Francisco Román Díaz nace en Linares el 6
de febrero de 1913.
Antes de que cumpliese un año de edad,
su madre viuda, se traslada a Málaga,
donde Francisco residió toda su vida.
Es una portería de la céntrica calle
Liborio García, en la que su madre se
instala, la primera residencia de Francisco
Román, niño.
Todos cuantos le conocieron y cuantos
de él tuvieron noticias destacan su incansable
lucha por las libertades, su inquebrantable
ideario socialista, que le llevó a respetar
siempre al adversario político, y su
inasequible defensa del más preciado
bien que como socialista tuvo,
su honradez.
Desde muy temprana edad, compagina sus
estudios de administrativo en una academia
malagueña con su actividad socialista. A los
16 años ya era militante de la Juventudes
socialistas y a los dieciocho fue elegido
secretario de la Federación Provincial de
Juventudes Socialistas, desarrollando toda
su actividad tanto política como familiar y
laboral siempre en Málaga.
Durante la República contrajo “matrimonio libre”
con Igualdad Román Barbieri (la cual tras la guerra
civil tuvo que cambiar su nombre por el de Rosa),
hija que fue del asesinado Presidente de la Diputación
de Málaga don Antonio Román Reina. La ceremonia,
según recuerda alguna referencia periodística de la
época, se celebró en el “Palacio Municipal”.
Durante la Guerra Civil fue designado comisario
de la 51 Brigada Mixta del Ejercito de Tierra y
vocal comisario del Tribunal permanente
del Noveno Cuerpo del Ejército.
Es detenido el 29 de marzo de 1939 e ingresa en la
prisión provincial de Murcia. Los penales de Alicante
y Burgos son también conocidos por Francisco Román
en sucesivos traslados hasta que un Consejo de Guerra
lo condena a muerte ya en 1.943. Posteriormente el
mismo consejo conmuta la pena de muerte por la de
cadena perpetua. A finales de la década de los cuarenta
es puesto en libertad, si bien es sometido a destierro,
teniendo que vivir durante algún tiempo en Logroño
y Granada, mientras su mujer y la primera de sus hijas
continúan viviendo en Málaga, en uno de los típicos
corralones de vecinos propios de la época, el de Santa
Sofía, en el barrio del Perchel.
Una vez que le fue permitido volver a Málaga, reside
ya con su familia en la calle Gómez Pallete, a la que
le cabe el privilegio de conectar el Teatro Cervantes
con la Plaza de la Merced. Trabaja como contable en
varias empresas, siendo de destacar la ya extinta
Comercial Exportadora Malagueña de don Mateo
Luque. Ni en prisión ni fuera de ella renunció
Francisco Román a trabajar y luchar por lo que
fue su gran meta a lo largo
de toda su vida, la libertad,
la democracia y el socialismo.
En la clandestinidad, bajo los apodos de “Palomo”
o “Hernández”, organiza y participa en las actividades
del Partido Socialista Obrero Español en el interior,
perteneciendo a su dirección nacional y llegando
a desempeñar la función de enlace entre el interior
y la dirección exterior del PSOE en Francia. Eso le
lleva a que en diversas ocasiones cruce clandestinamente
la frontera para reunirse con el consejo Director del
PSOE en Toulouse.
Estas actividades políticas clandestinas le llevan a
que sea detenido en numerosas ocasiones, siendo en
1958 condenado a 4 años, dos meses y un día de prisión,
de los que cumplió dos años en la Prisión Provincial
de Málaga; después continuaron las detenciones y
registros domiciliarios, llegando a estar un mes
más en prisión.
Ya durante la transición continúa ocupando puestos
de responsabilidad en el PSOE de Málaga y es elegido
Diputado durante la Legislatura Constituyente, participando
por tanto en la elaboración y aprobación de nuestra
Constitución. Durante la Primera Legislatura
(1979-1982), fue Senador por Málaga.
A partir de 1982 Francisco Román abandona
la primera línea de la política malagueña,
pero continúa con su actividad y participación
en el seno del Partido Socialista.
Dedica esos años a publicar numerosos
artículos de contenido político en los periódicos
de la ciudad y en el año 1992 ve la luz, a modo
de testamento político, su libro titulado
“Antes y después de Suresnes”, en el que
relata la historia del socialismo español
y malagueño, de la que él mismo formó
parte, así como sus reflexiones sobre
su futuro.
El fallecimiento de su esposa en la
Nochevieja de 1996 supuso un punto
de inflexión definitiva en su vida, hasta
su muerte el 7 de febrero de 2003.
Francisco Román Díaz dejó tres hijos,
diez nietos y diez biznietos todos ellos
nacidos en Málaga. Josele Aguilar
Román, es el nuevo Secretario General
del PSOE de Málaga, nieto de Paco Román,
que propone un cambio de rumbo,
al ser elegido recientemente en el último
proceso de primarias.
Fuente: Fundación Pablo Iglesias.
http://www.fpabloiglesias.es/search
/node/Francisco%20Rom%C3%A
1n%20D%C3%ADaz.
Paco Román, autor del libro "ANTES Y
DESPUÉS DE SURESNES", escribió
en su página 3).
"A todos aquellos que padecieron tormento
y murieron por el socialismo. A los que cuando
sacaban para fusilarlos decían a los que
quedaban en la cárcel: Nosotros nos vamos,
pero los que tengáis la suerte de sobrevivir a
esta tragedia lo único que os pedimos es que
sigáis luchando por lo mismo que vamos a
morir". SI, compañeros, seguiremos luchando
por lo que sacrificásteis vuestras vidas,
vilmente asesinados".
"NO HE DE CALLAR POR MÁS QUE CON EL DEDO,
YA TOCANDO LA BOCA O YA LA FRENTE,
SILENCIO AVISES O AMENACES MIEDO"...
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