12 de abril de 2021

VOX… ¿POPULISMO, BONAPARTISMO, FRANQUISMO O FASCISMO? (*)


COMUNICADO PÚBLICO:

El pasado 7 de abril, en el barrio de Vallecas el partido de ultraderecha VOX, encabezado por su líder Santiago Abascal y sus seguidores, presentaron su candidatura en la Plaza Roja, provocando una ejemplar respuesta democrática de los vecinos, que con la juventud y miles de personas, ejercían su legítimo derecho a manifestación, reuniendo una gran multitud que con pancartas y gritos de protestas, dejaban claro su rechazo a los “neofascistas”, recordando la frase famosa de “no pasarán”.

La concentración discurría completamente pacífica y representaba un completo éxito de las fuerzas “democráticas” que rechazaban a las fuerzas “neofascistas”, pero cuando el líder de Vox, Abascal,   bajó del estrado “rodeado de sus matones” y se encaró increpando a los “demócratas” concentrados, se armó el lio y éstos fueron atacados violentamente con cargas policiales  armándose una batalla campal.

Según informa la prensa, “en una acción claramente coordinada, los antidisturbios esperaron esa señal para cargar con saña contra los jóvenes y vecinos, periodistas y activistas”.

Las críticas al Ministro Marlaska y al Gobierno,  por el conflicto de Vallecas,  vienen tanto desde la derecha como desde la izquierda, unos por “exceso” de contundencia hacia los concentrados del barrio y otros por “defecto” ya que “la policía no actuó correctamente al dejar que Abascal rompiera el cordón policial y provocara a la manifestación pacífica que agitó a algunos violentos”.

Las organizaciones de izquierdas tenemos la tarea de combatir el avance de los grupos fascistas con una política consecuente, organizados y pacíficamente, condenando la violencia sea Estatal, Terrorista, Fascista o de Grupos violentos,  pues a pesar de tener todavía VOX una fuerza limitada, podría ser un error despreciar la amenaza que esos elementos representan para la clase trabajadora y la  lucha por un socialismo democrático e internacionalista.

Los avances que podrían cosechar esos “neofascistas” lo están fortaleciendo al abrigo de la recesión económica, donde la extrema derecha quiere conquistar terrenos dominando las calles y sacando votos de los caladeros de los barrios obreros, como es tradicionalmente Vallecas, por lo que es importante analizar lo que es y ha sido el fascismo y cómo surge.

Es importante para la clase trabajadora y la juventud, pero sobre todo también para los que se consideran dirigentes de las izquierdas, sean estas reformistas, marxistas, revolucionarias o evolucionistas,  comprender la naturaleza histórica del nazismo, fascismo, franquismo y otras variantes similares y sobre todo, por qué surgen estos movimientos antidemocráticos que ponen en peligro la convivencia y acaban en baños de sangre de pueblos inocentes.

Sin llegar a comprender eso, no es posible combatir, frenar y vencer de forma eficaz esos movimientos violentos que amenazan los Derechos y Libertades de la ciudadanía, por lo que, un debate a fondo es más necesario que nunca.

A menos que se comprenda desde el ángulo de la estructura de clases de la sociedad capitalista, teniendo en cuenta la correlación de fuerzas antagónicas existentes en cada momento histórico, entre las fuerzas defensoras del Capitalismo y los colectivos Defensores de la clase trabajadoras y capas populares, no podrán prepararse las izquierdas para dar la batalla contra el movimiento “neofascista” en ascenso.

La historia enseña que el capitalismo surgió como sistema a partir de la decadencia del feudalismo, al cual derrotó y superó.  En sus inicios, tuvo un periodo de auge, hasta el estallido de la I Guerra Mundial, siendo en cierto modo progresista en cuanto que desarrollaba las fuerzas productivas, aunque a costa de una penosa explotación de la clase obrera y con las manos manchadas de sangre de los saqueos, la colonización y violencia brutal.  

A pesar de sus crisis y recesiones se han estudiado y descrito por diversas escuelas económicas los tipos de ciclos económicos generales que serían: Cortos, con una duración promedio en torno a 40 meses, según Kitchin. Medios, de unos 8 años de promedio con presencia de auges y crisis suaves, como analizó Juglar. Largos, ondas largas o ciclos Kondratiev, en torno a 50 años de duración. Estas recesiones profundas desembocaron en la I y la II Guerras Mundiales.

En las etapas de auges mejoraban en los principales países los niveles de vida de las masas, aunque en los países colonizados, la miseria y las hambrunas nunca se superaron en líneas generales y las desigualdades sociales se aceleraban.

Con la ciencia, los avances técnicos y nuevos descubrimientos en la producción, tanto agrícola, como industrial y de servicios, se incrementó la productividad y se produjo una gran expansión de los mercados mundiales, pero las crisis cíclicas capitalistas se hacen cada vez más virulentas y profundas, fomentando las Deudas Públicas que se consideran impagables y las desigualdades entre ricos y pobres, así como entre Multinacionales y Pymes.

En la lucha contra el capitalismo, la clase trabajadora desarrolló y conquistó sus organizaciones de clase: sindicatos de clase, partidos obreros y sus propios medios de comunicación.

Pero los derechos conquistados en algunos países, como el de Asociaciòn, Reuniòn, Libre Sindicación, Libertad de Expresiòn,  Organización, Peticiòn, Manifestaciòn e incluso el de Huelga, y también el Derecho a Voto, no fueron entregados por las buenas por la clase burguesa dominante defensora a ultranza de su modelo capitalista. Se conquistaron tras una constante e implacable lucha entre clases del movimiento obrero que se mantienen y agudizan en algunos momentos de la historia.

El capitalismo trae consigo la concentración de las riquezas cada vez en menos manos, tendiendo a los oligopolios y al monopolio que hacen colapsar la competencia.

En un momento dado, la lucha de esa “libre competencia” entra en conflicto en su frenética conquista de los mercados que colapsan.

Esa contradicción, junto con las fronteras nacionales que son frenos relativos al principio, se convierten en absolutos en el desarrollo de la dinámica de conquista del capitalismo imperialista, por la pugna del dominio de los mercados, que empiezan a menguar.

Como la oferta global de la producción es superior a la demanda global, se hacen insalvables los avances  de forma pacífica y democrática, que fueron las causas de las condiciones creadas para la I y la II Guerras Mundiales.

Cuando la clase trabajadora expresa masivamente sus aspiraciones de cambios con las luchas de sus organizaciones, su posición social crece y se fortalece con las acciones de masas reivindicativas, elevando el nivel de conciencia de clase y fortaleciendo su posición frente a la burguesía, que ve en peligro su dominio.

Cuando las luchas afectan a un país tras otro, los capitalistas detectan el potencial de lucha del movimiento obrero y les surge la necesidad a esos magnates de la burguesía de aplicar dictaduras policiaco-militares, o golpes de Estado,  e intentan abortar los procesos revolucionarios que se les vienen encima, recurriendo la clase dominante al “populismo derechista, al bonapartismo o incluso al fascismo” que es el capitalismo químicamente puro en descomposición, buscando alianzas con el Clero, la Banca y Gran Empresariado, así como a los Militares Traidores, para aplastar a la clase obrera.

Esa es la función histórica y el papel que han jugado los Poderes Fácticos, recurriendo al fomento de grupos fascistas, financiándolos y fortaleciéndolos, pero existe una diferencia entre una Democracia Participativa y una Democracia Burguesa corrupta y decadente que avanza hacia la fascistización de las estructuras del Estado burgués, siendo las siguientes sus características principales:  

Históricamente vimos cómo la victoria del fascismo  en Italia con Mussolini y el nazismo en Alemania con Hitler,  en Chile con Pinochet, en España con Franco y otras variantes golpistas, conducen a que el capital financiero se disponga a tomar directamente en sus manos todos los órganos e instrumentos de dominación de los resortes del Estado.

Mediante la utilización de la Democracia Burguesa o por la fuerza bruta del Golpe Militar, se hacen con el aparato del Estado mediante la represión y la violencia, (rechazando y aplastando la Democracia),  controlando manu militari  los municipios, las universidades, las escuelas,  fomentando su ideología totalitaria, en prensa, radio, TV y comunicación,  con implantación de la censura y la prohibición de la libertad de expresión, la detención y depuración de los partidos y sindicatos de izquierdas, asesinando a sus líderes y a  los trabajadores más abnegados y señalados en la defensa de la clase obrera y los pobres.

La fascistización de un Estado no implica solamente la aplicación por la fuerza bruta y NO democrática de las formas y métodos de ese tipo de Gobierno Militarista, pues en este terreno, los cambios juegan un papel fundamental en la eliminación de las conquistas sociales alcanzadas pero antes que nada y sobre cualquier otra cosa, significa el aplastamiento de las organizaciones obreras, que las reprimen con un enorme baño de sangre, contra todo aquel o aquella que el “nazifascismo” interpreta que son enemigos, o sea, todas las organizaciones que no sean exclusivamente las suyas propias, pues implantan el Partido Único y un Sindicato Vertical Estatal Único, tomando empresas Militarizadas y esclavizando a la mano de obra.   

Previamente y con campañas de propagandas agresivas y constantes, reducen a la clase trabajadora y capas medias a un estado de apatía completa y “alienación mental”,  fomentando el odio, el machismo, el anticomunismo, el racismo, la xenofobia, el autoritarismo, el totalitarismo, el militarismo, etc, apareciendo como “salvapatrias” y convenciendo a muchos obreros para que les ayuden.

 Luego van creando una potente red de instituciones paralelas y financiadas por el propio capitalismo más violento, formando “grupúsculos reclutados en el lumpemproletariado”, activando su aparato de propaganda que penetra profundamente en los cerebros de las masas, que están desesperadas por las crisis o recesiones y la caída de su nivel de vida.

 Esos métodos, con raudales de recursos financieros privados y públicos (procedentes de las mordidas y comisiones de la corrupción), obstaculizan cualquier cristalización independiente de los trabajadores, que se sienten abandonados por la pusilanimidad y cobardía de algunos de sus principales sindicatos de clase y partidos reformistas, que, junto a sus enfrentamientos,  no les ofrecen la salida por la izquierda que ellos esperan, ocultando o no teniendo preparado  un Programa alternativo al Capitalismo y es precisamente en estas circunstancias dónde reside la esencia del crecimiento de las organizaciones fascistas, o sea, la debilidad del factor subjetivo del movimiento obrero.  

La lucha contra el “neofascismo” se pone ahora en el orden del día y parafraseando al filósofo Santayana: “El pueblo que no aprende de la historia está condenado a repetirla”.

Debemos recordar a los trabajadores una vez más, lo que dijo Pablo Iglesias Posse, fundador de UGT, PSOE y JJSS, con aquella frase tan ilustrativa:   “La disyuntiva está cada día más clara y en momentos claves hay que optar: O con los unos o con los otros, o con los trabajadores y su capacidad de lucha para acometer decididamente la transformación socialista de la sociedad o ceder ante las presiones de la burguesía, poniendo en práctica su política. No se puede servir a dos amos a la vez”.

Para nuestra corriente I.S. si existe una alternativa para utilizar toda la creatividad maravillosa de la que es capaz el género humano y esa alternativa se llama SOCIALISMO CIENTÍFICO pero acompañado de DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y ÉTICA.

Así pues, invitamos a cualquier persona progresista o de izquierda,  que esté leyendo este artículo, que si no está organizado todavía, medite bien si ha llegado el momento de tomar partido y pasar a la acción (O al menos que decida bien cuál será su voto el 4 de Mayo en Madrid),  pero debemos trabajar juntos contra el peligro del “neofascismo”, por una sociedad mejor para la Humanidad por la que merezca la pena seguir luchando para conquistar un programa verdaderamente favorable a la clase trabajadora, la juventud y los sectores menos favorecidos, que supere este capitalismo agónico y corrupto y ponga las bases para la transformación socialista, porque debemos entender y aplicar aquella frase clásica:

“La emancipación de la clase trabajadora debe ser obra de la propia clase, o no será”, por lo que de nuevo tendremos que optar: O Socialismo o Barbarie:

 

COORDINADORA PROVINCIAL.

IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE. A

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

(*) Populismo: Tendencia política que dice defender los intereses del pueblo, pero sin el pueblo.  Bonapartismo: Forma de Gobierno autoritario y plebiscitario, ratificado por sufragio universal o no. Fascismo: Movimiento político y social de carácter totalitario y nacionalista, fundado por Mussolini en Italia tras la primera guerra mundial.  Franquismo: Régimen político de carácter TOTALITARIO que fue implantado por el General Franco en España y periodo histórico durante el cual mantuvo al pueblo bajo una Dictadura Militar.(1936 a 1975)

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