En el mes de marzo del año 2000, sesenta haitianos se lanzaron a las aguas del mar Caribe en un barquito de morondanga. Los sesenta murieron ahogados. Como era una noticia de rutina nadie se enteró. Pero esos sesenta haitianos habían sido cultivadores de arroz y los cultivadores de arroz en Haití han sido condenados a convertirse en balseros o mendigos desde que el Fondo Monetario Internacional prohibió los subsidios que el Estado proporcionaba al arroz nacional.
El Fondo Monetario Internacional, que es un organismo bastante distraído, se olvidó de prohibir los subsidios al arroz que el Gobierno de los Estados Unidos otorga a la producción nacional y ahora Haití compra su arroz en los Estados Unidos.
EDUARDO GALEANO.
16 de febrero de 2010
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