La Costa del Sol
de Málaga y la Costa Tropical de Granada han sido las más afectadas, y muy gravemente, por un fuerte temporal que ha arrasado sus
playas, sufriendo daños de índole diversos, en muchos puntos costeros. El
temporal ha causado mucho daño cebándose en playas de Estepona, Marbella,
Fuengirola, Málaga... En Motri se ha perdido parte de las riberas de Poniente y
el mal tiempo ha causado estragos entrando tierra adentro destrozando algunas
playas que habían sido recientemente regeneradas en varias ocasiones y también
el paseo marítimo de Castell de Ferro ha resultado muy dañado.
Muchos
colectores de saneamiento han quedado al aire libre y diversos chiringuitos han
visto cómo ha desaparecido la arena de las playas, por el fuerte temporal de
levante que ha azotado a todo el litoral mediterráneo del sur, en puertas de
las vacaciones de Semana Santa.
También vemos
recientemente las inundaciones terribles en Mozanbique donde las cifras de la
catástrofe causada por el Ciclón Idai deja a cerca de 2 millones de personas
con sus viviendas inundadas y se prevé que necesitan ayuda humanitaria urgente,
con más de mil muertos y más de 500.000 hectáreas de cultivo que han quedado
inutilizadas. Falta comida y agua, y la emergencia es total pero todavía hay
“negacionistas” como Trump, Bolsonaro y demás agentes derechistas del
capitalismo mundial que dicen que eso del Cambio Climático no es tal, aunque
hasta la ONU ha dado un informe en el que avisa que si en 12 años no se toman
medidas urgentes, la situación podría hacerse irreversible.
Antonio Gutérrez, Secretario General de la ONU pretende reunir
a los dirigentes mundiales, tanto del ámbito financiero, empresarial y civil en
la llamada Cumbre sobre el Clima el 23/9/2019, ante los fracasos anteriores,
para ver si consigue esfuerzos financieros para llevar a cabo los Acuerdos de
la Cumbre de París, porque otra vez más, los dirigentes mundiales son incapaces
de ponerse de acuerdo con las aportaciones financieras que frenen la catástrofe
global a la que se enfrenta el planeta.
Ante la grave situación que padece el planeta Tierra, este
Secretario General declara “Me gustaría escuchar cómo vamos a detener el
aumento de emisiones antes de 2020 y reducir drásticamente las emisiones para
lograr el objetivo de emisión CERO para mediados de siglo”.+
En un informe presentado ante la ONU sobre el cambio
climático en el año 2007, que fue elaborado por un amplio equipo de 2.500
científicos de 130 países del planeta, llegaban a la conclusión contundente que
para el año 2030 la temperatura media aumentará entre 1,8º y 4º.
Ahora en 2019, después de doce años de “negacionismo” de esos
inútiles gobernantes mundiales, Gutérrez declaró: "Solo será posible con un nivel de ambición
significativamente mayor. Por ello, la Cumbre se centrará en áreas que aborden
el núcleo del problema, esto es, los sectores que crean la mayor parte de
emisiones y las áreas en las que el desarrollo de resiliencia supone una mayor
diferencia."
El Cambio Climático
está provocando ya la desaparición de los glaciares árticos y disminuirán
gravemente los antárticos con los efectos, entre otros de elevar el nivel de
los mares entre 28 y 43 centímetros.
Se producirán muchas
más inundaciones y zonas amplias de la Tierra se volverán inhabitables. Habrá
olas de calor mayores que las actuales que dejan miles de muertos y
proliferarán cada vez más las catástrofes promovidas por tormentas tropicales.
El agua se evaporará mucho más rápido, con lo que bajará el caudal de los ríos
provocando que la energía producida sea bastante menor, problema que
intensificará la crisis energética.
Es motivo de gran preocupación el calentamiento global del planeta debido a los efectos perniciosos sobre la salud humana y la economía. Para el 83 % de los ciudadanos españoles el cambio climático es un problema “muy serio” y sólo el 2 % considera que se ha exagerado como pregonaba Rajoy aconsejado por su “primo” diciendo que aquí no pasa nada. Los informes indican que muchas especies se verán forzadas a emigrar de su hábitat natural o se extinguirán debido a las condiciones cambiantes. Conforme el clima se haga más cálido, proceso que ya está ocurriendo, la evaporación se incrementará, lo que causará un aumento de las precipitaciones lluviosas y se acelerará la erosión.
Muchos de los ecosistemas más preciosos de la Tierra están sufriendo daños que amenazan de forma importante su integridad. La selva tropical disminuye constantemente su extensión al ser talada y quemada, sin la aplicación de planes de repoblación forestal. Los bosques templados se encuentran enfermos en grandes áreas de todo el mundo. Muchos suelos están en peligro de desertización por la excesiva erosión y su mal uso. Bolsonaro, Presidente de ultraderecha de Brasil está planteando vender parte de la Amazonía al capital privado, que depredarán ese maravilloso pulmón del planeta, para beneficios de unas cuantas multinacionales. Estas y otras realidades de nuestro planeta son fenómenos lo suficientemente serios y graves como para alertar a la sociedad humana a que nos organicemos y luchemos para exigir que se pongan los medios necesarios para frenar el deterioro.
Algunos científicos liberales atribuyen, de manera clara y tajante, el calentamiento global a lo que ellos denominan, de forma ambigua, “acción del hombre”, por ejemplo, dicen que la degradación del medio ambiente es culpa de nuestro desaforado consumismo, que cada uno de nosotros consume demasiado, que es necesario reducir el consumo para proteger el medio ambiente. Ese método de análisis está impregnado de la ideología de la clase dominante, pues responsabiliza a los individuos y redime al sistema capitalista. Cierto es que el consumo de los individuos es un problema relativo, pero el consumo del sistema capitalista, del militarismo, del despilfarro de los recursos, de la lógica de la acumulación capitalista y el atesoramiento de bienes cada vez en menos manos es un problema absolutamente mayor.
En realidad, la destrucción del medio ambiente es la consecuencia de las políticas antisociales y contaminantes de la clase burguesa dominante que con el actual modo de producción capitalista causan graves emisiones de gases de las industrias, del automóvil, medios de transporte en general, sistemas de refrigeración, es decir, efectos de la dinámica impuesta a la sociedad por parte de un puñado de monopolios internacionales, que están fuera del control democrático de las poblaciones afectadas, por lo que, aún siendo posible el reducir de inmediato la emisión de gases, el efecto acumulativo de los últimos decenios ha llegado a ser tan grave que apenas se producirá un alivio visible en la situación. Por lo que, en lugar de pregonar la auto-limitación individual, es necesario llamar a la organización para luchar contra el sistema y construir un mundo mejor.
La atmósfera que rodea a la Tierra es una capa relativamente fina de unos 100 kilómetros de espesor compuesta de nitrógeno (78%), oxígeno (20,9%), y argón (0,90 %). Esos tres gases forman casi todo el aire que respiramos, más del 99,95 %. El 0,05% de gases restantes son de gran importancia para la vida en la Tierra y entre ellos están los gases de efecto invernadero. El planeta Tierra acumula vida en una estrecha capa de tierra, agua y aire, y de ello depende la existencia de todos los organismos vivos. Controla la cantidad de O2 y CO2 en la atmósfera, su temperatura, la cantidad de agua y su ciclo, etc. Si se produce un desequilibrio en estas cantidades, toda la vida podría desaparecer.
El Grupos Ecologistas y científicos medioambientalistas en sus informes sobre Cambio Climático, tanto privados como de la ONU advierten que nos enfrentamos en este siglo XXI a los mayores desafíos de toda la historia. Si no se adoptan medidas urgentes, se producirá un incremento tal de las temperaturas, que dejarán a millones de personas en la hambruna y desaparecerán más del 30% de las especies.
El informe final indica que los efectos del calentamiento de
la Tierra serán abruptos o irreversibles y lo que hagamos en los próximos años
determinará nuestro futuro. Un informe de hace unos años publicado en la
Revista Cambio Climático, Ecología y Medioambiente, con la Memoria de la
Conferencia celebrada en Torremolinos en 2008,
estableció que “España padecerá un incremento de las lluvias
torrenciales, más olas de calor, un aumento de la salinidad del mar y nevadas
penos copiosas” y ya está ocurriendo.
El nivel de CO2 actual en la atmósfera es ya de 380 partes por millón, principalmente por quema de hidrocarburos. Estados Unidos de Norteamérica, con menos del 5 % de la población mundial emite el 25 % del dióxido de carbono. Se calcula que existe un umbral (de temperatura, o de contenido de CO2 en la atmósfera) más allá del cual nada de lo que hagamos podrá evitar que la Tierra llegue irreversiblemente a un nuevo estado de calentamiento. Aunque dejáramos de inmediato de agredir a la Tierra, tardaría más de mil años en recuperarse. Extraemos energía cientos de veces más rápido de lo que la Tierra puede reponerla en forma natural.
En su búsqueda de
rentabilidad a corto plazo, los capitalistas han sacrificado la estabilidad a
largo plazo. Solo la lucha masiva de la clase trabajadora y el pueblo en su
conjunto por una planificación científica de los recursos productivos,
controlados democráticamente al servicio del bien común, derrotando al
capitalismo, podremos dar una respuesta adecuada frenando el Cambio Climático,
antes de que sea demasiado tarde. La lucha por un mundo mejor y socialista no
es una utopía, es ya una imperiosa necesidad.
ÁREA DE COMUNICACIÒN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE A.
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