1 de marzo de 2023

LA CONCENTRACIÓN DE CAPITALES CREA UNA GRAN POBREZA MUNDIAL. (Parte 1 de 3).

 


A pesar de todos los intentos por ocultarlo, los países capitalistas avanzados siguen atravesando por grandes dificultades, con el acelerado proceso de concentración de capitales, cada vez en menos manos, extendiendo la pobreza mundial hasta límites increíbles.

      EEUU, con una tasa de crecimiento del 2,1% en 2022, mantiene con encefalograma plano el consumo doméstico y la inversión productiva. La evolución de PIB de la Eurozona  ha sido descendente desde el 1º   /Trimestre que crecía al 5,5%,  el 2ºT/ el 4,3 %, el 3ºT/ el 2,3 % y el 4ºT cayó a un raquítico 1,9 %.

      Las perspectivas para 2023 no suponen un cambio fundamental. El Banco Mundial ha publicado su informe bianual “Perspectivas Económicas Mundiales”, en el ha recortado en 1,3 puntos porcentuales sus estimaciones de crecimiento del PIB global hasta situarlo en el 1,7% para 2023.

A estos datos hay que sumar otras noticias realmente preocupantes: la perturbación terrible del conflicto bélico entre Rusia y la OTAN, que afecta principalmente a Europa pero con unos efectos desestabilizadores para los llamados países empobrecidos.

La realidad es bastante tozuda y la ralentización y el peligro de la recesión e incluso de la estanflación, dominan las economías de la mayoría de los países, que empiezan a estar lastrados por montañas de deuda pública, (algunas serán impagables), lo que podrían provocar nuevas y poderosas turbulencias que se dibujan ya en el horizonte, tanto si se prolonga la guerra de Ucrania, como si acabara pronto, que es lo que están exigiendo ya un número creciente de ciudadanos en todo el planeta.

 ¿Lograrán los capitalistas con las intervenciones de la Banca de los Estados, reactivar la economía?

A pesar de sus brutales inyecciones económicas  ininterrumpidas, la clase dominante no ha logrado romper con la dinámica descendente y recuperar el equilibrio,  ni tampoco han sido capaces de conseguir propiciar una recuperación sólida en ningún país decisivo, sino más bien lo contrario, hundiendo en la miseria a los países menos favorecidos.  

Algunos estrategas se dan cuenta y denuncian que el mayor error es haber sido incapaces con toda su gran cantidad de diplomáticos y asesores políticos de evitar el colapso generalizado que provoca la guerra de Ucrania.

      La Reserva Federal de EEUU  movilizó para reflotar el sector financiero cientos de miles de millones de dólares con el resultado de crear una montaña de deudas crónicas inasumibles por los Estados.  Han subido los tipos de interés para intentar frenar la inflación y proteger su divisa. Hubo un cambio brusco el 15 de Diciembre de 2022, cuando el Banco Central subió los tipos de interés un 0,5 % más,  hasta llegar al 4,25 % que está ahogando a los que tienen hipotecas.

En 2022 la tasa de ahorro personal en EEUU se ha desplomado hasta el 5,1 %, cuando hace un año se encontraba en el 26,6 %. Los estadounidenses tiran de sus ahorros para contrarrestar el aumento de los precios y el empobrecimiento de las masas es brutal.

Según datos oficiales, la deuda pública estadounidense ronda actualmente los 30 Billones de dólares. En la Eurozona, la dinámica es similar, pues la deuda pública marcó un nuevo récord  en el 2ºTrimestre de 2022, alcanzando un volumen por primera vez de los 12 Billones de euros. La Deuda Pública española ha crecido en el 3ºTrimestre 2022 en 28.431 millones de euros y se sitúa en 1.503.799 millones lo que representa un 115,6 % del Producto Interior Bruto.

Esos datos anteriores demuestran que a pesar de toda el galimatías de sus teóricos, sean reformistas o sean de derechas, con la intervención del Estado en la economía, no pueden alterar a largo plazo, las leyes básicas del modelo capitalista ni las contradicciones que se acumulan entre los bloques imperialistas.

Recordemos que durante las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando existía la amenaza de la revolución europea y se consolidaron regímenes estalinistas en la URSS, Europa del este y China, en países como Francia o Gran Bretaña el Estado se hizo con el control de ramas productivas que el capital privado consideraba poco rentables.

Estos sectores estatalizados (minas, acero, ferrocarriles, construcción, etc.) favorecieron y robustecieron la recuperación suministrando materias primas y transporte a precios baratos; pero el factor clave del auge de posguerra no fue este, sino el aumento de la inversión de capital, el desarrollo de numerosas ramas productivas, la expansión del comercio mundial y una nueva división internacional del trabajo.

En la actual fase de declive del capitalismo, el Estado también está siendo utilizado como una poderosa palanca. Los programas de salvamento del sistema financiero a costa del crecimiento de la deuda pública, recortes sociales y reformas laborales,  los descuentos fiscales del IVA y las ayudas  a los grandes empresarios, junto a los intentos de privatizaciones de los servicios públicos con la consiguiente destrucción de empleo, también representan una descarada intervención estatal en el “libre mercado” y “la competencia” que ya no existen, pues han quedado estranguladas por las grandes Potencias Monopolísticas.

      Sin embargo, pese a todo este derroche de recursos públicos favorables a los capitalistas nunca quieren reconocer, que la clase burguesa dominante no ha sido capaz de revertir de manera sustancial la dinámica descendente del ciclo económico.

No les ha servido la jugada de suplir la inversión de capital privado, que pensaban que era imprescindible para la recuperación capitalista, que sigue maltrecha, tres años después del Covid, que junto con el Volcán y la Guerra, se les adjudican las responsabilidades de estos desastres y muy lejos de conjurarse las tendencias especulativas, las burbujas y el capital ficticio vuelven por sus fueros.

De acuerdo con algunas escuelas de economistas teóricos y analistas que practican el materialistas dialécticos para los análisis de la economía,  el sistema capitalista no se caracteriza sólo por la periódica recurrencia de los ciclos, de otra manera la historia sería una repetición compleja y no un desarrollo dinámico.

Los ciclos comerciales e industriales son de diferente carácter en diferentes períodos. La principal diferencia entre ellos está determinada por las interrelaciones cuantitativas entre el período de crisis y el de auge de cada ciclo considerado. Épocas enteras de desarrollo capitalista existen cuando un cierto número de ciclos están caracterizados por auges agudamente delineados y crisis débiles y de corta vida.

Como resultado, obtenemos un agudo movimiento ascendente de la curva básica del desarrollo capitalista. Obtenemos épocas de estancamiento cuando esta curva, aunque pasando a través de parciales oscilaciones cíclicas, permanece aproximadamente en el mismo nivel durante décadas. Y finalmente, durante ciertos períodos históricos, la curva básica, aunque pasando como siempre a través de oscilaciones cíclicas, se inclina hacia abajo en su conjunto, señalando la declinación de las fuerzas productivas.

      La naturaleza de la época actual corresponde a ese último periodo de decadencia general del modo de producción capitalista, donde las recuperaciones son débiles, cortas en el tiempo y no restauran el nivel de fuerzas productivas destruidas en el periodo de contracción; por el contrario, las fases de recesión se prolongan y se hacen muy profundas.

Es un grave peligro, que los economistas capitalistas se niegan a reconocer, aunque cada vez es más evidente, que la concentración de los capitales cada vez en menos manos, produce una desigualdad mundial creciente que cuesta vidas de millones y millones de habitantes.

Por tanto, la mayor concentración del capital financiero con el dominio monopolista de los mercados es uno de los signos más destacados de las crisis capitalistas que cada vez son más profundas y dañinas para la humanidad.

El engaño, la charlatanería y el desparpajo con el que hablan sobre control del sector bancario por los lumbreras de Europa, como el Señor De Guindo junto a los jefes de las primeras entidades financieras siguen creciendo pues según un estudio, solo un pequeño grupo de en torno a 150 grandes corporaciones trasnacionales, controlan en la práctica la economía global.

Oxfam Intermón ha hecho público su informe anual: “El él se indica que la nueva riqueza mundial generada entre diciembre de 2019 y el de 2021 ascendió a 42 billones de dólares. De ella, el 1 % más rico acaparó 26 Billones y 16 billones fueron a parar al 99 % restante. Por cada dólar de nueva riqueza global que percibe una persona perteneciente al 90 % más pobre de la humanidad, un Milmillonario se embolsa 1,7 millones. Y continúa: Al menos 1.700 millones de trabajadores viven en países donde el crecimiento de la inflación se sitúa por encima del de los salarios y más de 800 millones en todo el mundo (aproximadamente una de cada diez) pasan hambre”. (a)

(Continuará mañana con la Parte 2)

COMISIÓN PERMANENTE.

IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCÍA.

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

 (a) Fuente de ese último párrafo: Prensa El Militante número 358 página 2)

 Nota: Cualquier persona de izquierda que se interese por fortalecer la Democracia Participativa y Ética y el Programa Mínimo del Socialismo Científico que nuestra corriente de opinión defiende, puede ponerse en contacto con nosotros en el correo de abajo, solicitando la información del documento a debate y le será remitida gratuitamente, poniendo en asunto:  

 Por una Izquierda Socialista Marxista.

 ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

 

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