(...)
5.- HACIA LA III REPÚBLICA FEDERAL, LAICA
Y PARTICIPATIVA
Los y las socialistas debemos propugnar la
revisión crítica del modelo político legado por la transición democrática,
formular propuestas para una reforma profunda de la Constitución Española y
encabezar la reivindicación por recuperar la forma republicana de Estado. Hemos
de considerar que los conceptos, Estado Federal y República, forman parte del
genoma político del socialismo en España.
5.1. HACIA LA REPÚBLICA
ESPAÑOLA
Hoy, tras 35 años de la aprobación de la
actual Constitución española, ha llegado el momento de revisarla en profundidad
para liberarla de las limitaciones y tutelas que en aquel contexto de la
transición se impusieron por parte de los poderes fácticos existentes, en un
marco de cesión obligada de legitimidades. Ha llegado el momento de que el
mando supremo de las fuerzas armadas españolas deje de estar en manos del Rey
para pasar al Presidente de la República democráticamente elegido.
La configuración de un Estado Español
republicano, federal y laico vuelve a estar en la vanguardia de las
reivindicaciones de la ciudadanía. El Partido Socialista debe recuperar su
naturaleza de partido republicano, pues sin la premisa de la elección libre y
democrática de todos y cada uno de los cargos representativos del Estado,
además de contradecir nuestro ideal de igualdad, nunca podrá desarrollarse
plenamente el sistema democrático, y por tanto, quedará incompleta la soberanía
popular.
Por ello, el Partido Socialista Obrero Español
debe colaborar con los partidos políticos de izquierdas y con las asociaciones
y plataformas que buscan dichos objetivos, en especial con la Plataforma 14 de
abril que agrupa a la inmensa mayoría de este tipo de organizaciones a nivel
estatal, para unificar los esfuerzos en
pro de la consecución de la III República.
PROPUESTAS:
·
Recuperar los principios republicanos en los Estatutos del PSOE.
El Partido debe restablecer en sus Estatutos la defensa de la República como
forma de Estado, y como horizonte histórico hacia el que avanzar, desde la
evolución y reformas democráticas necesarias del Estado actual.
·
Impulsar la recuperación del significado de la II Republica, su
memoria y conmemoración, tanto con la colaboración con partidos de izquierda y
asociaciones y plataformas como la Plataforma 14 de abril, así como con
iniciativas propias.
·
Integración de los municipios gobernados por el PSOE en la red de
municipios por la III República.
·
Aplicar la Ley de Memoria Histórica en todos los ámbitos, incluido
el de su reforma si procede. La memoria y la dignidad de las víctimas del
franquismo han de ser plenamente salvaguardada por la democracia española. La
apología del franquismo ha de ser considerada un delito homologable al de
terrorismo.
·
Apoyar la convocatoria de un referéndum para decidir entre
monarquía y republica. La plena ciudadanía española exige aplicar el derecho a
decidir la forma de Estado bajo el que queremos vivir. El déficit democrático
que se arrastra desde los años setenta en los que no se convocó ese necesario
referéndum ha de ser superado en la actualidad.
5.2. HACIA EL ESTADO FEDERAL
Tras el
proceso de recentralización que está realizando actualmente el gobierno
conservador que nos está devolviendo poco a poco al modelo centralista de la
etapa franquista, hay que mostrar en los hechos que la Nación de Naciones que
es España puede aunar la diversidad y la cohesión, la unidad y la pluralidad,
la especificidad y la solidaridad. Hay
que recuperar y actualizar la tradición federal del socialismo para aunar el
respeto a la diversidad cultural y al autogobierno con la solidaridad
interterritorial.
En la España federal a la que aspiramos
el modelo territorial se articulará en tres niveles de gobierno. A saber:
nivel estatal:
formado por el Gobierno de España y todas las entidades e instituciones que
abarcan el conjunto del Estado. La Administración Periférica del estado debe ir
desapareciendo paulatinamente y con plazos preestablecidos, dejando como única
institución estatal con representación nacional/regional a la Delegación del
Gobierno.
nivel autonómico:
integrado por los Estados Federales. Este nivel debe ser reformado para
facilitar su encaje en una España Federal que reconozca y respete la realidad
plurinacional y pluriregional de España.
nivel local: formado
por los municipios y todas las entidades e instituciones de articulación de los
municipios. La futura reforma de la Ley de Bases de Régimen Local deberá
contemplar el reforzamiento de la autonomía municipal.
La mejora de la estructura del estado en
España y de la calidad democrática debe asentarse en los principios de simplicidad,
sencillez, claridad, economía, eficiencia y compromiso. Defendemos un
federalismo cooperativo y pluralista totalmente consonante con los principios y
valores democráticos, capaz de dar cabida al reconocimiento de las diversas
realidades nacionales, a la vez que asegura la cohesión del Estado y la
solidaridad interterritorial para garantizar la igualdad de derechos de todos
los ciudadanos de España.
Un Estado federal de este tipo permite
mantener su unidad sin necesidad de imposiciones uniformizadoras, de la misma
manera que garantiza el respeto a la diferencia sin riesgos de rupturas
traumáticas. Esta España federal conformará una buena inserción del Estado y de
sus Estados Federales en la Unión Europea, a la vez que dispondrá de recursos
políticos idóneos para profundizar en el municipalismo.
PROPUESTAS:
·
Todas las entidades e instituciones públicas han de sustentarse en
cuatro principios democráticos básicos: (1) flexibilidad organizativa: pudiendo
adoptar la forma y el tamaño que mejor se ajuste al cumplimiento de sus fines;
(2) transparencia informativa: publicación periódica de toda la información
producida (balances, evaluaciones, salarios…); (3) democracia institucional:
con la apertura de espacios para la participación de los actores relevantes del
sector o área en el que esté incardinados; y (4) control permanente: con la
acción decidida de los organismos contables y de evaluación para que puedan
realizar controles de gestión o evaluaciones.
·
La consolidación del modelo federal reclama la reforma inmediata
del Senado para ser la cámara parlamentaria de representación territorial. Para
ello en las elecciones generales habría una única circunscripción electoral en
la representación al Congreso de los Diputados, mientras que al Senado la circunscripción
serían los Estados Federales.
·
Supresión de las Diputaciones provinciales mediante transferencia
de sus competencias, recursos económicos y recursos humanos hacia los Estados
Federales, los Ayuntamientos y las entidades intermunicipales donde las
hubiere.
·
Incentivar la disminución del número de Ayuntamientos, mediante la
agregación o concentración de varios, constituyendo nuevas entidades
sostenibles capaces de proporcionar a los ciudadanos, servicios básicos de
calidad, sin que ello merme la representación y pluralismo político esencial de
los municipios.
·
Desarrollo de la autonomía municipal y mejora de su capacidad
financiera. Incentivar en el ámbito municipal, los procesos de cooperación,
agregación o concentración de diversos ayuntamientos o comunidades locales,
constituyendo nuevas entidades sostenibles capaces de proporcionar a su
ciudadanía servicios básicos de calidad, sin que por ello se vea mermada la
representación y pluralismo político esencial de los municipios.
·
Defensa
de la dignidad y trabajo de los funcionarios y empleados públicos. Impulso de
medidas para la mayor presencia y eficacia de las administraciones publicas por
vía electrónica.
5.3. HACIA EL ESTADO
LAICO
Las instituciones democráticas de una sociedad
moderna no deben estar al servicio de ninguna confesión religiosa. El mundo de
las creencias religiosas tiene sus propios ámbitos de expresión y articulación
que no deben confundirse con los de la sociedad política democráticamente
constituida. Las normas de una confesión religiosa sólo pueden obligar a sus
miembros. Las normas del Estado democrático y de derecho obligan a todos. Por
todo ello, el PSOE, debe abolir el concordato entre el Estado y la Iglesia como
medio efectivo y real de la división entre Iglesia y Estado, cumpliendo así con
el carácter laico que nos caracteriza.
PROPUESTAS:
·
Abolición de los Acuerdos
firmados por el Estado español con el Estado Vaticano el año 1978.
·
Aprobación y desarrollo de una
Ley de Libertad de Conciencia que garantice el derecho fundamental a tener las
creencias que se consideren oportunas, sean o no de orden religioso, sin
discriminación alguna por ello y sin privilegios para ninguna persona o
colectivo.
·
Reformar el Artículo 16 de
la Constitución Española para evitar cualquier referencia expresa a una
confesión determinada, recogiendo expresamente el derecho inalienable de todo
ser humano a tener las creencias y convicciones que estime convenientes.
5.4. HACIA UN ESTADO PARTICIPATIVO
Hoy el concepto pleno de ciudadanía
democrática integra un amplio conjunto de derechos universales, una dimensión
ético-moral y humanitaria de responsabilidades individuales y compromisos
colectivos y la identificación de las personas con los valores, derechos y
libertades que fundamentan la igualdad real de los seres humanos, mejores
formas de vida y más dignas, el auténtico bienestar y el progreso de la
humanidad. Tal concepto y principios irrenunciables no pueden subordinarse a poderosos
intereses particulares que, frente a la necesidad de reasignación de recursos
para las políticas sociales, desde el individualismo posesivo más egoísta
pretenden, a través de los mercados de capitales, imponer el darwinismo social
más acentuado y ahogan los márgenes de maniobra de las políticas monetarias,
presupuestarias y fiscales de los gobiernos.
Las crudas realidades de la crisis han puesto
de manifiesto disfunciones en el sistema político e institucional y desde la
radicalización de los principios democráticos se reclaman nuevos canales de
deliberación/participación, nuevas ideas y renovados protagonismos de los
partidos políticos, agentes sociales y organizaciones de la sociedad civil en
interacción con la ciudadanía.
Los gobiernos democráticos en sus respectivos
ámbitos no deben precipitar decisiones que afectan a la mayoría de la población
sin haber estudiado previamente todas las posibles opciones, informado con
transparencia y facilitado que la ciudadanía debidamente informada participe
(mediante referéndum inequívocamente planteado y debidamente informado, en
parlamentos, en plenos municipales, etc.) en la decisión del plan de acción que
estime más pertinente. Los gobiernos en su caso deben incentivar y acoger con
el máximo interés y apoyo institucional las leyes y/o propuestas surgidas por
iniciativa popular.
La segundad mitad del siglo XX y el siglo XXI
han aportado algo fundamental al ciudadano, la posibilidad no solo de acceso
directo e instantáneo a la información, sino la posibilidad de crearla,
comentarla e intercambiarla. La información durante siglos ha sido una fuente
reservada de poder, guardada, manipulada y empleada por unas capas
privilegiadas para mantener su dominio. Actualmente somos capaces de
informarnos, analizar, comparar puntos de vista y criterios, opinar y exigir.
Hoy resulta más difícil manipular y engañar. Esto nos permite ser más libres,
más exigentes, más responsables y más solidarios.
Siendo uno de los valores de la izquierda el
respeto a la persona hemos de ser pioneros en transparencia, en comunicación
veraz y sólida, en crear núcleos de exigencia, de participación y decisión que
respeten la dignidad y las aspiraciones de las personas. Se ha acabado la era
de las medias palabras, del disimulo, del ocultismo, el ciudadano pide
claridad, sinceridad, transparencia y honestidad.
PROPUESTAS:
·
Reforma de la Ley electoral para una representación más
proporcional de la ciudadanía. Entre otras consideraciones, habría que
interpretar el artículo 6 de la Constitución para introducir la obligatoriedad
de aumentar la democracia interna de todos los partidos políticos mediante la
celebración de elecciones primarias. También por Ley establecer los derechos y
obligaciones de los electores y de los representantes elegidos.
·
Realizar elecciones municipales mediante listas abiertas por
distritos (un concejal por distrito) y elección directa del Alcalde por los
ciudadanos.
·
Defensa y ampliación de los derechos civiles recogidos en nuestra
Constitución, facilitando la cercanía de los ciudadanos a la acción política
institucional, creando nuevos cauces de participación democrática y control del
ejercicio del poder político.
·
Mejora de las regulaciones y sistemas de controles públicos con el
necesario reforzamiento y ampliación de las políticas estatales de evaluación,
control y modernización administrativa.
·
Revisar el actual sistema de acceso, permanencia y control en la
Función Pública, para hacerla más eficaz, participativa y democrática.
·
Participación en la ejecución de decisiones tomando como
referencia el principio de subsidiariedad y mediante la desconcentración y
descentralización de la gestión política y administrativa, facilitando la
accesibilidad y en consecuencia la participación activa de la ciudadanía a la
vez que se fomentan las capacidades de organización de la sociedad civil.
·
Tolerancia cero con la corrupción política, reforzando las medidas
administrativas y penales contra este grave problema. Esto implica adoptar
nuevas medidas legales contra el transfuguismo político, ampliando los
supuestos que integran ese concepto político y sus medidas coercitivas.
·
Transparencia y adecuación de las retribuciones de los
representantes públicos y cargos de la administración, de forma que su
regulación no sea diferente de la del resto de los ciudadanos.
·
Potenciación de mecanismos de transparencia de las instituciones y
de rendición de cuentas de los representantes públicos. Las personas que
ostenten una representación pública han de hacer conocer su situación
patrimonial a la ciudadanía.
·
Los
políticos judicialmente condenados no deben poder representar nunca más a la
ciudadanía, al igual que los políticos judicialmente imputados deben retirarse
de su función pública hasta que se resuelva el procedimiento.
·
Referéndum Revocatorio- Moción de Censura Popular de todos los cargos institucionales a
partir de mitad mandato como instrumento de participación y poder popular,
reafirmando así el principio fundamental de soberanía popular.
6.- UN PARTIDO DEMOCRATICO, ABIERTO, PARTICIPATIVO Y PLURAL
Los socialistas hemos de recuperar la
credibilidad perdida, reencontrarnos con los sectores sociales de los que nacen
y a los que se dirigen las políticas pensadas desde la izquierda. Somos parte
de la ciudadanía que expresa a gritos o en silencio su desconfianza y su
decepción por la ausencia de alternativas al abismo al que nos aboca el
neoliberalismo económico y el neoconservadurismo político. Nos oponemos a la
consideración instrumental que los llamados mercados tienen de la democracia,
la libertad e incluso los derechos humanos. Para ellos estos valores sirven
mientras les son útiles. Para nosotros son los fundamentos de la civilidad en
progreso colectivo.
Cuando se reclama una segunda Transición con
una reforma profunda de la Constitución, se acusa a los partidos políticos de
haberse debilitado como receptores de propuestas cívicas y de adoptar, en
ocasiones, comportamientos burocratizados, oligárquicos y clientelares; los
socialistas hemos de abordar nuestras insuficiencias y resolver los problemas
planteados con más democracia, no reduciéndola o desvirtuándola. Los ciudadanos
y las ciudadanas tienen el derecho, que nadie ha de usurpar, a elegir a sus
representantes en las organizaciones políticas y en la sociedad. Tienen derecho
a participar en la elaboración de las políticas que estos han de practicar y
los dirigentes tienen la obligación de respetar los programas electorales y
responder de sus actuaciones.
La dignidad de las personas, el progreso
colectivo y la justicia social son irrenunciables; y si una Ley o norma no
resultan ya adecuada a las personas y a la sociedad hay que cambiarla. Ahora
hemos de superar las restricciones impuestas al sistema democrático
establecidas hace más de treinta años en las circunstancias de la transición
española. Cambiar la legislación
electoral y de toma de decisiones haciéndola más democrática y participativa,
con limitación de mandatos, segundas vueltas y referéndums vinculantes,
contribuiría a una mayor transparencia institucional, a mejorar la democracia
interna en los partidos políticos y a recuperar los vínculos entre
representantes y representados.
La crisis se agrava en ausencia de política
participativa. Los militantes socialistas con su trabajo y sacrificio, son los
depositarios de una tradición histórica de lucha tenaz por la paz, la
democracia, la libertad, la solidaridad y la igualdad. Hoy los militantes hemos
de tomar la palabra, y con ella romper las barreras internas que restringen la
participación. Estamos comprometidos en la defensa de nuestros valores y
queremos elegir a dirigentes con convicciones de izquierda, más capaces y más
audaces en el diseño de un mundo mejor. Hemos de elegir directamente y a todos
los niveles a nuestros dirigentes, de manera ampliamente participativa. Hemos
de rechazar cualquier indicio de dirigismo, erradicando las prácticas de la
imposición y el oscurantismo.
Los trabajadores, los intelectuales, los más
desfavorecidos, el pueblo, necesitan más PSOE
y solo los militantes y simpatizantes, el pueblo de izquierdas, es el
dueño de sus destinos. Hay motivos para
la lucha y para la esperanza,
recuperando el potencial movilizador del socialismo democrático para vertebrar
la gran mayoría social de izquierdas.
Para construir esa política y esa sociedad,
existe una condición previa: transformar nuestra organización y activar todas
sus potencialidades. El PSOE, nuestro
partido, no puede convertirse en un partido solo de cuadros. Nació y se
fortaleció con base en el movimiento obrero y la lucha de las clases populares
por la igualdad, la justicia social, la libertad con equidad y la solidaridad.
Somos un partido de clase y de masas, comprometido con la mayoría social plural
por la emancipación, la transformación y el progreso social.
En consecuencia, la democracia interna y el
funcionamiento orgánico tienen que corresponderse con nuestra trayectoria
histórica de partido abierto, participativo, donde las distintas propuestas se
debaten, integran y se transforman en
decisiones adoptadas democráticamente, sin que la opinión de la mayoría excluya
la integración y aportaciones de las minorías internas, pues el bloque social
de progreso que nos apoya, se compone de grupos diversos con propuestas e intereses plurales.
“Profesionalizar“ el funcionamiento del
Partido, y mantener desde un liderazgo “presidencialista” y su entorno la
centralidad de las decisiones, la acción y los mensajes, esclerotiza la
actividad orgánica, e impide la iniciativa y capacidad de propuesta del
colectivo de militantes y simpatizantes. Cuando la unidireccionalidad desde
arriba hacia abajo reduce la pluralidad interna del Partido como generador de
políticas y receptor de iniciativas ciudadanas, ese empequeñecimiento del campo
de juego nos desconecta de los motores de cambio de la mayoría progresista. Si
nuestras bases sociales dejan de ser los
referentes de la aplicación del proyecto socialista, si se adulteran nuestros
valores, se ignoran las resoluciones de los Congresos y se difuminan nuestras
estrategias y objetivos, se prolongará el desconcierto y frustración en
nuestros votantes. Eso acarrea su retracción, y conduce a la derrota electoral.
Estamos en una etapa de práctica “refundación”
de la socialdemocracia y la izquierda, y de recuperación de nuestra identidad y
valores. Para ello parece necesario renovar equipos, proceder al relevo de
dirigentes y cambiar profundamente el funcionamiento interno de nuestro
Partido. Pero volveríamos a alejarnos de la realidad social si –con el pretexto
de mirar al futuro- se impone una visión de “excepcionalidad” sobre los últimos
años, se encierran entre paréntesis erráticas derivas en nuestras políticas y
actuaciones poco congruentes con el compromiso socialista.
La democracia interna y el funcionamiento
orgánico tienen que corresponderse con nuestra trayectoria histórica de partido
abierto, participativo, donde las distintas propuestas se debaten,
integran y se transforman en decisiones
adoptadas democráticamente, sin que la opinión de la mayoría excluya la
integración y aportaciones de las minorías internas, pues el bloque social de
progreso que nos apoya, se compone de grupos diversos con propuestas e intereses plurales. El articulo 6 de la Constitución Española, refiriéndose a los
partidos políticos, declara que "su estructura interna y funcionamiento
deberán ser democráticos”. Ello obliga a que ningún partido debería aceptar, en
ningún caso, caudillismos que suplanten a los principios ideológicos y a los
principios democráticos. Las “adhesiones
inquebrantables” y las fidelidades personales basadas en intereses diversos
deberían desaparecer definitivamente de la escena política española.
Preocupa especialmente que nuestras carencias
internas se hagan extensivas al desinterés y a
la desconfianza que muchos ciudadanos sienten hacia las estructuras de
los partidos políticos. La mala imagen de los partidos y de la política en
general no deja de crecer, suponiendo un déficit democrático insostenible y un
peligroso alejamiento entre los ciudadanos y los militantes. Una Agrupación que
renuncie a incidir en su entorno más inmediato o que sea percibida con
desconfianza por los ciudadanos, no sólo es inoperativa para conseguir nuestros
objetivos políticos sino que no tiene sentido estatutariamente en nuestro
partido. Se trata de devolver la ilusión en un verdadero proyecto de izquierdas
a nuestros militantes, para que éstos vuelvan a sentirse motivados para
transmitir nuestras ideas de progreso hacia su entorno más inmediato.
Se necesita una ampliación de la democrática
interna, y que todos y cada uno de los órganos de dirección del partido
recupere y ejercite plenamente, con todo rigor y ética, la función que tiene
encomendada. El Comité Federal, los Comités Regionales o de Nacionalidad y las
Asambleas Locales han de ejercer como máximos órganos de dirección del Partido.
La función de las Comisiones Ejecutivas no incluye la suplantación de los otros
órganos superiores de participación y decisión del partido. La totalidad de los
poderes del partido no deben acumularse
en la figura de los secretarios generales y sus ejecutivas, al coste de caer en
distintas formas de abuso de poder, ausencia de participación y perversión de
los mecanismos democráticos de toma de decisiones. Y menos aun concentrarse en
la figura de uno o varios candidatos electorales o personas ya electas, los que
de arriba hacia abajo impartirían la "verdad revelada". Las
Comisiones Ejecutivas, en sus distintos ámbitos, deben expresar la realidad del
verdadero pluralismo interno de la
organización, al igual que los otros órganos deliberantes y ejecutivos del
partido.
Hay que aplicar los principios federalistas
propios de la organización del partido a todos lo niveles, incluido el de
subsidiaridad, garantizando que las decisiones y opiniones de los de arriba se vayan
conformando con las que surgen libremente desde
abajo. La democracia representativa no debe anular a la democracia
participativa. Las dos son un todo indivisible. Hay que acabar con la vieja
cultura autoritaria tan practicada de que
“el que se mueve no sale en la foto”. Hay que regular de forma racional
el sistema de elección por primarias, abriendo las puertas a las aportaciones
de aquellos que forman nuestro entorno ideológico, social y electoral más
próximo.
Hemos de situarnos en un nuevo paradigma del
siglo XXI, con los valores propios del socialismo: el internacionalismo
humanista y el respeto de toda la ciudadanía. La articulación de una potente
ala izquierda en el PSOE podría reequilibrar esos déficits y motivar a un
electorado muy amplio hoy alejado de las posiciones hegemónicas en la dirección
del partido.
PROPUESTAS:
·
Favorecer que los órganos de dirección del partido, a todos los
niveles, estimulen el debate democrático abierto a la participación, así como a la necesaria
renovación de ideas y de personas.
·
Garantizar el pluralismo interno y el respeto a las minorías en todos los órganos
ejecutivos, deliberantes y de control del Partido. Para ello se aplicarán
formulas de mayoría corregida que permitan integrar la diversidad, teniendo en cuenta
criterios de proporcionalidad, para evitar monopolios y exclusiones.
·
Correcta actualización de los censos de militantes y transparencia
en el uso de los mismos.
·
Elección mediante el método de elecciones PRIMARIAS de los
candidatos a cargos públicos u orgánicos representativos. Las elecciones
primarias internas se deben utilizar para elegir los candidatos a Secretario
General del Partido. Para Presidente de Gobierno, Presidentes de Comunidades
Autónomas y Alcaldes de poblaciones de más de 10.000 habitantes, las primarias
han de ser abiertas. El procedimiento será en todo caso a dos vueltas cuando se
presenten dos o más candidatos.
·
Exigencia de presentar un número de avales entre el 5% y el
10% de
la militancia del censo real de
cada ámbito que corresponda en cada
proceso de primarias.
·
Elección de los cargos de representación orgánica e institucional
por el sistema de listas abiertas con factor de corrección.
·
Aplicar el principio de incompatibilidad de cargos orgánicos e
institucionales en los mismos ámbitos evitando la acumulación y concentración
de poder en pocas manos.
·
Limitación de mandatos, tanto institucionales como orgánicos, a un
máximo de 2 mandatos y 8 años.
·
Obligatoriedad de que todos los cargos públicos y orgánicos del
Partido rindan cuentas de su gestión ante los órganos que los han elegido.
·
Establecer y regular la capacidad de la propia militancia para
revocar los cargos electos aún dentro del período para el que fueron elegidos.
·
Modificar el Reglamento de Asambleas para garantizar la
pluralidad, la participación, la información y el control de los militantes.
·
Realización de asambleas abiertas y periódicas, para afiliados y
no afiliados, sobre temas de actualidad y de interés social general.
·
Crear en cada Agrupación Local una asociación cultural que lleve
el nombre común de “Casa del Pueblo”,
abiertas en miembros a la ciudadanía progresista, para organizar actividades
culturales, de formación, con los jóvenes y con la colaboración de
movimientos ciudadanos, ONG’s, asociaciones vecinales, culturales o formativas.
·
Favorecer la participación de la ciudadanía en la vida del partido
mediante un censo de simpatizantes actualizable anualmente. Los simpatizantes
tendrían derecho a voto en las elecciones primarias a cargos institucionales y,
también derecho a voz para expresar sus ideas, propuestas e inquietudes en el
seno del Partido.
·
Aplicar una amnistía general para todas y todos aquellos
compañeros que han sido represaliados por motivos exclusivamente ideológicos,
incluyendo el sobreseimiento y archivo de todos los expedientes que por esos
motivos estén en curso actualmente.
·
Dotarse de un Estatuto de las Corrientes de Opinión del PSOE, en
desarrollo del Art 4 de los actuales Estatutos Federales del partido.
7.- HACIA UN CONGRESO EXTRAORDINARIO
En el PSOE necesitamos un profundo cambio
democrático interno que, con un reformulado proyecto político, debe plasmar un Congreso Extraordinario:
Un partido más
abierto, donde la democracia interna funcione intensamente, con mayor capacidad
de decisión de su amplia base militante haciendo partícipes a simpatizantes y
ciudadanía progresista; un partido identificable que desde nuestros principios,
trayectoria, proyecto y programas se dirija y responda a la mayoría social “de
izquierdas” que conforman los trabajadores, clase obrera, clase media,
profesionales, funcionarios, autónomos y
pequeños y medianos empresarios…;
Un partido
transparente donde el ejercicio de la responsabilidad política se considera permanente, que rinda
cuentas del cumplimiento de sus programas y compromisos, y de la labor de los
cargos públicos socialistas ante los ciudadanos.
Un partido donde,
fruto de la transparencia, las actuaciones de los cargos orgánicos y públicos
resultan coherentes con el proyecto y programas y se articule la complementariedad más equilibrada entre la
labor de militantes y órganos internos y la acción de Gobierno y cargos públicos,
y en el que los cargos públicos rindan cuentas periódicamente de sus
iniciativas, gestión, actuaciones y aportaciones ante los militantes y
simpatizantes.
Un partido más
dinámico donde la regeneración de ideas emane del debate (abierto y
transversal) y posicionamiento de las distintas corrientes y
sensibilidades, que articule los
planteamientos plurales para enriquecer la adopción democrática de decisiones;
y formule alternativas políticas claras a los problemas económicos y sociales
Un partido dotado de
fórmulas integradoras para que la diversidad interna se exprese también
mediante la representación de las corrientes de opinión (estatutariamente
constituidas) en los órganos, ejecutivos, deliberantes y de control; y provisto
de mejores mecanismos de aplicación de los principios federalistas a todos los
niveles territoriales, partiendo de la
revitalización de las Agrupaciones Locales.
Un Partido en el que
sus dirigentes sean elegidos directamente por las bases y accedan a los cargos
en función del esfuerzo, la capacidad, con un compromiso social y político
constatado en la fidelidad a los ideales de izquierdas.
Un Partido que hace
política coherente con un comportamiento consecuente entre los que se piensa,
se promete y lo que se hace. Y que acentúa la efectividad de los mecanismos de
exigencia de responsabilidades políticas y de posible revocabilidad de los
cargos.
Un partido más de
izquierdas, donde se abandone el individualismo que el neoliberalismo ha
inculcado los últimos veinticinco años y se dé paso de nuevo a la colectividad,
al sentimiento de grupo a través de las distintas sedes- Casas del Pueblo,
abiertas y receptivas a la militancia, donde se acentúe de nuevo la
solidaridad, se impulse el voluntariado, se promueva la participación en el
consumo razonable y sostenible…
Un Partido
rejuvenecido donde los procedimientos de democracia directa (primarias, listas
abiertas) para las elecciones internas de nuestros dirigentes y/o cargos
orgánicos y en la selección de
candidatos del PSOE a cargos públicos, la limitación de mandatos, las
incompatibilidades para no acumular cargos y la representación plural en sus
órganos, abran realmente nuevas
fronteras al ejercicio de la política y la acción pública en el s. XXI que la
ciudadanía reclama y las instituciones democráticas necesitan.
Y un Partido que,
respondiendo a su Programa Máximo y a los valores del socialismo democrático,
incida en las políticas económicas y sociales redistributivas que favorezcan a
las clases populares, trabajadores y, en especial, a sectores sociales y personas
más desprotegidas; que fortalezca al
Estado y las políticas públicas, que impulse decididamente el avance hacia un
modelo federal (más cooperativo, integrador, equilibrado y solidario) del
Estado de las Autonomías.
Que subraye las
aportaciones del laicismo y el republicanismo cívico al progreso social; que
articule un fuerte compromiso intergeneracional con el modelo social europeo,
con la paz y la solidaridad internacional; que
dignifique la acción política mediante el reforzamiento del compromiso
cívico y la democracia participativa.
Que asume varias
propuestas del movimiento “altermundista” para “gobernar la globalización” y
regular los mega poderes no democráticos e insiste sobre un desarrollo más
sostenible y ecológico que preserve a nuestro planeta Tierra.
Un Congreso Extraordinario que permita el
profundo cambio democrático interno y la
reformulación de un proyecto político de izquierdas con la perspectiva de
superación del modelo capitalista.
8.- A MODO DE RECORDATORIO.
Animamos a los compañeros y
compañeras del PSOE, a sus simpatizantes y votantes, a conocer la historia del
socialismo en España: sus luchas, sus fracasos, sus victorias, sus errores y
sus aciertos. Ello nos hará más fuertes en nuestras convicciones. Transcribimos aquí dos textos
significativos. Uno de 1879 año en que se fundo el PSOE. Otro del 2012, año en
que se celebró nuestro ultimo Congreso
Federal. Se puede constatar la enorme
distancia existente entre lo dicho y lo hecho, entre la teoría y la práctica.
8.1.- PROGRAMA MÁXIMO DEL PSOE,
1879
Presentado por Pablo
Iglesias el 20 de julio de 1879:
"Considerando:
Que esta sociedad es
injusta, porque divide a sus miembros en dos clases desiguales y antagónicas:
una la burguesía, que, poseyendo los instrumentos de trabajo, es la clase
dominante; otra, el proletariado, que, no poseyendo más que su fuerza vital, es
la clase dominada;
Que la sujeción económica
del proletariado es la causa primera de la esclavitud en todas sus formas: la
miseria social, el envilecimiento intelectual y la dependencia política;
Que los privilegios de la
burguesía están garantizados por el poder político, del cual se vale para
dominar al proletariado.
Por otra parte:
Considerando que la
necesidad, la razón y la justicia exigen que la desigualdad y el antagonismo
entre una y otra clase desaparezcan, reformando o destruyendo el estado social
que los produce;
Que esto no puede
conseguirse sino transformando la propiedad individual o corporativa de los
instrumentos de trabajo en propiedad común de la sociedad entera;
Que la más poderosa arma
con que el proletariado ha de destruir los obstáculos que a la transformación
de la propiedad se oponen ha de ser el poder político, del cual se vale la
burguesía para impedir la reivindicación de nuestros derechos;
El Partido Socialista
declara que tiene por aspiración:
La posesión del poder
político por la clase trabajadora.
La transformación de la
propiedad individual o corporativa de los instrumentos de trabajo en propiedad
común de la nación.
La organización de la
sociedad sobre la base de la federación económica, de la organización
científica del trabajo y de la enseñanza integral para todos los individuos de
ambos sexos.
En suma: el ideal del
Partido Socialista Obrero es la completa emancipación de la clase trabajadora;
es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola
de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e
inteligentes." (...)
Extracto de la Enmienda global a la Conferencia del PSOE que presenta Izquierda Socialista Federal. Si quieres conocer el amplio documento completo, solicítalo sin compromiso al correo de abajo poniendo en asunto las palabras "Enmienda global":
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com
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