En las últimas décadas hemos vivido un crecimiento económico y tecnológico sin precedentes, pero no se ha producido un verdadero desarrollo armonioso, un verdadero desarrollo humano, sino todo lo contrario, como intentamos demostrar con este trabajo, porque el concepto de desarrollo es el proceso por el cual una sociedad mejora las condiciones de vida de sus ciudadanos, a través de un incremento de los bienes con los que puede cubrir sus necesidades básicas y complementarias, acompañado de la creación de un entorno en el que se respeten los derechos humanos de todos ellos. Si analizamos profundamente esos aparentes éxitos del capitalismo, que ahora, dialécticamente se han convertido en su contrario con estrepitoso fracaso del modelo liberal, hundimientos bursátiles, bancarrotas empresariales y quiebras de algunos Estados podremos acercarnos más a la comprensión de la realidad.
Ha habido un crecimiento desaforado con acumulación de riqueza en un polo, pero frente a esa isla de riqueza existen enormes océanos de pobreza, miseria y desolación, con guerras y hambrunas permanentes en muchos de los países del mundo. Los datos de los organismos oficiales nos muestran las tremendas desigualdades que se están alcanzando; como muestra aportamos una breve comparativa entre las rentas percibidas por los países más ricos y los más pobres en el ranking mundial de la renta per cápita.
La Rente per Cápita anual de los 10 países más POBRES del mundo en 2008 (En dólares USA) era:
Nº 173) Sierra Leona: 332 $. Nº 174) Etiopia: 324$. Nº 175) Malawi: 313$. Nº 176) Eritrea: 295$. Nº 177) Guinea-Bisau: 264$. Nº 178) Liberia: 212$. Nº 179) República Democrática del Congo: 184$. Nº 180) Burundi: 138$. Nº 181) Montenegro: n/d. Nº 182) Zimbabwe: n/d.
(Los números del 173 al 182 corresponden al lugar final que ocupan en la tabla general de países. Como se puede observar en los dos últimos, ni siquiera existen estadísticas).
La Rente per Cápita anual de los 10 países más RICOS del mundo en 2008 (En dólares USA) era:
Nº 1) Luxemburgo: 113.044 $. 2) Noruega: 95.062 $. 3) Qatar: 93.204 $. 4) Suiza: 67.385 $. 5) Dinamarca: 62.626 $. 6) República de Irlanda: 61.810 $. 7) Islandia: 55.462 $. 8) Emiratos Árabes Unidos: 54.607 $. 9) Suecia: 52.790 $. 10) Países Bajos: 52.019 $. (Números del 1 al 10 son los primeros lugares del Ranking mundial de renta per capita.)
La renta media de Luxemburgo es 819 veces superior a la de Burundi. Un breve análisis de esos países más pobres nos da una media de 206,2 $USA de renta anual mientras que los más ricos superan la cifra de 70.800 $USA al año. La media de los ingresos de los ricos en renta per cápita anual es un 343 % más que la de un pobre. Si tenemos en cuenta que incluso en los países más pobres también hay algunos ricos, la pobreza extrema que representa este estudio es realmente intolerable. El hombre más rico del mundo es el mexicano Carlos Slim, que según la Revista Forbes posee una fortuna de 53.500 millones de dólares, mientras que en México, 53 millones de personas (49,3 % de la población) viven en la extrema pobreza. La riqueza de ese individuo equivale a las rentas de 290 millones de personas de los países más pobres.
Este empeoramiento de las condiciones de vida de las masas demuestra el callejón sin salida en el que se encuentra el sistema, porque esto no es una situación de miseria y paro temporal, sino una acumulación de pauperización progresiva. Los ricos, cada vez son más ricos y los pobres más pobres. El paro y la inflación son crónicos y el sistema padece esas enfermedades que se han cronificado como el Sida en el propio modelo capitalista que corroe y destruye el cuerpo social. Cada vez más, esta terrible epidemia del paro forzado, de explotación de unos países ricos contra los pobres y de los empresarios contra los obreros, lanza a la miseria y a la desesperación a cada vez más seres humanos, ataca incluso a sectores sociales de la pequeña burguesía que pensaban estar a salvo de estas terribles calamidades sociales.
El sistema capitalista se encuentra ante fuerzas que no puede controlar, incluso teniendo a su merced todos los mejores economistas, científicos, filósofos y estrategas que acumulan el inmenso avance del conocimiento y la tecnología nunca alcanzados antes en el planeta Tierra, las desigualdades son escandalosas.
En las cuatro zonas capitalistas más potentes, el número de parados oficiales ha seguido creciendo, alcanzando más de 74 millones, con EEUU a la cabeza contando 30 millones de desempleados, la U.E con 23, Japón con 3 y China con 18. La crisis ha originado más de 50 millones de parados en 2009, alcanzando la cifra oficial de 230 millones. A esto hay que sumar el desempleo crónico y la miseria de los países más empobrecidos, donde las cifras ofrecidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dan el dato de 1.500 millones de pobres. Según otro informe de la OIT de 2009, “cerca de 200 millones de trabajadores de las economías en desarrollo podrían pasar este año a las filas de la pobreza extrema”. Otro informe de la FAO indica que “el Planeta superó los 1.000 millones de desnutridos en 2009.
Los ciudadanos se enfrentan al futuro cada vez con más pánico, ansiedad y a veces con verdadero terror. Se ha perdido la confianza en el liberalismo que ha demostrado su fracaso ante los ojos de las masas. La política desarrollada por las “socialdemocracias” ha sucumbido también, una vez más, ante la imposición del imperialismo que les marca su hoja de ruta. El malestar y el miedo se han apoderado igualmente de la clase dominante. Los estrategas del capitalismo se han quedado sin paradigma. En periodos anteriores confiaban bien en John Maynard Keynes, bien en Milton Friedman, y aunque dando bandazos, existían los teóricos de esas dos escuelas de economía que parecían tener alguna lucidez, pero ahora andan todos como pollos sin cabeza al percatarse que han tirado el agua de la bañera con el bebé dentro y se están dando cuenta que el sistema está metido en una senda con enormes dificultades, cuyas magnitudes desconocen completamente, porque toda esa “economía de casino” ha fallado estrepitosamente debido a sus propias contradicciones, agravadas por las falsificaciones colosales.
El reflejo de esa crisis capitalista se nota en los partidos políticos, en el desprecio a las ideologías, en el derrumbe moral de las Iglesias, en el estancamiento de la ciencia y de la filosofía por el recorte brutal de los presupuestos que debieran dedicarse a la investigación y al desarrollo, pero que están siendo recortados, porque la aplicación de los dos modelos económicos antes mencionados siguen deteriorando la situación allí donde son aplicados.
Existen dos potentes frenos que impiden el desarrollo de las fuerzas productivas en la sociedad actual, que son la propiedad privada y las fronteras nacionales. Esta última barrera la han intentado saltar con la “globalización” y la “ingeniería financiera”, que han significado los eufemismos de la estafa colosal que ha representado su política de rapiña, cuyos abusos les estalló en las manos cuando la burbuja financiera e inmobiliaria pinchó en el verano de 2007 en EEUU.
La recesión en la que el capitalismo ha sumido a la humanidad es mucho más profunda de lo que quieren aparentar, porque manteniendo los secretos bancarios y los secretos de Estados, nunca sabremos la verdad. La recuperación va a ser larga, costosa y dramática en algunos aspectos. Las condiciones objetivas para salir de la crisis en bases socialistas, desde un punto de vista objetivo, están maduras desde hace tiempo. La dificultad está en la debilidad del factor subjetivo, que viene representada por la crisis de las direcciones de los partidos de izquierdas, su falta de perspectivas, estrategias y tácticas adecuadas.
El comercio mundial ha sido uno de los factores principales que había permitido al capitalismo sufrir el espejismo de que se habían superado las contradicciones inherentes al propio sistema; idea que había sido asumida asimismo por las propias direcciones del movimiento obrero. Hicieron un paralelismo grosero, con el caos económico que ocurrió en el corto período de entre guerras y se auto-convencieron que habían conseguido controlar los ciclos económicos y las crisis sistémicas.
Ese periodo entre las dos grandes guerras estuvo acompañado de crisis y convulsiones sociales que desembocó en las masacres imperialistas de la II Guerra Mundial, de la que los EEUU salió fortalecido de las terribles contiendas, porque las guerras son terribles, pero terriblemente sangrientas para los soldados que batallan y terriblemente rentables para las potencias y los potentados capitalistas que las dirigen y las ganan.
A partir de 1945 los Estados Unidos, con la excusa de impedir la expansión de la URSS y a la vez sofocar los movimientos revolucionarios que se daban en toda Europa, obligó a todas las potencias a través del acuerdo de Bretton Woods y del GATT a bajar sus aranceles e implantar la “libre circulación de mercancías”, fomentando un enorme mercado mundial “globalizado” que permitió, cebando la bomba de la creación del “dinero fiduciario” el enorme desarrollo económico experimentado desde 1948 hasta la primera gran crisis de la post guerra de 1973.
Para un cierto sector de la clase trabajadora, sobre todo de los países de la OCDE, hubo un considerable aumento del nivel de vida. Es cierto que a veces un enfermo puede experimentar mejorías repentinas, que parecen presagiar una curación, pero es el preludio de una fatal recaída. Si no se supera el orden social capitalista, períodos de crisis cada vez más agudas y convulsivas son inevitables, dada la tendencia al empobrecimiento general de las masas provocada por el declive del capitalismo senil en su fase agónica en la que hemos entrado (…)
…/…(Mañana será publicada la Parte 2/3 de CAPITALISMO EN DECADENCIA).
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE
is-psoe.malaga@terra.es
21 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario