Tras las declaraciones de Felipe González, nuestro primer Secretario
Pérez Rubalcaba ha tenido que rechazar públicamente que los partidos PP y PSOE
formen un gobierno de coalición, aclarando la discrepancia con el expresidente
del Gobierno, que dijo en una entrevista en la Sexta, que “si el país lo
necesita”, ambas formaciones deberían formar una gran coalición de gobierno.
No es la primera vez que algún exalto cargo, más bien afín al
ala socio-liberal del partido y desmarcándose claramente de las posiciones
socialdemócratas y mucho más de la corriente I.S. y de las bases que se
encuentran cada vez más a la izquierda, intentan abrir el debate sobre esta
espinosa posición que enfrenta y agría las relaciones internas de las distintas
sensibilidades, pero parece que en esta ocasión la discrepancia interna ha
salido al exterior, precisamente en plena campaña de las Europeas, lo que
amplifica el desencuentro entre los partidarios del pacto de Gobierno entre las
dos primeras fuerzas y los que nos posicionamos con nuestro voto en contra de los pactos con los representantes políticos
de la burguesía, porque consideramos que lo más favorable para los ciudadanos
es la lucha por un giro a la izquierda, y no hacia la derecha, como sería
entendido ese pacto, porque los trabajadores necesitan que se les invite a
luchar para defender nuestros derechos y las libertades mediante la unidad de
las izquierdas, y no pactar con el PP que es el que nos las está arrebatando. Nuestra
corriente I.S. plantea continuar la defensa del socialismo, no solamente como
se ha iniciado el proceso en Andalucía, que es un primer paso, sino que debe
profundizarse esa posición de giro a la izquierda, ampliándola hacia los demás
partidos y sindicatos de clase, lo que representaría una contradicción con el
pacto contra natura anunciado por Felipe González.
Como consecuencia de las políticas de derechas en Europa, los
efectos de los recortes y la austeridad salvaje, están siendo devastadores para
la clase trabajadora y las capas medias. Crece la desconfianza generalizada por
parte de los sectores menos favorecidos de la sociedad, contra la política
oficial de las instituciones “democráticas”, que se percibe como una dictadura
financiera del FMI, Banco Mundial y la Troika, lo que ha producido una profunda
crisis de credibilidad, que se reflejan en las recientes encuestas, donde los
votantes expresan una desconfianza hacia los dos grandes partidos y un
crecimiento de la abstención.
El rechazo de la clase trabajadora a las políticas aplicadas
por el PP es cada vez más contundente, alcanzando cotas de participación en las
luchas sociales y una radicalización como hacía décadas que no se observaban,
existiendo una clara tendencia de giro a la izquierda entre los votantes y el
pueblo en general y una apatía muy peligrosa que se sitúa en la abstención, por
lo que, si el partido no se aparta claramente de las posiciones ambiguas,
girando claramente hacia la izquierda, la esperada recuperación económica, si
sigue liderada por la Derecha Europea, tardará tiempo en producirse, por lo que,
precisamente muchos militantes de base y cientos de miles de trabajadores y
jóvenes necesitan apostar por un nuevo proyecto político como el que nosotros
venimos defendiendo desde nuestra corriente I.S. en el seno del Partido, durante
todos los procesos congresuales y debates de confrontaciones democráticas que
se han venido dando.
Como venimos insistiendo desde nuestra corriente de opinión
Izquierda Socialista de Málaga, es preciso luchar para que se ponga la economía
al servicio del ser humano y no del lucro de una minoría de banqueros privados
y especuladores, que es precisamente lo que está aplicando el Gobierno del PP. Por lo
cual, es preciso defender posiciones y propuestas que serán incompatibles con
los pactos con la derecha, que nos llevarían a posiciones liberales-conservadoras,
que han sido las causantes de esta profunda recesión que padecemos.
Así pues, nosotros hemos venido defendiendo que en el nuevo
proyecto del P.S.O.E. debe contemplarse la nacionalización de la banca, para
constituir una Banca Pública al servicio de la producción, eliminando los
monopolios privados, (con indemnización a los pequeños accionistas necesitados
y a los estafados por las preferentes, exigiendo a los corruptos la devolución
de lo defraudado y pidiendo su encarcelamiento) y poniendo todos estos recursos productivos
bajo control de los trabajadores, para evitar la corrupción y los despilfarros,
mediante la puesta en marcha de un plan de producción democráticamente
elaborado, y bajo control social, eliminando el secreto bancario, como inicio de la salida de la crisis por la
izquierda, pidiendo la colaboración activa de la clase trabajadora y los
sindicatos de clase, para luchar todos juntos por un nuevo modelo de sociedad,
democrática, socialista, cooperativa, laica y federal, que mediante el control obrero fomentemos la
productividad y evitemos los despilfarros, la especulación y los escándalos
financieros, para trabajar todos y que se pueda repartir con justicia y equidad
el fruto del trabajo socialmente desarrollado.
De esta forma sería necesario proceder a una planificación democrática y científicamente la producción
poniendo la economía al servicio de la sociedad, cumpliendo la aspiración del
programa inicial del PSOE, que es "la completa emancipación de la clase
trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su
declaración y conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de
su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes", como defendían
Pablo Iglesias y los fundadores del PSOE y UGT.
Porque como dijo Largo Caballero, “a la clase trabajadora hay que decirles la verdad, aunque les duela”, y parte de la verdad es que bajo el capitalismo no hay salida para los pobres, la juventud y la clase trabajadora, en esa Europa de los Mercaderes que ha fracasado estrepitosamente, pero SI existe una alternativa para utilizar toda la creatividad maravillosa de la que es capaz el género humano y esa alternativa es el genuino socialismo, democrático, solidario y humano, para construir la Federación Socialista Europea, por la que merece la pena seguir luchando para la conquista de un programa que beneficie al pueblo trabajador y que ponga las bases para la transformación de la sociedad. Todo eso demuestra que los pactos con la burguesía son incompatibles con el avance hacia el socialismo, so pena que lo que algunos planteen es ofrecernos un sucedáneo, que es en realidad lo que el pueblo, inteligentemente, está rechazando con sus posiciones de apatía y desencanto ante la política de derechas que se nos ha venido ofreciendo.
¡¡NO AL PACTO CON EL PP¡¡
¡¡ POR LA DEFENSA DE UN PROGRAMA AUTÉNTICAMENTE SOCIALISTA
PARA CONSTRUIR LA FEDERACIÓN SOCIALITA EUROPEA DE LOS PUEBLOS ¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario