15 de septiembre de 2023

CULTURA BURGUESA Y CULTURA SOCIALISTA.


 Con la difusión  permanente de la ideología cultural de la clase burguesa dominante, a través de la escuela y del oligopolio de sus Mass Media, junto al abandono por unos dirigentes de las organizaciones de izquierdas y el desconocimiento por otros, de la filosofía del materialismo dialéctico, más propio y necesario de los asalariados, esta identidad cultural de clase se ha diluido bastante. 

      Decía Largo Caballero: “La cultura obrera es una lucha permanente contra la ignorancia impuesta por la clase burguesa dominante".  La cultura dominante burguesa tiende a eclipsar a la cultura de la clase obrera, ya que el mundo global consumista de la economía capitalista, impone su cultura ideológica.  Pero no puede acabar con el antagonismo entre ambas clases, existiendo ellos, los “burgueses dominantes y explotadores” y nosotros, los “asalariados explotados y dominados”, por mucho que lo quieran negar.

La clase asalariada asume desde la infancia la "cultura burguesa" pero al pasar por la experiencia homogeneizante de la explotación capitalista, propia de su situación de clase como mano de obra, en un momento dado, despierta a la realidad y se siente explotada, desarrollo que se viene produciendo por el proceso molecular de toma de conciencia lento o a veces a saltos bruscos, y comprende que es un explotado más de los millones que existen en el mundo. 

 Abrimos este debate publicando algunas cuestiones para los simpatizantes  socialistas y también los militantes al PSOE y sobre todo para los nuevos adheridos a la corriente Izquierda Socialista y lectores en general, invitando a todas y todos a conocer y debatir estas cuestiones.

La cultura burguesa de la clase dominante educa a los ciudadanos para creer en la ficción y en la religión que se soporta sobre una base metafísica. Eso equivale a enseñar a creer en lo que no se ve, sea mentira o sea verdad.

Con esa técnica la burguesía se permite servirse a base de la “alienación mental” para su provecho de clase y perpetúa la explotación del pobre por el rico. A la burguesía no le interesa enseñar a pensar, sino enseñar a obedecer.

La cultura obrera, que como explicaba Largo Caballero “es una lucha permanente contra la ignorancia impuesta por la clase dominante” y tiene que basarse en el conocimiento científico, es decir, que se soporte en una filosofía basada en el materialismo dialéctico, que nos enseñe a buscar la verdad ética para mejorar la humanidad, rechazando el individualismo, la opresión, la explotación, el engaño y los valores impartidos por la clase de los poderosos y corruptos.

A la moral hipócrita de la burguesía tenemos que contraponer la ética socialista que es la filosofía más adecuada para la clase trabajadora asalariada. 

Bajo el sistema capitalista no se puede aplicar una educación científica global porque los poderes fácticos se oponen.

La clase dominante, a través de su brazo ideológico que es la Iglesia Católica, junto a los grupos políticos reaccionarios, como PP y Vox, se oponen a que se tomen las medidas democráticas  adecuadas porque están defendiendo intereses privados.

No pueden defender lo público porque contradice su propia filosofía. No defienden una educación, laica, científica, pública, igualitaria y de calidad, porque necesitan fomentar las élites formadas por los retoños de la burguesía para perpetuar su dominio de clase.

Es imposible que la burguesía pueda defender una política social solidaria que satisfaga las necesidades humanas porque perjudica su móvil, que no es otro que el lucro privado de los Banqueros, Grandes Capitalistas y Terratenientes.

Al impartir el conocimiento bajo un cierto método y con unos objetivos concretos, el pensamiento de los economistas burgueses está deformado. En su modelo económico, no se estudia para producir para satisfacer las necesidades de la población, sino para el lucro privado de una minoría, despreciando a la mayoría de la población.

Los que entran dentro de esa categoría profesional, apoyando a los Ricos contra los Pobres,  son unos simples “mercenarios”, lo sepan o no, que actúan hipócritamente en defensa de sus amos los capitalistas y están al servicio de los intereses de quien les paga a sabiendas que con sus planteamientos y sus técnicas perjudican a la clase trabajadora y a los más pobres.

Nos han bombardeado con la propaganda de que la “economía de mercado” es la más  eficiente. La pregunta es: ¿Para qué clase? Es siempre más eficiente para los que tienen recursos, sobre todo los Capitalistas y adinerados.

Hagan la prueba de ir a cualquier mercado sin dinero y comprobarán la “libertad de la que gozan”. En el mercado se ejerce la “Libertad del Poderoso”, contra el débil, que es el obrero, que pierde su libertad cuando el patrón le arranca la plusvalía, o cuando lo mandan al paro, y que no puede ser fuerte porque está desorganizado y desunido, viéndose sometido, tanto por la cultura de la clase dominante como por la fuerza de los poderes instituidos. 

Con la entrada de la globalización y la puesta en marcha de una serie de políticas a base de Directivas emanadas de grupos financieros, que actúan al margen del control político, cuyo fin concreto es la defensa de los intereses de esa “Europa de los Mercaderes” que tanto hemos venido denunciando por la corrupción galopante desde Izquierda Socialista de Málaga-PSOE-A, que nos prometieron que tan beneficiosa sería, porque el comercio iba a favorecer el desarrollo, eso ha sido cierto solo en parte, sobre todo, eso de que “España va como una moto”, como exageradamente explica Pedro Sánchez y el Gobierno Saliente de PSOE-U.P.

Ha sido cierto para la burguesía y sus potentes empresas Capitalistas, en cuanto que ha beneficiado el desarrollo y la potenciación de la banca, los monopolios y los grupos de presión de los imperialistas europeos, perjudicando los intereses de los ciudadanos, con el proceso de inflación desarrollado, que ha empobrecido a la clase trabajadora y los más sectores más deprmidos.

Ejemplos hay miles, pero para muestra basta un botón. La Unión Europea ha entrado en recesión y en los últimos años ha pasado de tener más de 95 millones de personas que se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, casi un 22 % de la población, según datos de Eeurostat,  que son en la actualidad el número de personas que buscan desesperadamente un puesto de trabajo sin posibilidad de encontrarlo en el corto plazo.

Por otra parte, en el año 2017, los 100 mayores capitalistas españoles sumaban en conjunto, según la lista Forbes, unos 565 millones de € y en 2022, su patrimonio había crecido hasta alcanzar los 143.OOO MILLONES de €. 

Los niveles salariales están bajando en términos relativos. Los recortes sociales son evidentes. El sistema capitalista ejerce una tremenda violencia contra los trabajadores, cuando vemos que el paro golpea sobre todo a los jóvenes menores de 25 años, siendo el paro juvenil muy traumático ostentando el Estado español la tasa más catastrófica de toda Europa alcanzando una tasa del 29.50 % de jóvenes, en Diciembre de 2022, casi superior al doble del paro de la UE-27. La tasa de paro, en los varones menores de 25 años es del 28,90 %. La tasa de paro de las mujeres es del 30,80 % ocupando el lugar más alto, lo que también es una barbaridad y un verdadero escándalo público y un tremendo drama para muchas familias.

 Para salir del atolladero en el que nos ha metido el “libre mercado” capitalista, que sigue fracasando estrepitosamente,  no queda  otro remedio que luchar en líneas de clase para avanzar hacia un nuevo modelo de sociedad, donde se pueda planificar la economía.

Porque no se puede planificar lo que no se controla y no se puede controlar lo que no se posee, así que lo lógico, es que se plantee claramente sobre la mesa un programa verdaderamente socialista, donde se contemple la nacionalización de los sectores básicos de la economía, entre ellos la banca, los monopolios y los latifundios, indemnizando en casos de necesidad, para planear de manera avanzada un programa basado en el Socialismo Científico y la Democracia Participativa y Ética, para armonizar el futuro de la producción y la distribución más equitativa y justa de los bienes y servicios, con y para el conjunto de la ciudadanía.

Con un modelo cultural diferente, con sindicatos fuertes y combativos, con una democracia socialista sana, y una economía al  servicio de la humanidad, trabajando todos, produciríamos más y si a su vez se reparte mejor, sería el inicio de la salida de esta peligrosa situación,  con el rumbo puesto hacia un nuevo modelo de sociedad, que deje en el basurero de la historia el corrupto modelo capitalista que está obsoleto y ha colapsado corroído por la especulación, la corrupción y sus propias contradicciones.

Movilízate y lucha con nosotros por cambiar este modelo capitalista de la sociedad, que está corroído por la corrupción y las injusticias, por lo que necesitamos avanzar hacia otro mundo mejor y verdaderamente humano, que es hoy más necesario que nunca pero con más Socialismo.

COMISIÓN PERMANENTE: 

IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCIA.

(*)  Cualquier crítica, comentario o aportación a este artículo  serán siempre bien recibidas La persona que todavía no conozca el documento que defendemos y quiera recibirlo COMPLETO gratuitamente,  puede solicitarlo al correo de abajo poniendo en asunto: MANIFIESTO.

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario