacidad unitaria y organizativa
de los movimientos sociales para utilizar la lucha de masas, y a su vez debatir
y preparar una alternativa de gobierno de las izquierdas que sea fuerte y estable
fruto de los “votos” en las próximas elecciones.
El
objetivo debe ser la superación del capitalismo como modelo agónico y
sustituirlo por un Estado Federal,
Laico, Republicano, Socialista, Democrático, Cooperativo y Solidario, donde
podamos convivir todos los pueblos, con el proyecto de transformar la sociedad en un plano de igualdad y apoyo solidario
mutuo, pero eso tenemos que alcanzarlo mediante los “Votos”
como único mecanismo para evitar ”las Botas”, sin olvidar que una lucha entre clases,
organizada, unida, masiva y pacífica por el socialismo, tendrá que ir a veces
acompañada de la movilización de masas porque la batalla por nuestros derechos
tiene que seguir siendo el motor de la historia”.
Este
es un resumen casi de la totalidad de lo que publicamos el año pasado, con
pequeños párrafos que han quedado algo anticuados, pero que en esencia muestra
que hemos perdido un año, pues existen
los mismos problemas a resolver, tanto sobre el conflicto territorial como las
cuestiones sociales, con un Gobierno en funciones y al borde de nuevas
elecciones que podrían agudizar la situación si el pueblo cansado de tanto
esperar, optara por la abstención. La
posición de la ciudadanía es un clamor apostando por una investidura de Pedro
Sánchez, pero el tiempo se agota y salvo una rectificación de última hora, el
año que viene estaríamos igual o incluso en peores condiciones que las
actuales. “La crisis de la Humanidad es la crisis de las direcciones de los
Partidos de Izquierdas” que dijo el clásico.
ÁREA DE COMUNICACIÒN. .
IZQUIERDA SOCIALISTA
MÁLAGA-PSOE- A.
ISPSOEANDALUCIA.MALAGA@GMAIL.COM
Los dos años ulteriores a octubre del 2017 el proceso en Catalunya ha venido siendo un proceso menguante. Aquella oportunidad histórica, mágica incluso, del 1deoctubre de aquel año lleva largo tiempo caducada. Que las interpretaciones y discursos en la insistencia de la represión al referéndum democrático de aquella jornada se hayan prodigado por miles de veces han servido como recordatorio histórico, también como lamento. Lo que no se ha visto acompañada toda esta insistencia repeticionista en recordar que la declaración de independencia suspendida de aquel mes fue un acto cobarde y para nada un paso táctico en retroceso “de los que sabían lo que se hacían” para luego dar dos hacia adelante. Es previsible y natural que la gente vaya adquiriendo el sentimiento de hacer el ritualista, es decir el memo en una efemérides repetida sin que se vea el menor progreso hacia la independencia, no solo eso, puede ocurrir que los porcentajes de adhesión vayan a menos. Ir a las diadas por la independencia nacional en minoría no tiene el menor valor estratégico aunque tenga su interés folclórico, no mas que el de cualquier otra celebración festiva con un fondo político. Necesitamos algo mas que palabras aunque sean coreadas por cientos de miles de voces. A falta de una vía política para negociar una independencia, algo que un estado centralista con secuelas mentales del viejo colonialismo no aceptará, mucho menos con los datos aportados por lso helicópteros de una cuantía reducida de manifestantes, y descartada una vía violenta por la chavalada de la de las armas tomar, queda/rá el asunto catalán para la archivística que sirva a la retrospectiva de la historiografía del futuro, tambien para la psicosociología. Nunca en parte alguna bastan mayorías insuficientes o minorías destacables para arrogarse la representación de toda una sociedad o de los intereses de un pueblo. La propia condición de pueblo ya recuerda la de una sociedad interfacial, interracial, itnergeneracional e interclasista, una olla con muchos ingredientes como para llegar a una sola voz para todos los asuntos pendientes.
ResponderEliminarLos gritos a favor de la unidad que se oyeron por repetido en el 11S2019 tienen mas de lamento de cuna del bebé que pide ser arropado por los papás que de grito de lucha de una sociedad que sabe l oque quiere pero no tiene la menor idea de como conseguirlo.
La via no democrática de las conquistas sociales es la de la imposicion de una minoría organizada sobre una mayoría dubitativa e inhibida. Ya la via democrática a esas mismas conquistas es la del laberinto del consenso que puede que no llegue en generaciones. Echando una vista panorámica al pasado nunca fueron las mayorías en pleno consenso las que impusieron su dictum a las minorías, fueron las minorías, a veces de no mas de un 1% poblacional las que marcaron hitos en los procesos históricos en todas las latitudes del mundo humano.
El movimiento independentistas catalán está en retroceso y a sus propios conflictos internos cabe añadir el resto de una sociedad plural española que no se ha destacado precisamente en apoyar su derecho a la autodeterminación.jesRICART