COMUNICADO PÚBLICO:
El pasado 7 de abril, en el
barrio de Vallecas el partido de ultraderecha VOX, encabezado por su líder
Santiago Abascal y sus seguidores, presentaron su candidatura en la Plaza Roja,
provocando una ejemplar respuesta democrática de los vecinos, que con la
juventud y miles de personas, ejercían su legítimo derecho a manifestación, reuniendo
una gran multitud que con pancartas y gritos de protestas, dejaban claro su rechazo
a los “neofascistas”, recordando la frase famosa de “no pasarán”.
La concentración discurría
completamente pacífica y representaba un completo éxito de las fuerzas
“democráticas” que rechazaban a las fuerzas “neofascistas”, pero cuando el
líder de Vox, Abascal, bajó del estrado
“rodeado de sus matones” y se encaró increpando a los “demócratas” concentrados,
se armó el lio y éstos fueron atacados violentamente con cargas policiales armándose una batalla campal.
Según informa la prensa, “en
una acción claramente coordinada, los antidisturbios esperaron esa señal para
cargar con saña contra los jóvenes y vecinos, periodistas y activistas”.
Las críticas al Ministro
Marlaska y al Gobierno, por el conflicto
de Vallecas, vienen tanto desde la
derecha como desde la izquierda, unos por “exceso” de contundencia hacia los
concentrados del barrio y otros por “defecto” ya que “la policía no actuó
correctamente al dejar que Abascal rompiera el cordón policial y provocara a la
manifestación pacífica que agitó a algunos violentos”.
Las organizaciones de
izquierdas tenemos la tarea de combatir el avance de los grupos fascistas con
una política consecuente, organizados y pacíficamente, condenando la violencia
sea Estatal, Terrorista, Fascista o de Grupos violentos, pues a pesar de tener todavía VOX una fuerza
limitada, podría ser un error despreciar la amenaza que esos elementos
representan para la clase trabajadora y la
lucha por un socialismo democrático e internacionalista.
Los avances que podrían
cosechar esos “neofascistas” lo están fortaleciendo al abrigo de la recesión
económica, donde la extrema derecha quiere conquistar terrenos dominando las
calles y sacando votos de los caladeros de los barrios obreros, como es tradicionalmente
Vallecas, por lo que es importante analizar lo que es y ha sido el fascismo y
cómo surge.
Es importante para la clase
trabajadora y la juventud, pero sobre todo también para los que se consideran dirigentes
de las izquierdas, sean estas reformistas, marxistas, revolucionarias o
evolucionistas, comprender la naturaleza
histórica del nazismo, fascismo, franquismo y otras variantes similares y sobre
todo, por qué surgen estos movimientos antidemocráticos que ponen en peligro la
convivencia y acaban en baños de sangre de pueblos inocentes.
Sin llegar a comprender eso,
no es posible combatir, frenar y vencer de forma eficaz esos movimientos
violentos que amenazan los Derechos y Libertades de la ciudadanía, por lo que,
un debate a fondo es más necesario que nunca.
A menos que se comprenda
desde el ángulo de la estructura de clases de la sociedad capitalista, teniendo
en cuenta la correlación de fuerzas antagónicas existentes en cada momento
histórico, entre las fuerzas defensoras del Capitalismo y los colectivos Defensores
de la clase trabajadoras y capas populares, no podrán prepararse las izquierdas
para dar la batalla contra el movimiento “neofascista” en ascenso.
La historia enseña que el
capitalismo surgió como sistema a partir de la decadencia del feudalismo, al
cual derrotó y superó. En sus inicios,
tuvo un periodo de auge, hasta el estallido de la I Guerra Mundial, siendo en
cierto modo progresista en cuanto que desarrollaba las fuerzas productivas, aunque
a costa de una penosa explotación de la clase obrera y con las manos manchadas
de sangre de los saqueos, la colonización y violencia brutal.
A pesar de sus crisis y
recesiones se han estudiado y descrito por diversas escuelas económicas los
tipos de ciclos económicos generales que serían: Cortos, con una
duración promedio en torno a 40 meses, según Kitchin. Medios, de unos 8
años de promedio con presencia de auges y crisis suaves, como analizó Juglar. Largos,
ondas largas o ciclos Kondratiev, en torno a 50 años de duración. Estas
recesiones profundas desembocaron en la I y la II Guerras Mundiales.
En las etapas de auges
mejoraban en los principales países los niveles de vida de las masas, aunque en
los países colonizados, la miseria y las hambrunas nunca se superaron en líneas
generales y las desigualdades sociales se aceleraban.
Con la ciencia, los avances
técnicos y nuevos descubrimientos en la producción, tanto agrícola, como
industrial y de servicios, se incrementó la productividad y se produjo una gran
expansión de los mercados mundiales, pero las crisis cíclicas capitalistas se
hacen cada vez más virulentas y profundas, fomentando las Deudas Públicas que
se consideran impagables y las desigualdades entre ricos y pobres, así como entre
Multinacionales y Pymes.
En la lucha contra el
capitalismo, la clase trabajadora desarrolló y conquistó sus organizaciones de
clase: sindicatos de clase, partidos obreros y sus propios medios de
comunicación.
Pero los derechos
conquistados en algunos países, como el de Asociaciòn, Reuniòn, Libre
Sindicación, Libertad de Expresiòn, Organización, Peticiòn, Manifestaciòn e incluso
el de Huelga, y también el Derecho a Voto, no fueron entregados por las buenas
por la clase burguesa dominante defensora a ultranza de su modelo capitalista.
Se conquistaron tras una constante e implacable lucha entre clases del
movimiento obrero que se mantienen y agudizan en algunos momentos de la
historia.
El capitalismo trae consigo
la concentración de las riquezas cada vez en menos manos, tendiendo a los
oligopolios y al monopolio que hacen colapsar la competencia.
En un momento dado, la lucha
de esa “libre competencia” entra en conflicto en su frenética conquista de los
mercados que colapsan.
Esa contradicción, junto con
las fronteras nacionales que son frenos relativos al principio, se convierten
en absolutos en el desarrollo de la dinámica de conquista del capitalismo
imperialista, por la pugna del dominio de los mercados, que empiezan a menguar.
Como la oferta global de la
producción es superior a la demanda global, se hacen insalvables los avances de forma pacífica y democrática, que fueron
las causas de las condiciones creadas para la I y la II Guerras Mundiales.
Cuando la clase trabajadora
expresa masivamente sus aspiraciones de cambios con las luchas de sus
organizaciones, su posición social crece y se fortalece con las acciones de
masas reivindicativas, elevando el nivel de conciencia de clase y fortaleciendo
su posición frente a la burguesía, que ve en peligro su dominio.
Cuando las luchas afectan a
un país tras otro, los capitalistas detectan el potencial de lucha del
movimiento obrero y les surge la necesidad a esos magnates de la burguesía de
aplicar dictaduras policiaco-militares, o golpes de Estado, e intentan abortar los procesos
revolucionarios que se les vienen encima, recurriendo la clase dominante al “populismo
derechista, al bonapartismo o incluso al fascismo” que es el capitalismo
químicamente puro en descomposición, buscando alianzas con el Clero, la Banca y
Gran Empresariado, así como a los Militares Traidores, para aplastar a la clase
obrera.
Esa es la función histórica
y el papel que han jugado los Poderes Fácticos, recurriendo al fomento de
grupos fascistas, financiándolos y fortaleciéndolos, pero existe una diferencia
entre una Democracia Participativa y una Democracia Burguesa corrupta y decadente
que avanza hacia la fascistización de las estructuras del Estado burgués,
siendo las siguientes sus características principales:
Históricamente vimos cómo la
victoria del fascismo en Italia con
Mussolini y el nazismo en Alemania con Hitler,
en Chile con Pinochet, en España con Franco y otras variantes golpistas,
conducen a que el capital financiero se disponga a tomar directamente en sus
manos todos los órganos e instrumentos de dominación de los resortes del
Estado.
Mediante la utilización de
la Democracia Burguesa o por la fuerza bruta del Golpe Militar, se hacen con el
aparato del Estado mediante la represión y la violencia, (rechazando y
aplastando la Democracia), controlando
manu militari los municipios, las
universidades, las escuelas, fomentando su
ideología totalitaria, en prensa, radio, TV y comunicación, con implantación de la censura y la
prohibición de la libertad de expresión, la detención y depuración de los
partidos y sindicatos de izquierdas, asesinando a sus líderes y a los trabajadores más abnegados y señalados en
la defensa de la clase obrera y los pobres.
La fascistización de un
Estado no implica solamente la aplicación por la fuerza bruta y NO democrática
de las formas y métodos de ese tipo de Gobierno Militarista, pues en este
terreno, los cambios juegan un papel fundamental en la eliminación de las
conquistas sociales alcanzadas pero antes que nada y sobre cualquier otra cosa,
significa el aplastamiento de las organizaciones obreras, que las reprimen con
un enorme baño de sangre, contra todo aquel o aquella que el “nazifascismo” interpreta
que son enemigos, o sea, todas las organizaciones que no sean exclusivamente
las suyas propias, pues implantan el Partido Único y un Sindicato Vertical
Estatal Único, tomando empresas Militarizadas y esclavizando a la mano de obra.
Previamente y con campañas
de propagandas agresivas y constantes, reducen a la clase trabajadora y capas
medias a un estado de apatía completa y “alienación mental”, fomentando el odio, el machismo, el
anticomunismo, el racismo, la xenofobia, el autoritarismo, el totalitarismo, el
militarismo, etc, apareciendo como “salvapatrias” y convenciendo a muchos
obreros para que les ayuden.
Luego van creando una potente red de
instituciones paralelas y financiadas por el propio capitalismo más violento,
formando “grupúsculos reclutados en el lumpemproletariado”, activando su
aparato de propaganda que penetra profundamente en los cerebros de las masas,
que están desesperadas por las crisis o recesiones y la caída de su nivel de
vida.
Esos métodos, con raudales de recursos
financieros privados y públicos (procedentes de las mordidas y comisiones de la
corrupción), obstaculizan cualquier cristalización independiente de los
trabajadores, que se sienten abandonados por la pusilanimidad y cobardía de algunos
de sus principales sindicatos de clase y partidos reformistas, que, junto a sus
enfrentamientos, no les ofrecen la
salida por la izquierda que ellos esperan, ocultando o no teniendo preparado un Programa alternativo al Capitalismo y es
precisamente en estas circunstancias dónde reside la esencia del crecimiento de
las organizaciones fascistas, o sea, la debilidad del factor subjetivo del
movimiento obrero.
La lucha contra el “neofascismo”
se pone ahora en el orden del día y parafraseando al filósofo Santayana: “El
pueblo que no aprende de la historia está condenado a repetirla”.
Debemos recordar a los
trabajadores una vez más, lo que dijo Pablo Iglesias Posse, fundador de UGT,
PSOE y JJSS, con aquella frase tan ilustrativa: “La disyuntiva está cada día más clara y en
momentos claves hay que optar: O con los unos o con los otros, o con los
trabajadores y su capacidad de lucha para acometer decididamente la
transformación socialista de la sociedad o ceder ante las presiones de la burguesía,
poniendo en práctica su política. No se puede servir a dos amos a la vez”.
Para nuestra
corriente I.S. si existe una alternativa para utilizar toda la creatividad
maravillosa de la que es capaz el género humano y esa alternativa se llama
SOCIALISMO CIENTÍFICO pero acompañado de DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y ÉTICA.
Así pues,
invitamos a cualquier persona progresista o de izquierda, que esté leyendo este artículo, que si no está
organizado todavía, medite bien si ha llegado el momento de tomar partido y
pasar a la acción (O al menos que decida bien cuál será su voto el 4 de Mayo en
Madrid), pero debemos trabajar juntos
contra el peligro del “neofascismo”, por una sociedad mejor para la Humanidad
por la que merezca la pena seguir luchando para conquistar un programa
verdaderamente favorable a la clase trabajadora, la juventud y los sectores
menos favorecidos, que supere este capitalismo agónico y corrupto y ponga las
bases para la transformación socialista, porque debemos entender y aplicar
aquella frase clásica:
“La
emancipación de la clase trabajadora debe ser obra de la propia clase, o no
será”, por lo que de nuevo tendremos que optar: O Socialismo o Barbarie:
COORDINADORA PROVINCIAL.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE. A
Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
(*) Populismo: Tendencia política
que dice defender los intereses del pueblo, pero sin el pueblo. Bonapartismo: Forma de Gobierno
autoritario y plebiscitario, ratificado por sufragio universal o no. Fascismo:
Movimiento político y social de carácter totalitario y nacionalista, fundado
por Mussolini en Italia tras la primera guerra mundial. Franquismo: Régimen político de
carácter TOTALITARIO que fue implantado por el General Franco en España y
periodo histórico durante el cual mantuvo al pueblo bajo una Dictadura
Militar.(1936 a 1975)
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