31 de agosto de 2021

¿POR QUÉ CRECE EL FASCISMO SOBRE EL PLANETA?

 

El imperialismo, como la fase superior del capitalismo, degenera en el fascismo que significa la forma más violenta, salvaje y abominable de la Dictadura de los Capitales, que gobierna para someter y explotar a los pueblos y a las organizaciones de la clase trabajadora.

En pleno siglo XXI, eso no significa que la clase trabajadora explotada y los pueblos oprimidos por la bota de los imperialistas deban someterse al fascismo, aunque se presenten con una máscara “democrática”,  como hacen VOX y PP en el Estado español.

Tampoco los pueblos de los países atrasados y sojuzgados por el Capitalismo/Imperialista, quieren verse estrangulados por sus sátrapas y verdugos dictadores  que los dominan ni por los llamados “Gobiernos Democrático Burgueses” o por dictadores sangrientos, porque bajo la careta de todos ellos se esconden los “Dictadores de las Finanzas”.

El verdadero socialista, el verdadero demócrata, el verdadero progresista, debe tener como tarea denunciar y combatir a los regímenes opresores y a los filofascistas que quieren sojuzgar a la ciudadanía.

La mejor consigna para defender la verdadera democracia debe ser reconocer los derechos de todos los pueblos de exigir y conseguir el Derecho legítimo a la Autodeterminaciòn, por métodos pacíficos y no solo de palabra, sino, exigiendo con las acciones y manifestaciones concretas el Referéndum, para evitar conflictos y guerras, para alcanzar la genuina y completa emancipación y liberación de la Humanidad.

La activa simpatía, la solidaridad, la fraternidad, la libertad y demás derechos de cualquier demócrata y socialista honesto debe estar al lado de los pueblos que sufren, sean nativos o extranjeros,  y no de los verdugos que nos oprimen y explotan, no importando si se presenta con la máscara de la “Democracia Burguesa o de la Dictadura Fascista”.

No puede considerarse un auténtico Demócrata y mucho menos Socialista, o simplemente Progresista, aquella persona que de forma pasiva o activa apoya a las derechas conservadoras, reaccionarias y filofascistas, bajo el hipócrita pretexto de defender a unos aparentes partidos “democráticos”, pero luego son los peores enemigos de la clase trabajadora y los pueblos oprimidos y empobrecidos por los imperialistas que practican el neocolonialismo económico, robándoles las materias primas en un chantaje permanente debido a la superioridad armamentísticas o por gobiernos títeres.

Aquellos otros que se consideran “socialistas monárquicos” y los que nos consideramos “socialistas republicanos”, transitamos por caminos divergentes e incluso diferentes, aunque a veces aparezcamos en la misma organización política o sindical.

Nuestra posición como corriente I.S. de Málaga siempre nos hemos venido posicionando a favor de los pueblos que lucharon  y luchan contra el fascismo y por la República pero con un programa actualizado y  basado en la Democracia Participativa y Ética y el Socialismo Científico, porque esas son condiciones elementales para ganar el futuro, que significa plantear una posición clara contra los filofascistas, para aclarar la historia y poder aprender y entender con los menos obstáculos posibles, rechazando el revisionismo y las tergiversaciones que siguen planteando las derechas “pepera” y la “voxera”.

Un nuevo tipo de sociedad es hoy más necesario que nunca, pero no podrá existir sin una  Democracia sana ni podremos consolidar una verdadera democracia sin un método y un programa basado en la filosofía materialista dialéctica, que debe encontrar su mayor apoyo y avance, no en ventajas personales, ni mucho menos en la carrera burocrática por los sillones, como hacen algunas corrientes,  sino defender el progreso general de la humanidad, que son nuestros principales objetivos.

        Necesitamos avanzar hacia una nueva sociedad de la Cultura y la Ciencia que tendría que basarse teórica y prácticamente en los puntos de vista de la solidaridad, aplicada con una estrategia y tácticas correctas, en colaboración y  más cercana a las clases laboriosas, para ligar la creatividad colectiva de los seres humanos con las mejores técnicas y avances telemáticos, poniendo todo el poder al servicio de la ciudadanía con el objetivo final de la emancipación de los seres humanos del yugo explotador capitalista.

Una Gobierno de Izquierda debe basarse en la lucha y la esperanza de las masas en un futuro mejor, exclusivamente en el proceso de toma de conciencia para una mejor organización y la búsqueda de la máxima unidad de las masas en acción en defensa de sus Derechos para que todas y todos podamos ser libres en las consideraciones de los debates congresuales, no en intereses personales, de camarillas y burocracias, sino en la acción de las luchas sociales anteponiendo la Solidaridad con las luchas reivindicativas que la clase trabajadora plantea y seguirá planteando ante la clase dominante.

Consideramos muy necesario los análisis críticos para el desarrollo del programa a llevar a cabo contra el Cambio Climático y defensa de los derechos como Educación, Sanidad, Vivienda y demás Servicios Sociales básicos, pero para ello necesitamos acumular la suficiente fortalece que soporte y rechace las presiones, calumnias y hostigamiento del capitalismo corrupto, decadente y en descomposición, para abrirnos el camino hacia una nueva sociedad.

Para ello necesitamos avanzar con una iniciativa potente, colectiva y unitaria hacia un Frente de Acción de las fuerzas de izquierdas, políticas, sindicales y sociales, para ser capaces de esa forma, de movilizar a las masas mediante un debate amplio teórico-práctico, para pasar a la acción, frenando y derrotando a los violentos filofascistas, que ya se han instalado en el poder en Europa, como en Polonia y en Hungría y amenazan con hacerlo en Francia y otros estados, incluido el Estado español donde los herederos del golpe de Franco, Vox, PP,  continúan hostigando, calumniando y avasallando a las izquierdas.

La recesión económica que en el mundo avanza agravada por la pandemia, está llevando a muchos países atrasados por el camino de las luchas y levantamientos sociales, oponiéndose a sus gobiernos sátrapas y fascistas, buscando desesperadamente el camino de la transformación social, porque necesitan cambios urgentes en sus condiciones de vida que se vuelven cada vez más insufribles.

Esas convulsiones sociales serán crecientes e inevitables, dado que el imperialismo no podrá resolver los problemas sociales, existiendo una desestabilización brutal entre países ricos y pobres,  ni amortizar la Deuda Pública Mundial que se ha hecho impagable, pero la querrán descargar sobre las espaldas de las masas trabajadoras. 

A pesar de que hemos visto la contundente derrota de las fuerzas bélicas imperialistas de EEUU y sus satélites, recibiendo una estrepitosa derrota de los Talibanes en Agnanistán, que después de años de guerra, el pueblo sufre las consecuencias, mientras que el Complejo Militar Industrial se ha venido forrando con la venta de armas y el control del opio que les ha sido rentable económicamente, pero que se ha agotado la fuente dejando al pueblo en peores condiciones de miseria que antes de la invasión.

Pero el Capitalismo no cederá por las buenas ni voluntariamente renunciará a sus privilegios y en su fase de degeneración filofascista, podría incrementar su discurso de odio y  su violencia represiva, tanto en los países empobrecidos como en los más adelantados, porque la recesión es general.

Está claro que en los países más adelantado y prósperos, la necesidad hará que las fuerzas políticas y sociales de izquierdas reivindiquen cambios que la burguesía interpretará como similares a una revolución, que tendría que ser pacífica, por las urnas y no por las armas, que con el concurso de las masas en acción,  si podría ser posible, siempre y cuando las organizaciones de izquierdas actuasen con firmeza y unidad en defensa del socialismo científico, con más democracia participativa y una ética clara,  con un plan contra la corrupción y los despilfarros.

Pero cualquier fuerza política que bloquee el camino hacia una correcta y firme lucha por la expropiación de las palancas fundamentales de la economía, como las Energéticas, la Banca, los Grandes Latifundios y los Monopolios, cualquier gobierno de los trabajadores que se quede en medio del camino y quiera gestionar las miserias del capitalismo, estará instigando a los filofascistas y sus fuerzas de la reacción, que solo será posible vencerlas con el concurso de las luchas de las masas organizadas y unidas en pro de las transformaciones que la clase trabajadora y los sectores empobrecidos están necesitando.

Los progresistas, socialistas, comunistas y demás organizaciones de izquierdas, políticas, sindicales y sociales, que piensen que será posible derrotar al “bloque burgués neofascista” solo en el Parlamento, sin basarse en las masas en acción,  ayudando a organizarnos y formarnos en defensa del programa de transición al socialismo, podrían caer en la trampa del cretinismo parlamentario, que es el que mejor se ha distinguido en la historia por su ceguera política, sus errores e incluso sus traiciones que luego han sufrido los pueblos.

Con el concurso y apoyo de millones de explotados y oprimidos del mundo, luchando por la paz, la libertad, la democracia y la autodeterminación de cada pueblo, conquistaremos el derecho a continuar la lucha por el Bienestar de cada persona, así como por la Felicidad de los seres humanos, que es el objetivo del Socialismo Internacionalista, porque bajo el capitalismo no habrá salida para la Humanidad.

EQUIPO DE COMUNICACIÓN.                       

IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.

PSOE DE ANDALUCÍA.

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

 

 

 

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