Por lo tanto, debemos
partir de varias hipótesis que nos haga posible pronosticar en estos momentos
qué ocurriría, tanto si ganan las izquierdas, como si ganan las derechas. Si se diese este último pronóstico y consiguiesen un pacto C’s con el PP, el giro a
la derecha representaría más ataques a los trabajadores y más beneficios para
la banca y el gran capital. Esa
situación, agravada por la ralentización de la economía mundial y sobre todo de
China, junto con la conflictividad del terrorismo y las guerras, si las
derechas se implican con el modelo “Aznar”, enfangándose en ese pantano
peligroso de la guerra total, negando una salida diplomática y actuando de
comparsa de los imperialismos en pugna por la hegemonía mundial, ese modelo
presagia un negro futuro para Europa y el mundo.
Si se consigue un gobierno de coalición de las
izquierdas, que podría estar encabezado por el PSOE, con los apoyos de Podemos,
Izquierda Unida y algunos otros, las
reivindicaciones del movimiento sindical y los movimientos sociales se
fortalecerán y cobrarán impulso, tras un primer periodo de confianza y compas
de espera de las masas, para ver si los
dirigentes del nuevo gobierno de izquierdas empiezan a cumplir sus promesas; si
no lo hacen con la necesidad acuciante que esperan los sectores menos favorecidos
y más perjudicados por la crisis económica, la clase trabajadora puede saltar a
la lucha, además de que la burguesía podría empezar a torpedear al Gobierno
desde el primer día, como vimos en Grecia, chantajeando con la amenaza del
“rescate”, por lo que, de una u otra forma, el movimiento de luchas sociales
arreciará buscando una salida por la izquierda.
La tercera opción sería
la formación de un Gobierno de Concentración Nacional, implicando al PSOE, (Cosa que Pedro Sánchez ha negado en la
campaña electoral) que sería la alternativa a la desesperada de la burguesía y
el capital, pero en momentos tan delicados, sería como empezar la legislatura
en plena guerra, acabando con las libertades y deteriorando ampliamente la
democracia. Nuestra corriente ya ha
advertido varias veces en los documentos debatidos que estamos radicalmente en
contra de esta salida de pactos contra natura con la derecha, porque equivale
a asumir voluntariamente por la
izquierda una “dictadura del capital” contra la clase trabajadora, que quedaría
atada de manos y pies, exigiéndonos un tremendo sacrificio a favor de los
capitalistas.
La clase trabajadora
aprende de las luchas y de su propia experiencia, aplicándose ese principio a
los elementos y grupos más activos y avanzados que se verán forzados a llamar a
la movilización para reivindicar mejoras que antes habían sido arrebatadas por el Gobierno de
Rajoy y ha sido prometido su restablecimiento en la
campaña electoral por los partidos de izquierdas. Los nacientes reagrupamientos de las
izquierdas emergentes, se podrían conducir
por consideraciones prácticas y harían avanzar a los movimientos sociales de
acuerdo con los resultados obtenidos en sus luchas y se encontrarían con una
audiencia receptiva y atenta que les exigirían ir más adelante.
Si conseguimos un
gobierno de izquierdas, en estas condiciones, reforzados por el triunfo en las
urnas de los trabajadores, todo el movimiento socialista y progresista
experimentaría una fase de renovación. Con el nuevo Estatuto de los Trabajadores y la
derogación de la Reforma Laboral de Rajoy, apartaría a los delegados sindicales que están anquilosados,
desprestigiados y algunos, contaminados,
que se han mantenido en las cúpulas por la inercia del periodo de auge anterior
y sus pactos con la patronal con nulas conquistas sociales. Se potenciarían los movimientos en las
fábricas y tajos, pues los dirigentes sindicales locales que no se adapten a
los cambios exigidos por el nuevo ambiente de los trabajadores en lucha, serían
expulsados del movimiento o surgirían nuevos sindicatos, si el tapón burocrático
impide el desarrollo normal de renovación.
Igualmente los
representantes políticos de los partidos, que en la actualidad se seleccionan a
sí mismos, a través de una escasa democracia interna por su deriva liberal y de
reformismo sin reformas, que ha
desarrollado un cierto proceso de burocratización tendría que adaptarse y
reflejar el nuevo ambiente y cumplir con las promesas o serían cuestionados y
apartados, porque podría darse el fortalecimiento de corrientes críticas
internas, en el plano político y en el sindical, dado que las bases se
encuentran en un estado de “indignación” creciente desde las movilizaciones del
15-M, que ahora podrán tomar el camino de más politización y lucha.
Incluso en las
Agrupaciones del PSOE y en el seno de otros partidos se reflejaría este nuevo
ambiente de lucha y politización, surgiendo nuevas corrientes de oposición de
izquierdas. Lo que si es cierto es que,
más temprano o más tarde, el avance de la lucha entre las clases provocará una revitalización con lo cual se renovarán los
movimientos sociales, sobre todo, empezando por la juventud y los sectores más
avanzados, que continuarán su radicalización buscando una alternativa más a la
izquierdas, incluso surgiendo alternativas anticapitalistas fuertes, más
temprano o más tarde.
Dadas esas condiciones,
los partidos de derechas, tanto PP como C’s y otros, también sufrirán crisis
internas con realineamientos e incluso surgimiento de grupos declaradamente
fascistas, que podrían resultar de escisiones de esos agrupamientos amplios de
derechas, donde hasta ahora, por la “pomada del poder y la corrupción”, han
cabido en el PP todas las sensibilidades buscando y consiguiendo un puesto “Cara
al Sol”, desde el centro, el “extremo centro” y la derecha más rancia, pero ese
período de unidad se ha terminado y saltará
por los aires, pronto o tarde, a partir del 20-D.
Pero igualmente en los
partidos de la izquierda, si el
reformismo empiece a quedarse anclado en el estrecho margen que ofrece el
capitalismo, estén en el gobierno o en
la oposición, ofreciendo solo pequeñas reformas cosméticas, que no alcancen las
necesidades y expectativas de las masas en acción, podrían darse cambios bruscos y repentino en
la toma de conciencia de las masas que empujarían a rápidas formaciones de
corrientes reformistas mucho más a la izquierda, o incluso centristas con bases
de masas no descartándose el fortalecimiento de corrientes claramente
revolucionarias, que ofrezcan una salida socialista al sistema capitalista, que
quedará anclado en su recesión y sus guerras.
Si el nuevo Gobierno
que surja de las urnas el 20-D, que esperamos y seguimos luchando para que sea
de Izquierdas, se niega o titubea en
ofrecer una alternativa audaz a la política de recortes, austeridad y ataques
que ha venido llevando a cabo el Gobierno del PP, incluso en términos de
reformismo de izquierda, y fracasara en
un medio plazo frustrando las esperanza de los votantes, la lucha de la clase trabajadora podría tomar
un camino más firme con corrientes extraparlamentarias, empujando a los
dirigentes sindicales hacia posiciones mucho más a la izquierda, enfrentando
claramente la lucha de clases contra la
Patronal y contra las Derechas, con un resurgir claro del movimiento sindical
de masas que se volverá muy crítico, cristalizando en esos momentos amplias y
potentes alas de izquierdas en el interior de los sindicatos, como GanemosCCOO, Izquieda Socialista de UGT, u otras nuevas, pero también en los partidos
de los trabajadores o incluso por el exterior.
En el caso de que las
Derechas consiguieran reagruparse para formar Gobierno entorno al PP y C’s, apoyados por las burguesías periféricas como DiL (sucesor
de CDC), PNV y otras bisagras oportunistas que siempre les han apoyado, ese
nuevo Gobierno más a la derecha,
atacaría de inmediato con la hoja de ruta de la Troika, agudizando los recortes
y ataques a las masas trabajadoras, pero tendría que enfrentarse a la resistencia de
los trabajadores, con una oposición cada vez más radicalizada de la clase
obrera que empezaría a hacerse más
fuerte, expresando la ruptura del pacto
social que lleva moribundo estos últimos años. Si la burguesía representante de los
capitalistas intentara detener a las movilizaciones de masas, que sin duda se
darían, recurriendo a las Leyes
“mordazas” y represivas”, en momentos de luchas álgidas, los intentos a la desesperada de represión, podrían causar el efecto contrario al
esperado, es decir, podrían radicalizarse y derivar en posiciones
revolucionarias.
Por tanto, las
perspectivas básicas con las que debemos seguir trabajando en nuestra corriente
Izquierda Socialista es en la probabilidad de la intensificación de la lucha de
clases que se van a ver reflejadas dentro de las filas del movimiento de masas.
Nuestro trabajo diario dentro del
Partido, en los movimientos sociales y en los sindicatos de clase, debe estar imbuido por las ideas socialistas y
el análisis metodológico del materialismo dialéctico, una táctica correcta y
compañera, una defensa firme de la democracia interna y externa, así como lo
más importante, que es dotar al partido de un genuino programa socialista, en
base a lo acordado en los últimos debates internos por nuestra corriente. (*)
El PSOE necesita una
catarsis y una autocrítica, pero tenemos que hacer un llamamiento a los
trabajadores y capas medias para darle un apoyo “crítico” que permita cerrarle
el paso a las Derechas, pero votar solo
no basta, como hemos venido insistiendo, sino que la juventud y los
trabajadores debemos dar un paso adelante y organizarnos en el plano político para seguir la lucha por el “Genuino
Socialismo Obrero”, que nos permita seguir
mirando al futuro con confianza, basándonos en un trabajo paciente pero firme,
en defensa de nuestros ideales que están encaminados a construir una sociedad
mejor y más justa para todo los seres humanos.
Tenemos que analizar
siempre las perspectivas generales a la luz de los acontecimientos, con el
propósito de corregir errores, seguir formándonos, renovar, ampliar y modificar los aspectos que
se deban hacer, pero sin renunciar nunca a la democracia y al socialismo que
nos permita superar el sistema capitalista, corrupto, decadente e inservible
para resolver las cuestiones sociales, que solo podrán encontrar soluciones
duraderas con un cambio de sistema, empezando la construcción del nuevo modelo de
sociedad solidaria y justa al que todas y todos los seres humanos anhelamos y
tenemos derecho.
En estas nuevas
circunstancias que se nos abren tras la confrontación electoral del 20-D, se presentarán oportunidades que favorezcan a
nuestra corriente Izquierda Socialista, que justificarán el esfuerzo político
que hemos mantenido algunos, durante décadas, desde
el abandono del marxismo en el 28 Congreso por el triunfo de Felipe González,
que nos permita restauran y defender, tanto la democracia interna plena en el
seno del PSOE, como para ganar la mayoría para las ideas del socialismo
marxista, federal, republicano,
democrático, laico, solidario, internacionalista y plurinacional, que hemos
venido defendiendo como corriente de opinión durante todos estos años,
creciendo ahora de forma más vigorosa con la incorporación de jóvenes
socialistas, porque si la dirección comete errores graves de pactos con la
derecha, podría iniciarse el declive hacia la “pasokización”.
También hemos de agradecer a todas y todos los compañeros
que han venido ayudando en el mantenimiento de la corriente, algunos con
aportaciones personales, otros asimismo realizando un trabajo teórico de
formación de nuestros cuadros, que es
preciso potenciar, pues sin apenas recursos como corriente interna, con muchas dificultades y falta de atención
suficiente por parte de la corriente oficialista, nos hemos visto obligados a llevar a cabo
nuestras tareas. Prácticamente sin ayuda
institucional ni orgánica, practicando
la “autogestión obrera y la autofinanciación”, con enorme esfuerzo personal de
los militantes, para superar las
adversidades, hemos venido aportando análisis, propuestas, enmiendas,
documentos y revistas; organizando actos y conferencias, la mayoría
de las veces con recursos propios, recordando permanentemente las palabras del
abuelo Pablo Iglesias, cuando decía aquello de: “En momentos claves hay que
optar, o con la burguesía o con los trabajadores” y nuestra corriente nunca
hemos tenido dudas, siempre hemos apostado y lo seguimos haciendo en defensa de
los intereses de la clase trabajadora a la que el socialismo se debe, pero
también apostando firmemente y haciendo honor a la formación socialista,
recordando aquella frase de Largo Caballero que decía: “La formación obrera es
una lucha permanente contra la ignorancia impuesta por la clase burguesa
dominante”.
Nuestra corriente
Izquierda Socialista siempre ha considerado que existe una alternativa a este
podrido sistema capitalista, por lo que apostamos por las luchas sociales, pero
debemos avanzar en una mejor organización y unidad para poder utilizar toda la
creatividad maravillosa de la que es capas de desarrollar el género humano, que
de forma abrumadoramente mayoritaria está formado por la clase trabajadora y
las capas menos favorecidas de la sociedad. Y esa alternativa no es otra que la
profundización de la DEMOCRACIA para dar paso al SOCIALISMO, objetivos por los
que merece la pena seguir luchando para acabar con el terrorismo, las guerras,
el paro, la miseria y demás lacras que obstaculizan la conquista de un programa
verdaderamente socialista y solidario que ponga las bases para la
transformación de la sociedad.
¡¡ Por una izquierda
movilizada y a la ofensiva para derrotar al PP¡¡
¡¡Únete a la lucha por un mundo mejor ¡¡
Pepe Martin Rodríguez.
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA
MÁLAGA-PSOE.ANDALUCIA.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
(*)
Si quieres recibir gratuitamente la enmienda que ha presentado la corriente IS
PSOE Málaga a la Conferencia del Programa Electoral, puedes escribir al correo
anterior, poniendo la palabra “Enmienda”. Los apartados de dicho documento so
los siguientes:
1.- INTRODUCCIÓN.
2.- ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN SOCIO-ECONÓMICA.
3.- ¿ES POSIBLE UN TRABAJO DECENTE BAJO EL
CAPITALISMO?
4.- ¿POR QUÉ SE PRODUCEN LAS CRISIS CAPITALISTAS?
5.- POR UNA ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA, SOLIDARIA Y
SOCIALISTA AL GOBIERNO DE LAS DERECHAS.
6.- LA SOLUCIÓN
A LA CUESTIÓN SOCIAL VENDRÁ A TRAVÉS DE UNA LUCHA UNITARIA POR EL SOCIALISMO, O
NO VENDRÁ.
7.- POR UN PROGRAMA SOCIO-LABORAL PARA EL GIRO A
LA IZQUIERDA, EL CAMBIO Y LA TRANSICIÓN SOCIALISTA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario