5 de marzo de 2010

CONGRESOS DEL PSOE DE ANDALUCIA

El próximo sábado 6 de Marzo, vamos a celebrar en el CIO de Mijas, el Congreso Extraordinario del PSOE de Málaga, donde se elegirá la delegación que representará a nuestra provincia en el congreso de Andalucía que ha sido convocado para los próximos 12 y 13 de Marzo en Sevilla; a dichos Congresos asistirán los delegados de nuestra corriente Izquierda Socialista, con una escasa representación, pero como siempre, analizaremos en el tiempo que nos corresponda, la situación social, económica y política aportando nuestros puntos de vista en el debate, actuando como siempre hacemos con el máximo respeto, pero haciendo uso de la libertad de expresión y la democracia interna, que son las dos reglas de oro a las que nunca renunciaremos, como corresponde a una organización democrática, aunque existan algunas carencias que trataremos de corregir.

Consideramos que desorganizada y desunida, la clase trabajadora es sólo materia bruta para la explotación, como nos enseñaban nuestros clásicos. El patrón contrata cuando lo necesita y tira a la calle al obrero como si fuese una colilla, sin reconocerle sus derechos. Para el capitalista, el obrero es un trasto más que se intercambia por otro a merced de las necesidades del empresario. Éste considera que le hace un favor al obrero cuando lo contrata pero es al revés, pues sin mano de obra, el capital no se reproduce, porque el trabajo humano es la fuente de la plusvalía que es de donde saca el empresario sus beneficios.

Es la clase trabajadora la que en realidad hace funcionar a la maquinaria capitalista. Cuando se declara una huelga, el patrón se pone furioso porque deja de obtener ganancias, pierde su autoridad, y es ahí donde la clase trabajadora se reconoce como clase fuerte, demostrando el lugar crucial que ocupa en la producción y en la vida económica de la sociedad. En realidad la clase obrera dispone de un poder enorme, pero es preciso que sea consciente de ello para organizarse y unirse, en el campo sindical y en el político, como la mejor forma de que sea útil para la defensa de los intereses de nuestra clase a la vez que debe luchar por dotarse de la mejor dirección que el momento requiera.

Los conflictos laborales están aumentando; en el año 2009, las horas de trabajo que se perdieron por huelgas crecieron un 13,62 % con respecto a 2008, alcanzando las 47.992.406 horas perdidas, según el informe anual de conflictividad laboral de la CEOE. Además, las horas no trabajadas (huelgas no declaradas) aumentaron el 44,5 % y sumaron 27.204.283 horas perdidas. Analizando los datos de las horas perdidas por huelgas en Enero de este año vemos que éstas aumentaron un 49,30 % a la vez que se triplicó el número de conflictos laborales. Las horas perdidas por huelgas sumaron en torno a 3.900.000 durante ese mismo mes de enero y se contabilizaron 155 huelgas que han afectado a 169.941 trabajadores censados. La conflictividad laboral más fuerte se dio en Madrid, con 19 huelgas, Barcelona con 14, seguidas con 7 en Coruña, Guipúzcoa y Navarra. También fueron muy importantes las huelgas convocadas por los jornaleros en Andalucía, en concreto la Huelga de la Naranja en el valle del Guadalquivir que afectó a las provincias de Córdoba y Sevilla. Posteriormente saltaron a la huelga los jornaleros en Huelva, Almería y otras provincias. Después de años de presión, de esfuerzo y de entregar todo su conocimiento, sus sudores y sus vidas al servicio de las empresas, éstas amenazan al obrero con perder su puesto de trabajo, les mandan al paro, pero los trabajadores han decidido que ya basta y ha empezado el resurgir del movimiento obrero.

Lo que estamos describiendo aquí está ocurriendo, pero tengamos en cuenta que estamos en los inicios de la recuperación y puede extenderse en el corto plazo a miles de empresas, en cualquier rincón del Estado e incluso con huelgas continentales en toda Europa. El recorte de los salarios que se está llevando a cabo provocará, más temprano o más tarde, movilizaciones obreras generalizadas. La burguesía, con esos ataques, pretende incrementar sus beneficios y restaurar la tasa de ganancias a costa de recortar el nivel de vida de las masas, pero en el otro polo, está espoleando la lucha de clases. Esta crisis metió el miedo en el cuerpo a los trabajadores que al principio quedaron algo noqueados por la avalancha de despidos. Pero después de eso, de alcanzar los cerca de 4.500.000 parados, muchos agotando los subsidios, ya se está notando una cierta recuperación de la movilización y el retorno de nuevo a la lucha ha empezado a crecer.

Siempre hemos dicho que la clase trabajadora sin organización y sin una acción unitaria y colectiva, está a merced del patrón. En un ambiente de lucha, los trabajadores, en primer lugar se orientan a sindicatos más izquierdistas o hacen huelgas espontáneas por fuera de los cauces sindicales, pero en un proceso ascendente de radicalización, también se orientarán en masa, preferentemente a sus organizaciones tradicionales, confluyendo en la unidad y empujando hacia la izquierda al movimiento en su conjunto.

La experiencia vivida en estos últimos años nos muestra que las direcciones sindicales, con su política de pactos y consensos han contribuido a desmovilizar a las masas impidiendo que hubiese luchas generalizadas o cuando éstas surgían, evitaban que se unificaran con otros sectores para mantener al movimiento dentro de los cauces que pudiesen dominar. Las cúpulas sindicales han sido muy meticulosas en esa política de aislar las luchas y han rechazado sobre todo la “politización” de las luchas sindicales y cuando las bases se lanzaban a la lucha, las direcciones sindicales hacían de freno para calmar las tensiones. Pero esa política desmovilizadora no puede ser aplicada constantemente y la presión desde abajo se está haciendo lo suficientemente fuerte como para hacer ceder a esas posiciones burocráticas o las masas en acción pasarán por encima de las direcciones.

Algunos compañeros sindicalistas no entienden que la lucha contra el capitalismo, aunque arranca de manera sindical, es también necesariamente una lucha política. Por ello, es preciso explicar que, además de los sindicatos, hace falta un partido de los trabajadores que defienda un programa amplio que ponga las bases para acabar con el capitalismo y empezar a construir el socialismo.

Desde Izquierda Socialista de Málaga, como corriente interna del PSOE, invitamos a los jóvenes y a los trabajadores que estén dispuestos a seguir luchando contra el capitalismo, que comprendan la necesidad de luchar también por un programa auténticamente socialista, que se adhieran a nuestra corriente, a fin de fortalecer al movimiento obrero y hacer girar al partido hacia la izquierda.

El PSOE que es históricamente el partido de la clase trabajadora, ha venido abandonando los principios y los programas fundacionales, presionados por el ala social-liberal, que claudicó ante la burguesía que ha dominado la política general, arrastrando tras de sí a la socialdemocracia que ha considerado que el partido es solamente una maquinaria electoral, habiendo practicado políticas de compromisos y de entreguismo a los intereses de la burguesía con el objetivo exclusivo de mantener sus puestos en las instituciones. Pero entre los diez millones de votantes socialistas, entre la clase trabajadora de base existen cientos de miles de militantes socialistas, la mayoría están fuera del partido, y una minoría actuando en las Agrupaciones Locales en una lucha permanente contra el capital, que estamos cada vez más convencidos de la necesidad imperiosa de un giro a la izquierda que evite la derrota del PSOE ante la “derecha montaraz” del PP que representaría un retroceso muy peligroso hacia posiciones reaccionarias profundizando el ataque hacia la clase obrera de forma virulenta.

A pesar de los datos que muestran las encuestas, de caídas de expectativas de votos para las elecciones a los que se enfrenta el Partido, nosotros no nos resignamos y decimos que todavía hay esperanzas, pero dependerá de dos factores fundamentales: En primer lugar de la dirección que debe detectar la situación y preparar un giro hacia la izquierda, y en segundo lugar, de la militancia activa de la clase trabajadora, que tenemos que recuperar al PSOE para la verdadera causa del socialismo y para la defensa a ultranza de los intereses de la clase obrera, fortaleciendo el ala izquierda para que el partido defienda mejor los intereses de nuestra clase.

Los ideales y los programas similares a los de la declaración de principios del Partido Socialista Obrero Español, lejos de estar desfasados, como repiten cual cotorras los voceros de la burguesía, secundados desgraciadamente por algunos compañeros, adiestrados por la clase dominante, son más necesarios ahora que nunca, cuando el capitalismo y su “libre mercado” han colapsado, como lo prueba la recesión tan brutal en la que hemos entrado, que está destrozando las fuerzas productivas y lanzando a la miseria a millones de trabajadores. El paro masivo crece, y con ello la pobreza, la penuria para encontrar vivienda, la degradación de los servicios públicos, el aumento del grado de explotación, el racismo y todas las demás lacras del sistema capitalista. Lo que falla no es el socialismo, como pregona la burguesía, sino, su propio sistema capitalista que está colapsado y no puede poner a funcionar las fuerzas productivas.

Bajo ese sistema, la vida de los trabajadores, tanto en los aspectos económicos, políticos, sociales y culturales, se ve subordinada a los intereses de una minoría de archimillonarios, que no han sido elegidos por nadie, que marcan la política económica de los gobiernos. En momentos como los actuales la prosperidad de la mayoría de la población exige que se nacionalicen los grandes medios de producción, como son la Banca, los Latifundios y las empresas multinacionales, que están en manos de esa pequeña minoría de acaudalados y especuladores que lo dominan todo en su provecho propio. Es más necesario que nunca, para avanzar al socialismo, colocar los gigantescos recursos productivos que existen bajo control social y democrático de la clase trabajadora, como el camino más urgente de salir de la crisis, planificando la economía de forma armoniosa y científica, para erradicar la base misma en la que descansa la explotación del género humano. La verdadera alternativa se llama SOCIALISMO.

ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE-A.
Is-psoe.malaga@terra.es
http://izquierdasocialistamalaga.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario