PACTO AL ALIMÓN.

 

Seguimos esperando formación de gobierno.  De un lado, un Partido Popular en sus mínimos conocido, un Ciudadanos perdido en tierra de nadie y arrastrado por simple ambición como demuestra sus continuos cambios de rumbos.

Dentro de sus filas, forman parte,  parias y rebotados de todos los colores, con una Europa que les vuelve la cara y amenazan incluso con la expulsión de su color internacional. Por último, VOX, un clan compuesto por personajes de medio pelo de dudosa procedencia y condición, con un programa lleno de retraso cultural digno de aquellos que niegan a Abderraman como personaje de historia conocida como español de dinastía española. Aquello que no les gusta simplemente lo borran.

Del otro lado miramos a podemos, un partido compuesto por múltiples plataformas tironeando entre sí para imposición de aquello que cada cual interpreta como verdades absolutas. Sus guerras y desencuentro publicados al minuto, como adolescentes sin madurez intelectual en redes como Twitter o Facebook, lo que dominan al final casi los condena.

Sus desaciertos y contradicciones llevaron a ir tirando la toalla a prácticamente su aparato motor y coordinador, dejando a toda  la frágil estructura, en manos de un matrimonio donde se reparten algo más que las tareas cotidianas  de quehaceres caseros y o familiar.

Como rey y reina, imperan y dominan olvidando sus origenes tan alejados de esa postura cuasi monárquica que hoy pasean por pasillos y ministerios.

En un primer intento de, Podemos, quizás con razón al haber sido menospreciado cuando aún tenían coherencia, negó su apoyo y facilitó la entrada del gobierno de Rajoy.

Un nefasto mandato en el que padecimos sanciones, rescates, sumisión al poder y vejación de la clase obrera. Nunca un partido denominado demócrata, hizo tanto daño a la joven democracia española. A veces pienso, que España, con Rajoy en cabeza, fue un fallido experimento para comprobar cuánto se puede oprimir a la clase obrera, antes de que ésta se sienta realmente humillada.

Caro le salió al nuevo proyecto de partido, pues de sus filas, saltaron hacia otros bandos.

Pero parece que no deben ser tan magníficos alumnos como de ellos mismos,   ellos mismos presumían y volvemos hoy, a estar al borde del precipicio, con un líder, autorrodeado de aura divina que una voz de dentro de un leño, unas navidades le otorgó.

Contra vientos y  "mareas", Pablo Iglesia, quizás practicando el onanismo, se ve en situación de privilegio para exigir una vicepresidencia.

Mientras tanto, obreros y familias escuchan como las noticias cada día suman y suman juicios sin resoluciones y prescripciones de delitos, sintiéndose utilizados para escala de prometeos sin escrúpulos que donde dijeron digo en un primer momento, plantan un Diego quedándose más anchos que panchos.

Pedro Sánchez, un líder defendido y aupado por la militancia debido a la defenestración por parte del aparato a manos de Susana Díaz, hoy tiene la oportunidad de intentar un gobierno mirando a la ciudadanía y escuchando a sus bases que le piden no dar ni un paso atrás pactando con Cs o  PP y tomando como socio preferente a Podemos pero no es suficiente, los números son tercos y se necesita algo más.

Pedir altura de mira al resto de los partidos pero parece que sentados cada cual en su poltrona, no son capaces ni siquiera de levantar mínimamente sus traseros, olvidando lo que en antaño fueron hombres de estado.

Podemos a su vez, olvida las consecuencias que una mala decisión o una decisión mirando solamente su ombligo una vez trajo y se empeñan en puestos de cabeza sin haber aprobado las asignaturas pendientes del curso anterior.

Puestos de relevancia se les ha ofrecido sacrificando a compañeros de partido de gran valía porque considera y respeta el valor del apoyo, olvida este equipo violeta que no hay puestos de primera ni segunda, cada puesto es vital y suma o resta dependiendo del responsable a quien fue otorgado. Olvida que no solo comen quienes a la política se dedican si no que cada hijo de vecino, aunque a empresario ya le gustaría no tuviéramos, tenemos estómagos que alimentar porque con mal respirar no es suficiente para vivir.

No todo es estar en el hemiciclo ni salir en la foto, cada cargo cuenta, cada comité, cada decisión en común y antes de ser maestro, es mejor ser aprendiz para cuando llegue la hora poder dar la talla.

Rosario Conde.  

Comisión Permanente Izquierda Socialista Andalucía.

Portavoz grupo I.S. PSOE-Torremolinos.