El sistema capitalista atraviesa la mayor crisis de su historia y se encuentra sumido en contradicciones insolubles. El libre mercado y los Estados nación, que alguna vez fueron sus fundamentos, ahora se ha convertido en su opuesto, siguiendo el mecanismo que explica el materialismo dialéctico que los burgueses desprecian.
Los Monopolios y la lucha por la hegemonía mundial de los 4 bloques principales, EEEUU, RUSIA, CHINA Y EUROPA, han conseguido un dominio abrumador y el reparto del mundo por esas cuatro potencias imperialistas, que luchan desesperadamente por un mercado mundial saturado, plagado de sobreproducción, desatando guerras atroces y disputándose los beneficios.
El capitalismo ha venido utilizando viejas herramientas para aplazar las crisis cíclicas, con la explotación de nuevos mercados que se han transformado en la pesada carga de las deudas impagables de los Estados y el agravamiento de la sobreproducción por las disputas de las potencias capitalistas en el mercado mundial que lleva tiempo mermando.
La consecuencia de la inevitabilidad de las crisis cíclicas, las tensiones geopolíticas, el proteccionismo y las guerras, son una consecuencia de las crisis que se hacen inevitables. La tarta del mercado mundial sigue reduciéndose por lo que la lucha por el reparto del pastel es cada vez más desesperada y bélica.
El declive relativo de EEUU por el ascenso de China que le sigue cada vez más cerca, produce tensiones y vienen determinadas por la restauración de un “sistema mixto de socialismo capitalista chino, que está acumulando un poderío sin precedentes, extendiendo sus tentáculos a todos los rincones del planeta, ganándole cada vez más terreno a EEUU.
La incorporación parcial de Trump en Oriente Medio, con el conflicto de IRAN, podria convertirse en una más de sus derrotas, cuando dijo que él acabaría con los conflictos de Ucrania y Palestina, refleja el reconocimiento de esos límites, creando un verdadero atolladero y alimentando el genocidio de GAZA junto con su socio Netanyahu y prolongando la guerra con Putin en Ucrania.
EEUU invirtió grandes recursos financieros en China y la ha convertido en la fábrica de productos que alimenta al mundo, siendo ambos poderosos adversarios, pero esa China de un “capitalismo con características socialistas” con un fuerte papel del Estado en la economía y la sociedad, pero que están también sujetos a las leyes del mercado en crisis, se ha convertido en un competidor dinámico y vigoroso, que está desplazando a los EEUU en muchas partes del mundo.
Es una realidad que existe un retroceso de la fuerza más reaccionaria del planeta, el imperialismo USA, que llena de preocupación a cualquier Estado, pues están siendo amenazados por los Aranceles que les obliga Donald Trump. No obstante, ese llamado mundo “multipolar”, que viene surgiendo, no tiene nada de progresista, sino todo lo contrario.
Estamos viendo con horror la intensificación de la competencia del Imperialismo que solo produce militarismo, guerras, proteccionismo y genocidios, porque en realidad, los conflictos bélicos van más allá de EEUU y Rusia, aprovechando el choque entre esos dos titanes y algunas potencias de menor rango están ganando una autonomía relativa, mientras otras están siendo exterminadas como el pueblo de Palestina, que Netanyahu insiste en destruir.
Esta situación tiene como gran perdedora a Europa, que sufre la amenaza de Trump, que dice que les han robado y que la guerra de Ucrania la privó de la energía barata rusa que, al contrario que Trump creía, ha acabado por fortalecer a Rusia, que viene sorteando las sanciones.
Europa podría salir fragmentada en la escena internacional, dominada por las clases capitalistas nacionales patéticas, egoístas y provincianas y algunos dirigidos por verdaderos nazifascistas, incapaces de competir con los gigantescos monopolios estadounidense y chinos. El capitalismo europeo está siendo superado. y los cimientos de la prosperidad europea, podrían estar siendo pulverizados si se dividen los Estados.
Es un peligro que el único camino que ofrece la burguesía a las clases trabajadores de Europa, para poder salir del agujero al que está siendo sometida, es atacar brutalmente a la clase obrera para hacer sus industrias más «competitivas» y financiar el rearme para construir su propio músculo imperialista. Pero aquí se enfrentan a un obstáculo. Se enfrentarán a la poderosa clase obrera europea, mejor organizada, a pesar del descenso parcial de la afiliación sindical y apegada a sus conquistas sociales y democráticas, que más temprano o más tarde, podrá explotar y saltar a la lucha.
Está claro que se está acumulando ya una tormenta perfecta para la lucha de clases y para preparar esta ofensiva, la burguesía está atacando los derechos democráticos en todas partes. Pero si van demasiado lejos con estos ataques, corren el riesgo de provocar un levantamiento social con luchas y convulsiones.
El sistema Capitalista está convirtiendo a los países en dos polos opuestos. Los Rico son cada vez más ricos, mientras la pobreza de las masas se extiende como un reguero de pólvora, haciendo la vida imposible a millones de personas de clase trabajadora e incluso de clase media, como autónomos y pymes, que se ahogan en la crisis del coste de la vida y de la vivienda. Pero al hacerlo, la burguesía está destruyendo el equilibrio social que durante décadas ha sustentado esa democracia burguesa en muchos países.
La política de inestabilidad permanente de muchos de los gobiernos, en toda Europa, es una consecuencia lógica de las enormes tensiones que se vienen acumulando en el seno de la sociedad.
El gran descontento que se viene acumulando en la sociedad está encontrando una expresión política muy distorsionada y polarizada, con el peligro del PP y VOX que permanentemente hostigan, atacan y pregonan, con bulos y calumnias contra el Gobierno PSOE-SUMAR.
Algunos jóvenes, incluida una parte importante de la clase trabajadora, se están volviendo hacia nuevas formaciones de derechas, que explotan la ira de la sociedad de forma totalmente demagógica, convirtiendo a los inmigrantes en chivos expiatorios o denunciando hipócritamente la corrupción, o atacando al feminismo y a los migrantes, como hacen permanentemente tanto PP como VOX.
Esos movimientos que son alentados por grupos nazifascistas, no podemos considerarlos todavía como movimientos de masas, sino que son grupos que organiza la burguesía reaccionaria en grupos paramilitares para imponer, cuando puedan, dictaduras férreas. Por ahora son movimientos extremadamente heterogéneos y minoritarios, pero serían capaces de imponer regímenes autoritarios pues sus referentes son el franquismo y el “nazifascismo”, siendo un verdadero peligro pues en el futuro, si no se desactivan, podrían provocar verdaderas catástrofes, pues ya se están entrenando en algunos grupos como hemos visto ya manifestaciones “NaziFranquistas”.
Está habiendo un incremento de la represión en diversos países del mundo y las burguesías continúan con los ataques a los grupos que apoyan al Pueblo Palestino y se agudiza porque Netanyahu confirma su firme intención de arrasar totalmente a la población de GAZA. Ese brutal genocidio se ha cobrado la vida de miles de personas, dejando un reguero de mutilados, niños, hambrientos y muertos, con el objetivo de desplazar por la fuerza a cerca de dos millones de palestinos.
Ese genocidio está produciendo una conmoción brutal y un desgarrador dolor entre millones de ciudadanos de todo el planta, mientras Netanyahu continúa avanzando hacia su “exterminio final”, mientras los grandes poderes no hacen nada en concreto por evitarlo.
También vemos con horror cómo se persigue a los Estudiantes y la Clase Trabajadora cuando se manifiestan y denuncian el genocidio que están llevando a cabo contra el pueblo de Palestina, mientras los Estados protegen a las grandes empresas del armamento, a los bancos y multinacionales, que financian la carrera bélica de donde sacan enormes beneficios los grandes Empresarios Sionistas y sus colaboradores del resto del planeta.
Existen muchas empresas que son colaboradores necesarios con el Estado de Israel, pero no quieren que se sepa públicamente, que sus beneficios están manchados de sangre del pueblo palestino y de miles de niños que mueren de hambre o de las bombas y metrallas, destruyendo incluso hospitales.
También está habiendo una brutal represión y persecución de los activistas de organizaciones, que se manifiestan contrarios a las guerras, no solo de la de Palestina, Ucrania y los cientos de conflictos bélicos que existen en la actualidad, sino que quieren distorsionar, ocultar y silenciar las voces de los activistas que se atreven a denunciar públicamente ese brutal exterminio sionista dirigido por Natanyahu y los grandes capitalistas que les apoyan, que se convierten también en colabores necesarios de esos genocidios.
¡¡NO A LAS GUERRAS¡¡
COMISIÓN PERMANENTE:
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCIA.
(*) Cualquier persona que se interese en participar en el debate que nuestra corriente de opinión defiende, puede ponerse en contacto con nosotros en el correo de abajo, aportando cualquier comentario o críticas que estime conveniente
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