Tres son los principales
problemas a los que se ve forzada a enfrentarse la Humanidad: a) Los problemas sociales y económicos. b)
Los conflictos territoriales de los nacionalismos. c) La problemática
medioambiental y contaminante que produce el Cambio Climático.
Los cuatro grandes bloques
imperialistas se disputan la hegemonía mundial y los mercados, cuyo modelo de
Libre Comercio ha colapsado, entre la recesión y la Pandemia. Esos cuatro
bloques son EEUU, China, Rusia y la Unión Europea, que juntos con sus zonas de
influencias, acaparan el dominio mundial.
El Imperialismo, por su propia dinámica del
lucro privado en esta fase multinacional de los capitales, es de naturaleza
cada vez más agresiva y expansionista, provocando una creciente concentración de
los recursos financieros y propiedades cada vez en menos manos y esa expansión
exige nuevos mercados pero ha encontrado sus límites en la globalización y
Trump atacó a China con la guerra comercial de los Aranceles.
El planeta Tierra está
copado y colonizado por esas cuatro potencias imperialistas y es depredado, sus recursos esquilmados y sus pueblos
empobrecidos, mientras que la lucha de
clases está descompensada por la debilidad y división de las izquierdas,
sindicales y políticas, aunque las masas empiezan a entrar en acción en todos
los continentes.
La clase trabajadora
necesita recomponer sus fuerzas organizativas por lo que es necesario caminar
hacia la reconstrucción o potenciación de una verdadera Internacional
Socialista que sea capaz de unificar y reorganizar un movimiento de base
potente y plural, que integre grupos, corrientes, partidos y sindicatos de
izquierdas, al menos que contengan unos puntos mínimos comunes para golpear y
luchar unidos contra las injusticias y recortes que nos quiere seguir
imponiendo este sistema.
Es un drama ver cómo las
direcciones de demasiados grupos que se reclaman de la izquierda, padecen otra
Pandemia infecciosa y contagiosa de chovinismo
creciente, de patrioterismo narcisista, de racismo, tendente a la paranoia
y la mitomanía, que en palabras sencillas podría ser diagnosticado como
“idiotismo ultranacionalista” que produce a su vez una reacción perversa en la
conciencia de las masas, que adquieren otra enfermedad también muy grave como
es la “alienación mental transitoria”, asumiendo parte del rol de sus
explotadores y opresores, que solo se curará con la acción, la formación, la
unidad y la lucha social común por nuestros Derechos y la emancipación como
clase, porque el Socialismo será Internacionalista y Democrático o no será.
Pero nos vamos a centrar
hoy en una breve introducción sobre el punto c) Cambio Climático, la ecología y
el medio ambiente, incluyendo algunas pinceladas de la actualidad:
Calores sofocantes, caídas
y subidas bruscas de temperaturas, desde 40 grados a 25 en pocas horas,
granizadas en pleno verano, torrentes que lo barren todo, catástrofes
inesperadas... Sigue el debate abierto sobre el CAMBIO CLIMÁTICDO y los efectos
nocivos de la acción devastadora de la contaminación, cuyas consecuencias se
han convertido en un grave peligro para el género humano, poniendo en evidencia
la situación de deterioro que la depredación del sistema capitalista está
abocando a la humanidad.
Las problemáticas que esto
acarrea, que están desestabilizando progresivamente el Medio Ambiente se ven
agravadas porque tienen como causa fundamental, el control de la economía
mundial por un puñado de grandes monopolios, que bajo el prisma del lucro privado
del sistema capitalista, anteponen los intereses de una minoría de
archimillonarios a las vidas de los trabajadores y de la especie humana en
general y el reaccionario de Trump, ha retirado a EEUU de los acuerdos de la
Cumbre Climática de París, aunque las inversiones eran voluntarias e
irrisorias, o sea, otra mentira más de los gobiernos, aunque parece ser que el
lento escrutinio de las elecciones del pasado 3 de noviembre, donde podrían
ganar los Demócratas aunque Trump insiste en que no se irá voluntariamente, lo
está radicalizando las posturas y el pueblo americano está armado hasta los
dientes, con un peligro inminente de altercados graves que pudiesen estallar.
Existen dos
contradicciones insalvables bajo este agónico sistema imperialista, como son,
la propiedad privada de los grandes medios de producción y las fronteras
nacionales que impiden el desarrollo armonioso de las fuerzas productivas y el
bienestar de las personas.
El empeoramiento de las
condiciones de vida de la población mundial es patente, sobre todo, en las
poblaciones empobrecidas por la rapiña del capitalismo, sus guerras y las
oleadas de refugiados y migrantes que producen, profundizadas por la situación
de tensión que lanza a la pobreza y al hambre a millones de seres humanos, una
situación de degradación del medio natural, con la contaminación de los mares y
ríos que afectan a los recursos hidrográficos, la amenaza nuclear, las
emisiones descontroladas de CO2, la deforestación y destrucción consciente de
bosques, unido a la utilización constante de pesticidas y contaminantes en la
producción agrícola, están llevando a la humanidad al borde de su desaparición
como especie y al padecimiento de terribles hambrunas.
El motor de la actividad
económica bajo el capitalismo, que es la lucha por el máximo beneficio para
unos pocos, en detrimento de la mayoría de la población, se ha convertido ya en
una amenaza muy peligrosa contra la salud de la humanidad y contra la propia
naturaleza.
Accidentes nucleares y
otras catástrofes ecológicas ponen de manifiesto que la naturaleza del
capitalismo es cada vez más peligrosa para los habitantes del planeta Tierra.
La amenaza de guerra que podría
desencadenar un conflicto que podría llegar a ser nuclear, exige desde ya una
campaña de concienciación y protesta mundial.
Por tanto, para los
partidos y sindicatos de izquierdas, la integración de las problemáticas
medioambientales, así como a las que conciernen a la planificación de la
producción agraria, de la que depende nuestra alimentación, cuyo objetivo
debiera ser atender las necesidades nutricionales de los habitantes del
planeta, resulta una prioridad cada vez más urgente e imprescindible, vistas
las tendencias que el Capitalismo imperialista está desarrollando en esta etapa
económico/pandémica de recesión o semi-estancamiento en el que ha quedado
anclado el modelo actual donde el “liberalismo como modelo” ha saltado por los
aires.
Algunos
expertos que estudian el Cambio Climático
dicen que eso está empezando a tener un impacto significativo en el
planeta. Recientemente vimos la noticia del desprendimiento de un bloque de
hielo de la Antártida del tamaño de la mitad de Andalucía.
La clase trabajadora mundial y los sectores más
empobrecidos, tenemos que estar preocupados por el impacto del incremento del
nivel del mar, incluyendo el aumento de las inundaciones que producirían
efectos muy catastróficos.
Se viene hablando de la
necesidad de la Transición Energética para lo cual, las energías alternativas
limpias serían la solución, junto a nuevos descubrimiento que están siendo
frenados y ocultados por los Oligopolios del Petróleo. Por ejemplo existe el
proyecto para la utilización de la Energía Solar Espacial que sería la
solución alternativa muy prometedora y barata de las que se ensayan por los
científicos desde hace ya más de medio siglo. Consiste en que sería posible
enviar energía solar desde el espacio para abastecer las necesidades del
planeta Tierra. Un equipo de científicos
japoneses ha asegurado haber logrado con
éxito ese importante procedimiento.
Afirman haber
conseguido transformar 1,8 kilovatios de electricidad en ondas
electromagnéticas y transmitirlas a dos paneles de antena a 55 m. de distancia
y convertirlo de nuevo en energía eléctrica. Ese revolucionario procedimiento
podría convertirse sin duda en el primer paso para abastecer a la Tierra de
energía solar espacial limpia y barata,
ya que aprovecha al menos 10 veces más la radiación que llega a nuestro
planeta procedente del Sol.
Para poner en
marcha su producción masiva se montarían paneles solares gigantes enviados por
piezas y componentes en cohetes espaciales que serían montados por robots en el
espacio. El problema principal que
plantean es el alto coste de inversión, pero aseguran que sería mucho más
rentable a largo plazo que el modelo actual pero tiene un inconveniente, que
está frenado por la firme oposición de los grandes oligopolios petroleros y
energéticos, porque ven en peligro su gran negocio petrolífero que les genera
astronómicos beneficios.
Los paneles podrían
generar millones de kilovatios que
equivaldría a transformar el modelo actual que está orientado al lucro privado,
pero que entorpece y perjudica el desarrollo de las fuerzas productivas. Ese
avance científico abriría las puertas para avanzar hacia un modelo social de
producir energía, desmantelando el
modelo actual de reactores nucleares y la eliminación de la contaminación de
las energías petrolíferas, que impiden las instalaciones de energías
renovables limpias e incluso mucho más baratas socialmente, imposibles de
llevar a cabo bajo el sistema capitalista, comprobándose una vez más que los
intereses de la clase dominante, que son unos cientos de multinacionales, son contrarios al bienestar de la inmensa
mayoría de la humanidad.
La clase capitalista se sigue frotando las
manos con sus beneficios a corto plazo y serán incapaces de planificar la
economía si no lo derrotamos y los mandamos al basurero de la historia, que es
el lugar que les corresponde a esos tiranos que gobiernan solo en su propio
beneficio. El Cambio Climático ha comenzado ya, por lo que si no nos
organizamos a tiempo y derrotamos a la burguesía, tanto a escala europea como mundial, nuestros hijos y nietos no tendrán ningún
futuro bajo el capitalismo.
El Capitalismo en esta fase superior imperialista es ya incapaz
de ofrecer una salida al sistema, ni en lo ecológico, ni en lo social, ni a los
conflictos territoriales, ni podrá superar el problema del paro, de la miseria
creciente y las desigualdades, en ningún otro sector de la economía. Si no nos
organizamos y unimos los pueblos para echar a estos corruptos, nos llevarán a
la catástrofe. Otro mundo, no solo es posible, sino que es más necesario que
nunca. Si quieres que esto cambie, organízate y LUCHA¡¡¡
¡¡La lucha por un mundo mejor continúa¡¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN:
IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA-PSOE.A.
Ispsoandalucia.malaga@gmail.com
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