14 de abril de 2014

14-A: DÍA DE LA REPÙBLICA. Batalla por la Enseñanza y la Cultura.

LA BATALLA POR LA ENSEÑANZA Y LA CULTURA DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA.

La caída de la monarquía y la proclamación de la Segunda República supusieron la apertura de una nueva fase de la revolución española. Las esperanzas de cambio de millones de trabajadores, campesinos y de las clases populares en su conjunto se depositaron en el nuevo régimen republicano.

La educación y, en general, el acceso a la cultura para las masas oprimidas, constituía una de las principales banderas agitadas por las organizaciones obreras y una gran aspiración popular en un país corroído por el analfabetismo.

La política educativa en el periodo que transcurre entre 1931 y 1936 sufrió los vaivenes a derecha e izquierda de los distintos gobiernos del periodo republicano. Los choques entre las aspiraciones de transformación social por parte de la inmensa mayoría de la población y los intentos de la burguesía y los terratenientes por mantener el orden capitalista fueron constantes. La educación no fue una excepción, por el contrario, muy pronto se convirtió en un terreno propicio de esta batalla.

La Iglesia católica, máxima representante del viejo régimen en el monopolio del sistema educativo, supuso el principal obstáculo a superar para poder desarrollar cualquier mínima reforma progresiva de la enseñanza. Durante decenios había ejercido una vasta represión ideológica y moral de la sociedad y su poder se extendía a todos los ámbitos de la actividad social y económica; como afirmaba el dominico Marcelino Zapico: “La Iglesia posee los únicos controles de vida civil, Sus registros son los únicos registros. Incluso lo que hoy llamamos servicios de policía y seguridad estaban, en gran medida, en manos de instituciones eclesiásticas”. (1)

La vinculación de la mayoría del clero con la clase terrateniente era profunda. Al comenzar el siglo XIX, España, que contaba con unos diez millones y medio de habitantes, tenía un clero formado por 160.000 personas y la Iglesia tenía la propiedad de 9.93.400 fanegas de tierra (Una fanega: aproximadamente 4.225 m2, el espacio necesario para cultivar una fanega de grano), que representaban un porcentaje del 16,5 del total (2). “Puede acogerse como muy aproximada la cifra de 1.101.753.430 reales, designativa del total de las rentas de las propiedades inmuebles, ganados, los derechos de misas, matrimonios, entierros, funerales, etc., las limosnas de las órdenes mendicantes, los derechos señoriales (según censo de 1.787, eran de señorío eclesiástico 3.148 entre ciudades, villas, pueblos, aldeas, etc.), los donativos y otros ingresos” (3).

Según datos del Ministerio de Justicia, en 1931 había en España 35.000 sacerdotes, 36.569 frailes, 8.396 monjas que habitaban (los últimos grupos) en 2919 conventos y 763 monasterios. Estos datos eran muy incompletos, ya que siete diócesis, de las 55 existentes, se negaron a colaborar en la encuesta encaminada a obtenerlos. Se calculaba que, teniendo en cuenta todas las diócesis, se podía estimar en 80.000 el número aproximado de miembros del clero secular y regular que vivían en España en 1931. El número total de personas cuya calificación profesional se encuadraba dentro del “culto y clero” en el censo general de la población de 1930 se elevaba a 136.181 (4).

Los más destacados miembros de la Iglesia Católica vivían en el lujo gracias a estos presupuestos; el cardenal primado cobraba 40.000 pesetas al año; el obispo de Madrid-Alcalá, 27.000. Los otros obispos tenían sueldos que oscilaban entre 20.000 y 22.000 pesetas.

(Introducción del libro escrito por Beatríz García “La batalla por la Enseñanza y la cultura durante la II República. Colección Memoria Histórica.   Publicado y distribuido por Fundación de Estudios Socialistas Federico Engels,  al precio super-reducido de 6 euros).

Más información en:  

Fundacion@fundacionfedericoengels.org.

http://www.fundacionfedericoengels.org. 

COMENTARIOS: Esta obra de solamente 91 páginas resume de forma magistral cuestiones importantísimas para recuperar nuestra Memoria Histórica, que es una demanda de justicia para los que lucharon por la República, por la Democracia y la Libertad,  ofreciendo con una generosidad y valor sin precedentes, sus vidas en una lucha heroica contra el fascismo y por una sociedad mejor, más justa, más igual y más solidaria. Se explica en esta obra la manera que era utilizado el analfabetismo por la burguesía como la herramienta de dominación para oprimir y explotar a la clase trabajadora; Lo que representó la Institución Libre de Enseñanza; la lucha de socialistas, anarquistas y otras fuerzas por la educación; Las aspiraciones populares y las primeras disposiciones de la II República; la República de los maestros; Educación pública y laica versus Iglesia Católica; La cuestión nacional y la educación en Catalunya; La Enseñanza Media y la sustitución de las órdenes religiosas; Las Misiones Pedagógicas; La Universidad, escenario de la lucha política durante la II República. La frustrada disolución de la Compañía de Jesús; La liquidación de la obra educativa del primer bienio. La derecha en el poder; La ofensiva de la reacción y las organizaciones católicas; El auge de los grupos fascistas en la Universidad; El Frente Popular y la guerra civil. La educación en las trincheras; La dictadura franquista: represión y desmantelamiento cultural de un  país; La vigencia de la lucha por una educación pública, laica, democrática y científica, etc.

Después del Golpe de Estado de Franco y durante la dictadura, cientos de miles fueron asesinados, internados en campos de concentración, torturados y vejados, arrojados a las prisiones y al exilio. Los que continuamos defendiendo los ideales de la República, del Laicismo, del Socialismo, del Federalismo,  queremos recuperar la Memoria Histórica, no solamente para conseguir una justicia y dignidad nunca reconocida, sino también para aprender las lecciones del pasado y reatar el nudo con las tradiciones de toda una generación que se levantó en defensa de la igualdad y por una sociedad mejor. Esta edición es una modesta contribución a esta gran tarea que ponemos a disposición de todos los ciudadanos.

Contacta con nosotros: Tl:  914.280.397 y 914.283.870.

NOTAS:
(1)      Marcelino Zapico, La Iglesia y el Estado ante el problema de la enseñanza. Editorial OPE. Pamplona, 1964.
(2)      Joaquín Maurín, Revolución y contrarrevolución en España. Edit. Ruedo Ibérico. París, 1966
(3)      Rafael Altamira, Historia de España y la civilización española, Citado por J.Maurín en Revolución y Contrarrevolución en España.
(4)       La siguiente estadística sobre el clero secular en España entre 1900 y 1930, proviene del libro de Mariano Pérez Galán, La enseñanza en la II República Española. Edit. Cuadernos para el Diálogo. Madrid, 1975.

                        1900        1910          1920       1930  
Religiosas     42.596     46.357     51.120     60.695
Religiosos     12.142    13.539      16.700     20.467
Total =           54.738    59.896      67.820     81.162



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