Los días 3, 4 y 5 de febrero se celebró en Sevilla el 38º Congreso del PSOE. Han sido 956 delegados asistentes, que el segundo día votaban entre los dos candidatos a la secretaría general del Partido. El momento más señalado de toda la agenda fue en el que por 487 votos contra 465 salía elegida la candidatura de Rubalcaba frente a la de Chacón.La necesidad de un profundo debate ideológico, sacar las conclusiones necesarias de la debacle electoral, analizar los errores cometidos e introducir los cambios necesarios, quedó en un segundo plano.
La corriente Izquierda Socialista, representada en el Congreso escasamente por 15 delegados con voz pero sin voto, dejó en evidencia la necesidad de una profundización de la democracia interna que evite los filtros que distorsionan la representación de las bases. Encuestas recientes entre los afiliados y
simpatizantes, señalan Izquierda Socialista como la corriente más valorada y en alza en el PSOE, y esto es porque se siente la necesidad de un giro a la izquierda en la política del Partido.
La necesidad de rectificación es evidente, pero la ausencia de debate no solo ha sido manifiesta en el Congreso. Las dificultades con la que se han encontrado los militantes de base para participar en este proceso congresual han sido muyimportantes (se han presentado más de 16.000 enmiendas, imposible de analizar con los mecanismos empleados y la falta de tiempo). Casi de forma precipitada por los plazos para comenzar la campaña electoral de Andalucía y de Asturias, el debate entre los miles de afiliados que componemos el PSOE ha sido prácticamente inexistente. La insuficiente democracia interna y una alta precipitación que ha impedido un fiel reflejo del sentir de las bases. Desde Izquierda Socialista de Andalucía presentamos un documento programático como enmienda a la totalidad proponiendo un giro drástico a la izquierda. Las carencias de los mecanismos del debate impidieron que esta llegara a ser discutida en el Congreso, aunque un grupo de compañeros la distribuimos entre los delegados con muy buena aceptación por parte de un sector de ellos.
Al final, con todas estas limitaciones, a los afiliados no nos quedaba más remedio que asistir como meros espectadores y posicionarnos en el debate entre los dos candidatos oficiales de la dirección. Los dos defendían la misma ponencia marco, los dos el mismo programa y los dos planteaban una crítica demasiado superficial a la política aplicada por la dirección en los últimos años. Si bien es verdad, Rubalcaba estaba apoyado mayoritariamente por la socialdemocracia más conservadora y los que defendían la candidatura de Chacón, eran vistos como un sector de la socialdemocracia más progresista. Algunos compañeros, incluso de Izquierda Socialista apoyaron a Carme Cachón por los guiños que en su discurso hacía a “abrir puertas y ventanas para que entre el aire fresco” y profundizar estatutariamente los derechos de los militantes para reforzar la democracia interna y algunos matices diversos de tendencia más progresista. Desde la Corriente Izquierda Socialista no apoyamos a ninguno de los candidatos, la necesidad de un giro a la izquierda real no estaba representada en Carme Chacón. Su autocrítica, positiva desde luego, no era suficiente.
Como explicamos en nuestra enmienda a la totalidad del informe general, es necesario un giro real a la izquierda, rompiendo con la política de apoyo a la banca y de socorro al sistema capitalista, como única salida a la crisis, sin plantearse que existe otra alternativa al capitalismo, desde la izquierda, mediante la lucha y la defensa de medidas claramente socialistas. Hay que dotar al movimiento obrero de un programa genuinamente socialista, que conecte con las organizaciones sindicales y demás partidos de izquierdas, que marque claramente una ruptura con la burguesía.
Si la nueva dirección continua con la misma estrategia y táctica de los últimos años, si no se desmarca claramente de las políticas antisociales como las que viene aplicando el PP, que están representando un deterioro enorme de las condiciones laborales y de vida de la clase trabajadora, no recuperaremos la confianza de los millones de trabajadores que en las últimas elecciones nos dieron la espalda. Es necesario girar hacia las capas menos favorecidas de la sociedad, convencer a los trabajadores de que claramente podemos ser una alternativa, pero para ello es preciso trabajar para preparar un frente de izquierdas que posibilite buscar una salida favorable a los intereses de los trabajadores, que ofrezca RESPUESTAS DESDE LA IZQUIERDA (*) a la recesión tan brutal a la que nos ha llevado la crisis estructural del sistema capitalista, que ya no puede ofrecer soluciones a la cuestión social.
Como conclusión, consideramos que el Partido todavía mantiene cerca de siete millones de votantes y simpatizantes, pese a haber perdido más de cuatro millones de electores que es necesario contar con ellos, para lo que se necesita buscar la unidad en base a principios éticos del genuino socialismo, que es la tarea a la que se deben nuestros nuevos dirigentes salidos este fin de semana del Congreso, pero como siempre decimos, no solamente consiste en sacar un programa, sea éste bueno, malo o regular, sino que lo fundamental es contar con militancia, con fuerza, con táctica y con “honradez y firmeza,” como decía Pablo Iglesias, que también dijo aquello de “El capitalismo es la causa de todos los males que padece la clase trabajadora, para organizar a la clase trabajadora, para que caminemos en pro de la unidad que nos permita convencer y atraer cada vez más trabajadores a la causa del socialismo, a la vez que busquemos alianzas en los sindicatos y partidos de la izquierda para seguir luchando democráticamente todos juntos, por la transformación socialista de la sociedad, porque bajo el capitalismo no podremos encontrar nunca un futuro digno para la humanidad.” El primer objetivo para poner en práctica esa táctica estará en la campaña para las elecciones en Asturias y en Andalucía, donde tendremos la primera prueba de fuego, para cortarle el paso a la derecha del PP. En la unidad, la organización y la lucha de masas estará nuestra victoria, porque juntos, la clase trabajadora tenemos fuerzas para ganar, pero depende de los aciertos de nuestras direcciones.
Pepe Martin.
Portavoz en Málaga de Izquierda Socialista-PSOE.
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7 de febrero de 2012
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