Las trabajadoras y trabajadores que formamos parte de
la corriente Izquierda Socialista de Málaga, hemos venido participando
activamente en el frente ideológico llevado a cabo en el PSOE, pero a su vez
acompañando en la calle a los sindicatos y plataformas de las luchas
reivindicativas planteadas en los últimos años de los movimientos sociales.
También hemos participado en el intento de
reorganización y fortalecimiento de nuestra corriente, que ha estado
funcionando parcialmente desde las bases, debido a una paralización de las
estructuras Federales, con problemas internos y dimisiones de algunos cuadros
importantes que abandonaron la organización y nuevos militantes que se han
incorporado.
Pero dialécticamente, unos van y otros llegan porque si
en verdad queremos derrotar a los capitalistas, que es el objetivo por el que
fueron fundados tanto la UGT, el PSOE y las JJSS, necesitamos profundizar en el
debate ideológico que nos aclare qué tipo de socialismo queremos, porque las
desviaciones, la deriva a la derecha y la defensa de la variedad de “sucedáneos
de socialismo” que estamos sufriendo, nos obliga a luchar contra las derechas
extremas de esa Alianza PP/VOX, para frenarlos y derrotarlos, potenciando
nuestras posiciones hacia la transformación socialista de la sociedad, para lo
cual, proponemos debatir a fondo entre las bases del mundo del trabajo,
invitándoles a la reorganización y a la lucha por un cambio hacia el genuino
socialismo y la democracia plena, porque “El socialismo será obra de la clase
trabajadora o no será”.
Existe un peligro de la Socialdemocracia que ha girado
a la derecha asumiendo los postulados del socio-liberalismo, cuyo ejemplo más
reciente lo encontramos en los programas del PSOE, que se apoyan más en la banca
y el imperialismo mundial, pues renunció
con el “felipismo” a la defensa del “socialismo marxista” que aparecía en el programa
fundacional de Pablo Iglesias Posse, Largo Caballero, Besteiro y demás
fundadores del partido, e incluso algunos líderes de la transición, como Felipe
González, Alfonso Guerra y otros, declaran públicamente que prefieren un pacto
PSOE/PP que un Gobierno de Coalición como el formado por PSOE-SUMAR, pretendiendo
robarle los votantes al PP/VOX, que es una deriva del franquismo, quedando claro su oportunismo, pues siempre han
sido bastante moderados con tics
derechistas y eso representa un aprendizaje de la derecha.
Con la huida de muchos de los llamados
“socialdemócratas” hacia la derecha, abrazando la doctrina más ultra del
“socio-liberalismo”, cumpliendo la hoja de ruta trazada por la clase dominante
a la que han servido, aún intentan ser
fieles con el poder capitalista, lo cual produce un cierto desconcierto entre
la clase trabajadora y la juventud.
Esa deriva a la derecha de la Socialdemocracia en toda
Europa es similar a las nuevas corrientes NO declaradas surgida en el PSOE, que
renuncian incluso a la socialdemocracia, algunos declarándose “monárquicos”, o
socioliberales, socialistas cristianos, otros declarando que ya no son ni de
izquierdas ni de centro ni de derechas, que también se han contagiado de otras corrientes políticas del reformismo
y el populismo, pero se ocultan sin declararse como corriente de opinión, pese
a que podrían existir, como por ejemplo la nuestra IZQUIERDA SOCIALISTA.
Con esos giros al centro de algunos, y otros totalmente
a la derecha, queda claro que son
defensores del “neoliberalismo”, que podrían acabar como en Argentina, como el
perverso “anarcoliberal” de Milei que ha arrasado y que arenga a las masas con
la “motosierra” en la mano, denunciando el desastre al que han llevado a ese
país los gobiernos anteriores.
El debate es muy necesario e invitamos a las y los
afiliados, simpatizantes y votantes progresistas de izquierda, que es necesario
debatir sobre qué tipo de socialismo queremos, si queremos avanzar hacia el
“socialismo genuino”, mediante una verdadera Democracia, Participativa y Ética,
para desarrollar el Socialismo Científico y clarificar la situación,
diferenciándonos de esos sucedáneos, que están en manos de tanto oportunista,
de derechas, de izquierdas y de centro, que confunden a la clase trabajadora,
con el objetivo de captar los votos y luego perpetuarse en el poder y al
servicio de la clase dominante.
Planteamos este debate al que quedan todas y todos
invitados y para mejor digerir la participación, analizando y debatiendo sobre
la dramática situación a las que nos están conduciendo tales actitudes
personalistas de algunos líderes, sobre todo con el hostigamiento y los ataques
de la ultraderecha de PP/VOX, que parece haber perdido el rumbo de cómo deben
comportarse en una democracia ética, estén en la oposición como en el poder.
Para debatir seriamente debemos aceptar unas reglas
básicas de respeto mutuo, sobre todo, para poder entendernos, evitando la
radicalización tanto sectaria como oportunista, que impidan el debate
Existe en la izquierda una enorme cantidad
de grupos sectarios y oportunistas que se reclaman del socialismo en todas sus
variantes, pero la mayoría de ellos, están dirigidos por compañeros que
desconocen, han olvidado o han tergiversado el método, las ideas, la
estrategia y la táctica que pueda conducir a la clase trabajadora a la toma del
poder y construir una nueva sociedad verdaderamente socialista y democrática.
La alternativa natural de la clase trabajadora es
superar al sistema capitalista, que en su fase imperialista multinacional ha entrado
en un estancamiento tras años de crisis y se perfila una recaída de la recesión
que incluso a largo plazo, pone en
peligro la especia humana sobre el planeta, por la explotación, la especulación
y la depredación de los recursos naturales, el Medio Ambiente, por la
intransigencia de las derechas de negar el Cambio Climático, la acumulación en
régimen de semi-monopolio de las
materias primas y el frenazo a la investigación y al desarrollo, que representan
las guerras brutales, como las de Israel con Hamás y la de Rusia con Ucrania,
que se han convertido en auténticos genocidios y una amenaza incluso nuclear.
Cualquier recaída de la economía mundial, con las
guerras permanentes, son fruto del “nacionalismo económico” en disputa de las
cuatro principales potencias, EEUU, China, Rusia y Europa, que están golpeando duramente a la economía mundial,
que va a afectar también en nuestro país, que se podrá ver afectado y con
recursos públicos mucho más raquíticos que los países disfrutan en épocas de
vacas gordas, pero podrían venir las flacas.
Para millones de
trabajadores y pobres, el endeble crecimiento del PIB previsto por el Banco de
España, no supondrá ninguna mejora
sustancial. “El Banco de España revisa
sus previsiones del P.I.B. a la baja en 2024 hasta +1,8 % y un +2% para 2025.
Revisa al alza la inflación media hasta +3,6% en 2023, +4,3% en 2024 y un +1,8%
en 2025. “
Eso representará un nuevo ataque a los salarios y los dirigentes
sindicales, que todavía están atrapados en los Pactos raquíticos, tendrán que
pasar a la acción y defender los
intereses de la clase trabajadora pasando a la ofensiva para recuperar lo
perdido durante los años de crecimiento de la cesta de la compra, que ha
mermado brutalmente nuestros salarios y tendrán que intentar acabar con la corrupción,
los recortes y estafas de la burguesía, pero siguen anclados en la
desmovilización y el pacto sin contenidos, lo que es la clave de los beneficios
de banqueros y capitalistas y la terrible precariedad, desigualdad y bajos salarios a la que nos ha conducido el
sistema capitalista, donde los grandes capitales se han forrado, mientras que
la clase trabajadora, los autónomos e incluso algunos empresarios, han avanzado
hacia la completa ruina.
La burguesía insiste en la muerte del marxismo, pero
para algunas corrientes críticas, el materialismo dialéctico representa una
herencia preciosa que debemos seguir desarrollando a la vez que animamos a los
jóvenes y a la clase trabajadora en general a que lean a los clásicos, aunque
en realidad no podemos tomarlos como un esquema acabado del proceso histórico,
sino que es preciso adaptarlos a la realidad concreta, para transformarla en
favor de la clase trabajadora, los
pobres y las clases menos
favorecidas.
Es necesario reconocer que debido a las desviaciones
del estalinismo y a la deriva hacia la derecha del reformismo socialdemócrata,
los verdaderos marxistas, quedaron prácticamente aislados en pequeños
grupos diseminados, siendo atacados principalmente por el capitalismo, pero
también por el estalinismo entreguista y la socialdemocracia claudicante.
Remontándonos en la historia sabemos que terminada la
II Guerra Mundial, salieron fortalecidas las corrientes estalinistas y en
cierta medida la II Internacional socialdemócrata también, pues ante el miedo
de la burguesía a la revolución, infiltró y utilizó a los dirigentes
reformistas para que actuasen de cortafuego, otorgando algunas mejoras a los
trabajadores para contrarrestar los avances que experimentaba la URSS que se
había convertido en un polo de atracción para los obreros del mundo.
Pero ni los estrategas del estalinismo ni los
reformistas socialdemócratas fueron capaces de comprender los acontecimientos
internos y las luchas sociales que el proceso histórico hizo imparables e
inevitables, incrementándose el desarrollo de los Estados Estalinizados en el
Este de Europa, que se convirtieron en estados bonapartistas obreros deformados
y degenerados, que la burguesía empezó a llamar del “socialismo real”, cuando
en realidad se estaba dando desde hacía años una contra-revolución que caminaba
hacia el capitalismo, si no se producía una revolución política donde los
trabajadores interviniesen implantando el control obrero y la Planificación Democrática
y Participativa de las fuerzas productivas, pero el proceso se produjo a la
inversa asumiendo la burocracia degenerada el modelo capitalista del que
estaban más cercano los cuadros burocratizados y corruptos.
Mucho antes de esa implosión, las revoluciones que
ocurrieron posteriormente a 1944 con los acontecimientos de Grecia, las
Revoluciones en China y Cuba, junto con otros cambios similares que se estaban
dando en otras zonas e incluso en el
posterior Mayo francés del 68, no fueron previstas por ninguna fuerza
política con garantías de llevarlas a buen puerto, por la incapacidad
burocrática de sus direcciones y su sumisión al capitalismo, en el abrazo del
oso que representó la guerra fría, donde los estalinistas y los
socialdemócratas negaban la posibilidad de avanzar al Verdadero Socialismo Democrático,
Participativo, Científico y
Autogestionario.
La confirmación más clara de la bancarrota de la
dirección estalinista se dio en la Revolución de los claveles de Portugal,
donde el PCP que tuvo todo el poder en sus manos, fue incapaz de desarrollar un
plan que concediese el poder y la autogestión de las empresas a los
trabajadores y colaboraron en deshacer la reforma agraria que se había llevado
a cabo en la práctica por las propias masas de los campesinos y jornaleros, y
con la participación activa de la dirección del PCP procedieron a la devolución
de los latifundios y de las empresas a los capitalistas.
En los textos de los clásicos del marxismo la
interrelación entre el llamado factor subjetivo y los factores objetivos ocupan
bastantes libros.
Una de las principales conclusiones es la necesidad de
una Internacional marxista, debido a la disolución de la I Internacional de
Marx y Bakunin, al sometimiento de la II a sus burguesías respectivas aprobando
los créditos de guerra y la práctica disolución de la III Internacional
sometida al nacionalismo Gran Ruso por Stalin, y al abandono del
“internacionalismo proletario”, que hace comprender a la clase trabajadora que
está a merced de direcciones endebles y desconfían de sus dirigentes porque han
conseguido llevarles a una derrota tras otra.
El abandono de la teoría, del método dialéctico, que es
el mejor que puede ayudarnos a clarificar las contradicciones que se producen
en el proceso de lucha para alcanzar la transformación social, supuso un
verdadero desastre y un drama angustioso para las masas bajo la bota del
imperialismo capitalista.
El capitalismo mundial, en esta fase imperialista
multinacional que hemos sufrido más aceleradamente durante las últimas décadas, ha desarrollado todo su potencial y
posibilidades que quedaban como sistema progresista, no solamente en los
países desarrollados, sino en todo el
planeta por la expansión total de los mercados en la llamada “globalización”,
que dialécticamente ha tocado sus límites, iniciando su lento declive
agónico.
El aumento de la producción alcanzó antes de la crisis
de 2007, las cotas más altas jamás conseguidas por ningún otro sistema, creando
productos nuevos que superaban en su fase de capitalización bursátil, al menos
10 veces el valor del Producto Interior Bruto Mundial, superando los 500
billones de dólares.
En la actualidad los estrategas del capitalismo están
muy alarmados y divididos con el repunte del “NaziFascismo” que supone un
peligro, si se agudizan los conflictos bélicos y se producen alteraciones
bursátiles con la intención de repatriar los cientos de miles de millones de
dólares que están en manos de otros países, evadidos a Paraísos Fiscales y
atesorados en cajas blindadas.
Es muy dudoso que los capitales retornen a USA y se
inviertan en la economía real, como pretenden los líderes de EEUU, porque las empresas norteamericanas cuentan
con un exceso de liquidez en efectivo de
Billones de dólares y las inversiones en economía productiva es muy
débil, yendo más del 90 % a la economía especulativa, que está causando
desestabilizaciones y estancamientos bastantes generalizados de la economía global y una
situación de miseria en el pueblo norteamericano como nunca se había visto
antes.
En el boom anterior, debido a la elasticidad de los
créditos e hipotecas, incluso a dos vidas, los capitalistas consiguieron
artificialmente que el sistema liberal burgués tuviese una aparente y relativa
estabilidad, lo que, por una parte fortaleció a la burguesía que acumuló
enormes beneficios en el proceso de concentración acelerada del capital, y por
otra, jugó el papel de crear falsas ilusiones en los trabajadores, que alentados por las direcciones
reformistas, tragaron el anzuelo de la lógica del capitalismo que empezó a
decir que se había llegado al fin de la historia y que el capitalismo había
superado las crisis cíclicas, lo cual se ha demostrado un craso error, como así
habían previsto los analistas marxistas que aplicaban correctamente el
materialismo dialéctico como el mejor método de análisis de la realidad…/…
(Continuará…/…)
COMISIÓN PERMANENTE:
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCIA.
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Cualquier persona interesada, podrá recibir gratuitamente el documento completo
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