Estamos recibiendo algunas críticas como corriente de Opinión Izquierda Socialista del PSOE, porque defendemos el giro a la izquierda, cuando otros compañeros defienden el giro a la derecha para pactar con el PP.
En una democracia, todas las opiniones son respetables y están sometidas a la crítica, como aquellos que nos dicen que eso de hablar de clase obrera está anticuado.
Hoy mismo he recibido una crítica de un compañero, que se considera muy de izquierdas, alegando que no entiende lo que escribo.
Le he dado una respuesta, para ver si me hago entender, en este comentario literal que explico mi posición diciéndole que "veo una falta de tolerancia hacia las ideas contrarias a las tuyas, impropias de una persona que luego se define como demócrata.
Y todo eso, como respuesta a una simple pregunta que no debe enojarte tanto, porque la clase obrera existe, te guste o no te guste, tanto en Europa, como en el resto del mundo.
En estos momentos de aceleración de acumulación de riquezas entre ricos y desigualdad creciente de pobres, la brecha de la desigualdad sigue creciendo y mucha gente que se considera clase media está cayendo en la pobreza y son "obreros parados" que no encuentran siquiera un lugar donde ganarse el sustento.
Quizás estás atravesando, como muchas otras personas de izquierdas, una cierta inquietud, por el panorama tan adverso para el movimiento obrero, ante el avance de las derechas, pero no nos debemos acobardar, sino hacerles frente a esos franquistas.
En este momento hay más razones que nunca para defender una política genuinamente socialista, que no solo tome todos esos recursos, como la Banca, la Tierra y los Monopolios y los ponga en manos de la mayoría de la sociedad, que expropie la riqueza acumulada por esa ínfima minoría de plutócratas socializando las empresas que cierren y practicando la Autogestiòn bajo control social de los propios obreros, que es toda persona que vive de un SALARIO.
Una política que sin duda contaría con el apoyo abrumador de la clase obrera y la juventud. Las consecuencias de no actuar así, de que sigan rigiendo las reglas del capitalismo, marcadas por el puro lucro privado, y ajenas a las enormes necesidades que tiene la mayoría de la sociedad y al sufrimiento que padecen hoy millones, solo traerán lo que ya estamos viendo: paro, hambre, miseria y guerras.
La experiencia de estos años no ha pasado en balde y se expresará inevitablemente, demostrando que todos y todas los que hemos luchado sin descanso hasta echar a la derecha del Gobierno tenemos la fuerza para hacer realidad nuestras aspiraciones, y que estas no se logran en despachos, con discursos parlamentarios, propaganda hueca y demagogia, sino con la movilización más enérgica y levantando un programa que cuestione la sinrazón del capitalismo.
Te agrade o no, solo habrá un camino SOCIALISMO O BARBARIE"".
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