13 de febrero de 2023

EL CAPITALISMO EN DECLIVE IMPIDE LAS REFORMAS.

 


El sistema capitalista consiguió en los ciclos de auge, el mérito histórico de llevar la técnica, la ciencia y el desarrollo a un alto nivel, pero en la actualidad, en su fase de declive, camina directo hacia la catástrofe bélica y llevará a la humanidad a la barbarie, si no se frena pronto el neofascismo rampante,  por las fuerzas de izquierdas.

      Con el proceso de globalización ese sistema, avanzó hacia la eliminación de fronteras al haber vinculado alianzas económicas con casi todas las partes del mundo, habiendo proporcionado de esta manera los prerrequisitos materiales para poder utilizar sistemáticamente todos los recursos de nuestro planeta y salvar de la miseria, el hambre y la pobreza a todos los habitantes de los 8.000 millones de seres humanos que componemos el planeta Tierra, pero bajo el capitalismo, eso es imposible, pues todo se ha hundido y estallaron las guerras y el intento de volver a la autarquía, lo cual es un despropósito.

El sistema imperialista de los dos bloques principales, EEUU/EUROPA contra RUSIA/CHINA y sus respectivos satélites, no está en condiciones de realizar esta tarea urgente de salvar a la humanidad, más bien al contrario, se preparan para destruirlo todo si la carrera bélica, las amenazas, chantajes y violencia continúan siendo su desastroso modelo económico.

La principal base de la expansión de la economía capitalista consistía en la parcial superación de los Estados nacionales, con sus aduanas y sus ejércitos, que intentaban superar, pero que ahora se ha convertido en su contrario dialécticamente.

      Las fuerzas productivas desarrolladas habían sobrepasado hace tiempo las fronteras de las naciones, con fuertes inversiones en casi todos los países, entre los imperios más potentes, pero la disputa de Trump, con su intento de “América Primero”, cerrando fronteras,  abrió la espita para la desestabilización de los mercados y los intentos de la Autarquía, convirtieron lo que antes era un factor histórico muy progresista, en una restricción insoportable que al final se convirtió en la causa de la guerra de Ucrania, tras el hostigamiento de OTAN a Rusia, que propició la brutal invasión decretada por Putin.

      En realidad, las guerras imperialistas no son otra cosa más que explosiones de las fuerzas productivas rebeladas contra las fronteras nacionales, que necesitan desbordar y se convierten en demasiadas limitaciones para el tráfico normal de mercancías que representan sus ganancias y que son la causa por las que empiezan las disputas por la hegemonía mundial.

      El llamado programa para la autarquía, es contrario a una economía autosuficiente que es imposible y limitada en el capitalismo, que pone a punto en bases nacionales para nuevas controversias y disputas que fomentan las contradicciones y el belicismo.

      Los partidos reformistas, ante las presiones y contradicciones, ceden ante los poderes fácticos por lo que las reformas parciales que se ralentizan, son meros parches y no servirán al final para nada.

      La situación histórica ha alcanzado una de sus etapas más decisivas ante el marasmo del imperialismo y sus contradicciones por lo que únicamente la intervención directa de las masas, mejor organizadas y con un programa socialista de transición (*) será capaz de barrer los obstáculos para sentar las bases de un nuevo modelo social, derrotando a la reacción.

      Ese nuevo programa tiene que defender la conquista de una Banca Pública, para poner los recursos suficientes al servicio de la sociedad, con la expropiación de las palancas fundamentales de la propiedad privada de los grandes medios de producción, que deben ser los primeros actos y el prerrequisito, para avanzar hacia una nueva economía planificada.

      Ante la locura en la que han entrado una parte de los líderes mundiales, sobre todo EEUU con la OTAN y Rusia con la invasión de Ucrania, es necesario introducir la razón en la esfera de las relaciones humanas, de inmediato a escala nacional con un alto el fuego en Ucrania para detener la masacre y posteriormente continuar la lucha pacífica por una Democracia Participativa y Ética, con Libertad para desarrollar el Socialismo Científico a escala mundial.

      La lucha por un auténtico modelo socialista, una vez iniciada, se tendría que extender solidariamente de un país a otro, con una fuerza similar a las luchas que se están dando en Francia, Gran Bretaña y tantos otros países de Latinoamérica y el mundo, para a su vez,  poder frenar el fascismo antes de que sea demasiado tarde.

      Con la ayuda y el ejemplo solidario de los países más avanzados, colaborando pacíficamente con las naciones atrasadas, también se verán unidas a la lucha con las corrientes dominantes del Socialismo Genuino y fraternal.  Entonces, esas barreras aduaneras, totalmente inhumanas donde mueren miles de personas cada año buscando una vida,  mejor serían superadas de forma armoniosa y humana avanzando hacia la igualdad.

      Los acontecimientos más recientes, del peligro de la guerra total con las que nos amenazan los grandes líderes mundiales en su disputa por le hegemonía, los recursos económicos y el poder, deben servir para recordarnos que en nuestro planeta Tierra, sigue habiendo capacidad para que podamos vivir dignamente, no solo los 8.000 millones de habitantes, sino 16.000 millones más, según estudios científicos, pero bajo el capitalismo, es imposible aplicar una verdadera política de justicia social, luchando a su vez contra el Cambio Climático, con lo que se podría salvar el planeta y organizar la producción de alimentos volviendo productivas las millonadas de hectáreas ociosas en manos de los terratenientes.

Está en juego la suerte de la Humanidad y la disputa entre Rusia y EEUU, que son los principales animadores de las guerras, las masacres, los bombardeos y el peligro que representa la amenaza nuclear.

El mundo se encuentra cada vez más dividido y ese proceso de las crisis económicas, cada vez más virulentas y dañinas para los ciudadanos es una constante que nunca terminará bajo la burguesía capitalista que cada vez quiere más beneficios,  porque los ricos se hacen más ricos y solo producen más pobreza, miseria, degeneración y muerte; una vez y otra, por lo  que se pone a la orden del día la cuestión urgente de un nuevo modelo de reparto, que debe ser llevado a cabo conforme a una nueva correlación de las fuerzas.

 La tarea principal recae en la clase trabajadora, la juventud, los autónomos y en los sectores más empobrecidos, buscando juntos una alternativa socialistas, para frenar y derrotar a las fuerzas imperialistas, pues ésta debe ser la razón auténtica para exigir entre todas y todos el alto el fuego y el desarme, para acabar con la carrera bélica actual y sustituir a los diplomáticos inútiles que han sido incapaces de frenar la guerra y siguen alimentándola.

Todas esas contradicciones y trabas que dividen al mundo entero y a Europa, solamente encontrarán una solución natural y pacífica dentro del ejercicio del Derecho de Autodeterminación de los pueblos, en el marco de los Estados Unidos Socialistas de Europa, hasta conseguir una Confederación Socialista Mundial, siendo la lucha pacífica e Internacionalista, el único camino para que la Humanidad pueda ser liberada y elevada a un nivel superior de bienestar.

COMISIÓN PERMANENTE.

IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCÍA.

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

 (*) Si quieres conocer el documento que tenemos a debate, puedes solicitarlo gratuitamente al correo de abajo, poniendo en asunto:

Por una Izquierda Socialista Marxista.

 ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario