Paul Krugman, premio Nóbel de economía, en un artículo titulado "La necesidad de cambiar Wall Street", llegaba a la conclusión final siguiente: "Si escuchamos a los lobbistas de la industria financiera y a los políticos republicanos que han estado acurrucándose a su lado, uno pensaría que todo va a estar bien mientras el gobierno federal prometa no hacer más rescates. Pero están totalmente equivocados. Y no sólo porque ningún tipo de promesas de este tipo sería creíble, sino por el hecho de que gran parte de la industria financiera se ha convertido en un chanchullo, en un juego en el que a un puñado de personas se le pagan enormes sumas para engañar y explotar a los consumidores e inversores. Y si no ponemos coto a estas prácticas, el chanchullo seguirá".Cada vez más economistas prestigiosos están siendo bastante críticos con el sistema capitalista, sus aberraciones, contradicciones y escándalos. Con sus doctos conocimientos, llegan a plantear "diagnósticos" a veces muy ajustados a la realidad de la enfermedad que padece el capitalismo. En lo que fallan es en el "tratamiento" que plantean para curar a los "moribundos mercados", que en algunas países se les nota ya un cierto "rigor mortis". No queremos ser alarmistas, pero consideramos que el tratamiento que se quiere aplicar, de ajustes durísimos, lastrará la recuperación y está llevando a cada vez más personas a la frustración ante el espectáculo bochornoso que ofrece una cierta parte de la "casta política" que agudiza su "cretinismo parlamentario".
Entrando en materia, está claro para millones de votantes, que el PSOE, como partido mayoritario de la clase trabajadora y por tanto de toda la sociedad, fue elelgido por los ciudadanos con la esperanza de que iba a producir un cambio en el modelo de sociedad, que estaba hasta el gorro de las mentiras del gobierno de Aznar. Esas esperanzas se están viendo frustradas, sobre todo, en los últimos meses donde se aprecia un giro a la derecha en la política económico-social del Gobierno dirigido por el compañero Rodriguez Zapatero, que al aplicar el Plan de Ajuste y la Reforma Laboral, la contestación de los sindicatos y sus bases no se ha hecho esperar, y al igual que en toda Europa, las masas han pasado a la acción democrática de defender sus derechos con movilizaciones , con la Huelga en Euskadi, movilzaciones parciales, la dura huelga del Metro de Madrid, e incluso, se ha convocado la Huelga General para el 29-9-10.
Los sindicatos acusan que el Gobierno ha cedido ante las presiones de la derecha del PP y la Patronal, que en unidad de acción con sus representados que son los banqueros, capitalistas y las fuerzas financieras del exterior, han hecho doblar el pulso al gobierno, no se sabe con qué chantajes y amenazas. Todas las reformas y avances programados y prometidos hasta la saciedad por el Gobierno, han saltado por los aires. Ha sido una ingenuididad confiar en que la clase capitalista, empujados por la crisis, iban a actuar de forma diferente en este país que como lo hacen las demás burguesías a escala mundial. La socialdemocracia, si no se apoya en la fuerza de la lucha de la clase trabajadora, siempre sucumbirá ante el capitalismo, pues ha sido una Ley histórica que sigue cumpliéndose.
La clase trabajadora debe saber que tiene que seguir luchando, organizándose y buscando la unidad, para defender los derechos democráticos y los intereses que se conquistan con la fuerza de la acción. Es preciso, en primer lugar, utilizar "todas las amplias alamedas democráticas" que por nuestra fuerza nos pertenece, para mejor defendernos de los ataques y en segundo lugar, preparar el camino para continuar el avance hacia la transformación social, superando el modelo capitalista que nos explota, nos oprime y nos impide avanzar porque la lucha que comienza puede ser larga.
Si un partido de izquierdas no está a la altura de las circunstancias y en un momento dado, no sirve para organizar a las masas, educarlas en la lucha democrática y forjar los necesarios intrumentos que nos sirvan para llevar a cabo las transformaciones sociales que requiere la sociedad, entonces, los esfuerzos de los militantes y de la clase trabajadora en general, deben concentrarse en desarrollar corrientes alternativas, que nosotros proponemos en el marco del socialismo, con el objetivo de ganar una nueva mayoría, para llevar esas tareas adelante, como nos obliga la memoria de los que lucharon durante 130 años de nuestra historia partidaria, para hacer honor a los que quedaron por el camino en la lucha contra el capitalismo feroz, sino, los esfuerzos no habrán servido para nada.
Tenemos que fortalecernos y prepararnos para resistir las batallas que nos vendrán impuestas, sobre todo en los actuales momentos, cuando estamos sufriendo en nuestras propias carnes el ataque salvaje que la burguesía está lanzando contra la clase trabajadora a escala mundial, para restaurar su tasa de ganancias, exigiéndonos recortes en nuestros salarios, las pensiones, las condiciones laborales y demás "contra-reformas" que nos empujan a la degradación, al paro y a la miseria creciente.
Estamos comprendiendo en la práctica, que incluso, cuando la clase obrera arranca concesiones durente un cierto periodo de auge, esos triunfos parciales, bajo el capitalismo siempre son momentáneos, porque lo que te dan hoy con la mano izquierda, te lo quitarán mañana con la derecha, sobre todo, si el PP ganara las próximas elecciones, que pudiese ocurrir, si el Gobierno no rectifica o el Comité Federal del PSOE o algún Congreso le hace rectificar.
Las mejoras prometidas están siendo liquidadas con los ajustes a los que nos obligan, por el aumento de los precios y las subidas de impuestos, que merman nuestra capacidad de compras, retrayendo aún más los mercados, lo que lastra la recuperación y nos aboca a un duro estancamiento. El paro y la precariedad caminan juntos en subidas fulminentes, siendo ya estructural y permamente. Como decía Largo Caballero, "a la clase trabajadora hay que decirle la verdad, aunque le duela". Y la verdad es que la situación es muy grave. Los ciudadanos están bastante hartos de mentiras, engaños, corrupción y "clase politica ineficiente", como declaran las encuestas.
Nosotros, como corriente interna, como Izquierda Socialista de Málaga-PSOE, hemos venido repitiendo, por activa y por pasiva, durante años a través de nuestros documentos y enmiendas aportadas a los Congresos del Partido y Conferencias de la corriente, que bajo el capitalismo no habrá una salida digna para la clase trabajadora. La verdad es que la mejor manera de dar soluciones y salir de la recesión actual, es mediante una profunda transformación de la sociedad, que ponga fin a la dominación de la dictadura de los banqueros, monopolios de las finanzas y multinacioanales. El capitalismo de "rostro humano" que utópicamente se busca no existe. El rostro que empieza a mostrar el capitalismo, después de quitarse la careta de "democracia burguesa", es cruel y desarrollará rasgos dictatoriales. Cualquier otro intento de modelo que pretenda "reformar el capitalismo" será un verdadero desastre para la clase trabajadora.
Los dirigentes sindicales y políticos de las organizaciones mayoritarias del movimiento obrero, sobre todo, UGT, CCOO, PSOE e IU, deberían enfocar sus energías en la reorganización, la movilización y la lucha para proponer un debate donde se discuta un "programa auténticamente socialista", que ilusione a las masas, rechazando de plano los pactos y consensos con la burguesía y sus defensores, que son los verdaderos culpables de la crisis.
Es preciso explicar e informar en ese debate la auténtica gravedad de la situación y movilizar a todos los demás sindicatos y partidos de izquierdas para que se unan a la mayoría, movilizando entre todos a la inmensa mayoría de la clase obrera, la juventud, el movimiento ecologista, las asociaciones de vecinos, sindicatos y consumidores, para aglutinar una potente fuerza de izquierdas que plante cara a tantos abusos. De esa forma, con la participación consciente de las masas en las tareas democrática de control y gestión de las empresas y la sociedad, sobre todo, con una gestión transparente y democrática del Sector Público, los problemas sociales serían resueltos y las condiciones mejorarían trabajando todos, y repartiendo con justicia el fruto de nuestro trabajo, atacando a la corrupción y los despilfarros.
Esta sería la mejor forma de luchar contra los intentos de la burguesía de cargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de las familias trabajadoras y de los jóvenes. Tenemos que seguir luchando por un gobierno de coalición de las izquierdas, que aplique un verdadero programa de transición al socialismo, que contemple y lleve a cabo, la nacionalización de la banca, los monopolios y los grandes latifundios ociosos, para poner la economía de forma planificada y ordenada, bajo el control democrático de la sociedad, eliminando el secreto bancario, como la mejor manera de salir de esta recesión que está azotando y castigando injustamente a millones de trabajadores, pensionistas, jóvenes, amas de casas y demás capas de la sociedad.
En la sociedad moderna, la clase asalariada representa la aplastante mayoría de la sociedad. Por tanto, ya que tanto les gusta a muchos emplear falsamente la palabra "democracia", exijamos que se cumpla su verdadero principio, porque no es admisible que en el nombre de esa "democracia burguesa de los mercados", se nos obligue a aceptar un "colpe de estado financiero" que es lo que se esconde detrás de esos planes de austeriedad, para los pobres, mientras los capitalistas se siguen llenando los bolsillos a costa del pueblo. Los trabajadores tenemos que rechazar esa hoja de ruta que ha sido ordenada por el imperialismo, sin tener en cuenta siquiera la valentía de haber sido defendida, como programa electoral, por ninguno de los partidos del arco parlamentario, lo que es una acción absolutamente antidemocrática.
El capitalismo no ofrece futuro alguno a la clase obrera. La huelga general y las movilizaciones Europeas convocadas para otoño, pueden y debe ser el inicio del resurgir del movimiento obrero. En la última asamblea de nuestra corriente, se acordó presentar en los órganos de nuestro partido, Coordinadora Federal y Comité Provincial donde tenemos representación, así como a los sindicatos UGT y CCOO una moción que termina manifestando que daremos "nuestro apoyo público y solidario con la huelga general convocada por los sindicatos UGT y CCOO para el día 29 de septiembre de 2010. Movilizaremos a nuestra militancia para participar con nuestros medios, junto con el resto de los trabajadores y nuestros sindicatos, para garantizar el éxito de las movilizaciones convocadas".
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.
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