De una enorme trascendencia para la clase trabajadora y los sectores más desfavorecidos de la sociedad, van a ser las próximas elecciones que se han de celebrar el 20-N. Los ciudadanos tenemos que negar rotundamente que sea lo mismo si gana el PP que si gana el PSOE, porque el PP fue fundado por un grupo de Ministros de Franco y el PSOE lo fundaron un grupo de trabajadores, siendo su objetivo la lucha por el socialismo. Los objetivos del PP, aunque no lo digan claramente, es instalar a base de represión un modelo ultraconservador y realizar la política reaccionaria de derechas que le ha marcado la patronal y los poderosos.
La derecha está completamente eufórica porque siente que puede tomar el poder, pero todo dependerá de que los 12 millones de abstencionistas y ese 10 % de indecisos se
activen y se arranquen a votar para frenar al PP y derrotar por tercera vez a Mariano Rajoy que es sentido por las masas como un peligro, pues el PP mantiene en su seno algo incluso peor que el “Tea Party”, (que representa la extrema derecha del Partido Republicano de Norteamérica). Incluso el ala dura del PP empieza a desmarcarse ya de Rajoy y al final acabarán siendo incompatibles, o el señor “depende” cederá ante la derecha extrema tardofranquista que ampara en su seno.
La clase más poderosa de todos los países en la actualidad, la fuerza social que aglutina el poder del voto mayoritariamente es la clase trabajadora, pero nuestra división y la atomización divisionista que sufrimos, impiden el triunfo que necesitamos. Eso explica la debilidad cuantitativa cuando se contabilizan los escaños, también perjudicada enormemente por la injusta Ley D’Hont que hemos criticado y que tiene que ser cambiada, en contraposición a las masivas manifestaciones que están surgiendo, bien a través del movimiento 15-M o de los sectores en lucha de la Educación y la Sanidad, furibundamente atacados por las Comunidades donde se ha instalado el PP y la derecha periférica del CiU, que están dispuestos a desmantelar y privatizar completamente el sector público que está bajo ataques.
En los momentos actuales, cuando más peligrosamente arrecia el peligro de la presión de la derecha económica, que exige al PP la aplicación de un programa reaccionario que recorte los derechos sociales hasta los huesos, la mayoría de la clase trabajadora y la juventud, tenemos que entender que todo ese cabreo, apatía y descontento que se está demostrando existe, debe expresarse políticamente yendo a votar al partido que mejor convenga a cada cual, pero repetimos una vez más, que votar cada 4 años y quedarse de brazos cruzados a ver que nos traen los que salgan, es un error. La democracia es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos profesionales, por lo que debe ser batallada y ejercida permanentemente por los ciudadanos, en la lucha constante por las mejoras que sean necesarias para llevar una vida digna.
La clase trabajadora y los sectores progresistas tienen que votar a candidaturas que les sean afines, que represente un voto útil para poder cerrarle el paso al PP que representa a la “derechona reaccionaria” de siempre y para que no se instale en el Estado un gobierno directo de los enemigos de clase de los trabajadores.
Para ello, nuestra corriente Izquierda Socialista viene llamando a los asalariados y capas progresistas a la organización, a la movilización obrera, a incrementar las luchas sociales, como la mejor garantía de avanzar en las conquistas sociales, e impedir cualquier intento de recortes que provoquen una disminución del nivel de vida de las masas, porque los avances sociales que se habían conseguido no eran regalos que nos daba la burguesía, sino que fueron arrancados a través de la lucha de clases y de las movilizaciones de masas.
La clase trabajadora no podemos contentarnos con el programa que nos ofrece Rajoy, que ha insistido varias veces en que” se hará una política como Dios manda”, que es lo mismo que decir que se hará lo que diga “El Vaticano” y los “Poderosos”, que se creen propietarios del patrimonio de los dioses y sus “becerros de oro”, que se los apropian para su provecho propio, tergiversando incluso su doctrina, porque hacen lo contrario de lo que pregonan, ya que la Jerarquía defiende a los ricos y desprecia a los pobres, situación que viene siendo muy cuestionada por hasta por los verdaderos cristianos. (¿Por qué se empeña el PP en seguir metiendo a Dios en política?)
La política que millones de familias trabajadoras necesitan en estos momentos, es luchar contra el paro, contra la economía sumergida, contra la especulación, exigir aumentos salariales y de las pensiones, exigir un salario social universal de al menos el 80 % del salario mínimo que debe estar en 1.100 euros como corresponde a la media de Europa, y que se concrete la escala móvil, para que los salarios se ajusten cada trimestre automáticamente a la inflación. Es preciso seguir luchando por el control obrero de las empresas, empezando por las del sector público, porque el Estado está siendo saqueado por la corrupción de la Patronal y los desfalcos nos lo quieren cargar a los trabajadores via impuestos, lo que tenemos que rechazar de plano, pidiendo la incautación de las empresas en crisis que quieran cerrar, para mantenerlas abierta bajo control obrero y con apoyo financiero del Estado.
También tenemos que luchar para exigir que se eliminen los subsidios a las grandes empresas y se nacionalice la banca y los monopolios, con indemnización solo en caso de necesidad comprobada a los dueños de los bancos, para garantizar y respetar los depósitos de los cuentacorrientistas, en previsión de que puedan darse quiebras bancarias, porque la economía sigue estando al borde del precipicio.
A su vez, es urgente luchar por una reforma fiscal en profundidad, que suba los impuestos a los ricos y elimine los impuestos indirectos que afectan a los más pobres. Por la defensa firme de un sistema educativo y de salud, universal y de calidad, que sea controlado por los trabajadores para eliminar la burocratización, los despilfarros y las corruptelas.
Está quedando claro que el objetivo de los capitalistas no es sacar al país de la recesión, sino, seguir obteniendo beneficios bancarios y de las multinacionales a costa de hundir al pueblo cada vez más en la miseria. Han empobrecido al Estado con fugas de capitales inmensas poniendo grandes sumas de dinero en paraísos fiscales y dejando las deudas que no se pueden pagar.
La salida de la recesión tiene que contemplar la planificación democrática y científica de los recursos productivos, para poner loa economía al servicio de los ciudadanos y no de un puñado de banqueros que no han sido elegidos por nadie y que ejercen la dictadura del gran capital.
Desde Izquierda Socialista insistimos que hay que organizarse para la lucha. Hacemos un llamamiento a las organizaciones de los trabajadores para continuar las movilizaciones de masas que están más justificadas que nunca para rechazar los ataques que nuestra clase está recibiendo, combatiendo los efectos de la crisis que ha sido provocada por el capitalismo y que los grandes empresarios tratan de utilizarla para ganar más dinero que nunca a costa del pequeño empresariado, los autónomos y la clase asalariada, que están siendo llevados a la ruina total, para dar una salida unitaria contra los banqueros, estafadores, especuladores y corruptos que perjudican con sus actitudes a la inmensa mayoría de los ciudadanos.
La única garantía de cortarle el paso a la reacción que representa el PP es votando en masa a las izquierdas, para forzar una coalición PSOE-IU y los demás grupos que se quieran sumar, lo que sería un golpe contundente a los defensores del sistema capitalista que es el responsable de la crisis que estamos padeciendo.
El objetivo que debemos plantearnos la clase trabajadora es derrotar a la derecha del PP en estas elecciones y a su vez, reorganizar y preparar la unidad de la izquierda, fortalecer el movimiento obrero de masas y las luchas sociales en el período inmediato que viene, como las tareas más urgentes que tenemos por delante, porque es legítima defensa, ya que el capitalismo no puede ofrecer ninguna salida a la crisis que favorezca a los trabajadores y los pobres. Solo en la organización, la unidad y la lucha estará nuestra victoria. Y ahora vas y votas lo que te dé la gana, pero piénsatelo bien y no dejes de luchar, porque como decía Pablo Iglesias, “elegid a los mejores, mero vigiladlos como si fuesen canallas”.
JOSE MARTIN RODRIGUEZ.
PORTAVOZ EN MÁLAGA DE LA CORRIENTE IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE-A.
Is-psoe.malaga@terra.es
Http://izquierdasocialistamalaga.blogspot.com
28 de octubre de 2011
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¿Coalición PSOE-IU?, perdona que desde Extremadura no me fíe...
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