RESOLUCIÓN POLÍTICA:
El triunfo del compañero Pedro Sánchez en las
primarias del PSOE y sobre todo su rescate por la militancia del partido tras
el dramático golpe de su derrocamiento en aquel Comité Federal inolvidable,
reflejó claramente la necesidad del giro a la izquierda que las bases y amplios
sectores del movimiento socialista estaban reclamando.
Tras el triunfo abrumador de Pedro Sánchez
que representaba la consolidación de la Corriente Socialdemócrata (C.S.D.)
frente a la Corriente Socio/Liberal, (C.S.L.) (aunque no declarada), encabezada por Susana Días y apoyada por los
que se ha dado en llamar las “Baronías”, se comenzó la labor propia de “costureras y remendones” para
coser los girones que se habían producido y tender puentes, intentando cerrar
las fracturas abiertas, para evitar la posibilidad de una escisión prematura
que podría producirse desde Andalucía.
Esa posición de fuerza de la C.S.L. ejercida y
continuada por Susana Díaz ha frustrado el prometido giro a la izquierda de la
C.S.D. dirigida por Pedro Sánchez que la militancia socialista reclamaba y que
había sido causa de la victoria conseguida por el Secretario General que se
consolidó como Presidente del Gobierno.
El mensaje que nuestro Secretario General mandó en los primeros
momentos, parecía confirmar que defendía
un PSOE fuerte y vigoroso contra la clase dominante, con aquel “No es NO”, que tanto le costó, pero que
dejaba claro su liderazgo, tanto a la
oposición del ala derecha definida como C.S.L. como a la Corriente Izquierda Socialista
(C.I.S.) que venía ejerciendo una débil
oposición por la izquierda, aunque
prestando un valioso “apoyo crítico” en la controversia entre las dos
corrientes anteriores.
La caída de Rajoy (P.P.) por la célebre
Moción de Censura, había sido recibida por amplios y diversos sectores con
alegría y alivio, tras los duros años de la crisis de un Gobierno rodeado de
corrupción como es el PP, condenado a título lucrativo por los Tribunales de
Justicia.
La derecha conservadora no entendió nunca
cómo fue posible unificar a las fuerzas parlamentarias tan diversas que
produjeron la derrota de Rajoy, pero la mayoría de la clase trabajadora lo
entendía perfectamente, dada la política de recortes y austeridad aplicada por el PP, que tanto daño causó a la clase
trabajadora y las capas medias, eliminando derechos sociales y empobreciendo la
vida de las masas alcanzando una cota de Desigualdad nunca antes vista en
nuestro país.
Desde un análisis de clase debe entenderse
que se pusiese en discusión que aquella política inmovilista y Tancredista
aplicada por Rajoy y su equipo, que tanto favorecía a la burguesía, cometiera el error de
“judicializar” el conflicto catalán, que ha fomentado el independentismo y crispado al pueblo, a la juventud y a la clase trabajadora catalana,
en defensa del derecho a decidir y la república.
Esa intransigencia del PP y su nula capacidad
para el diálogo, representó un
enconamiento de la “política españolista”, contra la “política catalanista”, en
líneas nacionales, ocultando la realidad de la lucha entre las clases y expresando
la difícil situación a la que se estaba llegando tras más de 40 años de esta “pseudodemocracia
burguesa”.
Una
clase ultraconservadora que se ha consolidado y configurado a partir de la
opresión de la clase trabajadora y los pueblos, resurgiendo ahora el “neofranquismo
del Trifachito”, encubado en los nidales del PP y que han negado una y otra vez
la capacidad de diálogo político para explorar una salida.
Los problemas principales a los que nos
enfrentamos y que es preciso intentar resolver siguen siendo: Las Cuestiones
Sociales y los Conflictos Territoriales.
Con preocupación de la población vimos cómo
se abrió un peligroso proceso con la llamada “guerra de las banderas y los
lazos” que, junto con las luchas reivindicativas, radicalizaron las posiciones
que se expresaban distorsionadas en los términos “nacionalistas”. Pero también y a pesar de
todo eso es preciso reconocer las numerosas movilizaciones y luchas
sectoriales, no solo en Cataluña, sino en todo el Estado que involucraban a
millones de personas en los distintos territorios.
El ambiente social estaba alcanzando una alta
temperatura debiendo reconocerse que las causas más importantes de las acciones
y luchas que representaban esos cambios
repentinos, espontáneos unos, persistentes y bruscos otros, que tenían un alto componente social y
afectaban a las superestructuras del sistema capitalista era el agotamiento del
llamado por algunos “régimen del 78”.
Crecía el malestar causado por la podredumbre
del capitalismo mafioso alimentado por sus políticos afectados y los
empresarios afines, que eran colaboradores necesarios, junto con la Banca, de
tanta corrupción, que empezaron a estallar por las disputas entre miembros que
manejaban las “Cloacas del Estado” , que habían amparando y facilitado los
desfalcos, las mordidas y la corrupción, ocultando la lista de los evasores
fiscales de los capitalistas, tapadas por el Gobierno aunque conocidas y detectadas
por la llamada “policía política” al servicio del PP, para beneficio de la
cúpula del PP, sus amos los banqueros y la clase dominante a los cuales sirven.
Volviendo a las tensiones de las tres
corrientes internas del PSOE, todavía no se ha resuelto el problema, porque existen otros componentes internos,
como las camarillas, las mesas camillas, los burócratas apesebrados, los
métodos de presión de los poderes fácticos y demás problemas que solamente
podrán ser resueltos, en un Congreso, sobre todo en Andalucía, donde existe un
gran malestar y falta de sincronía entre la política Federal y la Autonómica.
Algunos sectores del Partido en esta CCAA han
solicitado dimisiones y se habla claramente de la necesidad de un Congreso
democrático y con tiempo suficiente para un debate a fondo y devolver el poder
a las bases sin presiones del llamado “aparato”, que hablemos claro, nadie sabe
lo que es, pero todos lo adivinamos.
El pacto de las 6 Diputaciones Provinciales
andaluzas entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, cerrado entre Cornejo y Cerdán con
autorización de ambos líderes, ha sido muy contestado por las bases y la prensa
estatal. Lo ven como un triunfo de Susana que mantiene el pulso a cambio de una
aparente integración de algunos “sanchistas” consiguiendo la C.S.L. retener
intacto el aparato de poder orgánico que es su fuente de apoyos que facilitará
su reelección, a costa de la permanencia de algunos cargos que han fracasado en
las últimas elecciones en sus demarcaciones y que deberían haber dimitido.
Ese próximo Congreso del PSOE de Andalucía, quizás se niegue todavía a reflejar los
cambios necesarios e inevitables que han debido producirse ya y que reclaman las bases del Partido y de los votantes,
porque existe una aparente contradicción, entre el abandono de la militancia de
afiliados y votantes en las elecciones andaluzas, comparado con el repunte de los votantes apoyando la
promesa de giro a la izquierda de la corriente encabezada por el compañero
Pedro Sánchez que merece un análisis a
fondo.
Los
cambios y el hartazgo del lento giro hacia la derecha, desde que Felipe
González renovó el Partido, negándose a gestionar el programa marxista aprobado
en el 28 Congreso, encarnado actualmente ese giro en el grupo de las baronías
liderada ahora por el “susanismo” y ese
sector no declarado que actúa como C.S.L.
reconvertido en un grupo de presión externo con desprecio a
los cauces democráticos internos, desde el estruendoso “Golpe a Pedro en el
Comité Federal”.
Con las actuaciones y declaraciones en los
medios de comunicación a algunos estrategas del Partido les parecía muy
promisorio y fácil alcanzar sus objetivos pero se precipitaron, pues los procesos se hallan apenas en sus
inicios aunque siguen existiendo maniobras extrañas en el interno con el
intento de secuestro y desprecio de las
corrientes C.S.D. y sobre todo a la C.I.S.
en Andalucía, por parte de la C.S.L. que se opone al “sanchismo” desde el ala moderada criticando y
negándose a que se pacte con Unidas Podemos y otras organizaciones como les
reclaman permanentemente muchos sectores desde la Izquierda.
La
militancia entiende cada vez mejor que si no conseguimos derrotar a esa
burocracia que domina el llamado “aparato del Partido”, el próximo Congreso
será como los anteriores, un Congreso manejado por los burócratas al servicio
del susanismo en Andalucía y sus baronías, contra el sanchismo, al que les
exigen también que elimine a la “mosca cojonera” que ellos piensan que es
Izquierda Socialista, que mantiene posiciones del socialismo marxista, cuya Asamblea General Federal lleva
secuestrada cerca de tres años.
Pero una
burocracia pusilánime, perturbada, asustada, que hace tiempo abandonó la
ideología, el programa y los métodos del genuino socialismo de los fundadores
del PSOE, tienen ahora un único objetivo: Conservar sus sillones.(...)
(...Continuará mañana con la Parte 2)
NOTA:
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ispsoeandalucia.malaga@gmail.com.
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