27 de mayo de 2020

EXTRACTO DE LA MEMORIA DE LA IV ASAMBLEA TERRITORIAL DE IZQUIERDA SOCIALISTA DE ANDALUCÍA. (Parte 1)


 Crónica de la IV asamblea de Izquierda Socialista de Andalucía ...

INTRODUCCIÓN. (*)

Los estrategas del  capitalismo y sus voceros tratan de convencernos de que su sistema es el mejor y el único posible, pero cada día somos más los trabajadores que pensamos que solo una transformación de esta podrida sociedad capitalista para avanzar al socialismo,  podrá asegurar un futuro digno para la humanidad eliminando la explotación y la corrupción.

Las ideas socialistas no son algo abstracto ni una utopía como insisten en afirmar, sino que es una necesidad para las clases menos favorecidas y se va concretando en el incremento de la conciencia, en el proceso de polarización en el que hemos entrado, donde millones de trabajadores de todo el mundo y sobre todo la juventud a la que les han robado el futuro como hemos visto en el Estado español, más temprano o más tarde,  prepararán una rebelión social rechazando  la ofensiva desatada por el PP que, en sus años de ataques constantes al nivel de vida y las condiciones de trabajo de los más pobres, desde que Rajoy accedió al gobierno, han sido incapaces de resolver los dos problemas principales, el social y el territorial y solo se dedican a imponer la agenda de recortes y austeridad que tanto daño ha causado a la juventud y a la clase trabajadora. 

Hemos entrado en una nueva época desde que vimos los primeros compases de las luchas desde el 15M, pasando por la lucha contra los desahucios de la PAH, las Mareas verdes, rojas amarillas, negras y de todos los colores, las Marchas de la Dignidad, las grandes oleadas de Huelgas en la Educación impulsadas por el S.E. y demás organizaciones del sector contra la nefasta LOMCE que expulsó a muchos estudiantes pobres por recortes de becas etc.. todo ello claros ejemplos de la decisión de luchar que se ven forzados a tomar  millones de trabajadores y jóvenes en defensa de lo público, por una enseñanza, sanidad, servicios sociales, pensiones, dependencia, movimiento feminista contra la opresión y  la violencia machista, lucha contra el Cambio Climático y demás movilizaciones, algunas aplazadas por el solapamiento de la crisis territorial y la lucha por la República del pueblo de Cataluña, que dista mucho de ser resuelta.  Todo esto demuestra que el modelo capitalista está enfermo, es injusto e incapaz de resolver los problemas que se le acumulan y está atrapado en la gran charca de la corrupción e inmerso en una crisis global, económica, política, social y cultural. 

LA LENTA AGONÍA DEL CAPITALISMO.

Los problemas fundamentales que presenta el capitalismo monopolista en su fase imperialista, que ha entrado en una fase de estancamiento agónico después del colapso de la crisis de 2007/08, se reduce a dos cuestiones fundamentales: a) La creciente concentración de la propiedad privada de los grandes medios de producción que agudiza la brecha de la desigualdad y b) los conflictos por las fronteras nacionales, que impiden un desarrollo de las fuerzas productivas. 

Las llamadas “Siete Hermanas de la Industria Petrolera”, son potentes multinacionales de la energía, armamentísticas y financieras que acaparan y controlan a las 200 o 300 multinacionales que manejan a la Banca mundial y someten a enormes territorios, a las grandes fábricas industriales, a los grandes almacenes de distribución, a la producción de nuevas tecnologías, la robótica, las redes sociales, los medios de comunicación, etc. Sus propietarios son cada vez un número más pequeño de la población los que toman decisiones encaminadas exclusivamente a incrementar sus beneficios privados en detrimento de los miles de millones de trabajadores y pobres del planeta, no dudando en declarar guerras sangrientas para mantener o incrementar sus posiciones hegemónicas y beneficios. 

Por ejemplo, existen estudios donde se demuestra que entre el 3% y el 5% de la población mundial son los amos de casi todo el patrimonio empresarial y controlan enormes territorios. Eso indica que la inmensa mayoría de los pueblos no forman parte de esa concentración de propiedades capitalistas ni tienen ninguna participación en las decisiones, por lo que, bajo el capitalismo, la llamada “Democracia” es una verdadera falacia. “Las ocho personas más ricas del mundo, todos hombres, acumulan en sus carteras más riqueza que la mitad de la población del mundo más pobre, unos 3.600 millones de personas”. (Fuente:  (htp://www.bbc.com/mundo/notcias-38632955)).

Un sistema que permite que un reducido número de personas controlen y sigan acumulando riquezas en ese polo de los archi-millonarios, apropiándose de las plusvalías que genera la producción de mercancías y servicios del mundo del trabajo,  es completamente injusto, porque la gente necesita para su supervivencia productos básicos que el sistema les niega porque el pobre no puede acceder al mercado si no tiene recursos.  Continúa la tendencia al monopolio y la concentración y la van a seguir utilizando y controlando para hacer funcionar ese modelo en beneficio de esa minoría y desprecian limpiamente lo que le ocurra al resto de la población. No existe ninguna justificación ética para que esto tenga que continuar así.

Porque a largo plazo, eso significa una receta acabada para que una sociedad que produce para ese 3% con tendencia a acabar en manos del 1%, continúen nadando en la abundancia, el despilfarro y la corrupción, mientras que la mayoría se empobrece cada vez más, ahogándose en el paro creciente, la miseria y la desolación de las guerras que destruyen y matan a personas inocentes, mientras que los magnates que las provocan se frotan las manos con sus ganancias, cuando los conflictos son provocados por esos mismos imperialistas en su pugna mundial por la hegemonía del poder y en defensa del beneficio privado.

El socialismo plantea que ese modelo capitalista es completamente injusto y fundamentalmente antidemocrático. La alternativa es el socialismo democrático para democratizar y poner las grandes palancas de las finanzas, la producción y distribución al servicio y bajo el control social, que con las nuevas tecnología, a través de la Democracia Electrónica, eso sería perfectamente posible. Para ello necesitamos un Gobierno de los trabajadores que elimine el secreto bancario y de  Estado y a la vez que democratice la gestión de las empresas, introduciendo mecanismos de autogestión y control, tanto del sector público en su totalidad, como en el sector privado empezando por las 200 compañías que son las palancas fundamentales y más necesarias para el incremento de la producción.  

Con el nivel tecnológico alcanzado, la democracia electrónica sería perfectamente posible y las decisiones y los controles sociales serian tomados por la mayoría y en beneficio de la mayoría que son las clases trabajadoras y populares, con protección y derechos de las minorías, pues toda la población gozaría de igualdad en los derechos civiles y servicios integrales, siendo el ser humano el dueño de sí mismo y de su propio destino, con el único límite al Derecho de los demás.

Las relaciones sociales estarían basadas en la Igualdad, la Solidaridad y la Libertad a la hora de la toma de decisiones y de la aplicación de los acuerdos adoptados, que se llevarían a cabo siempre atendiendo antes el bien común para eliminar los privilegios individuales y de clase.

Al avanzar hacia una sociedad genuinamente socialista mediante la práctica permanente de la verdadera democracia para resolver conflictos y contradicciones, utilizaríamos siempre el voto como el más civilizado método para resolver las controversias a todos los niveles, evitando los conflictos violentos que desembocan en guerras. 

Engels dijo que “El socialismo será el paso de la humanidad del reino de la necesidad al reino de la libertad”. Pero el genuino socialismo no cabe dentro del capitalismo, porque necesita una democracia social sana como el cuerpo el oxigeno, para poder desarrollar mediante métodos científicos y democráticos la planificación de los recursos materiales y económicos, que están cautivos y ociosos por el capitalismo. Eso representa un completo despilfarro estando desaprovechados para el uso social, con lo cual, mediante su liberación para la actividad colectiva del bien común, la clase trabajadora, las capas medias y los sectores más empobrecidos podrían alcanzar en poco tempo un nivel de vida digno poniendo el rumbo hacia el socialismo bajo una completa democracia sana.

El trabajo es la fuente de todo valor y por tanto, el Derecho al Trabajo debe estar garantizado por el Estado bajo un Gobierno de los trabajadores. Sería posible aplicar la reducción  y redistribución de la jornada laboral. Haciendo el cómputo anual distribuido si es necesario en 10 meses para repartir el trabajo como bien escaso hasta acabar con el desempleo inmediato.  Esa sería la forma más urgente con la cual se incrementaría el nivel de vida y bienestar de toda la humanidad, dado el enorme auge que alcanzaría la producción mecanizada, utilizando la robótica y los nuevos descubrimientos científicos en un breve plazo de años.

 Es posible acabar con el problema de la vivienda para atender a los “sin techo”, porque todo ser humano tiene derecho a tener una casa donde vivir dignamente. Debe garantizarse un nivel  de educación total desde la infancia, pero cambiando el modelo porque sería más rentable para la sociedad socialista educar a los niños para la cooperación y no para la competitividad  como plantea el capitalismo. La competición sería propia  para la educación física, el deporte y el ocio.

La Sanidad Pública se marcaría el objetivo de curar y erradicar las enfermedades a través de financiar la investigación científica con recursos suficientes.  El ser humano evolucionaría hacia la completa emancipación una vez liberados de las presiones de la necesidad y así todas y todos podríamos dedicar el tempo libre a nuestro desarrollo personal integral,  mejorando nuestra personalidad psíquica e intelectualmente, dedicando parte de nuestra actividad a un ocio cultural y recreativo: música, arte, literatura, ciencia, filosofía,  en un proceso integral, ocupándonos de la ayuda mutua de unos seres a otros para vivir una vida digna como seres humanos.

CRÍTICA A LA “GUERRA DE LAS BANDERAS”.

En la guerra de las banderas, entre el bloque independentista catalanista y el bloque constitucionalista españolista, se desató una virulenta controversia, inundando las redes,  con acusaciones de uno y otro lado, tratándose ambos bandos de fascistas unos a otros.  La preocupación por la violencia está revelando una confusión popular de qué significa realmente el fascismo, que requiere un análisis mucho más profundo que no se puede terminar en este comentario, sino que invitamos a todas las corrientes políticas, sindicales y sociales a profundizar en el debate de forma democrática, sin exageraciones ni insultos.

Las tensiones vividas han exasperado la cuestión y las explicaciones populares, a menudo se han expresado como comparaciones ideológicas o psicológicas superficiales entre figuras como Rajoy o Puigdemont, comparándolos con figuras históricas como Franco, Hitler o Mussolini. Ese tipo de calentamiento en el debate han pintado a cualquier político de derechas como un fascista lo que provoca a menudo,  con una utilización no correcta, un terror que amilana  a los ciudadanos y cumple el objetivo de mantenernos alejados de participar en la acciones civiles, no votando a ningún partido ante el miedo a la polarización y el enfrentamiento y el desprecio a la acción política que refuerza a la reacción. 

El fascismo se puede entender para comprenderlo mejor, sino es como un movimiento social y no por actitudes individuales de tal o cual persona y sobre todo, no solamente haciendo una lista de paralelismos de rasgos psicológicos de ciertos elementos.  El análisis marxista aborda la cuestión con seriedad, como lo hacía en los años 30 cuando el fascismo estaba en su apogeo.  Las economías capitalistas habían entrado en una crisis muy profunda y principalmente en Alemania e Italia, donde de la descomposición del capitalismo,  surgió el nazi-fascismo.

Tras aquella crisis tan profunda que desencadenó la Guerra Mundial, produciendo convulsiones sociales y estallidos revolucionarios masivos la lucha obrera se agudizó.  A pesar de que la clase obrera sufrió una serie de derrotas, el sistema capitalista era incapaz de resolver y dar una salida a la crisis económica que deterioró la situación social, con paro y pobreza crecientes.  Por tal motivo, la cuestión de la Revolución Social, se planteaba con fuerza en el contexto de la llamada Gran Depresión  agudizada posteriormente tras el estallido de crisis por el derrumbe de las bolsas  en 1929.

Existen diversas definiciones del fascismo, entre otras,  que el “fascismo es el capitalismo químicamente puro” y aprovechando el déficit de las direcciones de las izquierdas y su división, los movimientos fascistas de Mussolini, Hitler y Franco desarrollaron movimientos masivos cuyo propósito era liquidar físicamente a todas las organizaciones de la clase trabajadora para salvar al capitalismo ahogando en sangre al movimiento obrero y derrotándolo.  El fascismo se apoyaba en la arruinada clase media desesperada por la crisis y en la recluta del lumpen/proletariado y sirvió a los intereses de las grandes empresas, con matones de camisas pardas y los sicarios pistoleros “rompe huelgas”,  haciéndoles el trabajo sucio a los capitalistas que éstos eran incapaces de hacer,  pero si financiar.

El nazi-fascismo solo puede triunfar como fuerza de masas y necesita por tanto aplastar a las organizaciones de la clase trabajadora, comprando a sus dirigentes y amedrentando  o destruyendo a las masas de izquierdas de la clase obrera. Es preciso reconocer que la situación actual no es la misma que la de 1930.  Si esos dirigentes acusados de fascistas, como Rajoy, Rivera, Puigdemont y otros, (Hoy Vox y su PPandilla)   fuesen realmente dirigentes de un fascismo genuino con matones y pistoleros, la izquierda sindical y política no estaría organizada y no podría protestar públicamente, aunque sus dirigentes  están algo dormidos y no practican su cometido, como es utilizar los Derechos Civiles para  exigir nuestras reivindicaciones con fuerza, pero muchos colectivos minoritarios sí lo hacen, aunque de forma atomizada. 

No sabemos si Rajoy hubiese tenido suficiente apoyo de masas en la población para haber aplicado el Artículo 155, si hubiese existido un potente movimiento de masas reivindicando a su vez la República en el resto del Estado,  pues actuó de forma burocrática, judicializando la política, rechazando el diálogo y utilizando en exceso a la Policía, los Mossos d’Escuadra y la Guardia Civil, que no es en concreto equivalente a un “ejército de paramilitares” de camisas pardas o falangistas delatores y sanguinarios, para aplastar a la oposición de izquierdas, pero que para una Democracia Sana, se han excedido en la represión como pudo ver toda Europa el 1-O.  En  realidad, el movimiento social en Catalunya comenzó como una reivindicación “nacionalista” evolucionada hacia el separatismo, pero no es una lucha frontal de la “clase trabajadora contra el Estado burgués”…/…

(Continuará mañana con la Parte 2)

 (*) Esta parte 1)  es un breve extracto de Memoria Política aprobada en la IV Asamblea Territorial de I.S. de Andalucía (17/3/18), que ponemos a disposición de cualquier persona que quiera recibirla en su totalidad.  Pedirla gratuitamente al correo de abajo poniendo en Asunto: “Memoria IV Asamblea”.


LA MEMORIA COMPLETA CONTIENE:
1)   Acta de la Asamblea.
2)   Informe de la Comisión Permanente.
3)   Documento presentado por IS PSOE MÁLAGA.
4)   Documento presentado por IS PSOE JAÉN.
5)   Documento presentado por IS PSOE HUELVA.
6)   Documento presentado por IS PSOE CÁDIZ.

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