25 de septiembre de 2023

¿HABRÁ UNA RECESIÓN?

 


      Tanto en los países capitalistas desarrollados como en otras partes del planeta, hasta hace unos años, se puede comprobar que existía una tasa elevada de crecimiento económico.

      En Europa y en otras zonas en vías de desarrollo, en la actualidad se están mostrando síntomas de una gran desaceleración del crecimiento de la economía mundial.

      En la actualidad, el crecimiento económico en la zona Euro en 2022 ha sido del 3,5 % y las previsiones para 2023 son del 0,6 %, en 2024 del 1,3 % y en 2025 del 1,8 %, lo que indica que, si se cumplen esos pronósticos,  la Economía de la Eurozona entraría en una fase de estancamiento y algunos países de los 27, podrían entrar en recesión.

      Esta situación de declive económico provocada por los enfrentamientos comerciales de las diversas potencias y las guerras e invasiones como el ataque de Rusia a Ucrania y la feroz respuesta de la OTAN, más temprano o más tarde provocarán unas fuertes luchas y reivindicaciones  de la clase trabajadora, que sin duda alguna, exigirá una parte mayor y más justa en el reparto de las plusvalías que los empresarios roban a los asalariados y habrá grandes manifestaciones exigiendo el ALTO EL FUEGO EN UCRANIA, como ocurrió antaño cuando EEUU invadió VIETNAM y salió derrotado.

      Es una realidad que las luchas sociales están arrancando en muchas zonas, pues con la subida de los precios al consumo, la clase trabajadora necesita aumentar los salarios y regular un recorte de las jornadas laborales que son abusivas y exigidas por muchos Patronos.

En periodos anteriores, sin duda que la economía se ha desarrollado en líneas algo diferentes, porque cada época de la historia del capitalismo, suele ser distintas, pero las leyes básicas que rigen el desarrollo de la economía de mercado han permanecido inalterables.

      El método de análisis aplicado por el materialismo dialéctico representa un análisis concentrado de las leyes que gobiernan el desarrollo de cualquier sociedad basada en la economía burguesa del lucro privado para una minoría y una enorme explotación para la mayoría de la clase asalariada.

      En el terreno de la economía, las leyes del mercado llamada del “libre comercio”, determinan el funcionamiento de la sociedad capitalista, que ya fueron elaboradas y explicadas por Marx y sus seguidores  y esas leyes básicas han sido las mismas durante los últimos siglos.

      Las inversiones enormes tanto en la agricultura, la industria, el comercio y los servicios, con el potente giro hacia la automatización y la mecanización de nuevas tecnologías, han producido un incremento de la proporción de Capital Constante frente al Capital Variable, representados éstos por los salarios, que saturada la Oferta/Demanda, avanza inevitablemente a una caída de la tasa de ganancias, principalmente por la caída de los salarios que deprimen la Demanda Global por el empobrecimiento al que son sometidos los asalariados por los Patronos.

      Ese declive, hace que se depriman las inversiones y es precisamente el reflejo de la materialización  de la tendencia decreciente también, de la Oferta Global, aunque los economistas mercenarios al servicio de la burguesía se niegan a admitir la razón de esta situación.

      Nos obstante, las alzas y bajas que experimentan los vaivenes de los precios son normales en el desarrollo del ciclo comercial en cada nueva fase del desarrollo del capitalismo, por lo que la brecha entre Ricos y Pobres se agudiza y no para de crecer, siendo esta cuestión una de las que son inevitables y se convierten en peligrosas, cuando estallan los conflictos sociales del sistema capitalista, entrando la economía en crisis, recesiones y depresiones.

      El materialismo dialectico explica sobre esta cuestión que parte de la plusvalía creada por la clase trabajadora asalariada es acumulada por la clase capitalista y después la invierte o la atesora en su propio provecho, o la oculta en Paraísos Fiscales.

      La explicación del desarrollo de la economía llamada de “libre mercado”, bajo esas condiciones, es la división de la economía en Medios de Producción y Medios de Consumo.

      La plusvalía producida por la clase trabajadora asalariada es consumida para la propia subsistencia de las masas obreras, que sufre comparativamente de salarios decrecientes, con relación al beneficio de los capitalistas y la otra gran parte de la plusvalía es dedicada a inversiones o especulaciones del empresariado.

      El papel histórico del capitalismo ha sido promover el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad, utilizando las plusvalías para el crecimiento de la producción y el enriquecimiento de los capitalistas.

La competencia de los diversos grupos de capitales crea la necesidad de  un equipamiento productivo cada vez mayor.

Eso significa la acumulación y el crecimiento concentrado de los capitales, cada vez en menos manos con tendencia al monopolio, fortaleciendo los Cárteles y fusiones.

La permanente expansión del Capital Constante (C) o medios de producción, con relación al gasto en Capital Variable (V), es decir, los salarios, tienen como consecuencia la tendencia a la caída de la Tasa de Ganancia del capitalista inversor.

Cualquier economista serio (excepto muchos mercenarios vendidos al capital), confirman la existencia de esa tendencia inevitable a largo plazo, aunque empleen un lenguaje distinto, incluso muchos profesores universitarios han tenido que admitir en la actualidad  la validez de esa Ley aunque sigue operando, a   veces imperceptiblemente.

La causa de la crisis de la economía capitalista es un fenómeno exclusivo del propio sistema de los capitales  y reside en la inevitable aparición de la sobreproducción, tanto en bienes de consumo como de capital acumulado.

Se pueden dar otros tipos de causas secundarias de las crisis, en un período concreto del desarrollo capitalista, como sobreproducción, especulación bursátil, desproporciones, etc… pero la causa principal de las crisis hay que buscarlas en la Producción y en el Reparto Desigual entre la clase Capitalista y la Clase Trabajadora, es decir, es consecuencia de la economía de mercado, que ahora existe y se enfrenta a una eliminación creciente del llamado “libre mercado”,  que está siendo engullido por los Oligopolios y Monopolios, acelerando la división en las clases antagónicas del Capital y la Clase Trabajadora. 

     Los acontecimientos más recientes, del peligro de la guerra total con las que nos amenazan los grandes líderes mundiales en su disputa por le hegemonía, los recursos económicos y el poder, deben servir para recordarnos que en nuestro planeta Tierra, sigue habiendo capacidad para que podamos vivir dignamente, no solo los 8.000 millones de habitantes, sino 16.000 millones más, según estudios científicos, pero bajo el capitalismo, es imposible aplicar una verdadera política de justicia social, luchando a su vez contra el Cambio Climático, con lo que se podría salvar el planeta y organizar la producción de alimentos volviendo productivas las millonadas de hectáreas ociosas en manos de los terratenientes.

Está en juego la suerte de la Humanidad y la disputa entre Rusia y EEUU, que son los principales animadores de las guerras, las masacres, los bombardeos y el peligro que representa la amenaza nuclear.

El mundo se encuentra cada vez más dividido y ese proceso de las crisis económicas, cada vez más virulentas y dañinas para los ciudadanos es una constante que nunca terminará bajo la burguesía capitalista que cada vez quiere más beneficios,  porque los ricos se hacen más ricos y solo producen más pobreza, miseria, degeneración y muerte, una y otra vez, por lo  que se pone a la orden del día la cuestión urgente de un nuevo modelo de reparto, que debe ser llevado a cabo conforme a una nueva correlación de las fuerzas.

 La tarea principal recae en la clase trabajadora, la juventud, los autónomos y en los sectores más empobrecidos, buscando juntos una alternativa socialistas, para frenar y derrotar a las fuerzas imperialistas, pues ésta debe ser la razón auténtica para exigir entre todas y todos el ALTO EL FUEGO Y EL DESARME, para acabar con la carrera bélica actual y sustituir a los diplomáticos inútiles que han sido incapaces de frenar la guerra y siguen alimentándola.

Todas esas contradicciones y trabas que dividen al mundo entero y a Europa, solamente encontrarán una solución natural y pacífica dentro del ejercicio de una lucha pacífica y permanente por una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y ÉTICA, avanzando hacia el SOCIALISMO CIENTÍFICO,  de todos los pueblos, en el marco de los Estados Unidos Socialistas de Europa, hasta conseguir una Confederación Socialista Mundial, siendo la lucha pacífica e Internacionalista, el único camino para que la Humanidad pueda ser liberada y elevada a un nivel superior de bienestar.

COMISIÓN PERMANENTE: 

IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCIA.                 

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