El
sistema capitalista consiguió en los ciclos de auge, el mérito histórico de
llevar la técnica, la ciencia y el desarrollo a un alto nivel, pero en la
actualidad, en su fase de declive, camina directo hacia la catástrofe bélica y llevará
a la humanidad a la barbarie, si no se frena pronto el neofascismo rampante, por las fuerzas de izquierdas.
Con
el proceso de globalización ese sistema, avanzó hacia la eliminación de
fronteras al haber vinculado alianzas económicas con casi todas las partes del
mundo, habiendo proporcionado de esta manera los prerrequisitos materiales para
poder utilizar sistemáticamente todos los recursos de nuestro planeta y salvar
de la miseria, el hambre y la pobreza a todos los habitantes de los 8.000
millones de seres humanos que componemos el planeta Tierra, pero bajo el
capitalismo, eso es imposible, pues todo se ha hundido y estallaron las guerras
y el intento de volver a la autarquía, lo cual es un despropósito.
El sistema imperialista de los dos
bloques principales, EEUU/EUROPA contra RUSIA/CHINA y sus respectivos
satélites, no está en condiciones de realizar esta tarea urgente de salvar a la
humanidad, más bien al contrario, se preparan para destruirlo todo si la
carrera bélica, las amenazas, chantajes y violencia continúan siendo su
desastroso modelo económico.
La principal base de la expansión de
la economía capitalista consistía en la parcial superación de los Estados
nacionales, con sus aduanas y sus ejércitos, que intentaban superar, pero que
ahora se ha convertido en su contrario dialécticamente.
Las fuerzas productivas desarrolladas
habían sobrepasado hace tiempo las fronteras de las naciones, con fuertes
inversiones en casi todos los países, entre los imperios más potentes, pero la
disputa de Trump, con su intento de “América Primero”, cerrando fronteras, abrió la espita para la desestabilización de
los mercados y los intentos de la Autarquía, convirtieron lo que antes era un
factor histórico muy progresista, en una restricción insoportable que al final
se convirtió en la causa de la guerra de Ucrania, tras el hostigamiento de OTAN
a Rusia, que propició la brutal invasión decretada por Putin.
En realidad, las guerras imperialistas no
son otra cosa más que explosiones de las fuerzas productivas rebeladas contra
las fronteras nacionales, que necesitan desbordar y se convierten en demasiadas
limitaciones para el tráfico normal de mercancías que representan sus ganancias
y que son la causa por las que empiezan las disputas por la hegemonía mundial.
El llamado programa para la autarquía, es
contrario a una economía autosuficiente que es imposible y limitada en el
capitalismo, que pone a punto en bases nacionales para nuevas controversias y
disputas que fomentan las contradicciones y el belicismo.
Los partidos reformistas, ante las
presiones y contradicciones, ceden ante los poderes fácticos por lo que las
reformas parciales que se ralentizan, son meros parches y no servirán al final
para nada.
La situación histórica ha alcanzado una de
sus etapas más decisivas ante el marasmo del imperialismo y sus contradicciones
por lo que únicamente la intervención directa de las masas, mejor organizadas y
con un programa socialista de transición (*) será capaz de barrer los
obstáculos para sentar las bases de un nuevo modelo social, derrotando a la
reacción.
Ese nuevo programa tiene que defender la
conquista de una Banca Pública, para poner los recursos suficientes al servicio
de la sociedad, con la expropiación de las palancas fundamentales de la
propiedad privada de los grandes medios de producción, que deben ser los
primeros actos y el prerrequisito, para avanzar hacia una nueva economía
planificada.
Ante la locura en la que han entrado una
parte de los líderes mundiales, sobre todo EEUU con la OTAN y Rusia con la
invasión de Ucrania, es necesario introducir la razón en la esfera de las
relaciones humanas, de inmediato a escala nacional con un alto el fuego en
Ucrania para detener la masacre y posteriormente continuar la lucha pacífica
por una Democracia Participativa y Ética, con Libertad para desarrollar el
Socialismo Científico a escala mundial.
La lucha por un auténtico modelo
socialista, una vez iniciada, se tendría que extender solidariamente de un país
a otro, con una fuerza similar a las luchas que se están dando en Francia, Gran
Bretaña y tantos otros países de Latinoamérica y el mundo, para a su vez, poder frenar el fascismo antes de que sea
demasiado tarde.
Con la ayuda y el ejemplo solidario de los
países más avanzados, colaborando pacíficamente con las naciones atrasadas,
también se verán unidas a la lucha con las corrientes dominantes del Socialismo
Genuino y fraternal. Entonces, esas
barreras aduaneras, totalmente inhumanas donde mueren miles de personas cada
año buscando una vida, mejor serían
superadas de forma armoniosa y humana avanzando hacia la igualdad.
Los acontecimientos más recientes, del
peligro de la guerra total con las que nos amenazan los grandes líderes
mundiales en su disputa por le hegemonía, los recursos económicos y el poder,
deben servir para recordarnos que en nuestro planeta Tierra, sigue habiendo
capacidad para que podamos vivir dignamente, no solo los 8.000 millones de
habitantes, sino 16.000 millones más, según estudios científicos, pero bajo el
capitalismo, es imposible aplicar una verdadera política de justicia social,
luchando a su vez contra el Cambio Climático, con lo que se podría salvar el
planeta y organizar la producción de alimentos volviendo productivas las
millonadas de hectáreas ociosas en manos de los terratenientes.
Está en juego la suerte de la
Humanidad y la disputa entre Rusia y EEUU, que son los principales animadores
de las guerras, las masacres, los bombardeos y el peligro que representa la
amenaza nuclear.
El mundo se encuentra cada vez más
dividido y ese proceso de las crisis económicas, cada vez más virulentas y
dañinas para los ciudadanos es una constante que nunca terminará bajo la
burguesía capitalista que cada vez quiere más beneficios, porque los ricos se hacen más ricos y solo
producen más pobreza, miseria, degeneración y muerte; una vez y otra, por
lo que se pone a la orden del día la
cuestión urgente de un nuevo modelo de reparto, que debe ser llevado a cabo
conforme a una nueva correlación de las fuerzas.
La tarea principal recae en la clase
trabajadora, la juventud, los autónomos y en los sectores más empobrecidos,
buscando juntos una alternativa socialistas, para frenar y derrotar a las
fuerzas imperialistas, pues ésta debe ser la razón auténtica para exigir entre
todas y todos el alto el fuego y el desarme, para acabar con la carrera bélica
actual y sustituir a los diplomáticos inútiles que han sido incapaces de frenar
la guerra y siguen alimentándola.
Todas esas contradicciones y trabas
que dividen al mundo entero y a Europa, solamente encontrarán una solución natural
y pacífica dentro del ejercicio del Derecho de Autodeterminación de los
pueblos, en el marco de los Estados Unidos Socialistas de Europa, hasta
conseguir una Confederación Socialista Mundial, siendo la lucha pacífica e
Internacionalista, el único camino para que la Humanidad pueda ser liberada y
elevada a un nivel superior de bienestar.
COMISIÓN PERMANENTE.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCÍA.
Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
(*) Si quieres conocer el
documento que tenemos a debate, puedes solicitarlo gratuitamente al correo de
abajo, poniendo en asunto:
Por una Izquierda Socialista Marxista.
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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