28 de mayo de 2020

EXTRACTO DE LA MEMORIA DE LA IV ASAMBLEA TERRITORIAL DE IZQUIERDA SOCIALISTA DE ANDALUCÍA. (Parte 2)


 El Partido Socialista cumple hoy 141 años de historia - TIMEJUST

 …/… (Continuación de parte 1)

.../... Estamos ante la expectativa de si se va a moderar el conflicto territorial en su gran tensión y hostilidad alcanzadas, alimentado por el potente aparato de comunicación del Estado burgués que ha disfrutado de un impresionante altavoz incluso con repercusiones en toda Europa y el resto del mundo.  Al menos por el momento habrá que esperar a comprobar si se forma un “Govern Catalá” que baje la tensión,  o la aumente o incluso si desembocará en nuevas elecciones, dado lo fraccionado y polarizado que ha quedado el arco del “Parlament de Catalunya”.

Nadie puede negar que esa “guerra de banderas” ha sacado a relucir a algunos grupúsculos semi/fascistas y otros de marcado carácter nazi-fascistas. Ha habido apoyos de otros grupos de Europa, donde existen organizaciones neonazis y nacionalistas de diversos pelajes. Esto explica que sí existe una cierta capa preocupante de elementos que pueden denominarse como “fuerzas de extrema derecha”. Esos elementos, si no gana pronto una Partido o Coalición de izquierdas que les corte el paso,  podrían ser utilizados en el próximo futuro para que jugaran el papel “paramilitar” de los falangistas en el golpe de Franco. 

Pero por ahora, a pesar de estar envalentonados con sus frases de “a por ellos” y por la impunidad de que disfrutan en sus “provocadoras acciones” de defensa del golpismo franquista, siguen siendo extremadamente débiles, aunque el Gobierno de Rajoy mira en estos temas para otro lado, lo que demuestra una “hipócrita” complicidad. 

En Europa donde la extrema derecha está más organizada contando con un peso real en las confrontaciones electorales últimas, muchos partidos de extrema derecha están cortando los lazos con el “neonazi-fascismo violento” como el caso concreto del Frente Nacional (FN)  de Marine Le Pen, que ha repudiado al fascista de su padre moderando su partido, pero no debemos confiarnos mucho pues podría tratarse de una táctica para ganar votos.

Es difícil que en Francia se pudiese repetir en estos momentos la experiencia alemana de 1933, pero el auge de las derechas Sí representa un peligro para la clase trabajadora, los oprimidos, parados, inmigrantes y otras minorías menos favorecidas.  Los pequeños grupúsculos “neonazis-fascistas” no tienen fuerzas para tomar el poder, pero están intimidando a colectivos que luchan de forma pacífica y democrática,  atacando a manifestantes y huelguistas de forma violenta, como hemos visto ya en algunas ocasiones.

Continuando el análisis de este nuevo fenómeno, existen diferencias entre la extrema derecha actual y el fascismo clásico. El proceso de Polarización, Radicalización y Politización que representa la nueva época en la que hemos entrado, al menos entre los Partidos del arco parlamentario incluidos el PP y C’s, niegan identificarse abiertamente con el término fascista o neonazi, e incluso como habitualmente dicen,  se consideran Conservadores o Liberales.   Las fuerzas que se identificaron con la llamada “extrema derecha”, como por ejemplo VoX y participan en las recientes elecciones. 

Maniobras como las de C’s que se consideraban hasta hace poco “Socialdemócratas”, cambian sus estatutos y se presentan como “Liberales”, que es ciertamente un giro a la derecha, pero para cerrarle el paso a la politización de ese ala más radical y ganar votos.   No todos los elementos bajo la etiqueta de “extrema derecha”, muchos de ellos camuflados, pueden ser  catalogados como “nazi-fascistas”, porque sus electores los abandonarían y tienen que hacer equilibrios para poder mantenerse y presentarse como políticos “respetables y honorables”, por lo que muchos que lo son, no pueden presentarse como un movimiento fascista coherente.

Los llamados “populismos”, cuyas acusaciones mutuas entre ambos grupos a “derecha e izquierda”, representa una campaña permanente de la confusión alimentada por ambos bandos, al ocultar sus programas respectivos y no querer aparecer ninguno de ellos  nítidamente en defensa de la clase a la que representan. Hemos escuchado vergonzosamente a gente del PP diciendo que representan a los trabajadores, mientras que partidos de masas, como PSOE, UP, ERC y otros,  mantienen posiciones ambiguas al querer disputarse el voto desde la izquierda hasta el centro izquierda. También están creciendo fuera de los partidos parlamentarios, los movimientos libertarios, feministas, ecologistas, animalistas y demás “…istas”, reuniéndose cuatro y un cabo y pretendiendo ilúsamente construir un nuevo partido de masas.

Esos fenómenos se dan principalmente en los campus universitarios, donde se forman grupúsculos, recayendo mayormente sobre estudiantes de familias acomodadas, que defienden las “libertades personales”, como ultraliberales que son y otros grupos sindicales o políticos similares, que tienen como misión desactivar y amenazar a “grupos de estudiantes de izquierdas” que se reclaman del “socialismo, comunismo o anarquismo”. Estas radicalizaciones y politizaciones están llevando a luchas internas dentro del movimiento estudiantil, aunque todos tienen que reconocer que el movimiento juvenil más potente y consolidado es el Sindicato de Estudiantes. 

En momentos como los actuales debemos insistir que es necesario defender de la Libertad de Expresión y demás Derechos Civiles.  Pero si bien hay una capa de liberales  que adoptan una defensa de la libertad de expresión a cualquier coste, también hay una capa en el movimiento antifascista que toma la actitud de lucha con la idea de “ninguna plataforma para los fascistas” cayendo en el error de utilizar la violencia que hace que las masas se aparten de la lucha.  

El socialismo siempre ha reivindicado movimientos de masas para impedir que los fascistas y otros grupos de extrema derecha utilicen plataformas públicas para movilizar e incitar a ataques racistas, antisindicales y antisociales. Pero la batalla contra la extrema derecha tiene que ser el producto de la lucha de masas y no pedir que se refuerce el aparato del Estado Burgués, que luego podría ser utilizado contra los trabajadores. Cuando se han aprobado legislaciones  reaccionarias siempre se han utilizado también para reprimir a sindicatos, organizaciones y partidos políticos de izquierdas.

Para el socialismo marxista y democrático no hay nada automático sobre una posición de “dejarles sin plataformas”, incluso al lidiar con grupos explícitamente fascistas. Debemos rechazar que un Estado que se dice Democrático, pueda financiar a grupos de extrema derecha o a colectivos culturales que siguen sin condenar explícitamente el Golpe de Franco y los nazi-fascismos, para evitar su expansión y poder derrotarles democráticamente antes de que consigan una posición sólida. Un Gobierno verdaderamente democrático debería haber intervenido ya para castigarles con una legislación que impida el proselitismo de la violencia nazi-fascista, porque esos elementos, sin violencia no son nada,  pero representan una perturbación para la Democracia y el Socialismo.

Esta lucha por las Libertades Democráticas no la podemos conseguir artificialmente, especialmente donde ya han llegado a un público que necesita ser alejado de este veneno,  previamente a través de un debate político en profundidad.  Hemos visto este problema en Francia y otros países de Europa, donde partidos semi-fascistas han obtenido conquistas electorales. Los grupos semi-fascistas encubiertos o mezclados con gamberros que pululan con financiación de algunos Clubs de Fútbol, están siendo tolerados por el sistema, pues todos los conocemos y padecemos, pero el PP y su pandilla no hacen nada por desactivarlos, porque algunos de ellos tienen el carnet del PP, de C’s o de otros partidos de la derecha extrema. 

Esto significaba que allá donde los medios de comunicación capitalistas usan voceros afines a esa extrema derecha, como en Radio, TV o prensa y muchas veces dan cobertura o alientan a esos grupos de “extremistas” sirviéndoles de altavoz para resaltar sus antidemocráticos comportamientos e idearios, deben ser combatidos democráticamente.  Vemos cómo combinan esas tácticas apropiadas que explican hasta dónde las fuerzas de la extrema derecha hayan podido desarrollar una base real, financiadas a través de pagos importantes de campañas publicitarias de marcas importantes, propiedad de los grandes magnates que manejan enormes fortunas y chanchullos en los citados Clubs Deportivos.

Es desde esas cavernas mediáticas donde la derecha extrema se está extendiendo más allá de pequeños circulitos de forofos deportivos y amenazan ya con echar raíces más profundas que refleja la completa desesperación de sectores “ultraconservadores” de grandes capitalistas y capas medias que se preparan ante la gravedad de la crisis capitalista que se prolonga durante más de diez años y que anuncian sus estrategas que podría sufrir una recaída ya que los factores económicos en macro economía,  empiezan a sufrir una desaceleración en los últimos trimestres.

La situación que se nos plantea a todas las izquierdas es precisamente desenmascarar la falsa idea de que perseguir a esas minorías por parte de un Gobierno de Derechas que les son afines, podría resolver los problemas. Lo necesario es una lucha unificada de la clase trabajadora haciendo un llamamiento a todos los  asalariados, parados y oprimidos contra el  capitalismo para derrotarles democráticamente mediante las luchas masivas y los votos.  Necesitamos un movimiento amplio que por supuesto debe estar acompañado de movilizaciones encaminadas hacia la preparación de una Huelga General, en defensa de un verdadero programa Social para el Cambio y también para enfrentar y prevenir los ataques físicos que la extrema derecha está llevando a cabo contra los sectores más desfavorecidos, la clase trabajadora e incluso capas medias empobrecidas por la crisis.  Es la mejor forma de que el corazón neofascista de la extrema derecha pueda quedarse aislado y así podría ser derrotado. La lucha contra el fascismo y la extrema derecha es mayoritariamente una lucha política para frenarles y desactivarles.

El crecimiento de la extrema derecha no es solo un peligro ideológico, que necesita la acción de masas para frenarles porque es una amenaza física para millones de trabajadores, por lo cual, ante futuras confrontaciones electorales, la cuestión de la violencia y la autodefensa deben ser debatidas y explicadas a las masas trabajadoras.  Algunas escaramuzas de grupúsculos con banderas preconstitucionales hostigando a manifestantes que pacíficamente reivindican en Cataluña en otras zonas, una República, con amenazas de violencia física, nos tienen que alertar de la necesidad de ampliar este debate para profundizar sobre el rol de la violencia que empieza a surgir en la extrema derecha, que todavía no es un peligro “fascista” pero que podría llegar a cristalizar, si no se explica y frena a tempo.

El Socialismo Democrático defiende totalmente el derecho de la clase trabajadora asalariada y los sectores de parados y juventud oprimidos a defendernos contra ese peligro latente. La resistencia más efectiva contra la Derecha será la unidad y organización en partidos y sindicatos de masas de las izquierdas. Enfrentarse físicamente a esos elementos cuasi-fascistas de la extrema derecha, va a ser cada vez una necesidad más imperiosa, pero limitarse individualmente o en pequeños grupos a peleas callejeras implica no afrontar la extensa lucha a la que nos estamos enfrentando.

Necesitamos defendernos no sólo frente a los fascistas, también frente a las políticas de desigualdad del PP y a los abusos de los grandes empresarios y sus políticas que producen paro miseria y desesperación, fomentando la escalada de represión policial, que es lo único que contempla la clase dominante como propuestas alternativas.  Necesitamos reconstruir la capacidad unitaria y organizativa del movimiento social para utilizar la huelga de masas, y a su vez, debatir y preparar un Programa Alternativo. El objetivo debe ser la superación del Capitalismo y por un Estado Federal, Laico, Republicano, Socialista, Plurinacional, Democrático, Cooperativo y Solidario entre todos los pueblos, para transformar la sociedad en un plano de igualdad, cooperación y apoyo mutuo.

Para ello tenemos que afiliarnos a sindicatos y partidos de izquierdas y orientarnos hacia la Unidad para enfrentarnos a esos elementos antidemocráticos, para derrotar al PP, y lo que ellos representan como defensores de la clase corrupta de los millonarios que los financian  y luchar no solo sindical y  políticamente contra las derechas sino también arrancarles el poder económico en manos de esos capitalistas corruptos que provocan la desigualdad y la desesperación agudizando las contradicciones,  que están permitiendo que crezca esa extrema derecha que si no la derrotamos a tempo nos pueden llevar a la catástrofe.


CAMINO HACIA EL SOCIALISMO.
El socialismo plantea que ese modelo capitalista es completamente injusto y fundamentalmente antidemocrático. La alternativa es el socialismo democrático para democratizar y poner las grandes palancas de las finanzas, la producción y distribución al servicio y bajo el control social, que con las nuevas tecnología, a través de la Democracia Electrónica, eso sería perfectamente posible. Para ello necesitamos un Gobierno de los trabajadores que elimine el secreto bancario y de  Estado y a la vez que democratice la gestión de las empresas, introduciendo mecanismos de autogestión y control, tanto del sector público en su totalidad, como en el sector privado empezando por las 200 compañías que son las palancas fundamentales y más necesarias para el incremento de la producción.  

Con el nivel tecnológico alcanzado, la democracia electrónica sería perfectamente posible y las decisiones y los controles sociales serian tomados por la mayoría y en beneficio de la mayoría que son las clases trabajadoras y populares, con protección y derechos de las minorías, pues toda la población gozaría de igualdad en los derechos civiles y servicios integrales, siendo el ser humano el dueño de sí mismo y de su propio destino, con el único límite al Derecho de los demás.

Las relaciones sociales estarían basadas en la Igualdad, la Solidaridad y la Libertad a la hora de la toma de decisiones y de la aplicación de los acuerdos adoptados, que se llevarían a cabo siempre atendiendo antes el bien común para eliminar los privilegios individuales y de clase.

Al avanzar hacia una sociedad genuinamente socialista mediante la práctica permanente de la verdadera democracia para resolver conflictos y contradicciones, utilizaríamos siempre el voto como el más civilizado método para resolver las controversias a todos los niveles, evitando los conflictos violentos que desembocan en guerras…/…

(Continuará mañana con la parte 3 final…)  

(*) Esta parte 2)  es un breve extracto de Memoria Política aprobada en la IV Asamblea Territorial de I.S. de Andalucía (17/3/18), que ponemos a disposición de cualquier persona que quiera recibirla en su totalidad.  Puede pedirla gratuitamente al correo de abajo poniendo en Asunto: “Memoria IV Asamblea”.


LA MEMORIA COMPLETA CONTIENE:

1)   Acta de la Asamblea.
2)   Informe de la Comisión Permanente.
3)   Documento presentado por IS PSOE MÁLAGA.
4)   Documento presentado por IS PSOE JAÉN.
5)   Documento presentado por IS PSOE HUELVA.
6)   Documento presentado por IS PSOE CÁDIZ.



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