Reanudamos las publicaciones en nuestro blog tras un paréntesis
vacacional de tres semanas, con este breve análisis que hemos dividido en dos
partes para facilitar su lectura, donde abordamos el debate permanente de los
errores que la burguesía atribuye al marxismo.
Cualquier individuo sensato debe reconocer que toda persona puede
cometer errores, defienda bien una filosofía de izquierda, de centro o de
derecha y por supuesto, que Marx pudo cometer también errores, como cualquier
otro ser humano.
Por ejemplo: ¿Quizás no pudo imaginarse los mecanismos de desarrollo de
las nuevas tecnologías, de la robótica, de la ciencia y del desarrollo humano? ¿Quizás
no entendió bien, la capacidad de desarrollo interno del sistema? ¿Quizás erró
en los cálculos históricos cuando pronosticó la descomposición y el colapso del
capitalismo? ¿Quizás no contempló y
estudió con profundidad el peligro que representaría el capitalismo en su fase
decadente con la depredación del planeta Tierra, que podría llevar a la
Humanidad a su propia extinción provocada por el Cambio Climático?
La clase dominante viene insistiendo durante años que la teoría marxista
está equivocada. Podemos admitir que algunos errores se han podido cometer como
cualquier persona, porque ni Marx era el Papa, ni mucho menos Dios, que
para los creyentes son seres "infalibles", aunque para él no existía,
pero como humano, pudo cometer equivocaciones, aunque debemos intentar conocer cuáles eras
esos errores y cuales sus aciertos, porque es imposible que todo lo que
escribió sean errores o todos aciertos.
Empecemos por aquel debate tan interesante contra los liberales, pues combatió la teoría de Adam
Smith y demostró que era falso lo de la "mano
invisible que mueve el mercado".
Quedó demostrado, que no existe una mano invisible, sino miles y miles
de manos de los capitalistas que roban diariamente a los asalariados
arrancándoles las plusvalías con todo tipo de artimañas
y engaños o mediante la fuerza bruta de los ejércitos mercenarios
comprados y al servicio del capitalista.
A lo mejor, no pudo imaginar completamente el poder destructivo
acumulado con las decenas de miles de cabezas nucleares que
almacenan las grandes potencias, capaces de destruir miles de veces el planeta Tierra.
Aunque si intuyó, otras lacras como las fórmulas que el modelo ha
empleado al utilizar las drogas capaces de mantener vivo al sistema enfermo y
corrupto, pues una parte de la juventud y la clase trabajadora, que son las
fuerzas llamadas a la lucha por la transformación social, están "enajenadas" por las
drogas reales y la droga subliminal que representa la "alienación
mental" ejercida por los medios de difusión que
imparten la cultura de la clase burguesa dominante para perpetuar el sistema,
evitando que se enseñe una Cultura Científica, Laica. Democrática y Moderna, encargándose mucho de fomentar las creencias
religiosas y las supersticiones.
La juventud está mil veces más "alienada" con
tanta desinformación y confusión, con el ocio embrutecedor y otras
distracciones de la que Marx hablaba sobre el control mental que ejercía la
religión sobre las mentes de la clase trabajadora y el pueblo en general, cuando
definía a las creencias religiosas como el "opio del pueblo".
Sobre esas tres últimas palabras, que tantos ataques ha recibido de la
burguesía dominante, Marx escribió
bastante, como por ejemplo:
“"La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real
y la protesta contra la miseria real. La Religión es el opio del pueblo"; Esta es la manipulación de los capitalistas,
pero que pocos de ellos se ha dignado leer en tu totalidad, pues dicha cita aparece
fuera de contexto aunque está referenciada en varios textos. Entre ellos hemos
seleccionado el escrito de Marx que aparece en: "Contribución
a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel".
En ese contexto algo más amplio
Marx dice:
…/… "El fundamento de la crítica irreligiosa es: el hombre hace la
religión, la religión no hace al hombre. Y ciertamente la religión es
autoconciencia de sí y de la propia dignidad, como la puede tener el hombre que
todavía no se ha ganado a sí mismo o bien ya se ha vuelto a perder. Pero el
hombre no es un ser abstracto, agazapado fuera del mundo. El hombre es su
mundo, estado humano y sociedad; estado y sociedad que producen la religión, la
cual es conciencia invertida del mundo, porque ellos son un mundo al revés. La
religión es la teoría universal de este mundo, su compendio enciclopédico, su
lógica popularizada, su pundonor espiritualista, su entusiasmo, su sanción
moral, su complemento solemne, su base general de consuelo y justificación. Es
la realización fantástica de la esencia humana, puesto que la esencia humana no
existe en la realidad. Por tanto, la lucha contra la religión es indirectamente
una lucha contra ese mundo al que le da su aroma espiritual. El sufrimiento
religioso es al mismo tiempo la expresión del sufrimiento real y una protesta
contra el sufrimiento real. La religión es el alivio de la criatura oprimida,
el sentimiento de un mundo sin corazón y el espíritu de un estado de cosas
desalmado. Es el opio del pueblo. La superación de la religión como felicidad
ilusoria del pueblo, es la reivindicación de su felicidad real. El llamado para
que el pueblo se deje de ilusiones acerca de su condición, es el llamado a que
termine con un estado de cosas que necesita ilusiones. La crítica de la
religión es ya, en embrión, la crítica del valle de lágrimas, santificado por
la religión."”…/…
Pero el opio, la morfina, la cocaína y demás sustancias eran
inalcanzables en aquella época por las masas y estaban al alcance más bien de
la burguesía, aunque, como explica la historia, el alcohol si estaba bastante
generalizado entre la clase obrera, de ahí la insistencia de los fundadores
de los partidos obreros de constituir las Casas del
Pueblo, que sacaran al obrero de las tabernas y les diera
instrucción, enseñándoles incluso a leer y escribir, como unas de las tareas
fundamentales de aquellas épocas para elevar
el nivel cultural de los obreros.
Tampoco quizás pudo calcular Marx exactamente la
capacidad de desarrollo de la industria bélica, que a
la vez que es utilizada para asesinar a millones de seres humanos, mantiene
asimismo a millones de asalariados en la producción de la industria bélica,
dirigidos globalmente y en beneficio del Complejo Militar-Industrial de EEUU.
Paradójicamente son las guerras las que mantienen en funcionamiento la
industria cuando las crisis se agudizan, destruyendo miles de vidas y a la
vez parte de las fuerzas productivas, para luego reconstruirlas.
A través de grandes campañas de propaganda, las burguesías nacionalistas
enloquecen a las poblaciones con el veneno del ”patrioterismo" que es
utilizado como una “droga ideológica" para
enfrentar a los pueblos, les hacen olvidar sus propias miserias y les preparan
para defender los intereses económicos de los capitalistas y banqueros a las
órdenes del imperialismo de turno.
Ante el temor que causa tanta parafernalia bélica, incluyendo en ello a los terrorismos de estado como el individual,
crecen de nuevo como los fascismos, así como la violencia machista y asesina contra la mujer o
la violencia callejera y verbal.
Escuchamos a veces emisoras de radio y Tv, así como en las modernas
redes sociales, algunas muy reaccionarias y sectarias, incluyendo la “prensa
sumisa y mercenaria” al servicio de la burguesía, algunas
filofascistas, alentadas y dominadas por
fanáticos religiosos de uno y otro bando, sean del Islamismo, Cristianismo,
Judaísmo y demás grupos sectarios que les prometen a las masas un mundo
mejor en el cielo, pero que se lo niegan aquí en la Tierra, trampa
en la que muchos jóvenes caen, incluso vendiendo sus cuerpos como mercenarios
en los modernos ejércitos profesionales, para salir del "infierno" de ese
drama de la escasez y la condena del paro, la miseria y la opresión que les
ofrece el capitalismo.
La burguesía insiste en que Marx se equivocó en 1848 cuando pensó que el Capitalismo se
enfrentaba a una crisis muy grave y se preocupó por escribir el Capital y
el Manifiesto, que han sido los libros más combatidos y que
mantienen, sin embargo, más actualidad de los escritos en la historia moderna y
no estaría tan equivocado en sus predicciones cuando esas “crisis
capitalistas” desembocaron en procesos revolucionarios e
incluso dos Guerras Mundiales.
Quizás Marx cometiera
un error de ritmo, entorno a pocos cientos de años, lo cual, analizado desde un
punto de vista antropológico y teniendo en cuenta que el Planeta
Tierra tiene una edad entre 4.500 millones y 5.000 millones de años
en su perpetuo proceso de formación, evolución y revolución, pero
que la materia de la que se formó, es y seguirá siendo siempre infinita, junto
con el espacio y el tiempo, según la ciencia, por lo cual, pudiesen
convenir que es un error porcentualmente despreciable para que la burguesía niegue
categóricamente los hechos científicos, sin demostrar antes una antítesis corroborada
por la Comunidad Científica.
Ahora bien, en lo que concuerdan cada vez más expertos en campos como la
economía, la sociología, la política, la historia, la ciencia y otros campos del conocimiento humano es que
el capitalismo se está transformando constantemente, que está revolucionando
las fuerzas productivas permanentemente, que sus propias contradicciones de las
que es imposible escapar, producen
crisis cada vez más fuertes, más amplias, más agudas y más peligrosas para la
Humanidad, junto al peligro del Cambio Climático y ahora estamos sufriendo una recesión similar
a la de los años 30 del pasado siglo.
Todo el sistema capitalista está actualmente sufriendo una recesión que
será tan profunda que está siendo
cuestionado este modelo, cada vez más
por más gentes, porque la clase trabajadora no es estúpida y sufre las
consecuencias de la agudización del nivel de vida.
El instinto de decencia, el sentido común, el incremento del proceso
molecular de toma de conciencia de los asalariados en la búsqueda de la
justicia distributiva, está unificando
los deseos de las masas de luchar contra los ricos capitalistas y banqueros, que con sus
corrupciones, estafas y Evasiones a Paraísos Fiscales, son los causantes de la
situación de crisis y estancamiento en la que estamos sumidos, creciendo el
desprecio a los políticos y a la corrupción insoportable que bajo la lógica del
lucro privado es imposible de solventar por el capitalismo.
El capitalista habla de los Derechos Humanos individuales. El socialismo habla de Derechos
Humanos Universales. El capitalista defiende el derecho a tener Jet
y Yate privado y un derroche inmenso de riquezas. El socialismo se pregunta por
qué todavía hay niños descalzos y pasando hambre y las colas del hambre crecen
en todos los países. El capitalista admite y
permite que mucha gente sea miserablemente pobre. El
socialismo no admite y rechaza que unos
pocos sean exageradamente ricos mientras la desigualdad y la miseria siguen
creciendo.
El capitalista habla
hipócritamente que no debería haber niños que pasen hambre pero luego
se niegan a contribuir con aquel 0,7 % para ayudar a los hambrientos, como hace
años recomendaron los organismos internacionales y nunca se cumplió, como
tampoco cumplen los compromisos de las reuniones anteriores sobre Cambio
Climático, que llevan años perdidos sin afrontar y
aportar los recursos comprometidos, en un asunto tan importante como la crisis
climática, retrasándolo todo por la Covid-19 al que
descargan la responsabilidad del retraso de los ritmos, por tanto …/…
(Continuará el lunes 23/8 con la parte 2 final).
COMISIÓN PERMANENTE.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCÍA.
(*) Está a disposición de cualquier afiliado o simpatizante el borrador
de Enmienda a la Totalidad, que tenemos debatido que pueden recibirlo
solicitándolo al correo de abajo, poniendo en asunto, “ENMIENDA”:
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