16 de enero de 2023

LOS IMPERIOS ANTERIORES FENECIERON Y OCURRIRÁ TAMBIÉN CON EL IMPERIALISMO.



      La subida de los tipos de interés de los banqueros y las devaluaciones con el objetico de ganar la competitividad perdida en los  mercados mundiales, hacen que la economía mundial camine hacia una grave recesión que podría llegar a una depresión, porque los imperialistas están siguiendo un camino similar al que llevaron tras el crac de 1929, que desembocó en la terrible II Guerra Mundial.

      El peligro de esta guerra económica, comercial y también complicada con la cruenta invasión de Ucrania, con miles de muertos y millones de refugiados,   han destruido el país y millones de seres humanos que huyen de la catástrofe,  representa una verdadera infamia de todos los imperialistas, porque con las medidas bélicas y el nacionalismo económico, es totalmente impotente frente al hundimiento de la economía capitalista, si no acaba pronto la guerra.

      La situación sigue grave pues desde EEUU que domina en la OTAN, acusan a la OPEP de echarse en brazos de PUTIN y amenazan con duras represalias al régimen de Riad, lo cual, con esas posiciones políticas cada vez más agresivas, provocan un aislamiento creciente de la Unión Europea y los EEUU, fortaleciendo el pacto estratégico que mantienen Rusia y China con la OPEP, de cara a continuar manteniendo altos precios del crudo en su disputa por los beneficios que provocan esas matanzas y esas guerras de tapiña.

      No obstante, la lucha por la Hegemonía mundial que mantienen la OTAN y el bloque occidental dirigido por la EEUU, en vez de fortalecerse, se está debilitando.  Esa pugna que se desata contra la OPEP, puede significar un ejemplo claro de ello, pues los intentos de la U. E. y EEUU de limitar y poder controlar el precio del petróleo, para perjudicar a Rusia y a su vez intentar frenar la escalada inflacionista, podría agudizar el choque con Arabia Saudita, que ha venido siendo un aliado de los imperialistas en el Golfo Pérsico.

      El principal aspecto que condiciona las perspectivas para la economía mundial, es la lucha por los mercados de las principales potencias imperialistas como son China y los EEUU con sus respectivos satélites. La guerra económica significa una cuestión de vida o muerte para la clase dominante y los grandes capitalistas del imperialismo, que exigen todavía más ganancias.

      La agresividad creciente del imperialismo de EEUU, adoptando y amenazando con nuevas sanciones con la intención de frenar la expansión tecnológica y financiera de China, que amenaza con adelantarle en el crecimiento del PIB de EEUU que crecerá este año 2023 en un raquítico +0,2 % y un +1,2 % para 2024, mientras que en China se espera que su crecimiento del PIB aumente en torno al 5 % en 2023, lo cual pone muy nerviosos a los capitalistas norteamericanos, sobre todo, con algunas medidas como la prohibición de que cualquier empresa de semiconductores, con tecnología norteamericana pueda suministrar chips a China y ésta está tomando asimismo sus represalias, lo cual agrava la situación internacional del comercio mundial de esos grandes colosos.

      Los grandes empresarios con sus multinacionales, la banca y los monopolios, ven que sus beneficios crecen de forma estratosférica, mientras el hambre, la pobreza, la desigualdad y los salaros de millones de personas en el mundo, se enfrentan al drama de no tener dinero para poder calentarse durante este duro invierno, creciendo la miseria y las hambrunas, como se demuestra por los niveles de vida de las masas que se han derrumbado.

La burguesía y sus defensores echan la culpa de la crisis, a la Pandemia y a la guerra de Putin contra Ucrania, que están fortaleciendo de manera inhumana las tendencias a la polarización entre ricos y pobres, pero la situación no es tan sencilla.

Esta grave situación confirma la teoría de la miseria creciente, explicada por la filosofía del materialismo dialéctico que desarrolló Marx, que en breves y resumidas palabras decía: “La acumulación de riqueza en un polo es, en consecuencia, al mismo tiempo, acumulación de miseria, sufrimiento en el trabajo, esclavitud, ignorancia, brutalidad y degradación mental en el polo opuesto”.

Eso representa una gran paradoja puesto que bajo el capitalismo corrupto y mafioso actual, se han generado y existen ya suficientes recursos y tecnología, para poder erradicar todas esas lacras, miserias, hambrunas y sufrimientos de las masas empobrecidas, pero la lógica perversa del funcionamiento del Capitalismo, que es el máximo beneficio en el menor tiempo posible, explotando a las masas y a los pequeños competidores, como las pymes y los autónomos, tal cual desvelaron brillantemente los defensores del socialismo científico, por lo que se está impidiendo por un puñado de multinacionales que pueda planificarse una producción armónica y justa de todo lo que se puede producir y consumir, que también favorezca al desarrollo del Medio Ambiente y sobre todo, a los habitantes del planeta Tierra, que están siendo amenazados por la crueldad del capitalismo que no funciona para los pobres, aunque los ricos se siguen forrando.

Aquella antigua concepción de los liberales, que querían implantar una sociedad democrática y nos venían prometiendo un crecimiento gradual y universal de la prosperidad, la cultura, la paz y la libertad se ha derrumbado de manera irreparable y caminamos hacia una terrible recesión que podría desembocar en catástrofe.

Si no somos capaces desde las fuerzas políticas y sindicales, de unificar a la clase trabajadora y al conjunto de las izquierdas, para dar un fuerte giro social y comenzar a construir una nueva sociedad, la clase trabajadora lo pasaremos muy mal.

Nuestra lucha como trabajadores debe estar basada en una Democracia Participativa y Ética,  desarrollando el Socialismo Científico y avanzando hacia la planificación de las empresas de manera autogestionaria en base a la Democracia Obrera, ejerciendo el control desde abajo hacia arriba, mediante el método democrático de un trabajador un voto, en las empresas y a todos los niveles del Estado,  lo que representará una auténtica democracia participativa y plena. 

El declive de este sistema capitalista con el actual estrepitoso naufragio también ha llevado a la bancarrota a la concepción reformista, que viene siendo incapaz de llevar a cabo las reformas necesarias que el movimiento obrero exige y necesita  con urgencia.

Bajo el capitalismo es imposible, un cambio de modelo social y económico lo que se demuestra  que en esencia sólo con una adaptación de las ideas del socialismo genuino, para cambiar el actual modelo capitalista y dar salida a las presentes condiciones de la clase obrera, que se hacen inviables bajo el capitalismo mafioso y agónico,  podremos alcanzar una salida digna para la clase trabajadora y los pobres.

Todas aquellas teorías y métodos de la clase burguesa que hunden sus raíces en  la antigua época del capitalismo industrial de sus inicios, donde si hubo en cierta medida, libre competencia y libre comercio, que son ya de un tiempo pasado en el que el capitalismo era todavía un modelo económico relativamente progresista, pero dialécticamente, en la época actual, el Imperialismo, como fase superior del capitalismo, se ha vuelto muy reaccionario, corrupto e incluso  más belicoso y criminal que nunca, como estamos viendo en esa guerra interminable de Rusia con la OTAN,  con la amenaza atómica por ambos bandos, cuyas enfermedades no tienen cura y las condiciones objetivas y subjetivas están preparando el terreno para un cambio de sociedad, por lo que la lucha unitaria de los trabajadores es el único camino. 

En la historia ha quedado registrado que, antes de hundirse cualquier modelo anterior,  intentan superar sus propias contradicciones,  pero éstas se han hecho ya insuperables, porque, incluso en plena crisis, la acumulación de riquezas en un pequeño grupo de multinacionales genera un crecimiento acelerado de la miseria, el paro y las corrupción y el capitalismo siempre hace un tremendo esfuerzo de auto/preservación durante un prolongado período, empleando guerras y violencia, pero al final todo será inútil, porque cualquier imperio anterior fue derrotado y todos fenecieron y asimismo ocurrirá con el Imperialismo.  

La burguesía no quiere desaparecer como modelo. Ha transformado toda la energía heredada del pasado en una violenta convulsión reaccionaria, con guerras, golpes de Estado y maniobras de compra/venta de sus políticos afines, pero es precisamente el período por el que estamos entrando, donde la dialéctica materialista de la historia la derrotará, como cualquier otro modelo económico anterior, desde las tribus, la barbarie, el feudalismo, el capitalismo y ahora en su Fase Imperialista de las Multinacionales, también  se derrumbará, pues todos los Imperios han caído y éste también fenecerá pero necesitará un fuerte empujón de la clase trabajadora y los pobres, marchando unidos y bien organizados, porque el socialismo nunca caerá del cielo, ya que como decían los clásicos: “La emancipación de los trabajadores, deberá ser obra de la lucha de la clase obrera, o no será”.

COMISIÒN PERMANENTE.

IZQUIERDA SOCIALISTA MÁLAGA.

PSOE ANDALUCIA.

(*) Si quieres conocer nuestras posiciones que estamos debatiendo y participar con tus aportaciones,  puedes solicitar gratuitamente el documento al correo de abajo, poniendo en asunto: “POR UNA IZQUIERDA SOCIALISTA MARXISTA”:

Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com

 

 

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