El capitalismo es un sistema que funciona, unas veces bien para los ricos y mal para los pobres y otras, como en la actualidad, funciona mal para los empresarios y mal para los pobres como estamos comprobando en esta recesión económico-sanitaria donde se aceleran las desigualdades.
Este injusto modelo de
reparto se descompone cuando se enfrenta a los desafíos inesperados que se suceden
de manera sorpresiva como cuando han coincidido la desaceleración de la
economía junto a la pandemia del Covid-19.
El modelo capitalista actual
es parte de un grave problema que debemos seguir evaluando, aunque es muy complicado en
el sentido de que los gobernantes han cometido errores, porque ni ellos, ni sus
asesores sanitarios, sabían realmente como enfrentar los problemas sanitarios,
ya que, a causa de la política de recortes y austeridad del modelo liberal,
donde recortaban los presupuestos sanitarios y las inversiones sociales, el virus
entró a saco mayormente en las residencias de ancianos, donde tanto los
residentes como los cuidadores morían porque escaseaba todo.
Prácticamente no existían en
los almacenes suficientes mascarillas, epis, ventiladores, camas hospitalarias,
UCIS suficientes,etc… y sobre todo una escasez de personal sanitario alarmante,
que también sufrieron los contagios y muertes de forma desaforada, junto con la
población que sufrían las consecuencias con un semi-colapso de la atención
primaria.
El Gobierno decretó el
Estado de Alarma confinando a la población
excepto servicios esenciales básicos, pero no actuó con suficiente
previsión y valentía, como debiera haber procedido, concentrando el sector sanitario Público y el
Privado bajo un mismo plan para salvar vidas, antes que ceder a las presiones
que ejercían los sectores privados como los grandes empresarios de la
hostelería, que presionaron y siguen atacando con su lógica de defender la
actividad de sus negocios para salvar sus beneficios privados antes de las
vidas de la ciudadanía.
Los capitalistas, siguiendo
la lógica del lucro privado, con el apoyo de los Partidos de Derechas, se
crecieron en el hostigamiento contra el Gobierno arreciando sus críticas y
movilizaciones que han ido creciendo en presión y activismo tomando las calles
y plazas con acciones contundentes, exigiendo reparación de sus pérdidas.
Ofreceremos algunos ejemplos
que aunque conocidos, son señales de que este capitalismo, es el que está
realmente enfermo y no ha estado a la altura de las circunstancias para lidiar
las graves distorsiones de esta crisis económico-sanitaria.
En los últimos meses, los
precios de los alimentos en el mundo están disparándose al alza de forma
alarmante. Esto significa que habrá un aumento de las hambrunas en los países
más empobrecidos que malviven con rentas de menos de 2 dólares diarios, lo que,
junto con las vacunas que tardarán en llegar, la catástrofe será muy grave. El capitalismo nunca estará preparado para
adelantarse a estas cuestiones de pobreza y miseria mundial, porque su lógica
de hacer a los ricos más ricos provoca una escasez cada vez más inhumana entre
los más pobres.
Aquello de la competencia y el “libre mercado regulador” que pregonan las derechas, ya no existe, pues ese modelo que quizás funcionó en la época de Adam Smith, ha sido estrangulado por las multinacionales que manejan los hilos de la producción y “mercadeo” de los alimentos y demás productos, con sus potentes redes de distribución en régimen de oligopolio, que imponen precios a los campesinos por debajo del costo de producción y les llevan a la ruina.
Eso por sí solo demuestra el
fracaso del sistema capitalista que, habiendo tierras fértiles para alimentar tres
veces a la población mundial, según algunas escuelas económicas, no puede alimentar suficientemente a los 7.700
millones de habitantes del planeta, de
forma digna, no puede ofrecer vivienda o techos dignos, no puede atender las
necesidades sanitarias de forma global, no puede incrementar los presupuestos
sociales, como Educación, atención a los mayores y demás Derechos Humanos
recogido en las Constituciones y demás acuerdos internacionales, que en
realidad se convierten en una farsa de montañas de papel y tratados bilaterales
y multilaterales, que no sirven para nada, porque el papel lo aguanta todo, en
esa verborrea romántica y bella de la burguesía y sus grandes multimillonarios
explotadores y saqueadores de los pueblos.
Esta terrible Pandemia ha
sacado a flote algunas contradicciones que se venían ocultando, porque el
contagio se trasmite de una persona a otra, aunque al principio se confinó a la
población para que no saliese de sus casas y se obtuvo un pequeño éxito, pero
las presiones de algunas CCAA, principalmente las controladas por las
Derechas, criticaban furibundamente al
Gobierno para exigir que eliminara el confinamiento y ellos poder gestionar la
pandemia. Las 17 Comunidades aplicaron cada cual por su lado un método distinto
y a veces muy divergente, consiguiendo un segundo rebrote fatal y este tercero
que se convirtió en un verdadero desastre elevando el número de fallecidos a
situaciones peor que en una guerra.
Los medios de comunicación
informan hasta la saciedad que debemos respetar las normas sanitarias que se
recomiendan, pero sin poder resolver el problema de los que no tengan donde
cobijarse, porque hay familias que no tienen dónde lavarse las manos, como el
chabolismo que sigue existiendo, que sufren mayormente los inmigrantes
temporeros de la agricultura, o el escandaloso caso que vimos de la Cañada
Real, en plena nevada, situación que dura desde hace años.
Familias con niños sufrieron
temperaturas de 10 y 15 grados bajo cero, con la electricidad cortada, mientras
la bronca entre el Gobierno de la Comunidad madrileña y el Gobierno Central, se
disputan la NO intervención urgente por falta de competencias, mientras se
permite el despilfarro de dinero público, premiando a algún empresario que se
le garantiza un negocio con altos beneficios como la obra del Hospital Zendal,
que ha costado tres veces más de lo presupuestado, o defender y aceptar la
apertura de bares, restaurantes y un transporte del Metro muy masivo, sin
reforzar líneas, todo ello avalado y defendido por la Comunidad de Madrid.
Todas
esas barbaridades demuestran la disfunción de un sistema capitalista, donde se
antepone el beneficio empresarial por delante de la salud y la vida de la
ciudadanía, que requiere acciones con mucha
más contundencia de un Gobierno de Izquierda, pues hay mecanismos que no se han
querido utilizar, como por ejemplo, el Art. 128 de la C.E. que dice: “”1.-
Toda la riqueza del país en sus distintas formas y SEA CUAL FUERE SU
TITULARIDAD está subordinado al interés general. 2.- Se reconoce la iniciativa pública
en la actividad económica. Mediante Ley se podrá reservan al sector público
RECURSOS O SERVICIOS ESENCIALES, especialmente en caso de monopolio y asimismo
acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés
general”….
¿Acaso no han existido y existe un “interés general” para proceder con urgencia y acometer la intervención de sectores claves para salvar vidas, como poner la Sanidad Pública y Privada en un plan unificado para evitar tanta mortandad?
¿Acaso
no hubiese sido necesario nacionalizar las compañías Eléctricas para que no
ocurran casos como el de Cañada Real, las subidas de precios abusivas o los
desahucios con lanzamientos a plena calle sin buscar previamente solución de
habitabilidad para los pobres, en definitiva, resolver los problemas sociales
acuciantes?
¿Acaso
no demuestra esto palpablemente que existe una quiebra del sistema capitalista
y la situación podría empeorar agravando la situación de manera insoportable,
llevando las condiciones de vida del sector más empobrecido de la población a
situaciones límites?
La
mortandad y las penurias sufridas por la clase trabajadora y los sectores más
empobrecidos son intolerables y los socialistas no debemos legitimar este
desastre que afecta a las familias y la juventud de las clases sociales menos
favorecidas y aún reconociendo que no se puede cambiar de pronto el rumbo del
programa de Gobierno de Coalición, pero
reconocer que SI tiene el compromiso de los votos de izquierdas para cumplir su
cometido y por tanto, SI debiera tomar
medidas contundentes como por ejemplo:
Las
izquierdas políticas, sindicales y sociales debemos orientarnos hacia la máxima
unidad posible para confluir en un Frente Unitario de Acción para resolver la
actual emergencia planteando como mínimo:
a)
Para
facilitar el confinamiento domiciliario se debe plantear un Decreto de Estado
de Alarma con paralización inmediata de la actividad económica no esencial.
b) Para terminar con el colapso sanitario,
tendría que nacionalizarse la Sanidad Privada incorporándola al sector Público
y a su vez controlar las industrias farmacéuticas con el fin de garantizar a
toda la población la Salud e incrementar los ritmos de vacunación, exigiendo el
abastecimiento de vacunas según lo contratado, incrementando las plantillas en
este sector.
c)
Llevar
a cabo un estricto control del desarrollo de los ERTES que algunos empresarios
lo convierten en ERES de forma impune, a la vez que se deben prohibir por Ley
los despidos y si algunos son inevitables, garantizar un seguro de paro igual
al SMI, financiados con cargo a nuevos impuestos sobre las grandes fortunas y
una lucha contundente contra la corrupción, los despilfarros y el fraude.
d) Poner los recursos del Estado mediante
una Banca Pública al servicio de la sociedad para resolver los problemas
acuciantes de la población, garantizando los derechos básicos como el trabajo, la
vivienda, la sanidad, la educación y los servicios sociales, porque es
inadmisible que en un Estado que se llama DEMOCRÁTICO, se siga consintiendo que los ricos se llenen
los bolsillos y se doble el número de millonarios, a costa de millones de muertos
en esta crisis económica-sanitaria, mientras que la ciudadanía que según se
pregona es donde reside el Poder, se sigue empobreciendo y sufriendo las
consecuencias de las disfunciones del capitalismo.
Para defender estas propuestas y el
Programa Mínimo Socialista del documento “PROPUESTA PARA DEBATE (*)” que estamos elaborando invitamos a toda
persona progresista y de izquierda a que se una a nuestra causa, para, a través
de nuestra corriente, buscar junto a nosotros y las demás fuerzas de
izquierdas, el camino por el que debemos
avanzar hacia la transformación socialista de la sociedad, porque otro mundo
mejor es posible pero no cabe dentro del capitalismo.
ÁREA DE
COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA
SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE.A
(*) Este es
un documento que presenta I.S. de Málaga
al debate abierto en I.S. de Andalucía. Aplicamos el método Democrático
Participativo Horizontal invitando a los afiliados y simpatizantes que quieran
participar, a que SOLICITE el documento completo al correo de abajo y le
remitiremos el texto completó y podrá
remitir ENMIENDAS, comentarios o críticas que estimes conveniente, por cuyo
favor les quedaremos agradecidos. Poner en asunto ”Propuesta para debate” y
remitir a:
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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