Una vez terminada la pausa
veraniega que nos hemos tomado las últimas semanas, esta Comisión Permanente volvemos con este
artículo sobre el sindicalismo, donde comentamos el ataque que representa la
subida de los precios que consideramos una afrenta del empresariado contra el
nivel de vida de la clase trabajadora y las capas más empobrecidas, que está siendo brutal e insoportable, con una
economía a la baja y la inflación galopante que merece un análisis y una
respuesta por parte de la clase trabajadora.
Hemos visto la acción
ejemplar del colectivo de Pensionistas de Euskadi, que empieza a calentar
motores ante el “Otoño Caliente” que nos espera, reanudando el lunes pasado, 22 de agosto, sus manifestaciones
tradicionales, incluso dentro de las Fiestas de Bilbao que se estaban
celebrando.
La movilización congregó a miles
de personas, no solo jubilados y pensionistas, sino muchos familiares que les
apoyan en las reivindicaciones de la defensa y actualización de las pensiones
de acuerdo con la subida del IPC (Índice de Precios al Consumo real) y que se
garantice por Ley una pensión mínima de 1.080 euros, a la vez que reclaman
servicios públicos de calidad y suficientes.
Las luchas sociales de la
clase trabajadora por el aumento de sus niveles salariales, para compensar la
galopante subida de los precios, es decir, esa, peligrosa inflación desatada
por la Patronal, para incrementar sus insaciables beneficios, esas subidas de
precios que se come cada mes el salario
que se deprecia en torno al 10 %, está acelerando la toma de conciencia de las
masas.
El movimiento obrero se
empieza a mover intentando contrarrestar la merma salarial y mejorar las condiciones de vida de las masas, que
evidencia claramente la situación sin salida del capitalismo en su fase de
caída hacia la recesión.
La desorganización económica
que está invadiendo a un país tras otro, acelerada por la invasión de Ucrania
por orden de Putin que se considera el nuevo Zar de Rusia, zona que había
venido siendo hostigada por la OTAN, con
unas presiones crecientes, demuestra incluso a los sectores más atrasados de la
clase trabajadora, que no basta con luchar solamente por la subida salarial y
unas jornadas de trabajo más cortas, sino que empezamos a entender, que
necesitamos más firmeza y solidaridad del movimiento obrero para que la clase
capitalista, que tanto a escala mundial como local, se sigue forrando, escudándose
primero en la Pandemia, como ahora con la Guerra de
Ucrania.
La burguesía no tiene
capacidad suficiente para restablecer la vida económica y garantizar a los
asalariados ni siquiera las condiciones de vida que existían anteriormente, por
lo cual, y ante el estancamiento de los sindicatos mayoritarios principales,
UGT y CCOO, en su permanente modelo de Pacto por el Pacto, sin contenidos
suficientes, los trabajadores más activos, como el ejemplar movimiento señalado
de los Pensionistas en Bilbao, empiezan
a reagruparse en otro tipo de sindicalismo más combativo y se empiezan a lanzar
a la lucha ante el llamamiento de diversas organizaciones como: Sindicalistas
de Izquierda, Sindicato de Estudiantes,
CGT, Co.Bas, SAT, etc.
El proceso molecular de toma
de conciencia de las masas se está expresando al alza y estamos viendo un
aumento del ambiente de lucha de la clase obrera, que hace surgir entre ellas,
unas tendencias a reorganizarse mejor y ser capaces de sostener luchas heroicas
muy firmes y contundentes, en defensa de sus intereses de clase, llegando a
sostener duras luchas y huelgas de forma creciente.
Esas corrientes surgidas por
la necesidad, debido al empobrecimiento que provocan los míseros salarios,
crean nuevas organizaciones de trabajadores, que van ganando la confianza entre
las masas que tienen su origen en diversos factores, no solo para luchar contra
la patronal, sino también, contra una burocracia que ha perdido el contacto con
las bases y acusa la fatiga por sus derrotas sufridas en algunas luchas sindicales
mal planteadas, debido a su inactividad, por lo que existen a su vez, nuevas tendencias
a la creación de organizaciones de izquierdas que abarquen a un mayor número de
trabajadores, inspirándose en el esfuerzo realizado por algunos nuevos activistas
que empiezan a tomar la vanguardia.
Pero sería un error si se
tratase de formar esos nuevos sindicatos solo con grupos de asalariados
aislados e insolidarios, solo por sectores, lo cual se podrían convertir en grupúsculos que
en vez de avanzar hacia la unidad y la solidaridad, quedarían aislados, e
incluso con el peligro de fomentar un tipo de “Sindicalismo Amarillo” o
“Sectario”.
Por el contrario, la tarea
del verdadero sindicalismo de clase y combativo tiene que consistir en
aprovechar la necesidad de la reorganización del movimiento sindical, para
unificar a la clase trabajadora, con un método respetuoso y compañero e
inspirarnos y animarnos unos a otros, aunque sea con diversas organizaciones,
con el lema clásico de “marchar separados, pero golpear juntos” contra la
Patronal, con la necesidad de combatir a la Dictadura que representa el
Capital, ampliando la lucha para alcanzar alianzas incluso internacionalistas.
Los sindicatos de clase que
quieran disputarse la vanguardia, solamente podrán llevar a cabo esas tareas
ayudando a la consolidación de la conciencia de las masas, para que se vaya consiguiendo
con la seguridad y la potencia que la restauración de un sindicalismo fuerte y
combativo debe tener como objetivo defender con honradez y firmeza la
restauración de una vida digna para todas y todos los asalariados, cuestión que
será imposible sobre bases capitalistas y no debemos admitir ningún
sometimiento a la clase capitalista, cortando el peligro que representa la
reacción fascista del PP y VOX, por sus
abusos, sus mentiras y el programa antidemocrático que defienden, por lo
que no queda otro camino que prepararnos para las luchas que están llegando.
Pero en los Partidos de izquierdas y
Sindicatos de clase, existen también algunos elementos oportunistas que se
autodenominan ellos mismos como "socialistas", aunque no se comportan
como tales, por lo cual, los trabajadores con nuestras luchas debemos
combatirlos, cuando se alinean con la Patronal, en contra de las luchas
obreras.
En el fondo, esos falsos “socialistas”
debemos combatirlos porque no son en realidad más que desecho que las luchas
sociales del movimiento obrero los tendrán que poner en su sitio más temprano o más tarde, o serán arrojados al basurero de la historia,
junto a las direcciones sindicales que traicionen a las masas en acción.
Por un Sindicalismo Combativo y de
Clase, pues como explicaba Pablo Iglesias Posse, fundador de UGT y PSOE, “"en momentos clave hay que optar, o con
los unos o con los otros, o con la burguesía o con la clase trabajadora. No se pueden servir a dos amos a la vez”. ”En la Unidad, la Organización y la Lucha
encontraremos la Victoria”. “Únete a la
lucha para avanzar en la transformación socialista de la sociedad, porque otro
mundo no solo es posible, sino más necesario que nunca pero con el Socialismo
Científico y la Democracia Participativa y Ética”.
COMISIÓN PERMANENTE.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCIA.
(*) Cualquier comentario, aportación o crítica, serán bien recibidos y
pueden enviarse a:
Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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