Recordando las crisis y recesiones cíclicas de los últimos lustros, vemos cómo el sistema financiero de EEUU, especialmente la banca de inversión, empezó a hundirse por las hipotecas de difícil cobro y por los llamados “activos tóxicos”, que ellos sabían que era papel fiduciario sin posibilidades de recobro.
Se pasó de las importantes pérdidas de Citigroup, Merrill Lynch o Bear Stern, a la intervención federal descarada de las dos mayores compañías hipotecarias, Fanni Mae y Freddi Mac, derrumbadas por el colapso de la crisis, operando los gobiernos a favor de los capitalistas, para salvar sus intereses, en contra de los principios que defendían del llamado “liberalismo económico”, que habían defendido a ultranza incluso por métodos violentos y belicosos hasta esos momentos, cuando criticaban furibundamente cualquier intento de intervención del Estado en la economía.
El problema de fondo de la crisis no es la falta de liquidez, la falta de crédito o la falta de confianza; todos estos factores existen pero no han sido en cada recesión, más que la primera expresión de una crisis clásica de sobreproducción, sean éstas de onda corta, entre 9 y 11 años o de onda larga entre 30 o 40 años.
Los economistas burgueses parecen entender que siempre confunden los efectos de la crisis con las causas de la misma, que nunca logran comprender o más bien no les interesa enterarse.
En la situación actual, la caída del consumo a escala mundial, está siendo tan brusca y profunda que se habla del peligro de una deflación, un fenómeno que lastró la recuperación de Japón durante muchos años y vuelve a situarse como una perspectiva para la economía mundial aunque otro sector interesado de la burguesía ha apostado por una campaña mundial, anunciando la “recuperación inminente”, según pregona el nuevo gobierno de EEUU.
El Presidente de EEUU, Donald Trump anunció sus planes para imponer amplios “aranceles recíprocos”, que afectarán tanto a los aliados como a competidores, en una brutal escalada de “guerra comercial a escala internacional”, que según advierten los economistas críticos, podrían alimentar una inflación interna. Informando en la Oficina Oval, Trump dijo que había decidido imponer aranceles recíprocos y dijo a los periodistas que los aliados de Estados Unidos, a menudo eran “peores que nuestros enemigos” en cuestiones comerciales.
Siguiendo con la información, dijo que los impuestos se adaptarán a cada socio comercial de Estados Unidos y considerarán factores como el Impuesto al valor agregado (IVA). Trump anunció una amplia gama de aranceles dirigidos a algunos de los mayores socios comerciales de Estados Unidos desde que asumió el cargo, argumentando que ayudarían a abordar prácticas desleales y, en algunos casos, utilizando las amenazas para influir en las políticas y en los mercados financieros.
Por ejemplo, la hecatombe que ha sufrido el BITCOIN está siendo colosal y nunca visto. De los 298 millones de dólares perdidos a fecha 19-2-2025, las posiciones largas fueron las más afectadas con 206 millones de dólares liquidados. En la fecha del 25-2-2025, en menos de una semana, el BITCOIN se desplomó otra vez a su nivel más bajo, cayendo en 87.629 millones de dólares. La caída tan brusca causó un pánico generalizado en los mercados de valores, con temor a futuras declinaciones, que más temprano o más tarde, se verán afectados.
Preciso es que analicemos las razones de esta situación de hundimientos, caídas y parálisis tan brutales de la economía como la que presenta el Presidente Trump. El problema de fondo es que se ha llegado a un punto crítico en el que el mercado no puede absorber toda la producción, porque la clase trabajadora que es la que mayor capacidad de consumo pudiese tener, sigue siendo explotada y saqueada por los empresarios que les roban las plusvalías e intentan deprimir los salarios, cuando los precios de consumo no paran de crecer.
Los pisos, los coches, el acero, el cemento y demás productos, ya no se venden tan rápido como antes y no hay créditos porque la banca no quiere arriesgar más porque los índices de impagos se disparan. La Formación bruta de capital fijo (FBCF) que es el índice de inversión privada del capitalista se ha derrumbado, porque para qué van a invertir los empresarios en creación de nuevos puestos de trabajo, si es evidente que no pueden colocar todas las mercancías que producen en sus fábricas, habiendo caído la utilización de la capacidad productiva instalada, por lo que, ante esta perspectiva, se inicia la guerra comercial inevitable.
Los inversores no piden créditos a la banca para invertir porque no tienen perspectivas de obtener beneficios y las familias ya no pueden obtener más préstamos, porque están sobre endeudadas y se enfrentan a unas perspectivas de que no podrán devolverlos, llevando años sin resolver el problema de la vivienda que ha alcanzado unos precios astronómicos, tanto la adquisición de pisos como los alquileres.
En realidad todos los ciclos económicos capitalistas han estado acompañados de “excesos”, de burbujas especulativas y euforia irracional por parte de los inversores. El carácter catastrófico que está adquiriendo la carrera bélica de las grandes potencias, que se disputan la hegemonía mundial entre EEUU y Europa (ahora al borde de una crisis), contra Rusia y China y sus satélites, que hunden sus raíces en el abuso de las guerras crecientes, los genocidios y la destrucción, que en realidad significa que el modelo capitalista está agotado y corrupto.
En contraste con los años de la posguerra, la rentabilidad que ofrecía la inversión productiva durante las últimas décadas se ha venido haciendo cada vez menos atractiva para el capital en el terreno de la economía productiva real y se dedicaron a la especulación basada en la “ingeniería financiera” que es el timo de la estampita elevado a la “economía de un casino mafioso”, alentados por las nuevas tecnologías y el Inteligencia Artificial.
La euforia en la que había vivido la burguesía mundial, fue creando dialécticamente, las condiciones para el desastre económico, basándose en la destrucción de países como hemos visto el horror de los genocidios de Ucrania, Gaza y otros más de 30 conflictos bélicos. El fraude ha sido colosal. Se ha tratado de una dinámica enloquecida.
La espectacular situación de la economía estaba soportada sobre una montaña de hipotecas, préstamos, apalancamientos y bonos basura sin base material. El capital ficticio se está haciendo omnipresente dando cumplido sentido a la máxima aspiración de todo capitalista: obtener ganancias del capital sin tener que pasar por la experiencia dolorosa de invertir en el proceso de producción material, sino invertir masivamente en especulación.
Esta masa flotante de billones de dólares de capital ficticio que circula por el mundo, se ha elevado de tal manera por encima de la economía real, que finalmente, se ha transformado en una pesada losa justo en el momento en que la Oferta y la Demanda se desestabilizan y la tendencia a la crisis de sobreproducción sobrante se está viendo venir cada vez más aceleradamente.
Debido a esos métodos no hay ninguna duda de que la recesión en la que el capitalismo puede entrar más temprano o más tarde, podrá adquirir una dureza, extensión y profundidad formidables. Los capitalistas, como siempre hacen, intentan como locos evitar que la recesión degenere en depresión, pero en caso de que lo consigan frenar, que no se sabe cuándo, solamente lo harán a costa de crear las condiciones para una brutal crisis todavía más profunda en el próximo periodo, que puede evolucionar hacia una recesión, si se mantiene el mismo modelo capitalista de “mercado libre” que reproducirá a escala superior la próxima crisis.
Por eso venimos insistiendo que el Socialismo Científico y la Democracia Participativa y Ética, ya no es ninguna utopía sino que se ha convertido ya en una necesidad para la Humanidad. El capitalismo, con sus contradicciones, sus crisis cíclicas y su modelo explotador, no puede ofrecer ninguna salida para resolver las cuestiones sociales, ya que con ese modelo se hacen cada vez más ricos unos cuantos miles de Capitalistas mientras que las masas se empobrecen cada vez más, llevando a la miseria a los millones que componen la clase trabajadora mundial.
Hoy más que nunca se hace imprescindible continuar la lucha por cambios profundos que pongan las bases para la transformación de las estructuras que permitan la aplicación de un verdadero programa basado en el Socialismo Científico, introduciendo la planificación científica de los recursos productivos, pero previamente es necesario la expropiación de los expropiadores, especuladores y corruptos, poniendo los recursos financieros y productivos claves de la economía al servicio de la clase trabajadora que es la inmensa mayoría de la sociedad, pero de forma verdaderamente democrática y autogestionaria.
Para ello, el Gobierno PSOE-SUMAR tiene que dar un giro a la izquierda y ofrecer un plan de ayudas Estatales, a través de la creación de una Banca Estatal Pública para ayudar a los autónomos, a la economía social, a las cooperativas y a los pequeños y medianos empresarios que representan el 90 % de las fuerzas productivas reales de la sociedad y favorecer a la clase trabajadora a la que las izquierdas se deben, aportando a su vez un plan de lucha contra la corrupciòn, las mafias y las multinacionales.
Porque solamente trabajando todos, produciendo más y repartiendo con verdadera justicia el fruto del trabajo, podremos avanzar evitando la crisis y la recesión en la que podremos entrar, con garantías de mejoras sociales concretas.
Eso requiere romper los pactos con la burguesía, plantear un giro a la izquierda en la política del Gobierno PSOE SUMAR, rechazando someterse a los dictados de la CEOE, del PP, VOX y las derechas extremas, que son el brazo político de los grandes capitalistas y las mafias, para que podamos basarnos en la fuerza de la lucha de la clase trabajadora, a través de los sindicatos de clase, asociaciones de vecinos, la juventud, los grupos feministas y los partidos de izquierdas del movimiento obrero. La lucha por un mundo mejor es el único camino para la humanidad.
COMISIÓN PERMANENTE.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA.
PSOE DE ANDALUCÍA.
(*) Cualquier aportación, comentario o crítica, serán siempre bien recibidos y pueden enviarlo al correo siguiente:
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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