19 de julio de 2019

¿GOBIERNO DE IZQUIERDAS o NUEVAS ELECCIONES?


 Resultado de imagen de Pedro Sanchez y Pablo Iglesias.
         La investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno está cada vez más complicada. Solo un cambio de posiciones en los pocos días que quedan podría evitar que se forzara a los votantes a acudir de nuevo a las urnas,  que al parecer nadie quiere,  pero que las fuerzas  del Parlamento propician por su incapacidad de entendimiento.

         Pablo Iglesias declaró que confía en que habrá investidura diciendo que “hay que tener paciencia con el PSOE; creo que habrá gobierno de coaliciòn” (20Minutos 19-7-19)  y en la precipitada consulta a las bases sin que haya habido al menos un principio de acuerdo, el 70 % de los 138.488 que han votado en  Podemos, han  apoyado a su líder y han votado que o hay Gobierno de Coalición o no hay acuerdo, pero si tomamos el censo de 519.737 inscritos, los que han participado representan un 26,65 % lo cual indica el descontento en esa formación política.   

Pablo Iglesias declaró: “Creo que si Pedro Sánchez obliga a los españoles a votar otra vez, no será Presidente nunca”. (Pùblico 19-7-19). ¿Qué quiere decir con ésto? ¿Qué si el PSOE no mejora sus resultados y la candidatura de Pedro Sánchez pierde votos, piensan todavía en el “sorpasso”? ¿O quizás que la corriente no declarada encabezada por las Baronías lo dejarían en la estacada promoviendo un pacto con las Derechas?

         Pedro Sánchez veta a Pablo Iglesias y Podemos veta al PSOE mientras que las  encuestas señalan que la ciudadanía prefiere un Gobierno ahora y si se repiten elecciones la abstención se dispararía hasta el 32 %, aunque el PSOE podría subir a cerca del 39,5 %. (UnidasPodemos podría perder entre 4 y 6 escaños (36 a 38) y PSOE podría aumentar hasta 130 a 133 asientos, eso siendo muy optimistas, lo cual no da para la mayoría absoluta e incluso podría haber sorpresas).

 Estando así las cosas, debemos esperar lo mejor, pero prepararnos para lo peor, porque unos no aprenden nada y otros lo han olvidado todo y no recuerdan  cuando se cantaba en las manifestaciones… “el pueblo unido jamás será vencido”.  Ahora  dejan todo el campo abierto a las derechas que dicen eso de… ”la izquierda dividida siempre será vencida” . El Trifachito como una piña, emboscados y unidos, aunque aparentemente andan a la greña, pero  ensayando ya de nuevo el “Cara al Sol” porque entienden que el Cambio es inevitable, pero si no se consigue el giro a la izquierda lo harán ellos hacia la reacción neofranquista.

Hace tiempo que es posible, tanto tecnológica como científicamente, avanzar hacia un sistema productivo en bases socialistas y con democracia participativa plena,  para asegurar a la clase trabajadora y a los pobres,  unos bienes vitales garantizados por el Estado, pero eso es imposible bajo el capitalismo y sus gobiernos reaccionarios.

         Los Derechos principales básicos que disfruta la clase dominante y los sectores más acomodados no están garantizados en términos generales  por el Estado para las clases menos favorecidas, aunque se adorne la Constitución  con eso de “Estado Social y Democrático de Derecho”, porque para ello toda persona tendría que disfrutar de una vivienda digna, un trabajo estable y bien remunerado o en su defecto un “salario social básico garantizado por  Ley”, que le permitiese una alimentación suficiente,  un ocio asequible, una educación gratuita, laica y científica, una sanidad pública y moderna, unos servicios sociales como Dependencia, atención a enfermos e impedidos,  pensiones dignas actualizadas y demás derechos civiles, como se aprobó y reivindicamos en la última Asamblea de I.S. de Málaga. (*)  

         Una Constitución que contempla los Derechos básicos y que luego no se cumple merece un análisis de esa contradicción. Un ejemplo:  O bien todos los gobiernos desde la Transiciòn la han violado permanentemente o que el Pacto fue un fraude y el General Franco lo dejó todo “atado y bien atado”, con el peligro de la restauración “pseudodemocrática” del modelo anterior que observamos con el peligroso crecimiento del Trifachito, dirigidos desde la ultraderecha por Vox, que no respeta a los demócratas ni a las víctimas del golpe y  familiares, a la vez que tienen la desfachatez de hacer apología impunemente del Golpista Franco, ufanándose de su ideólogía falangista reclamándose del pensamiento “joseantoniano”.   

         No están las dificultades para poder cumplir los plenos derechos humanos democráticos en la técnica, ni tampoco residen en la carencia de recursos naturales, económicos y de mano de obra, sino en su desigual distribución entre los habitantes, entre ricos y pobres,  porque se aplica la lógica del lucro privado a favor de la minoría que son los capitalistas y en perjuicio del pueblo que somos una inmensa mayoría de la clase trabajadora y sectores empobrecidos.

Este sistema capitalista se sostiene a base de estafas, corrupciones, explotación y opresión de la clase trabajadora, pero hipócritamente le llaman “Democracia”, con el mismo desparpajo que los del antiguo régimen anunciaban aquella dictadura asesina como “democracia orgánica”  cuándo una verdadera Democracia solo  será realidad cuando se gobierne para el pueblo, con el pueblo y por el pueblo elegido libremente, sin que cueste millones llevar un representante obrero al Parlamento o cuando el pueblo sea soberano y ningún gobierno esté obligado a cumplir la hoja de ruta de la Troika, impuesta por los Poderes Fácticos del Imperialismo mundial.

         Lo que en realidad impide realizar los cambios sociales necesarios es este modelo de ordenación de los que mandan en esta sociedad capitalista, corrupta, degenerada y obsoleta, regida por los intereses de esa minoría de parásitos y evasores que componen la “clase burguesa  dominante” que oprimen, explotan y abusan de la “clase dominada”, mal pagada y empobrecida y la Burguesía ejerce enormes presiones contra los Dirigentes de Izquierdas, a través de la Troika,  el Ibex 35, la Patronal y el Clero.

         Esa es su naturaleza egoísta y explotadora donde priman los intereses y la defensa de sus beneficios de grandes capitalistas y sus multinacionales, que han regido históricamente este sistema hasta ahora y que se han convertido en los obstáculos a los que se enfrenta la población ante este modelo “pseudodemocrático” salido del pacto de la Transición de 1978, que en la actualidad se encuentra agotado y que ha estado sometido desde sus inicios  al chantaje del golpismo.  

         Es posible que el próximo jueves 25 fracase la investidura y sepamos si se vamos a nuevas elecciones, porque entonces, las direcciones de izquierdas tendrían que rectificar y analizar sus errores. Teniendo en cuenta aquellas situaciones estructurales que impidieron depurar responsabilidades de aquel Gobierno Dictatorial e Ilegítimp del franquismo, donde se cimentan las situaciones de inestabilidad del momento que vivimos, con graves problemas y compulsiones institucionales, tanto sociales como territoriales, que muestran la situación de putrefacción que emanan de las aguas albañales de las cloacas estatales,  debiera la clase política concentran la atención y devolver la voz al pueblo para que delibere, dirima y permita ejercer, cambiando la legislación que lo impida, una Democracia Plena y Participativa y decidir de una vez, si estamos dispuestos,  o no,  a avanzar hacia un socialismo genuino y democrático y limpiar esta deficiente “pseudodemocracia” de los residuos del antiguo régimen, votando en libertad si queremos República o Monarquía.

         Necesitamos una mejor organización, en las luchas sociales, en la conciencia de clase, que debe poder manifestarse y ejercitarse por las reivindicaciones y derechos básicos que nos han arrebatado y restringido. Esto debe realizarse  a través de las movilizaciones sociales, la participación en partidos políticos y sindicatos, pero ahora están copados por una cierta burocracia paralizante y debieran regenerarse los principales agentes directivos  para poder construir los mecanismos de salida de esta situación difícil por la que atravesamos y en la  que nos encontramos atascados, sin una posibilidad clara de formar un Gobierno que acometa las medidas que el pueblo está esperando y necesitando, haciendo una profunda autocrítica y rectificación por parte de las Direcciones de izquierdas, porque en ellas recae la responsabilidad de esta ingobernabilidad y NO EN LOS VOTANTES.  

         Aquellas luchas sociales por el cambio, que los mayores comprometidos nos vimos inmersos en los años 70, deben retomarse con potentes movilizaciones multiformes, unitarias y permanentes, de acuerdo con las exigencias objetivas y reivindicativas de cada momento, porque esta situación actual lo está pidiendo a gritos, para que los dirigentes políticos nos escuchen y obren en consecuencia, y si no obedecen al pueblo soberano, debiéramos cambiarlos, recordándoles  a quienes deben sus bien remunerados puestos, que no son otros que la ciudadanía que es la soberana con su voto y no debieran  sucumbir a las presiones de los Poderes Fácticos.

         Esta es una responsabilidad que debiera ser canalizada también por un Gobierno de Izquierda y esperemos que sea compartida por todas las demás fuerzas sociales, sindicales y políticas que se reclaman de la IZQUIERDA, con el objetivo de derrotar a las DERECHAS, para lo cual, deberán manifestar las direcciones de representantes, acordes con sus representados,  una práctica consecuente con los principios y programas tantas veces expuestos y defendidos ante la ciudadanía en las continuas elecciones políticas a todos los niveles, respetando la decisión inequívoca del pueblo expresada en las urnas, que claramente optó en la línea de preferir un Gobierno de Izquierdas con un Programa Socialista.

Lo contrario, sería visto como un engaño o algo peor, como una incapacidad manifiesta de las Direcciones Políticas que dicen representar a la ciudadanía en el Parlamento y  se  convertirían ante los votantes en unos inútiles para resolver las dificultades que les plantea este “pseudoDemocracia chantajeada” en estos momentos decisivos, porque si se fuerzan unas nuevas elecciones,  muchos votantes indignados podrían optar con castigar la ineficacia y rechazar las urnas con su abstención, que sería como saltar de la sartén al fuego,  pues  podría ser peor si con eso se permitiese que la “derecha Trifachita neofascista” levantara la cabeza.  ¡¡Alerta pues, a las Direcciones de las Izquierdas¡¡  ¿Para cuándo el giro a la izquierda prometido en la campaña electoral? ¿Para cuándo un Gobierno de Izquierdas?

ÁREA DE COMUNICACIÒN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE. A

(*) Si todavía no conoces la Resolución Política y el programa mínimo que hemos aprobado en la última Asamblea de la corriente Izquierda Socialista de Málaga, propuesto a nuestra dirección  y quieres recibir la documentación completa, puedes solicitarla gratuitamente  al correo de abajo poniendo en asunto:  “Acuerdos Asamblea”: 

ispsoeandalucia.malaga@gmail.com 
        

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