Como demuestra la experiencia histórica,
las épocas de crisis agudas del capitalismo marcan la pérdida de la estabilidad
interna del sistema afectando a las capas medias, y sobre todo a la clase
trabajadora, produciéndose una radicalización virulenta entre la izquierda y la
derecha, que perjudica a los sectores menos favorecidos de la sociedad.
El populismo reaccionario de la ultraderecha
que domina al Trifachito,(como ocurría en los años 30 con las formaciones de
los grupos fascistas aglutinados en la CEDA), recurren a la demagogia para
disfrazarse y engañar al pueblo, conectando con una cierta rabia,
desmoralización y frustración de algunos sectores de la ciudadanía, actuando de
forma violenta, como lo ha hecho siempre esa derechona tradicional, llegando a
tener la poca vergüenza de apostar claramente por el Golpe de Estado, como hizo
el mes pasado el dirigente de Vox, Raúl Marín, responsable de comunicación de
los ultras de la Rioja, pidiendo “la intervención del ejército y un gobierno
del Rey”.
Esos voceros directos de la reacción
ultra, dispuestos a volver al pasado de aquel rancio y manido
“nacional/catolicismo/carpetovetónico”, defensores del antiguo régimen, nunca
podrán reconocer por su corto alcance en economía y por su tergiversación de la
historia, que lo que ha colapsado ha sido su modelo Capitalista, que llevado a
sus extremos se convierte en fascismo, que sólo ha sobrevivido a base de
corrupción, endeudamientos y explotación de las masas trabajadoras.
Como trabajador jubilado y como
socialista, una vez más enfatizo que no
podemos confiar en las instituciones burguesas en esta fase de decadencia
senil, pues han sido y son los responsables de todas las crisis cíclicas e
inevitables del sistema burgués al que sirven y se sirven, pese a la demagogia
y la hipocresía reaccionaria de la ultraderecha de Vox, la extrema derecha del
PP y la derecha de C’s, herederos naturales del franquismo y de los
capitalistas que han dejado un Estado super/endeudado, como demuestran las
siguientes cifras.
La Deuda Pública del Estado español alcanzaba en
2008 la cantidad de 439.771 millones de euros (39,7 % del PIB). En el año 2019,
(poco más de una década después), ha alcanzado ya más de 1 BILLÓN 188.862 de
euros (Un 95.5 % PIB), principalmente por la política de recortes, austeridad y
corrupción del PP, llevada a cabo por Rajoy, que descargó la crisis en las
arcas del Estado aumentando la Deuda. Ahora, con la complicación de la pandemia
del Covid-19, algunos analistas
económicos pronostican que para el año 2021 podría ascender la Deuda Pública
hasta superar el 124 % del PIB.
Las Deudas conjuntas de hogares y empresas eran al cierre de 2019 un
total de 1 BILLÓN 620.000 millones de euros (132,1 % del PIB). De ese total, las deudas de las familias eran
de 781.700 millones de euros, lo que por deducción, las Deudas empresariales
eran de 838.300 millones de euros.
Las Deudas totales sumando la Pública,
la Empresarial y las Familiares superan los DOS BILLONES de euros y las masas trabajadoras están más endeudadas que
nunca, más empobrecidas que cuando la crisis de 2008, por lo que el consumo se encuentra
estancado y tenemos una economía colapsada y con un endeudamiento creciente
casi imposible de pagar bajo el modelo de rapiña, corrupción y despilfarro del
capitalismo mafioso.
Por otra parte, la Deuda global de EEUU
supera el 326 % y la de China alcanza el
240 % del PIB y ambas siguen creciendo
porque los organismos financieros oficiales, Reserva Federal de EEUU, Banco
Mundial Fondo Monetario Internacional, Banco
Central Europeo, etc han venido siendo laxos para los países ricos y duros
contra los pobres, en los topes de
endeudamiento de los Estados (que son los que dominan el sector Financiero bajo
esa Dictadura de los Capitales).
A los países más pobres, cuando tienen
dificultades financieras, como ocurrió con Grecia, el Estado español y otros en
la anterior crisis, les exigen el control de la deuda, cuando les parece a
ellos, llegando a un arbitrario tope de
Deuda Pública, (en torno al 100 % por ejemplo)
y les amenazan con hundirlos o los someten a rescates brutales mientras
que otros, como los antes mencionados China y EEUU, doblan o triplican esos
endeudamientos, o Japón con un 225 % de Deuda Pública (PIB) y echan la carga de
sus saqueos y corrupciones sobre los sectores más empobrecidos en aplicación de
la gran “Ley del Embudo” del capitalismo de los Mercaderes Mafiosos.
Todo eso hace que el sistema capitalista
sea ahora muy vulnerable y se encuentre roto el equilibrio entre el consumo y
la producción, entre la oferta y la demanda, donde la “libre competencia”, que
tanto defendían los “liberales” cuando
obtenían sustanciosas ganancias (Reconvertidos ahora en Keynesianos acudiendo a
Papá Estado para que subvencione otra vez sus deudas) hace
tiempo que quedó arrasada por las multinacionales y los monopolios agravado todo ello por la corrupción y fuga de capitales a Paraísos
Fiscales.
Esa interconexión entre Deuda Pública, Deudas Privadas y los Banqueros, nos plantean
una gran interrogante: ¿Dónde están los Beneficios de las Grandes empresas
acumulados durante estos últimos diez años y durante los 300 años anteriores
del Capitalismo? ¿Por qué tiene que
ayudar el Estado al Sector Privado, mientras no se demuestre contablemente que
han entrado en pérdidas durante los ejercicios anteriores?
Siempre nos dicen que vivimos en un país
rico y es cierto que el número de millonarios se ha doblado en los últimos años
en el “Reino de España”, con la Banca obteniendo beneficios por encima del 50 %
en algunos casos, mientras que ha crecido la Desigualdad entre la clase
burguesa y los sectores menos favorecidos, pues la pobreza, la miseria y el
hambre, con las tremendas colas que estamos viendo, han salido a la superficie
como nos muestra la Televisión, “ilustrándonos”
con la noticia de que la pobreza súbita ha crecido un 40% desde el inicio de la
Pandemia y sigue creciendo, según
denuncian Cruz Roja, Acción contra el
Hambre y demás ONGs que luchan contra la pobreza.
La clase burguesa dominante, con el
Trifachito y su campaña a través de sus potentes medios de comunicación, están
utilizando todas las calumnias y ataques posibles, para salvar sus intereses
financieros y para ello están dispuestos a aplastar al pueblo y al Gobierno de
Coalición y solo permitirán algunas migajas que no afecten en lo fundamental ni
mermen sus intereses financieros; si el
Gobierno no gira a la izquierda y cambia de política combatiendo a los
corruptos para que devuelvan lo robado, no podrá cumplir el programa
“progresista” presentado.
Por otra parte, la clase trabajadora y
los sectores más empobrecidos, lo que queremos
es que se cubran nuestras necesidades y que sean resueltos nuestros problemas
de una vez por todas, porque no queremos las migajas de la mesa del “reparto” ni sobras menguantes de las riquezas que generamos
con nuestra fuerza de trabajo, ni caridad, ni mentiras, ni calumnias, sino
Justicia, Libertad e Igualdad y que cada cual pague los impuestos que le
corresponda.
Para recaudar fondos con el fin de
atender las necesidades que el Estado tendrá que cubrir el Gobierno PSOE/UNIDAS
PODEMOS anuncia que va a plantear un plan para cargar Impuestos a las Grandes
Fortunas, que gravará a los grandes patrimonios netos, a partir de UN millón
con un 2% hasta los 10 millones, un 2,5 % hasta los 50 millones y el 3 % hasta
100 millones y a partir de esta cantidad aplicar un 3,5 % de impuesto. Desde mi punto de vista me parece ridícula la
propuesta de subida de ese plan, teniendo en cuenta la astronómica diferencia
que existe entre esos ricachones potentados y la clase trabajadora, porque
mientras que a un pensionista mileurista le cargan con el 18% de IRPF, que
equivale a que cobra 14 pagas y te quitan 2, esos porcentajes para esos potentado
es simplemente calderilla.
Los estudios de expertos sobre fraude
fiscal y las estimaciones a las que han llegado sobre economía sumergida,
rondan entre 200.000 y 250.000 millones de euros/año, con una pérdida de
recaudación entre 40.000 y 70.000 millones de euros, que el Gobierno debe
atacar de inmediato, siendo contundentes y no retroceder ante las presiones del
Capitalismo, pues recordemos que en el pacto “PSOE/PODEMOS , que se firmó en
diciembre de 2019, se contemplaba una subida de 2 puntos en el IRPF para rentas
de más de 130.000 euros y de 4 puntos a las demás de 300.000 euros”, por lo que
ahora que las condiciones de la situación social han empeorado, no se debe
retroceder, sino avanzar hacia la imposición más fuerte, tanto en el IRPF, como
para los multimillonarios y las grandes fortunas.
La política engañosa de la colaboración
de clases que plantean algunos sectores progresistas de buscar el “consenso” no
podrá resolver la cuestión, sino aplazarla y empeorarla, por lo que hay que combatir
a la reacción levantando una alternativa socialista firme y consecuente, para
fortalecer y elevar el nivel de conciencia de la clase trabajadora y nuestra
capacidad de lucha y organización que es lo que vamos a necesitar en cuanto que
acabe la Pandemia y observemos con detenimiento y claridad el destrozo que esta
“guerra contra el fantasma del virus y la realidad capitalista” ha ocasionado a los económicamente más débiles,
a la clase trabajadora y el reguero de paro que arrastrará.
La clase trabajadora no querrá seguir
con esta situación de empobrecimiento creciente y no se conformará con que se
gestionen las migajas sobrantes que caen de la mesa de los ultracapitalistas, que serán insuficiente para resolver la
escasez y el paro por lo que nos enfrentamos al cruel Trilema: O la crisis la
pagan los capitalistas, o acabaremos pagándola los trabajadores, o terminaremos
en 2021 con cerca de 3 BILLONES DE DEUDAS IMPAGABLES Y SUMIDOS EN EL CAOS.
Necesitamos un plan socialista para
poner las fuerzas productivas bajo control y dirección democrática de la clase trabajadora, para que tomemos el
poder en nuestras propias manos, en base a la Democracia Plena, desde los
puestos de trabajo hasta todos los estamentos del Estado, reduciendo al mínimo
la burocracia parasitaria y despilfarradora y eliminando la corrupción.
Tenemos que sacar a debate la
elaboración de la planificación científica de los recursos para nacionalizar
los grandes medios de producción, principalmente necesitamos una Banca Pública que unifique las finanzas y
los seguros, una Sanidad Pública con las
industrias farmacéuticas integradas, con
presupuestos reforzados, así como las Eléctricas,
y los grandes Latifundios ociosos, para poner todos esos medios de producción a
funcionar bajo gestión y control democrático de la clase trabajadora organizada
para acabar con el paro, porque esa será la mejor forma de enfrentarnos al caos
que se nos viene encima, trabajando todas y todos en beneficio del bien común
de la población en su conjunto, para acabar con la miseria y la pobreza.
El proceso molecular de toma de
conciencia de las masas se está acelerando y con los acontecimientos que hemos
vivido en este último periodo, están sacudiendo las conciencias de millones de
trabajadores y capas medias, que empujarán acuciados por las necesidades a las
luchas legítimas del cambio para la supervivencia de las familias, aprendiendo
en la práctica la necesidad del socialismo marxista que unifique a las direcciones
del movimiento obrero para hacernos poderosos e invencibles.
Debemos conectar con las experiencias
históricas de nuestra clase que es solidaria y combativa en momentos como a los
que nos vamos a enfrentar y que hemos visto, en estos meses, el maravilloso
comportamiento y sacrificio de los Sanitarios en vanguardia por el bien social,
junto a los sectores esenciales de la economía, que han demostrado la capacidad
que tiene la clase trabajadora cuando se encuentra en dificultades… ¿qué no
podremos hacer, cuando los recursos financieros estén al servicio del bien
común y no del beneficio de las 100 familias multimillonarias de siempre?
No debemos quedarnos mirando la grave
situación como clase trabajadora ni podemos minimizar las fuerzas y violencia
de la reacción ultraderechista del Trifachito que está velando de nuevo sus
armas del golpismo y del terror franquista, utilizando descabellada la crisis
doble (Sanitaria y Económica), para
atacar a fondo, a costa de poner por delante los intereses económicos de la
clase capitalista que les paga, al
salvamento de vidas humanas.
Si no nos preparamos y ganamos la
batalla, nos enfrentaremos en los próximos años, o quizás meses, al incremento
de la lucha de clases que podría entrar en una situación explosiva, sobre todo,
si nos amilanamos ante el empuje de la reacción que está radicalizada y debemos
frenarla pasando a la acción, pues los trabajadores somos la abrumadora mayoría
de la sociedad.
Las izquierdas necesitamos prepararnos
seriamente para las grandes batallas que se avecinan, atendiendo las luchas que
quedaron pendientes hace unos meses, con las movilizaciones potentes del
feminismo, el ecologismo, los pensionistas, las huelgas contra los cierres
patronales, etc, que se reproducirán a una escala mayor.
Necesitamos tener como objetivo
inmediato la necesidad de fortalecer una alianza potente de las izquierdas,
sindicales, sociales y políticas que se vinculen y a su vez atiendan, a la
clase trabajadora en nuestras luchas, impulsando esa organización potente de la
juventud explotada y con salarios de miseria, a los estudiantes, a las organizaciones feministas, a los
pensionistas y demás sectores que combaten por la defensa de nuestros intereses
de clase.
El Capitalismo FUE el problema, el Capitalismo
ES el problema y el Capitalismo SEGUIRÁ SIENDO el problema, si no conseguimos
avanzar hacia una alternativa de sistema, que no puede ser otra que el
Socialismo y la Democracia Participativa, para lo cual necesitamos alcanzar un
triunfo potente que nos permita derrotar al capitalismo en las urnas y en las calles.
La experiencia histórica nos aconseja
que no debemos confiar en absoluto en esas políticas pro/capitalistas que han
fracasado y han hecho descarrilar también al régimen del 78 que se ha quedado
obsoleto y sería faltar a la verdad el no reconocer que es preciso prepararnos
para superarlo.
Debemos reconocer que ha llegado la hora
de construir ese entendimiento de las Izquierdas, para que seamos capaces de
resistir todos juntos, las presiones de la clase dominante y la burguesía pro/franquista
y sus voceros, llamando a la lucha decidida del conjunto de la ciudadanía, en
defensa del programa para la transformación socialista de la sociedad y avanzar
hacia el Estado Republicano, Federal, Democrático, Socialista, Laico e
Internacionalista, que nos facilite el camino de salida para construir ese
mundo mejor que reclama y necesita la
Humanidad.
JOSÉ MARTÍN RODRÍGUEZ.
COORDINADOR DE COMUNICACIÒN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCIA.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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