””Argentina
abraza a la ultraderecha El economista Javier Milei, ha arrasado este domingo en la segunda vuelta
de las elecciones en Argentina al lograr el 56% de los votos frente a Sergio
Massa, que ha sacado el 44% con el 99% escrutado. En el discurso de la
victoria, Milei ha anunciado: “Hoy empieza la reconstrucción de Argentina.
(...) Hoy termina el modelo empobrecedor del Estado omnipresente”. Massa,
ministro de Economía en un país con el 142% de inflación interanual ha admitido
su derrota antes incluso de la difusión de los resultados oficiales. Ha sido un
volantazo sin precedentes. Y Argentina se enfrenta ahora a lo desconocido,
subido a la estela que ya transitaron Donald Trump en Estados Unidos y Jair
Bolsonaro en Brasil. Munido de una motosierra, el economista llamó durante la
campaña a “exterminar a la casta política”, a la que acusa de la crisis
económica perpetua que devasta Argentina…/… (Fuente:
elpais.com/argentina2023/11/19/elecciones-en-argentina)
Albert Einstein dijo una vez: “No podremos resolver los problemas que
tenemos hoy pensando de la misma manera que pensábamos cuando los provocamos”.
Por tanto, la solución a estos graves problemas ecológicos provocados por la aplicación
del “pensamiento capitalista” del lucro privado, no podrán venir nunca
aplicando el mismo modelo anárquico de la “libre empresa”.
Cunde la alarma sobre el Resultado de las Elecciones en Argentina, incluso
el Papa, argentino él, está bastante
alarmado y ya hizo hace unos meses unas declaraciones, cuyo vídeo corre por las
Redes Sociales, recordando lo de Hitler, diciendo entre otras cosas: …/…””Se llamaba Adolfo y todo el mundo dijo, probemos con éste que nadie lo conoce,
no conocemos sus raíces, no conocemos sus convicciones, y todos votaron a
“Adolfito” y así terminamos”. En una
entrevista a mediados de 2023, el Papa Francisco comparó ya al candidato Milei
con Adolfo Hitler, pese a lo cual, éste ha ganado las elecciones, lo que
demuestra que, incluso con el voto obligatorio, la recomendación del Papa no ha
servido para nada.
La humanidad necesita y depende del desarrollo tecnológico. La emancipación
del ser humano significa pasar del reino de la necesidad al reino de la
libertad, como dijo Marx y esto se logra inventando nuevos recursos técnicos
que reemplacen cada vez más tiempo de trabajo humano. Pero el desarrollo
técnico debe ser planificado y conducido de manera armónica y amigable con la
naturaleza.
Esto lo entendieron perfectamente Marx y Engels, que desarrollaron el
materialismo dialéctico cuando las ciencias estaban dando sus primeros pasos,
pero que ya intuyeron los problemas a los que la humanidad se tenía que
enfrentar. Marx, a quien todos asociamos con la economía, estaba también
preocupado por el desarrollo de la agricultura. En El Capital, tomo I, denuncia
cómo el ciego afán de beneficio había agotado el suelo de Inglaterra lo que
provocaba tener que abonar los campos con guano importado de Perú.
Por otro lado, el concepto que usaba para definir la relación del hombre
con la naturaleza a través del trabajo, era el del metabolismo: "El
trabajo es, antes que nada, un proceso que tiene lugar entre el hombre y la
naturaleza, un proceso por el que el hombre, por medio de sus propias acciones,
media, regula y controla el metabolismo que se produce entre él y la
naturaleza. Se enfrenta a los materiales de la naturaleza como una fuerza de la
naturaleza. (...) A través de este movimiento actúa sobre la naturaleza
exterior y la cambia, y de este modo cambia simultáneamente su propia
naturaleza...".
Pero también Marx nos advierte en otra parte:
".../...No
nos alabemos en exceso por nuestras humanas victorias sobre la naturaleza. Por
cada una de ellas se toma la naturaleza su revancha contra nosotros. (...) Se
nos recuerda así a cada paso que en modo alguno dominamos la naturaleza como
domina un conquistador un pueblo extraño, como alguien que estuviese fuera de
la naturaleza; sino que con nuestra carne, sangre y cerebro pertenecemos a la
naturaleza, existimos en medio de ella, y toda nuestra supremacía consiste en
el hecho de que tenemos la ventaja, respecto a todas las demás criaturas, de
ser capaces de aprender sus leyes y aplicarlas correctamente".
La mejor forma, sino la única de empezar a resolver el drama del
calentamiento global, y terminar con las guerras, es cambiando la forma de
organización social y económica. La solución a los acuciantes problemas del
mundo sólo se puede lograr con un sistema socioeconómico que esté bajo el
control consciente de la gente. El problema no es que haya un límite inherente
al desarrollo, sino un sistema de producción caduco y anárquico que despilfarra
vidas y recursos, que destruye el medio ambiente y que impide el pleno
desarrollo del potencial que existe en la ciencia y la tecnología.
La lucha por el socialismo es también una lucha por el respeto al medio
ambiente. Nosotros defendemos que el movimiento obrero organizado en sus
sindicatos de clase y partidos de izquierdas tenemos que coger con nuestras
propias manos la lucha para poner fin a la destrucción del medio ambiente a la
que nos arrastra el sistema capitalista, corrupto, degenerado y decadente.
Consideramos que la mejor alternativa es la lucha por una sociedad libre de
toda opresión, donde la producción esté planificada democráticamente por los
propios trabajadores, para resolver la cuestión social y los problemas de la
humanidad, pero para ello la economía debe estar dedicada no para aumentar los
beneficios de una minoría que son los capitalistas, sino para satisfacer las
necesidades de la mayoría que representamos la clase trabajadora y los pobres.
Con una planificación científica podríamos utilizar de una manera racional
y apropiada los recursos de la naturaleza en beneficio de la humanidad en su
conjunto. Entonces sería cuando la ciencia y la tecnología encontrarían su
mayor campo de desarrollo aplicando todos los enormes avances conseguidos en
los últimos decenios.
Tenemos algunas discrepancias con algunos sectores “ecologistas” cuando
plantean que la defensa del medio ambiente entra en contradicción con el
desarrollo de las fuerzas productivas. Esa falsa idea de que es preciso un
modelo social “austero” está calando y es aceptada por algunos “progres”,
algunos “reformistas”, algunos “social liberales” que han tragado el anzuelo
del discurso de la clase dominante. Pero para los que seguimos luchando por el
bienestar social, por el aprovechamiento de la ciencia y del conocimiento, así
como para que la economía sea puesta al servicio de la humanidad, el mundo de
la abundancia es posible, pero superando el sistema capitalista y poniendo las
bases para la transformación socialista.
Con los recursos económicos socializados y gestionados democráticamente al
servicio de todos, el crecimiento de la producción, la introducción de la
ciencia y la robótica en las empresas de economía social y democráticamente
gestionadas, podrían resolverse los problemas del conjunto de la población del
planeta, incluyendo una defensa científica del medio ambiente, a condición de
que nos liberásemos del sistema que busca el máximo beneficio para unos pocos.
En un sistema de economía socialista planificado democráticamente, el
crecimiento del bienestar económico y social iría estrechamente vinculado a la
defensa de los recursos del medio ambiente y a la conservación y regeneración
de la naturaleza.
Por desgracia vemos que algunos partidos que se dicen
“verdes”, que dicen defender los principios del ecologismo y que dicen actuar
para combatir la degradación del medio ambiente, en la medida que son
defensores del libre mercado, que se quedan dentro del marco capitalista
aceptando sus reglas, se convierten irremediablemente en colaboradores
necesarios y agentes directos o indirectos de la burguesía, sean conscientes o
no de este hecho””…/…
ÁREA DE COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCIA.
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