Oímos cada día, cada noticiero, cada rueda de prensa el regreso a la nueva
normalidad.
Todos repiten el mantra, martilleando cerebros, la nueva normalidad, frase tan repetida como incoherente.
A
saber, si ese regreso sería estar como se estaba, luego de regreso nada hay.
¿Nueva,
nuevo cómo, habrá que renovar todo? ¿Nuevo para quedarse?
Normalidad,
¿A qué se refieren, a que antes no era normal? ¿Que
ahora será normal?...
Sea como fuere, la frase tira para detrás, ¿cómo que regreso a la nueva normalidad? será un nuevo tiempo o una nueva realidad o simplemente salir de cuarentena o final de escalada, pero no, siempre el mantra para que vaya calando.
Lo que está claro es que algo ha cambiado, sea real, ficticio o virtual y que abre un nuevo tiempo donde todo puede ser negro, muy negro o blanco, muy blanco, no parece haber cabida para el gris y que antes que nos pongan el microchips con control remoto, tenemos que despertar y tirar para blanco luchando contra el poderoso negro.
Llevamos años oyendo decir que la política debe cambiar, que en vez de arriba para abajo, debe revertir de abajo a arriba. Que la política real se tiene que hacer desde la municipal hacia la nacional pero parece que una cosa es el dicho y otra cómo hacer para el hecho.
Efectivamente así debiera ser, desde la célula que es el municipio, al ser que es el país.
Sea como fuere, la frase tira para detrás, ¿cómo que regreso a la nueva normalidad? será un nuevo tiempo o una nueva realidad o simplemente salir de cuarentena o final de escalada, pero no, siempre el mantra para que vaya calando.
Lo que está claro es que algo ha cambiado, sea real, ficticio o virtual y que abre un nuevo tiempo donde todo puede ser negro, muy negro o blanco, muy blanco, no parece haber cabida para el gris y que antes que nos pongan el microchips con control remoto, tenemos que despertar y tirar para blanco luchando contra el poderoso negro.
Llevamos años oyendo decir que la política debe cambiar, que en vez de arriba para abajo, debe revertir de abajo a arriba. Que la política real se tiene que hacer desde la municipal hacia la nacional pero parece que una cosa es el dicho y otra cómo hacer para el hecho.
Efectivamente así debiera ser, desde la célula que es el municipio, al ser que es el país.
Los
municipios son principio, convivencia, tejido, en ellos nacen las simientes que
más tarde se reparte por todos los órganos nutriendo al ser.
Hemos estado viviendo en un tiempo donde el beneficio se basaba en el volumen y claro, lo que poco cuesta poco se aprecia.
Hemos estado viviendo en un tiempo donde el beneficio se basaba en el volumen y claro, lo que poco cuesta poco se aprecia.
Toneladas
de alimentos, tecnología, ropa, enseres, muebles y un sin fin de productos,
cada día se tiran para adquirir otro, la basura, aunque usted no la vea, es un
gravísimo y onerísimo problema para muchos países en los que se encuentra
España.
Por otro lado tenemos el campo y la ganadería, es fantástico, se mal venden a la vez que se adquieren de otros países, la competencia es voraz pero usted también permanece ajeno a esto, por la simple razón de que su bolsillo no lo nota, usted, cada año paga más cara la lechuga o la ternera, aunque ganaderos y labriegos, a pocos kilómetros de su casa, las tira o las matan por que no tienen salida en el mercado o indignado, prefieren tirarlas que venderlas por debajo del precio que les costó producirlas.
Por otro lado tenemos el campo y la ganadería, es fantástico, se mal venden a la vez que se adquieren de otros países, la competencia es voraz pero usted también permanece ajeno a esto, por la simple razón de que su bolsillo no lo nota, usted, cada año paga más cara la lechuga o la ternera, aunque ganaderos y labriegos, a pocos kilómetros de su casa, las tira o las matan por que no tienen salida en el mercado o indignado, prefieren tirarlas que venderlas por debajo del precio que les costó producirlas.
Y yo
me pregunto, ¿Por qué desde los municipios no se fomenta la venta directa,
sobre todo ahora, en la época de venta por Internet?, o ¿Por qué los
ayuntamientos no proporcionan lugares donde puedan llevar sus productos y los
comercios cercanos puedan adquirirlos en vez de tener que ir a la capital?
Y como eso otras actividades que se realizan de forma local, fomentando la industria a pequeña escala.
Y como mi municipio es costero, voy a entrar en tema peliagudo para demostración de lo que me refería en arrimar a blanco o negro.
Veraneo
y distanciamiento. Ayuntamientos cercanos, marcando o abriendo app para
reservas.
El
problema de las playas no es el número de personas que van, el problema es que
están casi privatizadas.
Entre
terraza de chiringuito y hamacas, cuando sube la marea, no queda ni una cuarta
libre.
Los
municipios cobran suculentos impuestos por alquiler de las zonas, así que se
cobra por lo mismo dos veces por servicios y mantenimiento aunque el residente
sea el menos beneficiado, por lo que desde los 60, donde se limitaba a una fila
al fondo de la playa de toldos y sillas plegable, hemos pasado a dejar cuanto
de orilla a primera fila?, también la separación de una a otra zona ha
disminuido notablemente a causa del aumento de empresarios y ahora con lo del
distanciamiento, pedirán que se aumente metros para que salgan las cuentas del
negocio.
Pues
que sepan, que si no hubieran hamacas, no habría problema de distanciamiento o
¿Usted se pondría a menos de dos metros de alguien que no conociera de haber
espacio suficiente para no hacerlo?, ¿y cómo?, ¿habrá espacio?, pues sí, usted
paga 10 pavos por una hamaca y ¿qué hace, estar dos horas?
Otra
cosa que quizás no haya pensado, son de madera, se tocan para moverla y son
difícil de desinfectar, ¿y los colchones?, ¿se ha parado a pensar quienes antes de usted
se habrá echado allí una siesta?, sí, de esas que se te cae la baba o tenía
pérdida de orina o psoriasis o lleva todas las vacaciones sin ver más agua que
la salada, a saber.
Son auténticos vergeles de bacterias y virus, donde se acumulan de un año para otro, tanto con el bicho que mata, ¿no sería el momento de acabar con esos sacos de material radiactivo?
Pequeños comercios e industrias locales, sostenibilidad y turismo limpio y menos privatizar playas y calles por favor.
Son auténticos vergeles de bacterias y virus, donde se acumulan de un año para otro, tanto con el bicho que mata, ¿no sería el momento de acabar con esos sacos de material radiactivo?
Pequeños comercios e industrias locales, sostenibilidad y turismo limpio y menos privatizar playas y calles por favor.
Si no se puede pagar una estatua extranjera de mármol que se ponga una local de hierro y limpia la acera lo mismo da de piedra o cemento el pavimento, si a veces es más cuestión de gusto que de dinero.
En fin, no quiero seguir alargándome para que no asuste tener que leerlo.
Espero que pronto podamos empezar sin miedo, a caminar un nuevo tiempo en blanco.
Escrito por Rosario Conde.
Coordinadora Provincial de Málaga y
de la Comisión Permanente
de
Izquierda Socialista de Andalucía-PSOE.
Agrupación Socialista de TORREMOLINOS (MÁLAGA)
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