29 de agosto de 2022

NECESITAMOS UN SINDICALISMO MÁS COMBATIVO.

 


Una vez terminada la pausa veraniega que nos hemos tomado las últimas semanas,  esta Comisión Permanente volvemos con este artículo sobre el sindicalismo, donde comentamos el ataque que representa la subida de los precios que consideramos una afrenta del empresariado contra el nivel de vida de la clase trabajadora y las capas más empobrecidas,  que está siendo brutal e insoportable, con una economía a la baja y la inflación galopante que merece un análisis y una respuesta por parte de la clase trabajadora.

Hemos visto la acción ejemplar del colectivo de Pensionistas de Euskadi, que empieza a calentar motores ante el “Otoño Caliente” que nos espera, reanudando el lunes pasado,  22 de agosto, sus manifestaciones tradicionales, incluso dentro de las Fiestas de Bilbao que se estaban celebrando.

La movilización congregó a miles de personas, no solo jubilados y pensionistas, sino muchos familiares que les apoyan en las reivindicaciones de la defensa y actualización de las pensiones de acuerdo con la subida del IPC (Índice de Precios al Consumo real) y que se garantice por Ley una pensión mínima de 1.080 euros, a la vez que reclaman servicios públicos de calidad y suficientes.

Las luchas sociales de la clase trabajadora por el aumento de sus niveles salariales, para compensar la galopante subida de los precios, es decir, esa, peligrosa inflación desatada por la Patronal, para incrementar sus insaciables beneficios, esas subidas de precios  que se come cada mes el salario que se deprecia en torno al 10 %, está acelerando la toma de conciencia de las masas.

El movimiento obrero se empieza a mover intentando contrarrestar la merma salarial y mejorar las  condiciones de vida de las masas, que evidencia claramente la situación sin salida del capitalismo en su fase de caída hacia la recesión.

La desorganización económica que está invadiendo a un país tras otro, acelerada por la invasión de Ucrania por orden de Putin que se considera el nuevo Zar de Rusia, zona que había venido siendo hostigada por la OTAN,  con unas presiones crecientes, demuestra incluso a los sectores más atrasados de la clase trabajadora, que no basta con luchar solamente por la subida salarial y unas jornadas de trabajo más cortas, sino que empezamos a entender, que necesitamos más firmeza y solidaridad del movimiento obrero para que la clase capitalista, que tanto a escala mundial como local, se sigue forrando, escudándose  primero en  la Pandemia, como ahora con la Guerra de Ucrania.  

La burguesía no tiene capacidad suficiente para restablecer la vida económica y garantizar a los asalariados ni siquiera las condiciones de vida que existían anteriormente, por lo cual, y ante el estancamiento de los sindicatos mayoritarios principales, UGT y CCOO, en su permanente modelo de Pacto por el Pacto, sin contenidos suficientes, los trabajadores más activos, como el ejemplar movimiento señalado de los Pensionistas en Bilbao,  empiezan a reagruparse en otro tipo de sindicalismo más combativo y se empiezan a lanzar a la lucha ante el llamamiento de diversas organizaciones como: Sindicalistas de Izquierda,  Sindicato de Estudiantes, CGT, Co.Bas, SAT, etc.

El proceso molecular de toma de conciencia de las masas se está expresando al alza y estamos viendo un aumento del ambiente de lucha de la clase obrera, que hace surgir entre ellas, unas tendencias a reorganizarse mejor y ser capaces de sostener luchas heroicas muy firmes y contundentes, en defensa de sus intereses de clase, llegando a sostener duras luchas y huelgas de forma creciente.

Esas corrientes surgidas por la necesidad, debido al empobrecimiento que provocan los míseros salarios, crean nuevas organizaciones de trabajadores, que van ganando la confianza entre las masas que tienen su origen en diversos factores, no solo para luchar contra la patronal, sino también, contra una burocracia que ha perdido el contacto con las bases y acusa la fatiga por sus derrotas sufridas en algunas luchas sindicales mal planteadas, debido a su inactividad,  por lo que existen a su vez, nuevas tendencias a la creación de organizaciones de izquierdas que abarquen a un mayor número de trabajadores, inspirándose en el esfuerzo realizado por algunos nuevos activistas que empiezan a tomar la vanguardia.

Pero sería un error si se tratase de formar esos nuevos sindicatos solo con grupos de asalariados aislados e insolidarios, solo por sectores,  lo cual se podrían convertir en grupúsculos que en vez de avanzar hacia la unidad y la solidaridad, quedarían aislados, e incluso con el peligro de fomentar un tipo de “Sindicalismo Amarillo” o “Sectario”.

Por el contrario, la tarea del verdadero sindicalismo de clase y combativo tiene que consistir en aprovechar la necesidad de la reorganización del movimiento sindical, para unificar a la clase trabajadora, con un método respetuoso y compañero e inspirarnos y animarnos unos a otros, aunque sea con diversas organizaciones, con el lema clásico de “marchar separados, pero golpear juntos” contra la Patronal, con la necesidad de combatir a la Dictadura que representa el Capital, ampliando la lucha para alcanzar alianzas incluso internacionalistas.

Los sindicatos de clase que quieran disputarse la vanguardia, solamente podrán llevar a cabo esas tareas ayudando a la consolidación de la conciencia de las masas, para que se vaya consiguiendo con la seguridad y la potencia que la restauración de un sindicalismo fuerte y combativo debe tener como objetivo defender con honradez y firmeza la restauración de una vida digna para todas y todos los asalariados, cuestión que será imposible sobre bases capitalistas y no debemos admitir ningún sometimiento a la clase capitalista, cortando el peligro que representa la reacción fascista del PP y VOX,  por sus abusos, sus mentiras y el programa antidemocrático que defienden,   por lo que no queda otro camino que prepararnos para las luchas que están llegando.

Pero en los Partidos de izquierdas y Sindicatos de clase, existen también algunos elementos oportunistas que se autodenominan ellos mismos como "socialistas", aunque no se comportan como tales, por lo cual, los trabajadores con nuestras luchas debemos combatirlos, cuando se alinean con la Patronal, en contra de las luchas obreras.

En el fondo, esos falsos “socialistas” debemos combatirlos porque no son en realidad más que desecho que las luchas sociales del movimiento obrero los tendrán que poner  en su sitio más temprano o más tarde,  o serán arrojados al basurero de la historia, junto a las direcciones sindicales que traicionen a las masas en acción.

Por un Sindicalismo Combativo y de Clase, pues como explicaba Pablo Iglesias Posse, fundador de UGT y PSOE,  “"en momentos clave hay que optar, o con los unos o con los otros, o con la burguesía o con la clase trabajadora.  No se pueden servir a dos amos a la vez”.  ”En la Unidad, la Organización y la Lucha encontraremos la Victoria”. “Únete  a la lucha para avanzar en la transformación socialista de la sociedad, porque otro mundo no solo es posible, sino más necesario que nunca pero con el Socialismo Científico y la Democracia Participativa y Ética”.

 

COMISIÓN PERMANENTE.

IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCIA.

(*) Cualquier comentario, aportación o crítica, serán bien recibidos y pueden enviarse a:

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

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