El análisis de orina realizado a la hija de José Antonio Ruiz también ofreció resultados inquietantes. Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Málaga, Inspección de Trabajo y Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil fueron puestos sobre aviso (…)(…) EL director de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, Luis Medina Montoya, adelantó ayer a esta revista que la edila Navarro informará sobre el expediente y la sanción que se ha impuesto a los responsables de estas instalaciones por el ruido que generan sus motores,
que están “ligeramente” por encima del nivel de decibelios permitido. Una multa sobre la que, no obstante, cabe esperar un recurso de alegación por presuntos fallos formales a la hora de realizar la medición por parte de los técnicos municipales.(…) SIENDO las molestias por ruido importantes, lo que verdaderamente ha hecho saltar las alertas han sido las emisiones contaminantes ‘físicas’ que, todo apunta, se han producido desde las chimeneas de la fábrica. Emisiones que impregnaron el vecindario de un polvo gris azulado (..) Según el testimonio de algunos vecinos este material se endurecía, como el cemento, al contacto con el agua y perjudicaba a las plantas, además de que causaba otros desperfectos materiales. (…)
(…) LA Junta de Andalucía ha abierto expediente al respecto y ha instado a la empresa a que retire estos residuos, realice mediciones y reponga los filtros de sus chimeneas. Acciones todas ellas que deben formar parte de un plan de mantenimiento. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA)
también ha realizado por su parte diligencias de investigación y se ha entrevistado con vecinos para averiguar si se ha producido un presunto delito medioambiental.(…) (Fuente: Revista El Observador 17-4-12) El debate abierto desde hace tiempo sobre el envenenamiento que producen a veces impunemente los fabricantes que tanto afectan a la salud de la población acelerando también el cambio climático y los efectos nocivos de la acción devastadora de la contaminación, cuyas consecuencias se han convertido en un peligro para el género humano, ponen en evidencia la situación tan grave a la que el sistema capitalista está abocando a la Humanidad.
Esta cuestión tiene como causa fundamental el control de la economía mundial por parte de un puñado de grandes monopolios, que bajo el prisma del lucro privado del sistema capitalista, anteponen los intereses de una minoría de archimillonarios a las vidas de los trabajadores y de la especie humana en general. En el barrio del Camino de San Rafael, en Cortijo de Torres, barriada El Copo, Santa Cristina y otras zonas limítrofes, donde viven miles de vecinos, están siendo puestas en peligro las vidas de los ciudadanos, por la ocultación y falta de control de los efectos que están produciendo esos empresarios desaprensivos. Esto demuestra que existen dos contradicciones insalvables bajo este agónico sistema imperialista, como son, la propiedad privada de los medios de producción y las fronteras nacionales que impiden el desarrollo armonioso de las fuerzas productivas. Hace falta más democracia y el control social de las industrias contaminantes.
El motor de la actividad económica capitalista, que es la lucha por el máximo beneficio para unos pocos en detrimento de la mayoría de la población, se ha convertido ya en una amenaza muy peligrosa contra la salud de la humanidad y contra la propia naturaleza. Accidentes nucleares y otras catástrofes ecológicas ponen de manifiesto que la naturaleza del capitalismo es cada vez más un peligro para los habitantes del planeta Tierra.
Para los partidos, sindicatos y demás fuerzas de izquierdas, la integración de las problemáticas medioambientales, así como a las que conciernen a la planificación de la producción agraria con el objetivo de atender las necesidades alimenticias de los habitantes del planeta, resulta una prioridad cada vez más urgente e imprescindible, vistas las tendencias que el Capitalismo está desarrollando en esta recesión en la que ha quedado anclado. Deben ser cerradas de inmediato las empresas que atenten contra la salud de los ciudadanos y no deben ser compensados esos daños con sanciones económicas.
La burguesía considera la naturaleza como una mercancía más, igual que utiliza al asalariado, de donde está dispuesto a extraer todo el beneficio que pueda. Además, la explotación de una economía que se basa en el lucro privado implica la utilización de procesos energéticos altamente contaminantes, del que obtienen enormes beneficios, siendo falso eso de que el que contamina paga, sino que descargan siempre los costes sobre las espaldas de los consumidores que mayoritariamente es la clase trabajadora y los pobres. Violan constantemente las leyes, engañan a las autoridades y al pueblo, ejercen impunemente atentados contra la salud y no cesan de contaminar. La transformación del modelo de consumo de energías contaminantes a energías limpias, que ya es técnicamente posible en la actualidad, no puede desarrollarse porque choca frontalmente con los intereses de las multinacionales del petróleo, las químico-farmacéuticas y el complejo militar-industrial que dominan al mundo, que es como decir con el propio modelo capitalista del lucro privado capitalista, en su fase imperialista multinacional, que está en bancarrota total. No podemos seguir mirando para otro lado, sino que tenemos que reorganizarnos mejor, creando fuertes asociaciones de consumidores y usuarios, fortaleciendo los sindicatos y partidos de izquierdas, exigiendo más democracia social, más participación y un control social y ciudadanos de la producción. Pero como objetivo final, será imprescindible cambiar el sistema capitalista por un modelo de democracia social, económica, política y cultural: Es decir, construir el genuino socialismo que anteponga los intereses de los ciudadanos por delante de los intereses privados.
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IZQUIERDASOCIALISTA MÁLAGA-PSOE.A
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