El
próximo lunes 8 de Febrero se cumplirán 84 años del Asalto a Málaga por los
rebeldes franquistas. Desde el 3 al 8 de febrero las tropas fascistas rebeldes lanzaron
un brutal ataque definitivo contra la Capital de Málaga, aunque habían
encontrado una fuerte resistencia durante los cerca de siete meses de asedio.
Había cundido el pánico entre la
sociedad civil y sus defensores porque estaban aislados. Tropas italianas
fascistas tomaron el 6 de febrero las cumbres de Ventas de Zafarraya (Límite de
Granada-Málaga), lugar desde donde dominaban la posible retirada de la
población por la carretera Málaga-Almería, lo que más tarde conoce la historia
como “La Desbandá”, la sanguinaria masacre que comentaremos más adelante.
Ese mismo día 6 se ordena
por las autoridades republicanas la evacuación de Málaga, pues se esperaba la
inminente entrada de tropas fascistas italianas que empezaron a infiltrarse por los suburbios de la Capital. Entre los días 7 y 8 el Ejército franquista
rebelde había tomado el control de la ciudad y bajo las órdenes del que fuera
presidente del Gobierno a la muerte de Franco, Arias Navarro, conocido por aquí como el “Carnicerito de
Málaga” empezaba su gran matanza, existiendo un listado con más de 4.300
nombres y apellidos de republicanos fusilados en la fosa común del Cementerio
de San Rafael.
El golpe fascista no fue una
sorpresa para la mayoría de la población porque los rumores eran constantes. Málaga
la Roja rechazó el golpe de los sublevados y resistió heroicamente hasta el
ocho de febrero del año siguiente. Como
cuenta la historia, debemos entender el grado de tensión política que se vivía
en los meses anteriores. La situación política estaba bastante crispada en todo
el Estado y los rumores del golpe eran notorios.
En Málaga como en el resto
de la República, desde el acuerdo de las izquierdas del 15 Enero 1936, el Frente Popular salió reforzado. En la
jornada electoral del 16 de Febrero ganó el Frente Popular compuesto a nivel
Estatal por las fuerzas políticas PSOE,
Izquierda Republicana, Unión Republicana, Ezquerra Republicana de Catalunya, PCE y 12
pequeños partidos más, sumando entre todos 263 escaños y el movimiento obrero era fuerte también a escala sindical con la
unidad de acción de CNT/UGT.
Los meses anteriores al
Golpe de Franco se vivía un periodo de fuertes agitaciones políticas y sociales
con huelgas y enfrentamientos entre patronos y obreros, produciéndose actos de
violencia ocasionados por pistoleros falangistas y jóvenes de la CEDA.
Los pistoleros a sueldo
cometieron varios asesinatos y un intento fallido de matar a Cayetano Bolívar
(PCE), Concejal en Málaga. Hubo una huelga de Pescadores donde la Patronal
actuó con mucha violencia. El 10 de Junio, el mes antes del Golpe del 18 de
Julio, cuando Andrés Rodríguez (PCE) se
dirigía hacia Pescadería a su puesto de venta de pescado, fue asesinado a
balazos a la entrada de Calle Ancha del Carmen. Su compañero Gutiérrez escapó y
avisó al sindicato. Luego de una investigación se descubrió que el crimen había
sido cometido por un elemento pagado por la patronal de Pescadería en
represalia por la Huelga.
El 11 de Junio en el
entierro del Concejal Andrés Rodríguez, desfilaron por la Calle Larios las
Juventudes Socialistas Unificadas y detrás de ellos los Concejales del PCE,
PSOE, Unión Republicana y demás
representantes de las fuerzas políticas y sindicales. También se convocó una
Huelga de Tranvías que paralizó el transporte. Esto me lo contó un socialista ya mayor,
Enrique Mowbray, que era miembro de Juventudes
Socialistas Unificadas en aquelos tiempos de la
República; lo conocí ya anciano en los inicios de la Transición; los jóvenes le llamábamos “El Comandante” y
era uno de los reorganizadores del PSOE (Histórico), sector al que estábamos
afiliados muchos obreros de UGT y JJSS
en la década de 1970.
Enrique me contó también que
cuando iban para el entierro de Andrés Rodríguez, el 11 de Junio de 1936, el Socialista Antonio Román Reina, Presidente de la Diputación Provincial (PSOE),
cayó abatido a tiros en las escaleras
del puente de Santo Domingo en el barrio del Perchel. Sigue flotando todavía,
84 años después, la pregunta de
familiares y compañeros de “quién y siguiendo las órdenes de quién, acabó con la vida del Presidente Socialista
de la Diputación de Málaga” porque oficialmente nunca se supo. Posteriormente hubo
otro tiroteo y poco después José Gallardo (PCE) también fue objeto de un
atentado.
La espiral de violencia
expresaba los métodos que utilizaba la oligarquía española dispuesta a defender
sus privilegios históricos a tiro limpio, como después se comprobó con el golpe
de Estado que ocurrió al mes siguiente. El
18 de Julio se produjo el Golpe de Estado de Franco, apoyados por la Falange,
el Clero, los Militares Rebeldes, el Nazismo de Hitler, el Fascismo de
Mussolini, la Banca y la Burguesía Capitalista y Málaga resistió casi siete meses.
El Asalto a Málaga fue una
ofensiva lanzada por las fuerzas franquistas sublevadas contra la república. A
principios de enero de 1937 los sediciosos empezaron a concentrarse al norte de
la provincia, donde situaron una potente fuerza motorizada de “camisas negras”,
compuesta de entre 10.000 y 15.000
efectivos con 9 batallones.
Era un ejército mercenario
bien pagado por el fascismo y amenazaban por Radio desde Sevilla, en la voz del
General Queipo de Llano, con saqueos y
violaciones a través de su equipo de propaganda, mediante arengas permanentes
del General Franquista. También contaban
para asaltar Málaga, con más de 100 aviones suministrados por Hitler que
descargaban toneladas de bombas sobre la ciudad, además del apoyo de una
numerosa flota de automóviles blindados y la Agrupación de carros de asalto y
por mar bonbardeados por varios buques de guerra.
El ataque definitivo se
inició el 3 de febrero cuando desplegaron
las fuerzas que avanzaba desde Ronda. El día 5 por la mañana, los
camisas negras italianos enviados por Mussolini avanzaron desde el norte de la
ciudad y comenzó el cerco y las escaramuzas de autodefensa.
La
provincia de Málaga había mantenido el rechazo al Golpe del 18 de Julio y
permanecía fiel a la República habiendo reorganizado la defensa mediante las
milicias y los comités obreros que se
habían hecho fuertes en el control de la zona.
Tras el asalto y la caída de Granada en
agosto 1936 la provincia de Málaga quedó prácticamente aislada por territorios
tomados por el fascismo de los golpistas, con un pasillo costero que conectaba
con Almería.
El
día 8 de febrero a las 7 de la mañana, las columnas de los golpistas, compuesta
ya por entorno a 15.000 efectivos armados y pertrechados, asaltaron la capital de Málaga. La caída de
la ciudad produjo una de las masacres más horrorosas de la Guerra Civil, lo que
dio en llamarse la “Masacre de la carretera de Málaga a Almería”.
El profesor de la
Universidad de Málaga, Miguel Ángel Melero, en su libro “La Desbandá” reconoce
que sobre aquella tragedia aún cuesta poner números. Entre 200.000 y 250.000
personas huyeron hacia Almería aunque hay quien eleva la cifra a 300.000 y
entre 4.000 y 6.000 muertos, atacados por permanentes bombardeos de la fuerza
aérea franquista, y desde el mar por los buques Canarias, Baleares y Almirante
Cervera. Sobre esos horrores puede consultarse numerosa literatura al respecto.
Con su unidad de transfusión
de sangre para socorrer a la población civil que estaba siendo masacrada por
los franquistas, se había desplazado desde Valencia a Málaga un equipo de
voluntarios canadienses con el Doctor Norman Bethune, que escribió en sus
memorias: “…Lo que quiero contaros es lo que yo mismo vi en esta marcha
forzada, la más grande, la más horrible evacuación de una ciudad que hayan
visto nuestros tiempos…”…/…
(Continuará el lunes día 8,
con la parte 2 final)
JOSÉ MARTÍN RODRIGUEZ.
Coordinador de Comunicación.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA
PSOE DE ANDALUCÍA:
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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