16 de noviembre de 2020

EL FENÓMENO DE LA “ALIENACIÓN MENTAL DE LAS MASAS” BAJO EL CAPITALISMO.

 


Frustración, angustia, miedo, malestar… todo eso no representan ya sentimientos sólo de los pobres y las clases  trabajadoras, explotadas y oprimidas de esta sociedad capitalista que nos está llevando a un callejón sin salida a la humanidad, sino que también afectan esas sensaciones a la clase media y la clase dominante, que se ven cada día más pesimistas respecto al futuro, atrapados en esta recesión económica, agudizada por la pandemia en la que todos estamos inmersos, sometidos a las presiones y acosados por tanta basura esparcida por algunos medios de comunicación mayoritariamente en manos y al servicio de la clase dominante.

 

Observamos una gran alianza mediática que está formada por un potente ejército del llamado “periodismo sumiso y mercenario”, que permanentemente lanzan bulos y mentiras que ahora llaman “Fake News”, pero que en realidad es el mismo método “goebbeliano” que adoptaron los nazis, (advertido ya por Engels y Marx),  que provoca la “alienación mental de las masas”, que a través de la propia ideología burguesa, que crea apatía,  desgana, confusión,  histeria y un fuerte estrés que se agudiza ante la falta de perspectivas de salida a esta situación.

 


Los aparatos estatales de la burguesía disponen de escuadras robóticas y medios de comunicación potentes, como Radio, Prensa, TV y Redes Sociales, al servicio de los intereses y en manos de la clase capitalista, que nos siguen bombardeando permanentemente con mentiras,  injurias, bulos e impartiendo la ideología nazi/fascista, anteriormente de forma sibilina, pero ya de manera abiertamente descarada.

 

La clase trabajadora, los parados, los pensionistas, la juventud estudiantil, incluso los que tienen un puesto de trabajo, se enfrentan cotidianamente a tareas laborales monótonas y cansinas y le ven poco sentido a la vida, pues el puesto de trabajo no lo consideran que tenga un sentido, que tiene poco que ver con una vida digna como cualquier ser humano se merece.

 

El trabajador ve que el producto de su trabajo no va para él, sino que pertenece a otra persona, a su Patrón, que le roba las plusvalías, para el cual solo eres una “máquina más”  un “factor de producción”, una “pieza más”, que si rompe o merma el rendimiento, se reemplaza por otra pieza nueva del numeroso “ejército de parados crónicos”.

 


Para el trabajador, la vida comienza en realidad, cuando el asalariado pone los pies fuera del puesto de trabajo;  cuando entra de nuevo a su puesto de trabajo, eso ya no es vida, sino esfuerzo y problemas, porque en realidad el asalariado se encuentra “enajenado” y a veces no comprende qué cosa es lo que le ocurre, por lo que habría que profundizar en lo que significa eso de la “enajenación mental del trabajador”.

 

Los autores que mejor clarificaron esta situación, fueron Engels y Marx (*) que escribieron:

… ““En primer lugar es que el trabajo es algo externo al obrero, es decir, algo que no forma parte de su esencia, en que, por tanto, el obrero no se afirma, sino que se niega en su trabajo, no se sienta bien, sino a disgusto, no desarrolla sus libres energías físicas y mentales, sino más bien mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por tanto, el obrero sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en éste se siente fuera de sí. Cuando trabaja no es él;  y sólo recobra su personalidad cuando deja de trabajar. No trabaja, por tanto, voluntariamente, sino a la fuerza,  su trabajo es un trabajo forzado.

 

 Y continuaban escribiendo…“No representa la satisfacción de la necesidad, sino que es, simplemente, un medio para satisfacer necesidades extrañas a él. El carácter extraño del trabajo que realiza se manifiesta en toda su pureza en el hecho de que el trabajador huya de su trabajo como de la peste, en cuanto que cesa la coacción física o cualquier otra que le constriñe a realizarlo. El trabajo externo, el trabajo en el que el hombre se “enajena”, es un trabajo de auto/sacrificio, de mortificación. En definitiva, la exterioridad del trabajo para el obrero se revela en el hecho de que no es algo propio suyo, sino de otro, de que no le pertenece a él y de que él mismo, en el trabajo, no se pertenece a sí mismo, sino que pertenece a otro. Lo mismo que en la religión la actividad humana propia de la fantasía humana, el cerebro y el corazón humanos, obra con independencia del individuo y sobre él, es decir, como actividad ajena, divina o demoníaca, la actividad del obrero no es tampoco su propia actividad. Pertenece a otro y representa la pérdida de sí mismo”…(*)

 

Es decir, que la “alienación del obrero” significa que su trabajo es algo ajeno, extraño; se refiere al acto por el cual se traspasa la propiedad de una cosa, la fuerza de trabajo, en un ser extraño ajeno para sí mismo. El asalariado es un ser concreto que se siente “alienado” al sentirse desposeído del producto de su trabajo, convirtiéndose él mismo en una mercancía, como el producto que está fabricando. El trabajador se considera como una mera fuerza de trabajo, que participa en el mercado, es decir, que se siente como un mero objeto, no un sujeto viviente, porque el beneficio de su esfuerzo se lo queda el patrón. 

 


La búsqueda del máximo beneficio con el menor  costo posible es la lógica del sistema capitalista y elevan su codicia a una categoría de principio absoluto, anteponiendo su lucro privado por delante de la salud, el bienestar y la vida de sus asalariados y de la Humanidad misma, y ese es el eje sobre el que rota toda la ideología burguesa, sus ideas, sus principios y su cultura, convirtiendo el dinero en el verdadero becerro de oro, que su propia religión repudia.

 

En algunas épocas históricas, cuando las vacas estaban gordas, cuidaban de ocultarlo a la vista del público, incluso todavía, muchos hipócritas, roban 100 y le dan el diezmo al Clero para que les perdonen y permitan continuar sus latrocinios y fechorías, escudándose en su hipocresía, su patrioterismo,  su Justicia, sus Fuerzas Represivas y demás subterfugios, pero cuando vienen vacas flacas, entran a saco y lo quieren todo, aumentando la pobreza entre los sectores menos favorecidos y las riquezas entre las grandes fortunas, las multinacionales y la Banca.  

 


En la actualidad, se ven obligados a quitarse la careta y vemos en todos los países del mundo una verdadera epidemia, que causa más daño que incluso la del Covid-19, como es la CORRUPCIÓN y sus guerras de rapiña, con estafas colosales, timos, mentiras, golpes de estados, que no son comparables con los pequeños robos de la pequeña delincuencia, sino que ese saqueo a gran escala, esas redes mafiosas del tráfico de drogas, la trata de personas esclavizadas, (sobre todo mujeres y niños), perpetradas por esos “señores bien situados en la sociedad”, como algunos banqueros, políticos, jueces y demás burocracia, cuya meta sigue siendo hacerse ricos a costa del pueblo, al que dicen defender, pero violando la Ley y sus propios Juramentos, incluso algunos todavía utilizando el crucifijo e incluso la Biblia, para más escarnio.  

 

Bajo el capitalismo sigue existiendo esa “cultura del pelotazo” que es la esencia destilada del capitalismo, que cuando sus líderes de derechas se radicalizan y movilizan a las masas, “alienadas y engañadas”, se convierte en nazi-fascismo que es el capitalismo químicamente puro elevado a sus últimas consecuencias que por su violencia,  es preciso combatir y frenar.

 

Los estrategas de la clase dominante están muy nerviosos, empujados por sus amos los imperialistas, porque están perdiendo el control de su propio sistema y se comportan a veces como abejas “humeadas” dentro de la colmena, manteniendo algunos la “resaca de aquella orgía de beneficios”, que quieren insistir en mantener con recortes, austeridad, sin querer entender que la “orgía de beneficios” y su fiesta se han terminado.

 

El liberalismo económico y su cacareada competencia ha colapsado, agudizado por la Pandemia, el problema grave del Cambio Climático, las Deudas Públicas Impagables, el paro galopante, las desigualdades crecientes, lo que ha cortado de raíz la vieja sensación de seguridad de que pronto veríamos una “salida del túnel” del que ya ni se menciona, porque sigue todo negro y muy negro, mientras la clase burguesa está perdiendo la racionalidad y quieren buscar una salida en la “irracionalidad”, pues se han quedado sin un paradigma económico claro a aplicar mientras que especialistas y economistas famosos, incluyendo algún que otro Premio Nobel, avisan de que hemos entrado en un cambio de época y que se avecinan cambios estructurales ya que el Socialismo Marxista se está poniendo de moda.

 

La clase trabajadora, los partidos y sindicatos de izquierdas estamos escandalizados por la impunidad y la desfachatez con que exhiben sus mentiras, ruindades y bulos los amos de los grandes medios de comunicación de masas, auxiliados por sus vasallos bien pagados, como es el Periodismo Sumiso y Reaccionario, que en tertulias y programas cotidianos defienden a las derechas, atacando brutalmente al Gobierno de Coalición que llaman “Social-Comunista e Ilegítimo”.

 


En estos momentos dramáticos de Pandemia y Recesión, cuando nos sacude la náusea y la irracionalidad de este mercado putrefacto de la información, que se transmuta a veces en peligroso Comando Golpista y Magnicida, sacando en la tele, “virtuales ejecuciones telemáticas” contra miembros del Gobierno Central, la clase obrera y las izquierdas en general debemos organizarnos masivamente en defensa de la democracia y la pluralidad buscando la unidad en la acción.

 

Debemos esforzarnos en potenciar estructuras desde abajo, como causa ética suprema, combatiendo a las derechas Trifachitas,  que se han aliado con las mafias mediáticas, formando un conglomerado de periodistas sumisos, que nos bombardean constantemente con misiles de injurias y mentiras, mientras que la voz de la clase obrera y las izquierdas siguen “reprimidas y censuradas” por ese capitalismo corrupto y decadente.

 


Debemos seguir condenando, denunciando y combatiendo con firmeza,  cualquier tipo de corrupción y su principal causa, como es la perversa lógica del lucro privado de las mafias capitalistas que actúan por encima del bien social, al que las democracias sanas se deben, pero vemos algunos voceros y voceras de la Oposición Trifachita, que son verdaderos títeres y agentes de la desestabilización de esa Tiranía Mafiocrática de la Comunicación.

 

No nos queda otro camino que continuar el debate de las ideas, para arrancarles la careta amable tras la que se oculta la dictadura del capital, sostenida por esos farsantes y mercenarios, que defienden a sus amos los banqueros y multinacionales, apoyándose y prostituyendo el noble ejercicio de la profesión periodísticas, por lo que nosotros los trabajadores debemos defender un Periodismo Combativo, dotándonos de las herramientas éticas y creativas al servicio de una sociedad mejor para toda la Humanidad, combatiendo con honradez y firmeza por la Libertad de Expresión y el Derecho a una Información Veraz a la que la ciudadanía tiene pleno derecho.

 


Es preciso defender un periodismo combativo y ético, por supuesto, pero al servicio de la ciudadanía con pluralidad democrática,  para avanzar unidos hacia un frente riguroso de principios éticos, encuadrándonos por tanto, en aquella organización más cercana a nuestra ideología, para defender nuestros intereses como clase trabajadora, bien sea en organizaciones políticas, sindicales o sociales,  pero con el compromiso de sumarnos claramente a la acción, en las calles y en las urnas, por la defensa de las fuerzas de la comunicación emancipadora y nuestras organizaciones de izquierdas,  al servicio del bien común y el objetivo como clase trabajadora de luchar por un programa claro que nos haga avanzar hacia una Democracia Participativa Sana y el Socialismo Científico.

 

ÁREA DE COMUNICACIÒN.

IS PSOE MÁLAGA.

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

   

(*) Manuscritos económicos y filosóficos de 1844. K.Marx.

https://www.biblioteca.org.ar/libros/157836.pdf

 

 

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