La política en España no está pasando su mejor momento; no hay más que
arrimarse a cualquier medio de comunicación, para ver o leer una nueva
dimisión, salto a otro partido o algún que otro personaje conocido en política,
sentado en algún banquillo de algún tribunal.
Nuestros oídos acostumbrados ya apenas le pone atención y nuestras
tragaderas ya saturadas, parecen escupir hacia otro lado para poder seguir
enfrentándonos a cada día sin casi pensar en el futuro.
También a nuestros hijos e hijas les han robado esa mira en la lejanía
que es el futuro. Hoy prácticamente todos vivimos al día, tanto económicamente
como potencialmente, ya parecemos resignados a vivir gobernados por tramposos,
criminales y mafiosos como si fuera inevitable. El runrún de todos son iguales
se ha instalado no con poca razón.
Entre flores, fandanguillos y banderas en vez de alegría, vive mi España
la tierra de la abundancia, solo en tan pequeña dimensión, otorgó dios sol,
fertilidad y abundancia de agua que poco a poco se seca, dejando un lodal de
siembras desiertas y naranjas en el suelo.
Dejamos morir nuestros campos por falta de emprendimiento y promoción
nacional y regalamos nuestra agua para que quien tiene, pueda echar unas bolas
de golf. Compramos gas y petróleo contaminante y no invertimos en energía
barata e inagotable. Porque sí, nuestra economía dominada por el precio del
barril, podría ser totalmente independiente, nuestro sol generoso, sigue
brillando incrédulo de su derroche en una parte del continente que en toda
época estacional brilla.
Somos diferentes,
exactamente nuestra diferencia consiste en ser más tontos de lo normal y
mientras otros siguen viviendo de mostrar piedras, aquí se rellenan cuevas
rupestres, se secan marismas y matamos lobos, todo muy ecológico.
Una juventud superpreparada
a fuerza de impuestos al currante de a pie, deja nuestro país ante la
imposibilidad de poder subsistir y así, también regalamos inteligencia al
extranjero aunque para sustituirlos, traemos algún nombre de extraña
pronunciación que nos suena mejor que el típico García o López, olvidando lo
ilustre que en otro tiempo fueron.
Y mientras nuestros políticos
perdidos entre pactos, algunos vergonzosos, otros incompatibles pero todos
ellos beneficiosos para quienes ocupan sillón. Esa es la imagen y la sensación
general, que solo su silla importa, lo demás, con decir que depende de
Europa....
Independentismo
y banderas, tema recurrente en el taxi y en el bar, aplausos cuando oímos en la
tele, por boca de él de turno, argumentos simplones que un día dijimos en
alguna conversación, quizás por sentirnos por un instante inteligentes.
Dos
grandes bloques, se repartían el bacalao, la irrupción de nuevos extremos hacen
tambalear un poder que se había establecido cómodamente sin más oposición que
uno del otro, turnábanse cómodamente en el poder, sin más preocupación que el
conservar su silla.
Pan
en épocas acompañada de algún impuesto extra al rico, al terminar el ciclo y
tocarle al contrario, esos impuestos eliminados y repartidos en el pan que come
el pobre.
Pocos proyectos, poca
ambición como país y cero inversión en modernidad. Como base, el visitante, como producción buena
mano para emigrar.
Olvidamos los que vivimos la movida el pasado borrado adrede de los libros
y nos dedicamos a sentirnos importantes por poder viajar y ganar copas de
fútbol. Una generación mermada por la droga y el sida que se dedicaba a bailar
mientras ocupaban cargos importantes, como dijera el poeta, pilancones al baño que miraban y sabían
porque no bebían el vino de las tabernas.
Pilancones que con tanto baño consiguieron limpiar de nuestra memoria su
dudosa procedencia del régimen, con y desde el cual, consiguieron sus
aparcamientos, pazos, comercios, empresas y todo bien rebozado en ladrillos,
que son acariciados por brisas marinas de lo que antes eran paraísos.
Especulación y venta de
terreno público al mejor postor, siempre y cuando cayera el sobre en el
despacho adecuado.
Y así se deja morir lo
público, ya sea hospitales, banca o educación, todo tiene un precio que el
especulador bien calcula con anticipación, poniendo en cargos estratégicos a
degenerados dispuestos a vender a sus madre sin ser conscientes si quiera, pues
hoy vivirá a cuerpo de rey pero una vez desaparecido y su imperio repartido, no
asegura continuidad para la saga y en tiempos futuros, proles pasarán las
mismas necesidades que su lejano pariente, hizo pasar a sus vecinos.
Hoy
tenemos lo que con tanto empeño creamos, porque era mejor hacer culpable al mandatario
que echarse a la calle en manifestación o perder una mañana en poner una queja
debidamente sellada.
Nos
daba igual la procedencia de quien ocupaba las sillas, si venía de la banca
privada o si luego iba a ella y entre todos se comieron las vacas y se
repartieron los olivos para hacer leña con ellos y llenarse los bolsillos.
Cualquiera puede hacerse político, predicador o periodista, aunque para
tal menester su oficio dista mucho, pero como dice la trucha al trucho, dame
mucho.
Política
de altura hace falta hoy, miras en el futuro que no se presenta prometedor,
mientras el metal domine las bancadas, pinta mal.
Un
nuevo modelo de sociedad es necesario, basado en otras mediciones y
condiciones. Personas integras, inteligentes y generosas, donde su hacer
sustituya quien es o de donde viene, valientes y sinceras, sin ataduras y
dispuestas y predispuestas al sacrificio, con talante y claridad, que sepa
comunicar sin mentiras pero sin alarmas, ejemplo público como modelo a imitar,
porque vienen épocas duras, donde el dinero no podrá comprar aquello que no
hay, aire puro, agua limpia y tierras sanas.
Rosario Conde.
C. Permanente Izquierda
Socialista de Andalucía.
Portavoz grupo Izquierda
Socialista-PSOE-Torremolinos.
He leído vuestro escrito,con la atención debida, de verdad parece un poema, felicito al escritor/ra, no deja nada sin tocar y bien tocado, esta es la sociedad que estamos construyendo, muy de acuerdo con lo de la energía, tenemos un Tierra muy generosa, nos da Sol cuanto queremos, una energía inagotable, un ejemplo lo tengo en mi casa compre unas lamparas que me costaron unos diez euros, cada noche se iluminan costo cero, me pregunto si en lugar estas micro lamparas tuviera unas más potentes, la respuesta es es fácil de adivinar, necesitamos un gobierno que cambie el signo de los tiempos, lo espero con toda mi Alma, no me gustan los nubarrones fascistas, estemos siempre alerta, que con 140000 en cunetas ya son bastantes, haber cuando un día se celebra y se hace un homenaje a todos los inocentes que con su vida pagaron un alto precio, ya esta bien de la tanta hipocresía, un Saludo y que hayas tenido una fértil reunión
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