(Recomendable leer la parte 2) de ayer y anterior)
INCAPACIDAD, DUDAS Y TRAICIONES:
“En la zona republicana, las condiciones
para acabar definitivamente con el capitalismo no podía ser más favorable. “Las
conquistas de julio a octubre de 1936 en lo referido a incautaciones de la
propiedad capitalista, tanto de fábricas como de tierras, y la extensión del
control obrero sobre la actividad productiva fue mayor que la realizada por los
bolcheviques en los meses inmediatamente posterior a octubre de 1917”.
La edificación de un estado obrero, con
una economía colectivizada y planificada permitiría lanzar una guerra
revolucionaria que aplastara al fascismo y que extendiera la revolución
internacionalmente, Sin embargo, los dirigentes obreros actuaron en un sentido
diametralmente opuesto.
El gobierno del Frente Popular era una
coalición interclasista entre republicanos burgueses que sólo se representaban
a sí mismos (pero a los que se les había
concedido la totalidad de los ministerios en 1936), POE, PCE y POUM entre
otros.
Obviamente, los republicanos burgueses
no tenían la menor intención de acabar con el capitalismo. No era esa tampoco
la intención de los dirigentes reformistas del PSOE. Y en lo relativo a la
estalinizada dirección del PCE, su actuación ordenada desde Moscú, estaba
dirigida a salvaguardar los intereses de la casta burocrática de la URSS independientemente de si eso suponía
traicionar la revolución española.
Por su parte, la CNT no había
participado en el Frente Popular. Se trataba de la principal organización
obrera del país, con 1.5 millones de afiliados y en consecuencia, la que tenía
mayor responsabilidad en el destino de la revolución.
Como reconoció el propio Companys ante
los dirigentes de la CNT en el Palacio de la Generalitat: “”Hoy sois los dueños
de la ciudad y de Catalunya, porque sólo vosotros habéis vencido a los militares
fascistas (…) todo está en vuestro poder. Si no me necesitáis o no me queréis
como presidente de Catalunya, decídmelo ahora.””.
Sin embargo, la dirección cenetista
actuó de forma idéntica a las demás organizaciones. En lugar de tomar el poder
y destruir completamente el aparato del Estado, decidieron mantener a Companys
y entrar en su gobierno. Esta acción fue decisiva para que la burguesía, no sin dificultades y
utilizando la autoridad de los dirigentes obreros, pudiera reconstruir, paso a
paso, el Estado burgués.
STALIN CHANTAJEA A LA REVOLUCIÓN.
El gobierno francés y británico estaban
interesados en el descarrilamiento de la revolución, asi que se negaron a
enviar armas al campo republicano firmando el pacto de no intervención.
Por su parte, la Italia Fascista y la
Alemania nazi armaban generosamente a los ejércitos de Franco, de manera que el
único país que suministraba armamento al bando republicano era la URSS. Esta
circunstancia fue usada por Stalin para chantajear a los trabajadores
españoles.
En aquel momento Stalin pretendía forjar
una alianza con Francia y Gran Bretaña para defenderse de la Alemania Nazi.
Pero para granjearse el apoyo de esos dos gobiernos, tenía que dejarles claro
que él no pretendía estimular procesos revolucionarios en sus países ni en
ningún otro.
Y para atestiguar que era un buen chico,
dispuesto a respetar la propiedad de los capitalistas, sólo enviaba armas a aquellos
ejércitos que se limitaban a defender la democracia burguesa y se opusieran a
las colectivizaciones tras las líneas republicanas.
Así que las organizaciones españolas
dirigidas por Stalin actuaron siempre buscando no contrariar a la burguesía de Francia
y Gran Bretaña.
La sublevación militar del 18 de julio
había triunfado finalmente en pocas zonas, desconectadas entre sí. Los días
inmediatamente posteriores, Franco enviaba desesperadamente tropas desde
Marruecos a la península a través de un puente aéreo.
En ese momento el Gobierno republicano
podía haber concentrado toda la flota de guerra en el Estrecho y acabar
fácilmente con el puente aéreo. Sin embargo, el gobierno derechista británico
exigió que no se interfiriera en la libre navegación del Estrecho de Gibraltar
y así se hizo.
Otra consecuencia dramática de la política de contentar a la burguesía
anglofrancesa fue la negativa del gobierno republicano a conceder la
independencia a Marruecos. El revolucionario bereber Abd-el-Krim estaba dispuesto
a volver a Marruecos y dirigir una insurrección contra Franco, pero el gobierno
republicano no quería disgustar a Francia, país con amplias posesiones
coloniales en el Magreb.
RECONSTRUCCIÒN DEL ESTADO BURGUÉS.
Tras la revolución del 18 de julio, las
empresas habían sido colectivizadas. Sin embargo, las organizaciones obreras no
quisieron completar el proceso tomando el Estado y sustituyendo el gobierno
formal por un gobierno de delegados obreros elegibles y revocables.
Urgía tomar el control del Banco de
España (que poseía las segundas reservas de oro del mundo), coordinar los
comités obreros que habían surgido por todo el país, y desarrollar un plan
centralizado de producción, coordinando todas las fábricas.
En lugar de ésto, los dirigentes de los
partidos y sindicatos obreros se volcaron en la tarea de reconstruir el Estado
burgués e ir acabando paulatinamente con los comités y las colectivizaciones.
Todas las organizaciones participaron en este proceso contrarrevolucionario.
La iniciativa la llevaba la dirección
del PCE, pero paulatinamente entraron a formar parte del Gobierno todas las
organizaciones, incluyendo CNT (primero en la Generalitat de Catalunya y
posteriormente, con cuatro ministros en el gobierno de Largo Caballero) y POUM
(en la Generalitat, del que fue expulsado en diciembre de 1936 por las
presiones estalinistas.
Para acabar con el poder de los comités
se emplearon varios métodos, entre otros, el boicot gubernamental a las
industrias colectivizadas: por una parte se les negaban créditos, y por otra,
no se les compraba la producción. Ejemplo de ello era la compra de uniformes en
el extranjero por parte del Gobierno de la Republica, en lugar de a la
industria textil catalana.
Simultáneamente se fueron dando todos
los pasos para reconstruir un ejército burgués clásico en el lado republicano,
acabando con las milicias obreras, las únicas que habían logrado éxitos contra
Franco. (Ver película “Tierra y Libertad”).
Por supuesto, para vencer era necesario
un ejército centralizado. Pero para alcanzar la victoria ese ejército debería
ser un ejército revolucionario, que expropiara a los capitalistas a medida que
arrancaba territorios a los fascistas.
El ejército republicano, el único armado
por Moscú, hacía precisamente lo contrario. Sólo durante la heroica defensa de
Madrid, en el otoño del 36, cuando la burocracia soviética se jugaba todo su
prestigio, se decidieron a usar métodos revolucionarios, armando a los
trabajadores y basándose en los comités obreros. Pero rápidamente se volvió a
la política anterior, de limitar la lucha a la defensa de la república burguesa
y a abortar cualquier intento de avanzar en la lucha contra el capitalismo.
LEVANTAMIENTO OBRERO EN BARCELONA.
La contrarrevolución que se estaba
llevando a cabo en la zona republicana estaba provocando la derrota militar. La
vanguardia de la clase obrera se encolerizaba viendo cómo se destruían
paulatinamente realizaciones revolucionarias.
“”La técnica de represión siempre es la
misma. Camiones llenos de guardias de asalto que entran en el pueblo como
conquistadores. Registros siniestros de las organizaciones de la CNT. Anulación
de los consejos municipales donde la CNT está representada. Saqueos, registro y
arrestos. Toma de los alimentos de las colectividades. Entrega del campo a sus
antiguos propietarios””.
FINALMENTE EL CHOQUE INEVITABLE SE PRODUJO EN BARCELONA.
En mayo de 1937, el gobierno republicano
intentó desalojar a los trabajadores cenetistas de la central Telefónica, punto
estratégico de las comunicaciones que hasta ese momento funcionaba bajo control
de un Comité Obrero.
El enfrentamiento armado entre la
Guardia de Asalto y los milicianos que custodiaban la central fue la chispa que
provocó el incendio. Miles de obreros asqueados con la contrarrevolución
interna dijeron basta y tomaron las armas, 10.000 de ellos participaron en las
barricadas. El levantamiento se extendió por toda Catalunya y militantes
cenetistas y del POUM tomaron los locales de los estalinistas.
Las direcciones de CNT y del POUM tenían
en sus manos el haber impulsado esta revuelta a toda la zona republicana,
acabando definitivamente con el capitalismo y lanzando una guerra
revolucionaria victoriosa contra Franco.
Pero en lugar de eso se dirigieron
desesperados a los obreros durante días para que levantasen las barricadas y se
desarmasen. Cuando lograron convencerles, el gobierno republicano envió
guardias de asalto desde Valencia que provocaron 500 muertos al enfrentarse a
los obreros. La contrarrevolución había triunfado definitivamente y las
cárceles republicanas se llenaron de militantes de CNT y POUM.
LA CONTRARREVOLUCIÒN PROVOCA LA DERROTA MILITAR.
Para vencer a Franco las masas debían
sentir que luchaban por conquistar una vida digna de ser vivida. La defensa de
la “república democrática”, en
abstracto, no le decía nada a millones de campesinos sin tierra, ni a los trabajadores
en las ciudades.
Pero esos campesinos y trabajadores
demostraron luchar heroicamente para defender las tierras colectivizadas y las
empresas ocupadas. Esa era la clave para vencer al fascismo: ACABAR CON EL
CAPITALISMO EN LA ZONA REPUBLICANA.
“”En la guerra civil china, las fuerzas
de Mao eran insignificantes comparadas con el ejército de Chiang Kai-Shek,
armado por los EEUU. Basándose en una consigna revolucionaria simple (“”La
tierra para los campesinos””), consiguió ganarse a las masas rurales.
Incluso ofreció parcelas a los soldados
del ejército de Chiang. Divisiones
enteras se pasaron a los rojos y las fuerzas de la reacción, simplemente se
diluyeron””.
Lejos de esto, la actuación del ejército
republicano en España, devolviendo las tierras y las empresas a sus amigos los
terratenientes, hundió la voluntad de la lucha contra Franco.
El triunfo definitivo de la
constrarrevoluciòn en el campo republicano, selló el destino de la guerra. En
Marzo de 1939, las tropas franquistas tomaron Madrid y Valencia y comenzó la
pesadilla.
La victoria franquista no se debió a una
correlación de fuerzas favorable a la reacción (ni desde el punto de vista
político, ni social, ni siquiera militar), ni mucho menos a la inmadurez de la
clase obrera, sino exclusivamente a los errores políticos y estratégicos de las
direcciones de las organizaciones de la izquierda.
Concluimos este análisis sintético de nuestra historia con la frase que lo comenzamos: “”El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Comprender las causas de esta derrota nos preparará
para alcanzar la victoria.
Extracto de Libros de la Fundación de Estudios Socialistas Federico Engels:
1.- La revolución inconclusa. El movimiento anarcosindicalista (Autor:
Victor Taibo)
2.- Poder Obrero y
Contrarrevolución. (Autor: Juan Ignacio Ramos.
3.- Revoluciòn y Contrarrevolución en España. (Autor: Felix Morrow).
4.- Rusia: De la revolución a la
Contrarrevolución. (Autor: Ted Grant)
NOTA: Cualquier persona interesada en adquirir algún libro pude dirigirse al
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